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El diseño editorial tiene varias funciones como dotar de expresión y personalidad al contenido, atraer la atención de los lectores y estructurar el material de manera clara. Todas estas funciones deben funcionar de forma cohesionada para crear un producto entretenido, útil e informativo. Además, el diseño editorial refleja la cultura de la época en que se produce, capturando el espíritu cultural a través de la experimentación y la innovación.
El diseño editorial tiene varias funciones como dotar de expresión y personalidad al contenido, atraer la atención de los lectores y estructurar el material de manera clara. Todas estas funciones deben funcionar de forma cohesionada para crear un producto entretenido, útil e informativo. Además, el diseño editorial refleja la cultura de la época en que se produce, capturando el espíritu cultural a través de la experimentación y la innovación.
El diseño editorial tiene varias funciones como dotar de expresión y personalidad al contenido, atraer la atención de los lectores y estructurar el material de manera clara. Todas estas funciones deben funcionar de forma cohesionada para crear un producto entretenido, útil e informativo. Además, el diseño editorial refleja la cultura de la época en que se produce, capturando el espíritu cultural a través de la experimentación y la innovación.
El diseño de material editorial puede desempeñar diversas funciones, por ejemplo, dotar de expresión y personalidad al contenido, atraer la atención de los lectores o estructurar el material de una manera clara. Todas esas funciones han de convivir y funcionar de manera cohesio- nada para lograr un producto final entretenido, útil o informativo — o que reuna una combinación de las tres cualidades, como sucede la mayoría de las veces si queremos que tenga éxito—. En su mejor versión, el diseño editorial (tanto para papel como para pantalla) es un laboratorio de investigación apasionante en constante evolución, una plataforma de lanzamiento para toda suerte de innovaciones estilísticas que a menudo adoptarán con entusiasmo muchas otras áreas de la comunicación visual.
Pero el diseño editorial es algo más: es el vivo reflejo cultural de la
época en la que se produce. Así por ejemplo, revistas de la década de 1960 como Nova y Oz no solo evocaban brillantemente la eferve- scencia visual del momento, sino que además captaban el espíritu de toda cultura que celebraba la experimentación, la innovación y la apertura de nuevas sendas.