El envejecimiento físico y la fisioterapia han ido de la mano desde que la una a la
otra se descubrió, con el paso de los años se ha tratado de catalogar la vejes y
darle una explicación al proceso por el que pasa el cuerpo. El envejecimiento es un proceso fisiológico que comienza con la concepción y ocasiona cambios característicos con forme avanza el ciclo de vida de las personas, estos son directamente afectados por la edad, los hábitos y por la genética de cada ser individual, con el tiempo se ha determinado que la edad donde el envejecimiento hace cambios físicos es a los 60 años y que los cambios biológicos se presentan a los 65 años. Como se menciona el envejecimiento se ha catalogado como un proceso y esto quiere decir que no solo hay una forma de envejecer. Y sus características no se hacen esperar en cada uno de ellos, así como un envejecimiento universal es la muestra de que el tiempo pasa y se presenta en todos los seres vivos, el progresivo presenta sus efectos sobre el organismo, que al acumularse se denotan como características del envejecimiento, es irreversible al no poder detenerse ni revertirse, heterogéneo e individual, deletéreo e intrínseco. El envejecimiento en un apartado de sus cambios físicos se muestra en alteraciones sistemáticas en órganos, la perdida de fuerza muscular y la flexibilidad de los tejidos, al irse deteriorando estos aparatos y sistemas con la vejes, se presentan algunas complicaciones tales como la disminución de agua corporal en el organismo, la disminución en el tamaño de los órganos y el aumento relativo de la grasa corporal. Por mencionar algunas, las alteraciones cognitivas forman parte del proceso de envejecimiento, afectando algunas de las áreas intelectuales mas indispensables, como el pensamiento, la memoria, la percepción, la comunicación, la orientación, el cálculo, la comprensión y la resolución de problemas. Si bien el envejecimiento es un proceso de “deterioro”, entre comillas, no quiere decir que todos los adultos mayores van a presentar algunas de las problemáticas mencionadas con anterioridad o al menos no en una medida peligrosa o agresiva. La actividad física durante la vejes es de las mejores indicaciones, debido a que se elimina el factor sedentario, lo que permite una disminución en los síntomas de la vejes, por lo cual esta indicada como una prioridad para el adulto mayor, si esta en la mejor capacidad para llevarlo a cabo. La fisioterapia por otro lado acondiciona y toma caminos distintos dependiendo lo que necesite el paciente, todo con el propósito de alcanzar un envejecimiento activo, enfocándose en proporcionar un mejoramiento en su condición física y su propiocepción, para devolverle la mayor independencia posible y proporcionarle una buena calidad de vida, para ellos, sus cuidadores y familiares.