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“Las implicaciones políticas (prácticas, colectivas, éticas) de hacer la experiencia de

los Ejercicios Espirituales”.

Miguel Collado

Me han pedido presentar mi experiencia en cuanto a “Las implicaciones políticas


(prácticas, colectivas, éticas) de hacer la experiencia de los Ejercicios Espirituales”. Lo haré
desde una doble perspectiva: mi experiencia siendo ejercitante y también acompañando
en este proceso espiritual
Previamente, creo importante, aclarar los términos, en particular a qué nos referimos
cuando hablamos de “política”

 Politiká, del Griego (Πολιτικά, 'asuntos de las ciudades') y ciudades viene del latín
‘civitas’ que es la ciudadanía romana en que los ciudadanos tenían derechos y
deberes
 La política es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones
en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la
distribución de recursos o el estatus.
 También es el arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados,
promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y
ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la
sociedad.
Ya en los ejercicios preparatorios a las semanas propiamente tales, le pedimos a los
ejercitantes que tomen conciencia de como Dios los ama. Y allí aparece un Señor que
tiene un amor infinito por cada ciudadano en particular y al mismo tiempo por toda la
sociedad. Dios tiene un sueño, un objetivo social que desea verlo cumplido con las
relaciones fraternas entre todos, de modo que reflejen los valores del Reino de Dios
descritos en los evangelios.

El Pecado Social.
Luego, en primera semana, contemplamos, reflexionamos y oramos primero sobre el
pecado de los otros. Luego nos incluimos personalmente en las estructuras de pecado
reconociendo la necesidad de acceder individualmente a la misericordia divina, para
finalmente decantar en el pecado colectivo en que nuestra falta de cumplimiento de
nuestros deberes ciudadanos perjudica a los otros ciudadanos de la ciudad.
Se ora sobre como los poderosos abusan de los más débiles, con el ejemplo del rey David
abusando y delinquiendo abiertamente. Es un espacio privilegiado de los Ejercicios para
meditar sobre como los gobernantes usan y abusan del poder con que los gobernados le
han investido. Los que tienen poder económico abusan de las oportunidades que tienen y
de un modo u otro caen en perjudicar a los más pobres o frágiles de la sociedad.
Personalmente, me ha tocado mucho en este aspecto, por mi intención de desarrollar mi
fe comunitariamente, lo que ocurre al interior de nuestra organización eclesial.
Comprobar como desde el interior de nuestra Iglesia se ha abusado del poder religioso
desde distintos aspectos: manipulación de conciencia, aprovechamiento egoísta e incluso
vergonzosos abusos sexuales. Como la inconciencia colectiva ha invitado al silencio y al
encubrimiento.
Con los distintos abusos, se cae en no denunciar lo que pasa a nuestro alrededor para no
tener problemas. Es esta primera semana de ejercicios un llamado de atención para que
además de no ser actores ni cómplices, podamos ser profetas capaces de denunciar estas
agresiones al amor incondicional de Dios.
La pregunta que queda, pasados los ejercicios es ¿por qué no es una actitud permanente
la de denunciar las injusticias sociales y nos activamos solo cuando nos atañe
directamente?

El llamado del rey.


Luego, entre primera y segunda semana, Ignacio nos introduce ya de lleno en el ámbito
ciudadano con el Llamado del Rey en que un gobernante convoca a conquistar el mundo y
todo ciudadano que se amerite como tal será presto en seguir al soberano que invita.
Cuanto más si el Rey es el rey eternal.
¿Qué gobernante seguiría yo? Me he preguntado muchas veces. Aquí me he encontrado
con el problema de no tener la certeza del seguimiento a su rey de tiempos de Ignacio. Los
líderes, políticos actuales nos producen rechazo por sus actos distanciados con lo que
consideramos ética y consecuencia con los principios que nos inspiran. En Chile estamos
en pleno proceso de candidaturas electorales y a muchos nos cuesta tanto tener un
candidato al que seguiríamos como Ignacio supone del líder temporal de Ignacio.
¿Seguimos a nuestros líderes hoy como lo supone Ignacio? … ¿porqué? es una pregunta
abierta que podemos tratar más tarde en este espacio.

La anunciación
Al comenzar segunda semana, Ignacio invita a imaginarnos a la Trinidad contemplando a
su creación. Dios que contempla nuestro mundo sus ciudades, los ciudadanos y la forma
en que nos relacionamos. Como distribuimos nuestros recursos, como garantizamos el
bien común, como se distribuyen los estatus de cada uno.
¿Qué ve Dios hoy en nuestra sociedad? En la contemplación ignaciana es tanta la miseria
que se refleja en las relaciones humanas, que caen en pecado y la vida pasa a ser un
infierno. La Trinidad decide hacer redención del género humano y para ello actúa,
encarnándose para anunciar en directo cual es la voluntad de Dios y como es el reino
soñado por la divinidad.
En nuestros tiempos, pese a que Jesús estuvo cumpliendo su misión y sus valores se han
comunicado con los evangelios, la contemplación de la Trinidad no es muy distinta a la de
dos mil años atrás. Seguimos haciendo de nuestra vida un infierno y muchos no han
llevado a sus vidas los valores evangélicos de la fraternidad, el amor y el perdón y se cae
en la odiosidad y las luchas por un poder egoísta e inmisericorde.
Para llevar a cabo la redención del género humano un mensajero le pide a María ser
portadora de tal misión engendrando a Jesús. Y María dice “Si”. Y nosotros en ejercicios
decimos también “Si”, que estamos dispuestos y nos llenamos de fuego para seguir a
Jesús. Pedro también dijo “Si” y luego lo negó. Judas dijo “si” y luego lo entregó.
Y nosotros salimos de los ejercicios y muchas de las buenas intenciones se van disipando.
¿Por qué nuestras buenas intenciones no perduran en la vida después de los Ejercicios?
¿Falta de acompañamiento? ¿Falta de oración? ¿Examen diario diluido?

Desierto y Dos Banderas


Al comenzar la vida pública, Jesús recibe en el Jordán la maravillosa manifestación del
Padre que lo reconoce como su hijo preferido en quien ha puesto toda su confianza. Jesús
decide discernir cuál es la voluntad del Padre y como llevarla a cabo. Va al desierto, donde
se enfrenta con el mal espíritu que intenta desviarlo y distorsionar los mecanismos para
desarrollar su misión desde el servicio hacia los más desposeídos hacia una vida
egocéntrica en que se preocupe solo de alimentarse a si mismo. Lo tienta para que busque
los honores y el poder sobre los otros.
Ignacio reproduce esta lucha entre los espíritus ahora con nuestro protagonismo, en la
meditación de Banderas y los ejercitantes se ven inspirados a seguir la bandera de Jesús
que invita a la pobreza, la humildad y el servicio frente a los deseos de riqueza, de honores
y de poder. En los Ejercicios no dudamos de abrazar la bandera de Jesús, pero quienes
más o quienes menos en nuestras relaciones sociales, caemos en tentaciones de buscar
tener mayores recursos en contra de las promesas de pobreza, de ganar en estatus en
contra de las promesas de humildad y buscar con mayor fuerza nuestro bien propio en
lugar del bien común que se supone son los buenos objetivos de la política en la sociedad.
De este modo se inserta entre nosotros a niveles pequeños y locales, hasta situaciones
más globales a nivel de ciudad, país y mundial situaciones de injusticia, pérdidas de
dignidad y abusos que motivan la indignación ciudadana y los conflictos sociales que
nacen de ellas.
Renacen las interroganrtes: ¿Porqué caemos en estas inconsecuencias cuando en los
Ejercicios nos parecían tan claras y naturales? ¿Qué nos falta al terminar los Ejercicios y
volver a la vida corriente para que las buenas intenciones perduren? ¿Tendrá que ver la
frecuencia en que hacemos Ejercicios? ¿Será un plus para la modalidad de ejercicios en
la vida cotidiana para que al no ser en retiro de lo cotidiano se puedan grabar por mayor
tiempo nuestras decisiones?

Vida pública y pasión


El resto de segunda semana el ejercitante se va impregnando de la predicación, de los
milagros, de la enseñanza en parábolas y de las curaciones de Jesús. Hay un verdadero
enamoramiento de Jesús y de su proyecto de vida. Cada contemplación aumenta el
conocimiento y con ellos el amor y la intención de seguirle mejor. La admiración por Jesús
va creciendo con cada una de los momentos de oración llegamos a elegir estados de vida
o reformas de los estados ya establecidos.
Luego, en tercera semana, Ignacio va conduciendo al apóstol enamorado del Jesús de la
segunda semana por un camino tortuoso y amargo que se inicia en Getsemaní, luego de
una tensionada última cena y que pasa por todo el horror de la pasión hasta la crucifixión.
Nos escandalizamos con la actitud de Pilatos, Herodes, los sacerdotes, los soldados, la
muchedumbre y todos los que no hicieron nada ante tremenda injusticia. Condenamos las
actitudes de Pedro y Judas que lo traicionan negándolo y entregándolo por unas monedas.
Durante los ejercicios, recuerdo las veces que le he manifestado a Jesús que cuenta
conmigo, que su sacrificio no será en vano, que muchos seguiremos su legado y
anunciaremos con nuestra vida apostólica el evangelio por el cual es sacrificado.
A la distancia, ¿cuántas veces hemos arrancado de los cristos actuales que son
crucificados y no hacemos nada?, ¿Cuántos han estado con hambre y sed y nosotros no
le hemos dado de comer y beber? ¿Cuántas veces pasamos de largo ante el caído y no
nos detenemos como el samaritano? ¿Por qué la experiencia de la pasión nos marca por
un tiempo, pero luego se nos va olvidando?

Resurrección y Contemplación para alcanzar amor


Al concluir los Ejercicios nos llenamos de alegría porque el Jesús que dejamos en el
sepulcro en realidad está vivo, resucitado por toda la eternidad. Nos llenamos de
esperanza de que ese es también nuestro destino porque el Padre nos ama infinitamente
y que nuestra existencia no tendrá fin y que nos espera una cena eterna en la casa del
Padre.
Con el corazón hinchado de gozo, Ignacio nos invita a encontrar a Dios en todas la cosas y
personas. A percibir que está presente en las criaturas en toda la creación y que el amor
ha de ser puesto en obras más que en palabras y que la vida es bella si la llenamos de los
principios y valores del evangelio de Jesús.
Con esta salida de los Ejercicios volvemos a la vida en sociedad para exigir nuestros
derechos, tanto como ejercer nuestros deberes. Con estos valores tomamos decisiones en
grupo y con ellos podemos iluminar las relaciones de poder entre nosotros, distribuyendo
equitativamente los recursos y el estatus.
Al practicar la contemplación para alcanzar amor nos podemos entusiasmar ejecutando y
promoviendo la participación ciudadana con una capacidad inspirada por el Espíritu santo
para ser santos en la distribución y ejecución del poder según sea necesario para
garantizar el bien común en la sociedad.
Una buena salida de los ejercicios nos proyecta en la vida con mayor orden en nuestras
prioridades y afectos.
En mi experiencia esta salida suele no ser tan dedicada en tiempo y profundidad como
debiera por múltiples razones, entre las que está el cansancio luego de todos los
ejercicios, la falta de tiempo porque se está al final del tiempo asignado para el retiro. O
bien puede ser el ansia de lo que será el volver con tantas intenciones al ritmo cotidiano
después de un largo retiro, etc.
Creo que muchas de las respuestas a las preguntas anteriores, en mi experiencia, están
respondidas con una salida apresurada de los ejercicios. Con el tiempo estoy tratando de
dar más profundidad en esta etapa cuando acompaño.

Agradecimientos
Para terminar, quisiera agradecer la invitación a participar en este Congreso y la
oportunidad de comentar mi reflexión sobre Política y Ejercicios en que he tratado de
compartir mi experiencia, con más preguntas que respuestas, con la intención de gatillar
un espacio de diálogo que nos permita crecer en lo personal y con ello en el servicio a
quienes acompañamos.
Dar gracias al Señor que nos guía en este privilegiado camino de ser continuadores del
proyecto de Ignacio, gracias a quienes nos han formado en este ministerio y gracias a
ustedes por la paciencia de atender a esta ponencia sobre las implicaciones políticas de
hacer la experiencia de los Ejercicios Espirituales. Muchas gracias.

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