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Negociar

EMPECEMOS!!!!
Negociación

• Un proceso en el que
dos o mas partes
intercambian bienes o
servicios y tratan de
ponerse de acuerdo en la
tasa de cambio para
cada quien.
Preparación y planeación

Definición de las reglas generales

Aclaración y justificación

Toma de acuerdos y solución de


problemas
Proceso de
negociación Cierre e implementación
• 2 tipos de acuerdos
Acuerdo
Ganar/perder
Distributivo

Acuerdo
Ganar/ganar
Integrador
• Emociones positivas (mejores resultados)
El estado de • Emociones neutras (cara de poker)
animo

• Extrovertidos/ introvertidos
• La negociación • Maquiavélicos.
Personalidad • Alta o baja autoestima
se ve
influenciada
por:
• Mujeres (mas cooperativas y amables)
Genero
• Hombres (mejores resultados)
Tips para una buena
negociación
1. Ten un buen sentido del humor.

¡Lo necesitarás! La negociación es muy estresante para


ambas partes, es por eso que tener un buen sentido del
humor puede ayudar mucho. Nunca pierdas la paciencia,
trata de no enojarte. Lo has escuchado antes y lo diré de
nuevo: No es personal, es un negocio.
La realidad es que si llegas a un trato vas a tener que
seguir trabajando con la gente que estás negociando.
Así que no te va a ayudar si gritas, escribes un email
grosero o dices algo que realmente no sientes.
Algunos emprendedores invitan a una tercera
persona para ayudarlos a negociar por esa misma
razón.
Otra estrategia es evitar tomar la decisión final.
Puedes decir, “Tengo que compartir esto con mi
socio” o “Tengo que comentarle esto a mi esposo”
2. Recuerda que el tiempo es tu amigo.

No te apresures. Si la otra persona con la que estás


negociando te presiona para que firmes puede ser una mala
señal. Ambas partes deben de comprometerse a pasar
tiempo juntos para llegar a un buen trato. Tal vez necesites
consultar a alguien para que te ayude a tomar la decisión,
no es recomendable hablar por teléfono o por email sin dar
por lo menos 24 horas para pensarlo
3. Haz tu tarea

Si quieres negociar desde un puesto de poder, debes


conocer las fortalezas y debilidades de la otra
persona. Observe, escuche y aprenda, sea amistoso y
tranquilo al inicio pero manténgase firme en el
objetivo que busca.
4. Ten una gran actitud.
¿Cuáles son tus metas a largo plazo? ¿Qué estás
tratando de ganar? Puede ser fácil perder de vista el
panorama general. Al principio de cualquier
negociación, asegúrese de decirle a la otra persona lo
emocionado que esta de trabajar con él o ella y que
piensa que la sociedad es muy buena para ambos.
Eso ayuda a establecer el tono adecuado.
5. Comienza con una hoja de condiciones.

Esta debe tener cuatro o cinco cosas importantes. Si


no pueden estar de acuerdo en estos aspectos
básicos de su relación, ¿para qué iniciar con una
negociación? Es muy caro. Acaban de comenzar a
salir. Una vez que lleguen a un acuerdo sobre estas
condiciones, puedes comenzar a hablar sobre el
contrato.
6. Los contratos pueden cambiar

Si ellos lo escriben, puede ser a su favor. Eso está bien.


Gastan dinero haciendo eso. Pero ahora vas a tener que
hacer algunos cambios. Recuerda, los contratos pueden ser
feos. Mucho de lo que dicen son cosas que podrían salir
mal. No te asustes. Es un documento en progreso. El
primer borrador debe ser negociado y cambiado.
7. Siempre ten en mente algunas cosas a las
que puedes renunciar.
La negociación es sobre dar y recibir. No
querrás perder cosas que realmente te
importen.
8. Habla fuerte.

Cuando lees algo que resulta muy estúpido, en


cualquier oportunidad se lo lees a la persona
por teléfono. Luego nos reímos y rápidamente
reconoce que es más para su beneficio cuando
sale de mi boca.
9. No trates de negociar todos los
problemas el mismo día.
Es muy abrumador y desgastante. Te recomiendo
comenzar con algunos puntos de contención que
pueden ser dirigidos rápidamente y sin tener que
negociar mucho. Después de construir una buena
relación, empieza a platicar de temas importantes.
Identifica aquello en lo que no puedes estar de
acuerdo. Tendrás que hacer concesiones y
compromisos. No obtendrás todo lo que
quieras, pero puedes contratar a un abogado
que te ayude. Nunca firmes un contrato a la
ligera, sin que tus abogados los revisen primero.
Es cuestión de tener un respaldo.

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