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Según el texto de las primeras líneas de esta carta su autor es el apóstol Pablo, quien al momento de escribir
estaba acompañado de Timoteo, su discípulo y compañero en la tarea misionera de anunciar el evangelio y
establecer iglesias. La carta va dirigida a los cristianos que están en Filipos. Siendo el que predico primero allí
(Hech. 16:12–40), y al salir de esa ciudad dejó ya una iglesia formada (Hech. 16:40). Esta fundación de la iglesia
tuvo lugar aprox. entre los años 49 y 52.
El tono y lenguaje de esta epístola muestran una relación de afecto mutuo y profundo entre el autor y sus
destinatarios. Esta es una de las pocas iglesias en las cuales aparentemente no había los graves problemas
morales o doctrinales que enfrentaban otras comunidades. El tono general de la carta es más bien el de un desafío
a que los filipenses sigan siendo excelentes y crezcan hacia la madurez.
La clave del contenido de esta carta es cristológica. El propio autor afirma que su vida gira alrededor de la
lealtad a Cristo, que su anhelo es crecer en semejanza a Cristo y participar tanto de las victorias como de los
sufrimientos de Cristo.
Y es uno de los pasajes bíblicos más completos y también más ricos en contenido respecto a la persona de
Jesucristo.
La ciudad de Filipos, como la de Tesalónica, formaba parte de la provincia de Macedonia, nombre que Pablo
usa para referirse a ambas ciudades como si formaran un conjunto desde su punto de vista misionero. El nombre
de Filipos provenía del padre de Alejandro Magno, el famoso rey macedonio Filipo, quien se apoderó de las
minas de oro cercanas a la ciudad. Pero la fama e importancia de esta urbe y su papel clave en el cuadro general
del Imperio, se los había dado la administración romana.
Como tal se regía por la ley romana y su constitución estaba modelada de acuerdo a la de la capital del Imperio.
Era una especie de “Roma en miniatura” cuyos ciudadanos disfrutaban de privilegios semejantes a los de los
ciudadanos de Roma, tales como el de no ser azotados en público o el de apelar al César en procesos judiciales.
La ciudad de Filipos
Los misioneros, Pablo y sus colaboradores, encarnan una vivencia de la fe, de la cual se deriva el modelo de vida
al cual llaman a sus discípulos. Es posible relacionar esto claramente con la imitación como un elemento
importante de la espiritualidad cristológica de los propios apóstoles.
Otra nota singular en esta epístola es el desafío al crecimiento para una comunidad que había alcanzado
cierto grado de madurez, pero evidentemente necesitaba progresar en muchos aspectos.
La epístola también se ocupa de predicadores y misioneros rivales de Pablo que parecían amenazar con infiltrarse
en la iglesia de Filipos. Un grupo de ellos eran los misioneros judaizantes del llamado partido de la
circuncisión que querían obligar a las iglesias gentiles a seguir las exigencias de la ley judía. En esta, como en
otras epístolas, Pablo hace referencia a las tergiversaciones del mensaje y a los ataques a su propia persona
provenientes de este grupo. También advierte a los filipenses contra la presencia de algunos infiltrados de
tendencia gnóstica y vida libertina que podían confundir a la iglesia de Filipos. El lenguaje enérgico y combativo
del Apóstol contrasta con el tono cariñoso y paternal de la epístola, pero evidencia la profunda preocupación
pastoral que lo mueve a escribir.
Desarrollo del texto
Salutacion
Siguiendo las fórmulas literarias de su tiempo Pablo inicia su carta con una referencia a sí mismo como el
autor e incluye a Timoteo, quien al momento de escribir lo está acompañando, y quien también había formado
parte del equipo misionero que inició la predicación del evangelio en Filipos.
En este punto es importante recordar que en el NT no hay ninguna indicación de que para Jesús o los apóstoles
haya habido una idea de jerarquía institucionalizada, con la cual actualmente se asocian las palabras “obispos y
diáconos” en algunas iglesias. Las palabras se refieren más bien a la función, y como señala la nota de RVA
(Reina Valera Actualizada), una traducción alternativa sería simplemente “con los que presiden y los que sirven”.
En su saludo Pablo combina elementos gentiles y judíos, gracia a vosotros y paz, pero le agrega un elemento
nuevo y distintivo al especificar de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo y también una rica
exposición acerca de la persona y la obra de Jesucristo, y su efecto y significado en la vida de los creyentes.
En este punto Pablo hace algo así como un pequeño paréntesis. Sus sufrimientos no son causados sólo por los
enemigos de fuera de la comunidad cristiana, sino también por rivales de dentro. Como para que no tengamos
falsas ilusiones o visiones de color de rosa sobre la iglesia primitiva nos encontramos con esta referencia a
predicadores que predican a Cristo por envidia y contienda.
Así también él busca el lado positivo de esta rivalidad interna, y afirma su regocijo ante el hecho de que de todas
maneras Cristo es anunciado, sea por pretexto o sea de verdad.
Hace referencia también Pablo al tiempo y a la fidelidad de Dios para no pasar vergüenza sino más bien tener
plena confianza. No es sólo optimismo humano sino seguridad de que lo que acontezca con su cuerpo, su propia
vida o su propia muerte, servirá de instrumento para exaltar a Cristo.
Vivir y morir por Cristo 1:21-26
La referencia a sus prisiones y el posible desenlace de su situación como preso del Señor lleva a Pablo a escribir
con el corazón en la mano, sacando a luz la riqueza de las convicciones íntimas que dan sentido a su vida.
Notemos los dos términos de este versículo clásico que ha inspirado a tantos: para mí el vivir es Cristo, y el
morir es ganancia. Esta es la fibra de la que están hechos los pioneros de Cristo en todas las épocas. No se trata
de una actitud de resignación, sino primero de una afirmación gozosa de plenitud de vida en Cristo, desde la cual
la muerte se ve con una perspectiva diferente, como una ganancia.
Y una vez más su convicción de que su presencia va a beneficiar mucho a los filipenses. Y su ausencia del
Apóstol entre los filipenses va a ser un elemento muy importante de su razonamiento en la sección que sigue.