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Las partes interesadas deberían emprender un análisis riguroso del problema y de la situación
antes de desarrollar los objetivos y metas o de planificar programas y proyectos. Un análisis de
problemas, al que a veces se le denomina análisis de causa-efecto, es un requisito para todas
las programaciones del PNUD y de las Naciones Unidas.
Para los programas nacionales, regionales y mundiales, la definición y análisis del problema es
útil para estudiar qué está ocurriendo en ciertos sectores y temas macropolíticos regionales y
mundiales.
El análisis de problemas a nivel de proyecto que implique partes interesadas adicionales, sobre
todo las que más son afectadas por dicho problema, ayudará a menudo a comprender mejor
los retos, las limitaciones y las posibles soluciones.
Evaluación Común para el País (ECP) puede ser una buena herramienta para ayudar a
identificar y analizar problemas. Es más útil cuando el gobierno, otros asociados nacionales y el
UNCT participan en la evaluación.
Se utiliza una ECP cuando existen análisis o datos inadecuados o cuando se necesitan análisis
adicionales para comprender mejor los problemas. Una ECP rigurosa proporciona un análisis
estratégico de los problemas principales del país, las causas que lo originan y sus efectos sobre
la población, especialmente sobre grupos excluidos (mujeres, minorías, pueblos indígenas,
inmigrantes, personas desplazadas). También aborda las oportunidades y obstáculos para una
participación libre, activa y significativa de las partes interesadas en la gobernabilidad nacional
y en los procesos y resultados de desarrollo.
Una ECP bien preparada debería suministrar suficiente información para la preparación de un
MANUD. Aun asi se puede precisar un análisis adicional para la preparación de proyectos y
programas específicos a una agencia.
El análisis desempeña un rol importante para alcanzar el consenso entre las partes
interesadas. Es difícil desarrollar una visión y una estrategia comunes si no se comparte la
comprensión del problema y de sus causas.
Los asociados pueden necesitar revisar estudios existentes o pedir otros nuevos. Se puede
solicitar en algún caso una evaluación de la capacidad de macronivel para valorar las áreas
clave de fortaleza y debilidad en la capacidad nacional que necesitan ser abordadas en el
programa.
Incluso en los proyectos más pequeños no se debería asumir que todos los temas serán
identificados y comprendidos claramente por las partes interesadas solamente en base a una
discusión inicial, que puede involucrar a unas pocas personas.
Las partes interesadas con frecuencia subestiman el tiempo necesario para estudiar un
problema. Puede llevar a que en la implementación aparezcan muchos otros problemas
inesperados. Por lo que se debería prever tiempo suficiente para una investigación y una
consultación adecuadas.
El objetivo de esta fase no es definir una solución a los problemas en la forma de un programa
o proyecto, sino identificar correctamente las necesidades a abordar.
Las partes interesadas deberían tratar de identificar los problemas que afronta una región, un
país o una comunidad (no los problemas a resolver por el PNUD o una parte interesada en
particular).
Las partes interesadas deberían consultar la nota conceptual original que se ha preparado
¿Son los problemas iniciales identificados por las partes los más graves que se deben
abordar?
¿Estamos captando adecuadamente los problemas que afrontan tanto hombres como
mujeres?
¿Estamos captando los problemas que afectan a grupos marginados y los derechos de
los diferentes grupos?
¿Estamos abordando problemas relacionados con temas fundamentales de la
capacidad nacional?
Una parte clave del proceso es centrarse en debatir qué está sucediendo y a quién. Esto
implicaría discutir si hay algunos grupos en particular más afectados que otros por la negación
de sus derechos.
Las partes interesadas deberían reflexionar sobre estas cuestiones al comenzar a identificar los
problemas principales
Todas las partes interesadas deberían intercambiar ideas sobre los principales problemas
según los perciben, aunque puede ser necesario limitar el ejercicio a un sector o un tema
determinado cuyo tratamiento esté dentro del alcance de las partes interesadas.
Por ejemplo, consideren la diferencia entre formular un problema como (a) “minorías y grupos
marginados no tienen derecho al voto frente a (b) “minorías y otros grupos marginados no
participan en las elecciones” o (c) “bajos niveles de participación de las minorías en las
elecciones”. El caso (a) es una formulación del problema en términos de lo que falta (el
derecho a votar). Lo peligroso de este enfoque es que puede llevar a pensar a las partes
interesadas que una solución es actualizar las leyes para extender el derecho al voto de estos
grupos. Esto puede llevar a crear un proyecto para actualizar esas leyes. Pero si el objetivo era
incrementar el voto de las minorías y otros grupos marginados, el cambiar las leyes solo será
un componente de la solución. Es más, cambiarlas puede no resultar en un voto de las
minorías si hay factores culturales, económicos o de otro tipo que les impide participar. En las
otras opciones se brinda una mejor formulación del problema en la medida que puede llevar a
las partes interesadas a analizar todos los factores que hacen que estos grupos no participan o
no votan. El problema debería ser formulado de tal forma que facilite un análisis profundo y
no desvíe la atención hacia un tema particular.
Las partes interesadas deberían examinar todos los problemas identificados en relación a las
cuestiones principales que se han señalado: ¿Captan adecuadamente las preocupaciones tanto
de hombres como de mujeres, como de grupos marginados? Y ¿Tratan de las preocupaciones
centrales de la capacidad nacional?
Falta de participación de las mujeres, los indígenas y las poblaciones marginadas en los
procesos electorales
Débil capacidad de gobierno electrónico en instituciones estatales clave para que el
público participe
Los procesos, sistemas y leyes electorales privan del derecho a votar a ciertos grupos,
especialmente a las mujeres, los indígenas y otras poblaciones marginadas
Bajos niveles de compromiso de las organizaciones de la sociedad civil en la
supervisión de elecciones
Baja capacidad de la autoridad nacional que gestiona las elecciones para administrar
los comicios de una manera libre e imparcial
Se pueden identificar también otros problemas en varios temas o sectores, tales como
problemas con el medio ambiente, el cambio climático, la educación, el desarrollo económico
y la cultura.
Por ejemplo: una persona puede haber identificado “bajos niveles de participación de las
minorías en las elecciones” como un problema, pero otra persona pudo haber identificado el
problema como “las minorías no tienen derecho a votar”.
Cuando ocurre lo anterior mencionado, debería haber un debate sobre cuál de las
formulaciones refleja mejor el problema central que el grupo quiere abordar.
Una vez que se alcanza un acuerdo sobre los problemas principales, las partes interesadas
deberían colocarlos por prioridades. El objetivo de establecer prioridades es, asegurar que las
partes interesadas a escala mundial, regional, nacional o comunitaria consideren los
problemas críticos, y, también establecer qué retos apoyará el PNUD o el UNCT en el MANUD,
o en el proyecto o programa nacional, regional o mundial.
Con frecuencia, se conoce el área en la que se superponen los 3 círculos (área 1) como la zona
de “simplemente hazlo”, porque representa un desafío que es una prioridad fundamental, y
para el cual el PNUD o el UNCT tendría apoyo de asociados, capacidad interna y ventajas
comparativas. Los problemas que clasifican en esta área deberían tener mayor atención y se la
prioridad del PNUD.
Área 2 es la buena para la promoción – trabajar en estos temas podría agregar un gran valor a
las partes interesadas, y el PNUD y el UNCT tienen capacidad y ventaja comparativa para
hacerlo. Aun así, se pueden precisar esfuerzos para movilizar el apoyo y crear alianzas, y
fomentar la conciencia.
En el área 3 deberían dar apoyo otras agencias públicas, privadas o no lucrativas con mayor
Sistema de Planif. Estratégica – instructivo conceptual
Esquema metodológico:
Indicadores de
AREAS
Resultados
PROGRAMÁTICAS
Objetivos de
PROGRAMAS
Programas
Indicadores de
Gestión
OBJETIVOS de
INCISO
OBJETIVOS de
Productos
UE
Proyectos
Áreas Programáticas:
Las áreas Programáticas (AP) representan las funciones que el Estado desarrolla, y que por su
continuidad en el tiempo, trascienden los períodos de gobierno.
La clasificación del gasto público en AP refleja la finalidad a la que se destinan los gastos en el
presupuesto, el fin último al que está orientado el gasto, y permite determinar los objetivos
generales de las políticas gubernamentales, mostrar la naturaleza de los servicios que las
instituciones públicas brindan a la comunidad, y medir la función social de las mismas,
brindando elementos adicionales que permiten un análisis más profundo del presupuesto y de
la política de gasto público en general.
Permite concentrar los esfuerzos del gobierno en función de la obtención de resultados que
sean prioritarios para la sociedad, a la vez que facilita y estimula la vigilancia de los ciudadanos
sobre la toma de decisiones del gobierno.
Lista de AP:
1. Administración de Justicia
2. Asuntos Legislativos
3. Ciencia, Tecnología e Innovación
4. Control y Transparencia
5. Cultura y Deporte
6. Defensa Nacional
7. Desarrollo Productivo
8. Educación
9. Infraestructura, Transporte y Comunicaciones
10. Medio ambiente y recursos naturales
11. Protección y Seguridad Social
12. Registros e información oficial
13. Salud
14. Seguridad Pública
15. Servicios Públicos Generales
16. Trabajo y Empleo
17. Vivienda
18. Energía
Programas
Programa presupuestal
Instrumento por el cual, según lo establecen los literales A y B del art. 214 (constitución), se
distribuyen los gastos corrientes e inversiones y los escalafones y sueldos funcionales en cada
Inciso.
Programa
Conjunto de actividades mediante las cuales se pretenden conseguir los objetivos propuestos a
través de la generación de determinadas cantidades de producto en un determinado plazo de
tiempo
Objetivo de Programa
Los objetivos de Programas representan la expresión cualitativa de ciertos propósitos, claros y
precisos, que se pretenden obtener mediante el desarrollo de acciones coordinadas, por parte
de las organizaciones involucradas en el programa.
Un objetivo de programa puede dar lugar a la formulación de uno o más objetivos de inciso.
Objetivos de inciso
Constituyen la expresión amplia y general de los resultados que el Inciso espera obtener en el
mediano plazo (2 a 5 años). Deben corresponderse con el cumplimiento de su misión y
cometidos sustantivos y estar alineados con los Objetivos del Programa al cual contribuyen.
El conjunto de todos los Objetivos de Inciso conforman el Plan Estratégico del Inciso. Para cada
uno de ellos se define al menos 1 indicador con su respectiva meta (valor esperado del
indicador), que permita dar información acerca del grado de cumplimiento de dichos
Objetivos.
Estos objetivos se definen luego de identificar los Objetivos de Inciso, ya que deben derivarse
de los mismos. Deben ser consistentes con las prioridades de política y la disponibilidad de
crédito asignado.
Todos los objetivos de UE deberán conformar el Plan Estratégico de la UE. Cada uno de ellos
tendrá asociado al menos 1 Indicador con su Meta respectiva (valor esperado del indicador)
que permita dar información acerca del grado de cumplimiento de dichos objetivos.