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Episodios de La Guerra Civil.n 3
Episodios de La Guerra Civil.n 3
La conquista
de Retamares
por la
columna
Castejón
APARECERÁ:
Revoluciones políticas
y selección humana
U n g r a n l i b r o del d o c t o r
M. Bañuelos García
5 P E S E T A S
LA CONQUISTA DE RETAMARES
P O R LA COLUMNA DE C A S T E J Ó N
EPISODIOS PUBLICADOS:
Imprenta C a s t e l l a n a
EPISODIOS DE LA GUERRA CIVIL
POR
LUIS MONTAN
ILUSTRACIONES DE «GEACHE»
La conquista de Retamares
por la columna de Castejón
EPISODIO NÚMERO 3
ESPAÑA AVANZA
Corrían los primeros días de Noviembre, y España proseguía su
avamce por las tierras rojizas de Castilla sobre la meta* de Madrid,
Ya había dejado atrás nuestro Ejército, enrolados a la gran página
de sus conquistas, los nombres de Toledo, Griñón, Pinto, Navalcarnero
y Getafe, y 2a nueva España era un clamor unánime de victoria.
Desde los campos de Extremadura, nuestras fuerzas coloniales, cons-
tituidas por Tercio y Regulares, venían trazando a su paso como una
estela de triunfo, de ¿a que vivían pendientes la curiosidad y la ad-
miración de Europa. El ímpetu unido a la previsión táctica, el valor
sereno ligado a la decisión en los momentos culminantes. Los nombras
de Franco, Mola, Várela, Yagüe, Castejón, Asencio, Deüigado, Serrano,
Telia y los de otros muchos generales y jefes, eran pronunciados por
el pueblo con esa veneración que levanta el afecto y sostiene el entu-
siasmo. Eil dogal de las fuerzas nacionales sobre Madrid iba estrechán-
dose día a día. Desde lias avanzadas, ya la gran fábrica urbana de la
capital del país se dominaba con la mirada. Sobre el mapa volcaba su
impaciencia y su fe el patriota, en una observación ¡minuciosa del
posible enlace de las columnas y de las zonas más cercanas a la nue-
va conquista.
Próximos ya a la gran urbe, pero aún en plena paramera caste-
llana, se izaban con su traje de tejas rojas los pabellones del pol-
vorín de Retamares, de los que las (hordas asalariadas de Moscú ha-
bían hecho duigar de amunieionamiento de verdadera importancia, y
en cuya defensa habían de poner, sin duda, las máximas resistencias,
ya que su caída suponía, a más de su gran pérdida material, abrir ai
Ejército nacional un nuevo camino hacia Madrid. Fué entonces
cuando...
CAMINO DEL FRENTE
lEil día primero de Noviembre comenzaron a concentrarse en Valí a-
dolid las primeras -fuerzas de choque de Falange designadas para el
frente de Madrid. Santiago, Campo Grande, Fuente Dorada vivían
una animación nueva y (precursora de lo que más tarde había de tra-
ducirse en otra página de gloria para los aguerridos camisas azules.
En Ja Academia de Caballería, convertido en Cuartel general de Fa-
lange, en el Pinar y hasta en calles y cafés, iba adensándose la atmós-
fera de la preparación. Capotes nuevos, .botas de mancha, fusiles de
reluciente acero y, sobre todo esto, una luz viva de esperanza en la
mirada y una calidez de mocedad bravia a flor de labio. Hasta en
plena Acera surgía la despedida cordial al camarada o al amigo :
—¿Cuándo marcháis?
— N o puedo decirte. Estamos esperando órdenes. Lo mismo puede
ser esta noche que mañana. Y a lo tenemos todo dispuesto para cuan-
do digan.
—¿A Madrid?
—Hacia Madrid.
— D e buena gana marcharía con vosotros.
—Pues porque no querrás.
—¿Porque no querré? ¡Si tengo ya dos hermanos en el frente,
y en casa no me dejan! En parte, tienen razón. Si nos matan a Jos
tres, ¿quién se cuida de los viejos? Al menos, que quede uno. Y ese
uno he tenido la desgracia de ser yo en mi casa. ¿Os vais muchos?
.—De choque, vamos tres centurias. Una de Valladoldd, otra de
Segovia y ¿a de Madrid.
Entramos en el día 4 de Noviembre, y la noticia se esparció como
la ¡lumbrarada de un cohete por üa ciudad.
—¡Esta noche se va Falange!
-—¿Va tu hermano?
—-Naturalmente. Si no le dejásemos ir por las buenas, se escapa-
ría, y era lo mismo. Se va mucha gente. Voy a comprar unos «de-
tentes» y unas medallas para los chicos.
—Nosotras ya las compramos. ¿A qué hora se van?
— N o sé. Voy a adquirirlas antes de que cierren, porque luego, a
última hora...
Y las muchachas veinteañeras de Valladolid, madres y hermanas,
formaban a primeras 'horas de fia tarde cordiales corrillos con los fa-
— 7 —
CON EL TERCIO
LA GLORIA DE FALANGE
LA CASILLA DE LA MUERTE
HERIDOS
* *
MUERTOS
HERIDOS
MUERTOS
i
Florencio Condado Jaivier López Vázquez.
DESAPARECIDO
Eugenio Alonso.
HERIDOS
HERIDOS
UN TIRADOR
\
PRÓXIMAMENTE:
Los dramas de la
guerra en España,
en la ciudad y
en las trincheras.
Por
5 PESETAS
TRES LIBROS SENSACIONALES
5 PESETAS
4 P E S E T A S
L I B R E R Í A S A NT, A R É N
V A L L A D O L I D