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1) ¿Qué clase de objeto estudia el Derecho?

A partir de ello, señale los problemas que se


dan para afirmar el estatuto científico del Derecho.
Tenemos determinado que el objeto de estudio del derecho son las normas jurídicas, es decir, no es
empírico sino que objetos ideales pertenecientes al mundo racional de la significación no al mundo
material, es un objeto oscilante, dinámico, sujeto a interpretación, depende del ojo del observador o
de un determinado cambio legislativo. Dicho lo anterior es menester señalar, entonces, que la clase
de objeto que estudia el derecho es:
1º Objeto ideal y no material: Las ciencias estudian un objeto material, sin embargo, las normas
jurídicas un objeto ideal.
2º Objeto oscilante y no estático: Las ciencias estudian un objeto material constante, sin
embargo, las normas jurídicas cambian, es un objeto ideal oscilante y no estático.
3º Objeto contingente: Una norma puede ser interpretada y aplicada en distintos sentidos.
Depende del ojo del observador.
4º Objeto prescribe y no describe: Las ciencias describen y explican fenómenos, lo que hace el
derecho es prescribir conductas (Manda, prohíbe o permite).

Ahora bien, respecto de los problemas que se dan para afirmar el estatuto científico del derecho,
debemos mencionar que en general el conocimiento científico refiere a objetos que tienen una
materialidad y respecto de los cuales se construye la idea y conceptos abstractos, en cambio, parece
ser que el derecho refiere a un derecho que no tiene una materialidad.
Un segundo problema es que el objeto de estudio del derecho no es estático sino oscilante, dinámico
depende del ojo del observador o de un cambio legislativo a diferencia de , por ejemplo, como se
hizo alusión en el texto de Jorge Millas, las matemáticas donde el numero 5 no varía en el tiempo
siempre significaría lo mismo es estático, lo mismo ocurre en las ciencias biológicas por ejemplo, en
relación al estudio del cuerpo humano, el fémur está ubicado en la pierna y esto no varía, no oscila
en el tiempo, mientras que en el derecho, a título ilustrativo, tenemos el caso en que en el año 1910
las mujeres no tenían derecho a voto, no obstante, en 1934 cambia la norma, se sustituye y se
promulga el sufragio municipal de la mujer y posteriormente, en 1949 se promulga el sufragio
universal de la mujer. En el mismo orden de ideas, se encuentra el claro ejemplo mencionado en
clases que dice relación con que 40 años atrás la mujer casada bajo sociedad conyugal seguía el
domicilio del marido y era incapaz relativa, la norma se sustituyó por otra, por ende, tuvo que
cambiar el modo en como las instituciones y las propias comunidades se comportaban respecto del
tratamiento en ese sentido del género femenino. Entonces ya no es solo un problema de que el
objeto no tenga materialidad sino que además este segundo problema dice relación con que el
objeto se encuentra en una dinámica constante de oscilación.
El tercer problema posible es que la función que cumplen las ciencias es observar, describir, analizar
y explicar, en cambio, el derecho prescribe no describe.
2) Conforme a la lógica jurídica. Indique que tipo de relaciones y proposiciones establece
el derecho, distinga entre cada una de ellas.
Ante todo, es menester señalar que al pensar jurídicamente lo que hacemos es establecer relaciones
objetivas de implicancia y sentido entre normas jurídicas y, por otra parte también establecemos
relaciones subjetivas de implicancia y sentido entre las normas y los sujetos esto dice relación con
que el ser humano intenta “aterrizar” estos pensamientos, este trabajo intelectual interno, en
situaciones concretas que tengan relevancia jurídica. Ahora bien, si esta es la figura de relaciones
que construye la cabeza del jurista, una cuestión es lo que ocurre en el plano de los pensamientos y
otra son los actos, los que en efecto van asociados a los pensamientos, a saber, todo lo relacional en
algún momento deviene en lo proposicional, por consiguiente, hay un paso de las relaciones que se
establecen a las proposiciones que se expresan y este procedimiento se realiza mediante la lógica
jurídica, de tal manera que este paso conlleva a que lo que hacemos al referirnos o hablar de
derecho es formular proposiciones que establecen relaciones lógicas entre normas generales. Así
mismo, el jurista formula proposiciones que establecen relaciones lógicas entre normas generales y
normas singulares aplicables a situaciones concretamente individualizadas, esto es, en otras
palabras, cuando dentro del mecanismo de raciocinio lógico se introducen premisas de carácter
fáctico o empírico que dan lugar a situaciones concretas.
Es fundamental la interrogante de cómo se entrelazan, cómo se conectan estas proposiciones pues
es necesario tener presente que ya sea que el derecho es una ciencia o un arte, en cualquiera de los
dos supuestos se debe considerar que toda proposición jurídica o científica debe ser fundada y esto
significa poder construir o establecer nexos lógicos rigurosamente determinable entre una
proposición y otra.
En resumidas cuentas, tenemos, en lo que refiere a las relaciones:
a) Relaciones objetivas de implicancia y sentido entre las normas.
b) Relaciones subjetivas de implicancia y sentido entre las normas y los sujetos

En lo tocante a las proposiciones:


a) Proposiciones que establecen relaciones lógicas entre normas generales.

Además, esas proposiciones pretenden establecer relaciones lógicas entre normas generales y
normas singulares aplicables a situaciones concretas. Estas son de 3 tipos:

- Proposiciones respecto de normas jurídicas: por ejemplo, “el contrato es una ley para las
partes”.
- Principios lógicos generales: por ejemplo, “el que dice de unos niega de otros”.
- Principios lógicos de carácter jurídico: por ejemplo, “lo accesorio sigue la suerte de lo
principal”.

b) Proposiciones que establecen relaciones lógicas entre normas generales y normas singulares
aplicables a situaciones concretamente individualizadas.

Suponen la aplicación de normas generales a un hecho dado y la búsqueda de las proposiciones


que se desprenderían al introducir en ese sistema las proposiciones empíricas que describen
satisfactoriamente el hecho. Tenemos no solo cuestiones referidas a la lógica, normas, principios
lógicos o principios lógicos jurídicos sino que también proposiciones que son de carácter empírico.
Cuando esto sucede, lo que hacemos es que para formular la proposición a un sistema de normas
generales le introducimos un hecho dado, lo que hacemos es derivar una proposición cuando
introducimos en el sistema estas formulaciones de carácter empírica.
3) Refiérase a la dimensión existencial de la subjetividad jurídica. ¿Qué temas de la
filosofía comprende y por qué?
Cuando hablamos de subjetividad jurídica resulta lógico situarse en un noción formal en que se le
entiende exclusivamente como todo aquel ser o ente a quien el sistema le atribuye la titularidad del
contenido de un derecho lo que evidentemente resulta dogmáticamente correcto. Lo primero que se
tiende a pensar es la antedicha definición que dice relación con que las subjetividades jurídicas son
seres o entes a quienes el sistema normativo les atribuye la aptitud de ser titulares de derecho lo que
implica que las subjetividades jurídicas son las que se definen a partir de la aptitud para que se les
atribuya un derecho. El concepto anterior restringe su énfasis a la forma aislando el contenido del
mismo, por ende, el problema que motiva a la filosofía del derecho considera dotar de contenido a
esta noción de sujeto.
En este sentido, la pregunta que suscita una reflexión dice relación con que ¿agota esta definición de
subjetividad jurídica nuestra existencia? ¿Somos algo más que seres o entes aptos para ser titulares
de derecho? Esta reflexión refiere por una parte a cuestiones de carácter metafísico, es decir,
intentos de dar, ponderar e intentar responder la pregunta ¿Qué es el derecho y de qué manera el
derecho se conecta con mi existencia? pero a la vez sabiendo que el derecho es un fenómeno
cultural de carácter heterónomo, hibrido, inmediatamente esto nos lleva a percatarnos que la
pregunta también alude a cuestiones de carácter axiológico, por consiguiente, ¿de qué manera el
derecho se conecta con la coexistencia humana? ¿Qué valores jurídicos y políticos juegan dentro de
este sistema normativo? Todo se articula de tal manera que hay una precisión en la filosofía del
derecho que no es la misma de la dogmática jurídica, es una precisión desde la cual se produce la
reflexión y en consecuencia, el análisis crítico.
Dicho lo anterior, resulta prudente recordar la definición de filosofía de Jorge Millas que adaptamos a
la filosofía del derecho, la pregunta metafísica del derecho y la pregunta axiológica del derecho pues
de esta forma se puede conjeturar que cuando hacemos un análisis respecto de “quien es una
subjetividad jurídica” nos ubica en el plano de contestar de qué manera el derecho se conecta con mi
existencia y cuáles son los valores jurídicos y políticos que constituyen mi subjetividad en un marco
de la coexistencia humana.
4) ¿Cuáles son las tres preguntas fundamentales respecto del sujeto y qué tipo de
respuesta pide cada una de estas preguntas?
Normalmente cuando hablamos de sujeto de derecho a lo que nos enfrentamos es la pregunta ¿Qué
es un sujeto de derecho? Donde se espera por respuesta un ser o ente que el sistema le reconoce
la aptitud para ser titular de derecho, tal como mencionábamos en respuesta a la pregunta anterior.
Esto supone intentar dar respuesta a nuestra existencia como si la subjetividad jurídica fuera un
objeto más dentro de los sistemas normativos. De este modo, el autor Paul Ricoeur en su texto
“¿Quién es el sujeto de derecho?” lo que hace es realizar tres preguntas fundamentales respecto del
mismo. La primera pregunta es ¿Quién es el sujeto de derecho? Y aquí lo que se solicita es una
identificación, para poder contestar o dar una posible respuesta esta pregunta hay que hacerse, en
efecto, una segunda pregunta ¿Qué lo hace digno de estima y respeto? Por lo que ahora estamos en
presencia de una pregunta de carácter moral y lo que pide como respuesta es una descripción.
Ahora bien, dentro de esta perspectiva, si hablamos de que los sujetos jurídicos coexisten, conviven,
cohabitan con otros, se presenta una tercera pregunta ¿Cuáles son esos rasgos fundamentales que
lo tornan digno de estima y respeto? Que a título ilustrativo, resulta lo mismo que preguntarse ¿por
qué es digno de estima y respeto? Esta pregunta es de carácter antropológica. Dicho lo anterior,
tenemos que la primera pregunta pide una identificación, la segunda una descripción, en
consecuencia la tercera lo que pide es una explicación. Sin embargo, las tres preguntas son la
misma pregunta pues no hay manera de responder alguna de ellas sin necesariamente hacer
referencia, alusión a las otras lo que vuelve a nuestra respuesta a la pregunta anterior, el análisis por
una parte metafísico y por otra parte axiológico.
Resulta de carácter esencial el respeto moral y reconocimiento del hombre como sujeto de derecho,
y esto se encuentra íntimamente ligado con el concepto de identidad personal o colectiva, como
respuestas a preguntas que contienen el pronombre “Quien”, por ejemplo ¿Quién está ahí? ¿Quién
escribió este libro? ¿Quién tomo el lápiz? La capacidad de una persona para considerarse autor de
sus actos o enunciaciones tiene una relevante significación para la asignación de derechos y
deberes, siendo así el núcleo del concepto de capacidad saber el “poder hacer”. Una noción esencial
es la identidad para dar respuestas a estas tres preguntas lo que también resulta crucial en la esfera
jurídica y así lo indica Ricoeur en su texto.
En síntesis las preguntas son:
1) ¿Quién es el sujeto de derecho?, esta es una pregunta jurídica que se responde con una
identificación.
2) ¿Quién es el sujeto digno de estima y respeto?, esta es una pregunta moral que se responde
de acuerdo a una descripción.
3) ¿Cuáles son los rasgos fundamentales que vuelven al sujeto de derecho capaz de estima y
respeto? Es una pregunta antropológica que se responde con una explicación, esta es
idéntica preguntar ¿por qué?

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