8 24 DE ABRIL DEL 2011

PSICOSIS TRAS EL HALLAZGO DE 10 CADÁVERES, 4 de ellOs DE prostitutas

Long Island,
oasis del asesino en serie
Hace un año, Shannan Gilbert desapareció en Oak Beach, una zona idílica de la costa neoyorquina de arena blanca,
salvaje Atlántico y bellas casas. Era prostituta. Su búsqueda ha golpeado muros de silencio y ha abierto las puertas al horror.
POR IDOYA NOAIN

E
n 15 años en el ne-
gocio del sexo, Emi-
ly ha aprendido a
protegerse. Avisa a
una amiga de adón-
de va y con quién, y
le da la hora a la que
acabará su servicio. Si es su prime-
ra vez con un cliente, aprovecha los
primeros minutos de ese encuentro
para decir que debe llamar a su com-
pañía de seguridad, aunque al otro
lado de la línea no está ninguna em-
presa sino su amiga.
Desde diciembre, las cosas son
distintas para esta mujer de 35 años
con una hija de 3, como lo son pa-
ra tantas otras que se dedican a la
prostitución en Nueva York. «Ahora
–cuenta– solo voy con clientes co-
nocidos pero no sé cuánto tiempo
podré estar sin buscar nuevos».
«Ahora» es el momento en que
Long Island enfrenta la posibilidad
de que un asesino en serie haya vuel-
to a elegir esta idílicamente salvaje
franja costera bendecida por el At-
lántico y a cuyas orillas solo viven
unos pocos privilegiados para come-
ter sus crímenes o, al menos, para
deshacerse de los cadáveres.
Un colectivo desprotegido
En las inmediaciones de las playas
de Oak, Gilgo y Jones, a unos 60 kiló-
metros de Manhattan, se han encon-
trado desde diciembre restos de 10
personas (incluyendo los de un ni-
ño y los de un hombre) y los cuatro
identificados son los de cuatro pros-
titutas de entre 22 y 27 años que con-
seguían clientes en Craigslist, una
web de anuncios clasificados.
Si se confirma la presencia de un
asesino en serie, sería la tercera vez
que uno de ellos escoge Long Island
después de que Joel Rifkin, un jardi-
nero de 34 años, confesara en 1993
haber matado a 17 mujeres allí (va-
rias de las cuales nunca fueron en-
contradas) y después también de
que Robert Shulman, un trabajador
de correos jubilado, fuera acusado
de asesinar a otras cinco mujeres en
1996. Y todos tendrían algo más en
común: sus víctimas son prostitu-
tas, uno de los colectivos más des-
protegidos contra la violencia y cuya
En los 90, Joel Rifkin actividad se desarrolla tras muros de
y Robert Shulman silencio, que ahora, en Long Island,
han caído de golpe.
confesaron haber Cuando Joseph Prewer se presen-
tó con su anciana madre ante una
matado en la misma comunidad de propietarios de Oak
Beach que debía darle el visto bue-
zona a 22 prostitutas no para que pudiera comprar una
casa nadie pensó que ese hombre de
45 años, dueño de una tienda de li-
cores, fuera a hacer de la propiedad
lugar para fiestas con prostitutas.
No lo sospechó Gustav Coletti, un
investigador de fraudes a asegura-
doras jubilado de 75 años y que pre-
sidía entonces la asociación de veci-
nos. Pero la madrugada del 1 de ma-

Policías del
condado de
Suffolk rastrean la
playa en busca de
restos humanos, la
semana pasada.