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1. Antecedentes
El 15 de marzo del 2020, mediante Decreto Supremo N° 044-2020- PCM, se declaró el Estado
de Emergencia Nacional por 15 días calendario y se dispuso el aislamiento social obligatorio
(cuarentena), por las graves circunstancias que afectan la salud de la Nación a consecuencia
del brote de la COVID- 19.
No obstante, la elaboración de los padrones y la entrega de los bonos, puso en evidencia las
debilidades del Padrón General de Hogares que no cuenta con información actualizada para la
focalización de las intervenciones sociales del Estado, así como las dificultades de la población
en las zonas rurales y de las comunidades nativas, cuyas demandas de acceso a los servicios se
encuentran largamente postergadas.
Los resultados que se muestran en el presente informe, nos permiten concluir en que hay
hogares que fueron beneficiados con un bono, pero aún tienen dificultades para cobrarlo y
otros que se encuentran en situación de vulnerabilidad, pero no han accedido a un subsidio
monetario. Por ello, es necesario que el Estado siga haciendo esfuerzos para brindar apoyo a
las familias en situación de mayor vulnerabilidad, más aún considerando que los efectos de la
pandemia no cesaran próximamente y el retroceso en la economía del país y el incremento de
la pobreza son inevitables.
Impacto económico
La idea de impacto económico, en este marco, alude al efecto que una medida, una acción o
un anuncio generan en la economía. Cuando algo tiene impacto económico, provoca
consecuencias en la situación económica de una persona, una comunidad, una región, un país
o el mundo.
Con la declaratoria del Estado de Emergencia, como medida para reducir la propagación de la
COVID-19 en nuestro país, el gobierno nacional implementó - paulatinamente- una serie de
medidas para el alivio en la economía de las familias peruanas afectadas con la paralización de
sus actividades económicas en este periodo de confinamiento obligatorio.
dirigido a los hogares en condición de pobreza y pobreza extrema, luego se aprobó el bono a
los trabajadores independientes, el bono para hogares del ámbito rural y, por último, el un
bono familiar universal, con lo que se pretende asistir a más de 6.8 millones de hogares
peruanos.
Fuente: El Peruano
Los cuatros (4) subsidios monetarios otorgados por el gobierno nacional (Bono “Yo me quedo
en casa”, Bono “Independiente”, Bono “Rural” y el Bono “Universal Familiar”) han tenido al
Padrón General de Hogares (PGH) como la principal fuente de información para identificar a
los beneficiarios/as. Sin embargo, esta base de datos administrada por el Sistema de
Focalización de Hogares (Sisfoh) al no estar actualizada, ha generado múltiples dificultades
para focalizar adecuadamente la asistencia social prevista en esta crisis sanitaria.
El Sisfoh fue creado con el fin de brindar información socioeconómica a los programas sociales
para que identifiquen y seleccionen a sus usuarios y usuarias.15 Este sistema tiene a cargo el
proceso de determinación de la clasificación socieconómica (CSE), el mismo que es requerido
para acceder a las intervenciones públicas focalizadas como Pensión 65, Juntos, Contigo, Beca
18 y el SIS, entre otros. Asimismo, esta clasificación puede ser: pobre extremo, pobre o no
pobre.16
Asimismo, en algunos de los casos se advirtió que se trataba de autoridades locales o de los
responsables de las Unidades Locales de Empadronamiento designados por las autoridades
municipales o de trabajadores de las referidas unidades.
12 de septiembre de 2021
La República
Los bonos resuelven urgencias. Desde que empezó la pandemia, el Estado implementó seis
programas de este tipo de subsidio con diferentes nombres para aliviar los bolsillos de hogares
y grupos empobrecidos. El gobier- no de Pedro Castillo repartirá el bono Yanapay de 350 soles
que comenzará a ser distribuido este 13 de septiembre y llegará a más de 13 millones de
peruanos. Ya no será repartido por familia sino por persona. El objetivo es inyectar dinero a los
hogares en condición de pobreza para pagar la canasta básica familiar –afectada por el alza de
precios–, las deudas o, incluso, dinamizar el consumo para la reactivación de la
macroeconomía. Recibir esta ayuda para algunos peruanos es vital, dicen algunos
economistas. Sin embargo, otros opinan que este subsidio es un alivio temporal de la pobreza
que no resolverá los problemas de fondo, como el incremento del desempleo y la
informalidad. El Gobierno deberá afinar sus estrategias para reflotar la economía a largo plazo.
“La solución es la promoción de la inversión”
Yanapay es un paliativo”
Entiendo que la pregunta se refiere a si el país tiene la capacidad fiscal para afrontar el gasto
que implican los bonos. La respuesta es hasta cierto punto trivial: siempre se pueden ajustar
otros gastos para permitir este y man- tenernos en la senda fiscal del marco macroeconómico
multianual. Sin embargo, la pregunta relevante no es si tenemos capacidad para asumir el
gasto, sino si esta es la mejor forma de usar nuestros escasos recursos fiscales. La respuesta es,
en mi concepto, un claro no. Hay que entender que programas como el del bono Yanapay son
un paliativo a una situación de escasas oportunidades de empleo adecuado, en ningún caso
son una solución. Estos programas tienen todo el sentido cuando las circunstancias impiden o
hacen muy riesgosa la actividad económica, como en el contexto de la pandemia. En la
actualidad tiene más sentido y es más eficiente generar las condiciones para que surjan esas
oportunidades, esto es, para que haya mayor inversión privada y se genere empleo formal. El
pueblo no quiere regalitos del Gobierno, quiere oportunidades para mejorar su situación. El
Gobierno parece más bien empeñado en todo lo contrario. Desde las políticas públicas, tiene
más sentido invertir en el desarrollo de habilidades en los jóvenes, que incrementen su
empleabilidad y su capacidad de generar ingresos.
La aprobación de un nuevo bono para los más afectados por la crisis nos obliga a recordar la
diferencia entre mecanismos de alivio y superación de la pobreza y aquellos que buscan
propiciar más empleo de calidad e ingresos de forma permanente. Cada objetivo requiere sus
propios instrumentos y, a más complejo el objetivo, mayor el diseño coordinado de varios
instrumentos. Está claro que la entrega del bono de una única vez apunta a un alivio temporal
de la pobreza, pero de ninguna forma cambiará la situación de vulnerabili- dad de los hogares
más afectados. Aunque el dinero se destine a compra de alimentos e inclusive a pagar alguna
deuda, su impacto multiplicador en la economía será poco significativo pues no es un impulso
fiscal permanente. A esto debe sumarse la dificultad conocida de realizar una buena
focalización para evitar que el bono llegue a quienes no les correspondería la ayuda. Ya que el
bono se traducirá en un alivio extremadamente temporal, debe quedar claro que de ninguna
manera es una panacea y que, desde una perspectiva de recuperación sostenida del nivel de
vida, una economía debe ser capaz de generar empleo de calidad a largo plazo, lo cual pasa
necesariamente por lograr mayor inversión pridvaa que impulse la productividad. La
postpandemia obliga a ir más allá de la simple contención de la economía.
Nuevas medidassssssssssssssssssssssssssssssssss
Bonos
Fuente: República
Es evidente que la crisis económica provocada por el Covid-19 ha agudizado las desigualdades
y afectado aún más a las personas en situación vulnerable. Según data del FMI, la pobreza en
el país ha experimentado un aumento de 6%, pasando de 21.7% el 2019 a 27.5% el 2020; y,
aunque este aumento ha sido significativo el fondo señaló que la situación pudo ser mucho
más grave y que la pobreza en el país pudo haber crecido hasta los 31.7%, si es que el
Gobierno no hacia entrega del Bono familiar universal de S/ 760 a las familias vulnerables
durante el 2020.
Cabe destacar que, si bien el Gobierno peruano implementó la entrega de bonos de 600 y 760
soles durante el año pasado, según el fondo, su impacto seria marginal y solo lograría
disminuir el nivel de pobreza en 0.7 %. Es por debido a esto que la entidad propuso la
alternativa de los bonos; en su informe señala que la que más ayudaría a la reducción de la
pobreza este 2021 es la entrega de 2,760 soles a beneficiarios de los programas sociales
Juntos, Pensión 65 y los hogares en condiciones de pobreza tanto en zonas urbanas o rurales
del país.
El costo estimado que la aplicación de esta medida tendría en las finanzas públicas sería
aproximadamente 2.3% del PBI, lo cual equivaldría a cerca de 17,250 millones de soles. Es
necesario precisar que el Gobierno peruano sí cuenta con los fondos para provisionar este
nuevo subsidio, esto debido a que en el corto plazo y por el carácter urgente de la situación
hay recursos que se pueden utilizar y destinar para asegurar la provisión de los sectores más
vulnerables durante este año; además, en el mismo documento, el fondo señala que el
gobierno peruano cuenta los fondos suficientes para lograr mantener el déficit fiscal.
En este punto es válido preguntarse si este bono tendría alguna influencia en la reactivación
económica. En una primera instancia, como se mencionó anteriormente, esta medida servirá
para que las familias más afectadas por la crisis económica puedan disponer de un ingreso que
les permita asegurar su subsistencia durante, por lo menos, este 2021. Además, con la entrega
de este bono se les otorgara dinero a las personas para que estas se hagan cargo de sus gastos,
esto ocasiona que tanto la compra de bienes como de servicios aumente y la economía en
general se vea beneficiada por este efecto.
Es evidente que la aplicación de esta recomendación del FMI tendrá efectos positivos en el
país, pero diversos expertos señalan que no se debe caer en el error de sobreestimar el efecto
que tendrá la entrega de estos bonos en la economía. Hoy en día, no existe un estudio real que
nos indiquen el nivel de impacto de este bono en la economía del país; algunos economistas
señalan que la entrega de esta asignación por parte del estado podría tener un efecto marginal
sobre la recuperación de la actividad económica; además indican que es muy probable un
efecto en la recaudación fiscal podría llegar a ser mínima.
Cabe precisar que esta recomendación del FMI se debe tomar como una medida de urgencia
de corto plazo en el que es necesario generar y distribuir recursos a la población más
vulnerable. Tanto para el mediano como para el largo plazo, diversos expertos señalan que
debería promoverse un consenso entre las fuerzas políticas del país para priorizar la
reactivación económica y una reforma tributaria.
En conclusión, el bono de 2760 soles propuesto por el FMI puede llegar a tener un impacto
bastante positivo en la reducción de los niveles de pobreza, se calcula que con la aplicación de
esta recomendación la pobreza caería a un 20.8% en el 2021, una tasa más baja que la del
2019. Además, esta tendría un efecto positivo en la economía en general; y aunque este
impacto no sería muy significativo, se debe resaltar el hecho que esta medida ayudaría a
buena parte de la población peruana.
CONCLUSIONES
2. El esfuerzo del gobierno nacional para brindar ayuda económica a los hogares más
afectados por las medidas dispuestas frente a la COVID-19, como la entrega de subsidios
monetarios extraordinarios, no ha logrado la finalidad de constituirse en un apoyo oportuno
para el sustento de las familias en situación de mayor vulnerabilidad ante la pandemia. Ello
debido a que no ha alcanzado al universo de familias que requieren de dicho apoyo, así como
tampoco ha sido oportuno para las familias que siendo beneficiarias de un bono tuvieron
dificultades para cobrarlo o que, incluso, aun no pueden cobrarlo debido a: i) información
desactualizada en el padrón, ii) formas de pago no adecuadas para algunas realidades, iii) falta
de capacidad de respuesta de los canales de orientación, consultas y reclamos implementados
por las entidades responsables y iv) falta de criterios para la atención de casos de personas
privadas de su libertad, personas adultas mayores en centros de atención y personas en grave
estado de salud. Todo ello se evidenció en los 1132 casos recibidos y tramitados por la
Defensoría del Pueblo relacionados al Bono “Yo me quedo en casa” y al Bono Rural.
16. Según el Consejo Fiscal, este año, la economía del país podría tener una caída de entre
el 10% y 20% del PBI,44 lo cual traerá como consecuencia un incremento de la pobreza.
Asimismo, en la encuesta de IPSOS correspondiente al mes de abril del 2020, el 41% de la
población encuestada señaló haber pedido su empleo o no están percibiendo ingresos por lo
que era su trabajo, lo cual afecta en mayor medida a los sectores menos favorecidos. En ese
sentido, es necesario que el gobierno nacional llegue con la asistencia económica a los hogares
en situación de mayor vulnerabilidad que aún no ha sido atendidos.