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Los mandamientos: acto de amor revelado por Dios

Vivimos muy afuera de nosotros mismos. Son pocos los hombres que de
veras entran dentro de sí, y por eso hay tantos problemas... En el corazón
de cada hombre hay como una pequeña celda íntima, donde Dios baja a
platicar a solas con el hombre. Y es allí donde el hombre decide su propio
destino, su propio papel en el mundo. Si cada hombre de los que estamos
tan emproblemados, en este momento entráramos en esta pequeña
celda y, desde allí, escucháramos la voz del Señor, que nos habla en
nuestra propia conciencia, cuánto podríamos hacer cada uno de nosotros
por mejorar el ambiente, la sociedad, la familia en que vivimos.
(Monseñor Óscar A. Romero. Homilía 10 de julio de 1977, 111 pp. 122-
123).

Primero que todo quiero enfocar este trabajo y comentar lo que en algún
momento personalmente he sentido en medio de la contigencia por el
Covid 19. Es difícil cambiar tus rutinas diarias, madrugar comartir con tu
familia, salir a estudiar y encontrarte con tus compañeros de estudio,
luego ir a trabajar y hacer lo que te gusta, La contabilidad, el orden y el
análisis de datos, dialogar compartir un café etc. Almorzar en compañía de
tus compañeros y tratar de seguir transformando este país. Luego volver a
casa y compartir la cena con tu familia, hacer trabajos ver tv, jugar,
compartir con tus padres, comprar lo necesario para el otro dia y
organizar un poco tu casa, cumplir con todas tus obligaciones familiares,
estudiantiles, laborales y sociales. Ahora estamos viviendo un momento
de protección mutua, pero también de enfrentarnos consigo mismos ante
situaciones que no podemos controlar, generando esto ansiedad, temor y
desestabilidad emocional. En muchos hogares se puede compartir en
familia, cenar, jugar, aprovechar para organizar tu hogar, orar en familia
etc. Pero… cuando la realidad es otra y aunque estes desde casa debes
cumplir con tus obligaciones como estuditante y laborales y no tienes
tiempo para ti, ni para tu familia, y recibes quejas y ves como la rutina de
tus familiares se transforma y hace que la estabilidad emocional se les
pierda igualmente, y te saturas de una forma que tu cuerpo reacciona de
una forma en la cual no respondes a nada ni a nadie?? que puedes
hacer????....

En este mundo globalizado e interconectado, la indiferencia, es el


principal mal que afecta a nuestra sociedad y como bien lo menciona el
texto, en un mundo que sucumbe a la tentación del ruido, de lo banal y de
la vulgaridad, el mensaje de Dios, mensaje de esperanza, se hace actual,
aún más, ante la reciente situación de emergencia sanitaria que a lo largo
y ancho del mundo se vive a causa de la pandemia del COVID-19. Es más,
esta pandemia, que en un principio se murmuraba no ser letal, hoy nos
tiene confinados y aislados: un panorama nada distinto al que vivió el
pueblo de Israel en el relato del libro Éxodo.

Pero para hablar Dios, en especial de sus mandamientos a jóvenes,


representa un gran reto, pues ellos que con gran facilidad tienen acceso a
la información con tan solo un click, viven desinformados; sin embargo,
muchos creen tener el conocimiento absoluto de las cosas y basan sus
argumentos no en vivencias o experiencias, si no en hechos que pueden
ser demostrables, tangibles y que les permitan recrear sus propias
realidades. Por eso que para muchos jóvenes, Dios, no tiene cabida en sus
vidas.

Ahora bien, es oportuno, dada la reciente situación y cito el texto, llevar a


los jóvenes a una “experiencia cercana de Dios”, como un medio para
entender desde las narraciones bíblicas, las realidades actuales y de la
propia vida, partiendo de los mandamientos como un acto revelado del
amor de Dios para con su pueblo, para con cada uno de nosotros. Una
buena fórmula, es situar al joven en esta realidad de encierro que a causa
del COVID-19 estamos viviendo. Cuestionarlo a cerca de, ¿Crees que la
medida exagerada? ¿Qué otras acciones preventivas implementarías?
¿Qué aspectos considera son necesarios para una buena convivencia?
actividades positivos y que enseñanzas le deja Para ello, podríamos
valernos de

El COVID-19 nos ha enseñado y tomo como base algunas expresiones que


a diario por medios virtuales nos llegan o vemos, que lo esencial en la vida
es aquello que tanto hemos evadido: la familia, la quietud,

Por eso, hablar de Dios como experiencia personal, es ser la mejor fórmula
para que los jóvenes vivan este encuentro con Dios.

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