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La niña enferma, 1885-1886

Arriba - Edvard Munch: La niña enferma, 1885-1886, óleo sobre lienzo, 120 × 118,5
cm, Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño, Oslo.
Abajo - diferentes versiones de La niña enferma.

La niña enferma corresponde a un estilo temprano en la obra de Munch, que


se aproxima al impresionismo. El lienzo representa a la hermana menor de
Munch, Sophie, en su lecho de muerte a causa de una tuberculosis. Para
entonces, la joven tenía cerca de 15 años de edad.

Como era su costumbre, Munch realizó diferentes versiones de este tema, que
fue para él una fuente permanente de dolor y culpa. Esto se debió al hecho de
que el pintor, quien había padecido tuberculosis a los 13 años, sentía que él
debía haber muerto en lugar de su hermana.

Desnudo femenino de rodillas,1919.Espacio de reflexión,todo un trance introspectivo del dolor y sufrimiento,su


fascinación por los estereotipos de mujer con todo un catálogo de sentimientos.Fuerza desgarradora,denuncia
abiertamente la doble moral burguesa

Defendía que su tarea era "diseccionar la vida moderna del alma". O también: "En mi
arte he intentado explicarme la vida y su sentido, he pretendido ayudar a los demás a
entender su propia vida". Le interesaban los sentimientos de soledad, melancolía,
desasosiego o pasión. Sus propias experiencias eran el inicio para trazar unos
espacios escenográficos distorsionados donde se plasman, como bien describe
Paloma Alarcó, "las actitudes corporales de unos personajes que se quedan
paralizados en una especie de tensión estática en el momento en que su gesto
expresa el estado anímico que el artista desea representar. Quizá por ello domina el
anonimato, y los protagonistas de sus obras suelen carecer de rasgos, ya que lo
esencial es personificar las pasiones mismas". En otra de sus máximas más
conocidas, Munch afirmó: "no pinto lo que veo, sino lo que vi".

La infancia de Munch estuvo marcada por dos muertes


prematuras: la de su madre y la de su hermana Sophie a causa de
la tuberculosis. Estos tristes acontecimientos definirían su obra y la
convertirían en una expresión de dolor y en una experiencia de la
muerte, la soledad, la angustia e, inevitablemente, la vejez, temas que
se convertirían en recurrentes en su obra. Pinturas como La niña
enferma, Muerte en la habitación y Madre muerta con niña son
repeticiones obsesivas que demuestran el fuerte impacto que
tuvieron las pérdidas de su madre y su hermana en el artista.

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