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SALSA PESTO

 Albahaca fresca, sólo las hojas 200 g


 Queso Parmesano 200 g
 Piñones 75 g
 Diente de ajo 3
 Aceite de oliva virgen extra160 ml
 Sal

Separamos las hojas de albahaca del tallo (no lo utilizamos porque


amarga y estropea el resultado), las lavamos y secamos a conciencia.
Para ello, las extendemos sobre una hoja de papel absorbente de
cocina, colocamos otra hoja encima y presionamos ligeramente con la
palma de la mano, con cuidado de no romper ninguna hoja.

Eliminar toda el agua es un paso imporantante, así que hay que


tomárselo con calma. La albahaca es una planta muy delicada que
tiene a oxidarse con facilidad. Cualquier gota de agua o cualquier
desgarro de las hojas producirá un cambio en el color de nuestro
pesto, volviéndolo oscuro en lugar de quedar verde brillante y claro.

Mientras las hojas de albahaca se secan, pelamos los dientes de ajo,


los cortamos en dos, a lo largo, y retiramos el gérmen. Tostamos los
piñones en una sartén, sin aceite. Colocamos todos los ingredientes
en el vaso de un robot de cocina, junto con la mitad del aceite y una
pizca de sal, y trituramos.

Cuando hayamos obtenido una papilla y no se aprecien trozos de


piñones ni de albahaca, dejamos de triturar para añadir el resto del
aceite. Trituramos de nuevo, sólo para integrar el aceite, y ya tenemos
nuestro pesto de albahaca listo para utilizar.

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