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Concepcion Antropológica Personalista
Concepcion Antropológica Personalista
1
SGRECCIA, Elio, Manual de Bioética I; Fundamentos y ética biomédica, BAC, Madrid, 2009, pp29-33
2
Cursiva es mía, aclaro cuando pertenece al autor
3
Sgreccia, Elio, Manual de Bioética I; Fundamentos y ética biomédica, BAC, Madrid, 2009, pp29
4
Ib.
5
F. D’AGOSTINO, “La teología del diritto positivo…”, a.c,. 121-131
El personalismo ontológicamente fundado se presenta como una
visión integral de la persona humana, sin sujetarse a reducciones
ideológicas ni biologicistas.
Al abordar los problemas que nos plantea el progreso técnico-
científico, la organización social de la medicina y el derecho, primeramente
se debe responder a la cuestión sobre el valor de la persona, sus
prerrogativas y sus deberes para así excluir todo posibilidad de
instrumentalización.
¿Cuáles son los puntos y valores de referencia válidos?
El valor fundamental de la vida
La trascendencia de la persona
La concepción integral de la persona, resultante de la síntesis
de los valores físicos, psicológicos y espirituales
La relación de prioridad y complementariedad entre persona y
sociedad
una concepción personalista y comunional del amor conyugal
No hay que confundir la antropología personalista como algo
establecido por la fe y por tanto, accesible para los creyentes 6. Hay que
establecer diferencias entre
o Teodicea: estudia a la luz de la razón natural lo que puede
llegar a conocerse con la razón del ser supremo
o Teología revelada: posee un punto de vista distinto junto con
un estatuto epistemológico diverso. Estudia el dato revelado
a la luz de la razón iluminada por la fe
Confundir la ontología y el personalismo ontológicamente fundado
con la teología es desconocer el significado de la metafísica y la teología7
6
Juan Pablo II, Carta enc. Fides et ratio 83
7
Véase A. STAGLIANO, “Ragione”, en G. TANZELLA-NITTI - A. STRUMIA (eds.)Dizionario
interdiscplinare de csienza e fede (Citta Nouva, Roma 2002) 1167-1180; A. LIVI, “Metafísica” en ibid.,
939-957.
Juan Pablo II invita a ir “del fenómeno al fundamento” y a un
pensamiento de alcance metafísico. Recuerda que la realidad y la verdad
trascienden lo factual y lo empírico y quiero reivindicar la capacidad que
posee el hombre de conocer esta dimensión trascendente y metafísica de
una forma verdadera y cierta, aunque imperfecta y análoga
“Toda ciencia manifiesta su totalidad en el interior de los límites de
la misma ciencia. Esto no quita que las ciencias se abran entre sí, y que su
entrelazamiento, a pesar del cual cada una mantiene su estatus
epistemológico invariable, lleve a un enriquecimiento en la comprensión
del objeto de estudio, del mismo modo que observar un objeto no sólo
frontalmente, sino lateralmente, por dentro y hasta desde lo alto, puede
contribuir a una visión omnicomprensiva del objeto observado, según una
orientación epistemológica de “integración””8
El diálogo entre ciencia y fe puede establecerse por medio de la
razón, que es la referencia común para una y otra. De aquí ha nacido la
exigencia de una reflexión filosófico-moral también en el campo médico y
biológico.
Compartimos el pensamiento de los que afirman la legitimidad de
una ética racional “laica” en el plano fenomenológico, gnoseológico y
ontológico inmediato; mientras que si el razonamiento, como es obligado,
se ve empujado hacia la fundamentación última y mediata, la racionalidad
misma deberá concluir con la afirmación del Dios Absoluto, raíz ultima de
la trascendencia del valor-persona y de las normas éticas 9
Esta vinculación entre la ética racional favorece el diálogo entre la
razón y la Revelación (entendido como conocimiento supraracional), entre
la ciencia y la fe.
Por todo esto la bioética deberá ser una ética racional abierta a la
teología, último recurso y horizonte de sentido que, a partir de la
B.LONERGAN, Method in Thelogy
8
9
Cf. P.VALORI, “ Puó esistere una morale laica”, a.c; E. LEVINAS, Etica e infinito
descripción del dato científico, biológico y médico, analice racionalmente
la licitud de la intervención humana sobre el hombre.