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CONFERENCIA EN EL BANCO CENTRAL SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA

ECONOMÍA

Vladimir Lazo García

Buenos días. Agradezco la ocasión que se me ofrece en este memorable

acontecimiento que es la firma de convenios entre el Banco Central de
Venezuela, la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Universidad
Latinoamericana y del Caribe para exponer en esta Ilustre Sede del Banco
Central, algunas ideas sobre un tema relacionado con la enseñanza d e la
economía.
Lo siguiente es mi opinión acerca de uno de los varios móviles de la acción
humana, declarado, y asumido con orgullo como la conducta básica de todo ser
humano, y del individuo capitalista de forma eminente, y enseñado en las
escuelas de Economía a jóvenes que desean iniciar su maduración vital,
formándose para comprender el mundo de la producción y de la distribución de
la riqueza en la sociedad, y al ser humano responsable de esa producción y
distribución. Me refiero al egoísmo. Lo expondré a partir de cuatro temas, a
saber:
El egoísmo capitalista naciente
El egoísmo capitalista entronizado
El egoísmo capitalista en sus resultados
El egoísmo como enseñanza teórica
Pido excusas por lo escueto del tratamiento, pero a los oyentes se les d ebe
respeto.
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No es con propósitos de desafío que me atrevo a afirmar en esta sede, llena de
sabias y expertas personas en materia económica, que el capitalismo es hijo
del egoísmo y de la codicia, al menos como móviles subjetivos. Para muchos,
sin embargo, es más bien ésta una afirmación banal, por conocido además de
intuido, aquello que refleja. No me referiré hoy a las glorias del capitalismo,
cuyo mejor expositor es Karl Marx en el  

 
  y en
otras obras suyas. Otras glorias, no referidas por Marx, son repetidas día a día
por sus conocedores y por sus apologetas. No me referiré tampoco, en primer

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lugar, a sus actuales desenlaces, que representan más bien su triunfo que su
fracaso, pues se ha concentrado y centralizado aún más de lo que ya estaba el
capital, y ha aumentado su magnitud en las cada vez menos manos que lo
poseen. Este es efectivamente, el triunfo del capitalismo, pues su triunfo es el
de los dueños de los capitales, y no el de los que trabajan para los dueños de
los capitales.
Lo que vivimos es, efectivamente, el triunfo de la globalización del egoísmo, es
el egoísmo, globalizado por lo agentes que podían hacerlo, que son ese 0,3 por
ciento de la población mundial, dueño del mundo. El egoísmo fue el móvil
sicológico para la instauración y sostenimiento del modo de producción
capitalista, y su coartada más potente y de mayor alcance social, pues
mediante el espejismo de la felicidad construido en la mente de los indiv iduos,
ser egoísta conduce a la riqueza y a ser felices, de allí que tantos y tantos
estén exultantes por ser egoístas y ejercerse como tales.
No hablaré como economista pues sólo soy profesor de Filosofía.
Recordando el pasado diré, que
La genovesa familia Giustiniani, fundó el 27 de febrero de 1347 la Maona
Giustiniani, que fue la primera compañía por acciones de la que se tenga
noticia y documentación. En representación de la República de Génova , tenía
el derecho de usufructuar y explotar económicamente la isla de Quíos en la
parte nororiental d el Mar Egeo, por caso la isla del poeta Homero . Los
Giustiniani son recordados, entre otras cosa ((((s, por su mando despótico sobre
los pobladores de aquella isla. Se puede decir que la Moana Giustiniani es el
primer ejemplo documentado de l moderno egoísmo capitalista. Eran los
intereses de un grupo de familias nobles genovesas lo que sirvió de impulso
para constituir la primera compañía por acciones de la historia de occidente.

Volviendo otra vez la mente al pasado, y resumiendo, muy temprano tuvo el

capitalismo naciente ilustres cultores, y expositores de su virtud cardinal; los
textos que llamamos Î 
 , magníficos escritos florentinos de entre
fines del trescientos y comienzos de cuatrocientos, que son la primera
documentación de autoconciencia capitalista, rebosan de ella, expuesta a
veces un poco crudamente, si las comparamos con los refinamientos y
encubrimientos de más tarde, pero en éstos sigue latiendo aquel mismo

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instinto, pulso e impulso. Recordemos algunos. Paolo da Certaldo en sus

 


  nos muestra con cara mezquina y avara, sus consejos
de parsimonia y cautela con todo otro, sobretodo si el otro es comerciante
como él, algo que encontramos de forma más definida y consciente en
Giovanni Morelli en,  donde el perfecto mercante debe ser sabio,
cuerdo, práctico y conocedor,

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Aquellos móviles que dirigieron desde la subjetividad el desarrollo del

capitalismo, es decir, el interés individual, la codicia y el egoísmo, eran de tal
fuerza que lograron imponerse como las que lograban reproducir la sociedad
en su existencia física, cultural, moral e institucional, por dos razones básicas:
una, la velocidad de producción de la riqueza y otra, que la riqueza era dinero,
que es la riqueza universal, que servía para producir más dinero, es decir, más
riqueza universal, tansformable por lo tanto en más riqueza; y el tercer lugar,
que el capitalismo creó la ilusión en las mentes de los ciudadanos, que ya eran
individuos, es decir, eran ya la figura antropoló gica del individuo moderno. Era
el hombre nuevo, el hombre moderno capitalista ni el primero en la historia
humana ni el último.
El del neolítico también lo fue, 

 , que devino tal por ser 

 , y éste contenía en potencia su otro; el habitante de la polis griega
también lo fue, entre muchas maravillas se descubrió y se creó a sí mismo
como 
  
el hombre del cristianismo fue también un nuevo hombre,
guerrero en nombre de la cruz en contra de la razón greco-romana; por sólo
mencionar algunos esenciales. Todos estos hombres nuevos que envejecieron,
al igual que el actual individuo capitalista, fueron portadores de valores que
también envejecieron.

de que parecía como si todos pudiesen hacerlo.

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Entronización: volverse instituciones sociales y políticas, que a su vez los

reforzaron, al encontrase reflejados en un mundo construido por ellos, pero el
la obra terminada se pierde el movimiento que la originó, desarrollo

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El capitalismo se instala en pleno cuando están ya estructurados como
resultado de la compleja diná mica histórica, los tres mercados de factores que
el pensamiento económico identificó tempranamente: el mercado de capitales,
formado durante las Guerras Cruzadas; el mercado de tierras, como
consecuencia de la llamada por Marx la acumulación originaria, y el mercado
de trabajo. En aquel proceso complejo se establece una dinámica por medio de
la cual la variable activa entre las tres , que es el dinero, es combinada
activamente por sus propietarios con las otras dos, con el trabajo y con la tierra,
con el propósito de producir valores de uso para ser transados en el mercado ,
preexistente de forma primitiva pero desarrollado por el capitalismo .
Adam Smith después de lo expone de manera simple en los capítulos V, VI y
VII de 



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Las escuelas universitarias de economía enseñan la ciencia económica normal,
según la expresión de Thomas Kuhn. Enseñan la teoría económica neoclásica.
Preliminarmente yo propondría la siguiente cuestión, ni desinteresada, ni
inocente, que es: la teoría económica identificó tres factores por medio de cuya
combinación se reproduce el mundo histórico y social, ello son, como sabemos:
tierra, trabajo capital. Yo preguntaría: ¿Existe acaso alguna teoría económica
cuyo objeto no sea la exposición de las condiciones óptimas para que el capital
se acumule? Mi interrogante se puede aclarar de la siguiente forma: ¿Existe
alguna teoría económica, cuyo objeto sea, exponer cómo se produce la riqueza
que necesita el ser humano conservando y protegiendo en el mismo proceso la
naturaleza? Es decir, conservando otro de los factores, el factor tierra. Pudo
preguntar también: ¿Existe alguna teoría económica que tenga como objeto y
finalidad la explicación de la forma por medio de la cual se pro duce y se

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distribuye la riqueza que requiere el ser humano para vivir óptimamente en

sociedad, conservando la naturaleza y preservándola de la destrucción que le
impone el capitalismo? Es decir, conservando y reproduciendo el trabajo , y
preservando la naturaleza, los dos factores que no son el capital. Las
respuestas las conocemos. Son negativas.

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