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Energía Nuclear
Materia: EDI
Turno: noche
Reseña:
Seguridad Nuclear
Como es bien sabido, el uso de la energía nuclear entraña riesgo, porque
implica la generación y manipulación de productos radiactivos. Por ello, es
necesario incorporar las medidas técnicas y administrativas adecuadas con las
que reducir el valor del riesgo a valores aceptables.
En esto, la energía nuclear no es distinta de otras actividades que la sociedad
admite y utiliza, como el gas doméstico, la electricidad, o el transporte.
La seguridad nuclear tiene como objetivo la defensa de las personas y el
medio ambiente frente a los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes pero
sin renunciar a los beneficios que la utilización de la energía nuclear reporta a
la humanidad.
Para conseguir una protección adecuada es necesario establecer una serie de
medidas técnicas y administrativas que garanticen esta seguridad.
Barreras de contención
Salvaguardias tecnológicas
Defensa en Profundidad
En las centrales nucleares se aplica el llamado concepto de "Defensa en
Profundidad", según el cual se establecen niveles sucesivos de protección,
disponiéndose en cada uno de ellos de mecanismos adecuados para corregir
los potenciales fallos que pudiesen producirse en el nivel anterior. Los cinco
niveles de seguridad son:
Un diseño y construcción que garanticen la estabilidad y seguridad
intrínseca del reactor;
La existencia de mecanismos capaces de llevar el reactor a parada segura
ante cualquier desviación de las condiciones normales de funcionamiento;
La incorporación de sistemas de seguridad capaces de hacer frente a
incidentes y accidentes, si no lo hubieran resuelto los niveles anteriores;
Una serie de elementos complementarios específicos para mitigar las
consecuencias de sucesos que pudieran exceder las bases de diseño; y
La existencia de unos planes de emergencia que incluyan medidas de
protección a las personas.
Salvaguardias administrativas
Las medidas administrativas de seguridad nuclear son impuestas a las
empresas propietarias de las instalaciones desde la Administración del Estado
a través de Leyes, Decretos y Órdenes Ministeriales, cuyo fin es mantener los
niveles técnicos requeridos durante el proyecto, construcción y
funcionamiento de las centrales nucleares.
Planes de emergencia
Los planes de emergencia constituyen el último nivel de protección con que
se podrá contar en caso de fallo de todas las barreras de confinamiento de las
sustancias radiactivas. Han de considerar tanto un aspecto preventivo (actuar
antes de que haya ningún escape) como correctivo, en caso de que se llegue a
producir la contaminación del medio ambiente, para proteger a la población y
minimizar sus efectos. Los planes de emergencia se organizan a dos escalas,
interna y externa a la central nuclear.
El Plan de Emergencia Interior recoge los procedimientos, métodos, medios
y organización necesaria para afrontar emergencias dentro de la central y
minimizar sus consecuencias, así como las comunicaciones a establecer y la
coordinación con las autoridades responsables de proteger a la población de
los riesgos radiológicos que pudieran derivarse.
Por su parte, el Plan de Emergencia Exterior es responsabilidad de la
autoridad gubernativa, teniendo como Director al Subdelegado del Gobierno
en la provincia donde se ubique la central nuclear. Los planes de emergencia
nuclear son planeados por la Dirección General de Protección Civil, que
contará con la ayuda de distintos organismos oficiales competentes, que
participan en los llamados grupos "logístico", "sanitario" y "radiológico", este
último a cargo fundamentalmente del CSN.
Las medidas de protección a la población contempladas en los planes de
emergencia pasan por el control de accesos a la zona del accidente, como
primera medida, el confinamiento de la población en el interior de edificios a
resguardo de la nube tóxica, la profilaxis tiroidea con yodo no radiactivo, e
incluso la evacuación total de la población. Como requisito para su aplicación,
el emplazamiento debe contar con una infraestructura de comunicaciones
adecuada.
Pirámide normativa y otra documentación oficial de seguridad
Toda actividad con riesgo debe ser regulada de forma precisa y completa a
fin de introducir en ella elementos de seguridad que limiten a valores
aceptables el riesgo inherente a dicha actividad.
En el régimen administrativo español, el conjunto normativo incluye unas
leyes básicas, los reglamentos que desarrollan las leyes, órdenes ministeriales,
guías, normas y recomendaciones específicas a cada situación, así como el
resto de documentación legal propia de la instalación, en particular las
Especificaciones Técnicas de Funcionamiento, que, en el caso de las centrales
nucleares, son aprobadas mediante Orden Ministerial. Tal conjunto de
documentos legales permite particularizar los requisitos impuestos tanto como
sea necesario.
Con
objeto
de instaurar una homologación del nivel de seguridad en España comparable
al de los países más avanzados, se establece que, para aquellos aspectos
técnicos no desarrollados en la normativa española, será de aplicación la
normativa que sobre el particular exista en el país de origen del proyecto.
En España, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), creado por la Ley
15/80, constituye el organismo clave del régimen de autorizaciones. Aunque la
autoridad que concede o deniega tales autorizaciones es el Ministerio de
Industria, éste no puede tomar decisiones sin contar previamente con el
Consejo de Seguridad Nuclear, cuyos informes son vinculantes en todo lo que
afecte a la seguridad de las instalaciones y a la protección de las personas
contra los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes.
Ventajas
La generación de energía eléctrica mediante energía nuclear permite reducir
la cantidad de energía generada a partir de combustibles fósiles (carbón y
petróleo). La reducción del uso de los combustibles fósiles implica la
reducción de emisiones de gases contaminantes (CO2 y otros).
Actualmente se consumen más combustibles fósiles de los que se producen
de modo que en un futuro no muy lejano estos recursos se agotarían o el
precio subiría tanto que serían inaccesibles para la mayoría de la población.
Otra ventaja está en la cantidad de combustible necesario; con poca cantidad
de combustible se obtienen grandes cantidades de energía. Esto supone un
ahorro en materia prima pero también en transportes, extracción y
manipulación del combustible nuclear. El coste del combustible nuclear
(generalmente uranio) supone el 20% del coste de la energía generada.
La producción de energía eléctrica es continua. Una central nuclear está
generando energía eléctrica durante prácticamente un 90% de las horas del
año. Esto reduce la volatilidad en los precios que hay en otros combustibles
como el petróleo.
Esta continuidad favorece a la planificación eléctrica. La energía nuclear no
depende de aspectos naturales. Con esto se solventa la gran desventaja de las
energías renovables, como en los casos de la energía solar o la energía eólica,
en que las horas de sol o de viento no siempre coinciden con las horas de más
demanda energética.
Desventajas
A pesar del alto nivel de sofisticación de los sistemas de seguridad de las
centrales nucleares el componente humano siempre tiene cierta repercusión.
Ante un imprevisto o en la gestión de un accidente nuclear no se puede
garantizar que las decisiones tomadas por los responsables sean siempre las
más apropiadas. Tenemos dos buenos ejemplos en Chernobyl y en Fukushima.
El accidente nuclear de Chernobyl es, por el momento, el peor accidente
nuclear de la historia. Una sucesión de decisiones equivocadas por el personal
que gestionaba la central acabó causando una fuerte explosión nuclear.
En el caso del accidente nuclear de Fukushima, una vez producido el
accidente, la actuación del personal encargado de gestionarlo fue muy
cuestionada. Después del accidente de Chernobyl, el accidente nuclear de
Fukushima fue el segundo peor de la historia.
Una desventaja importante es la difícil gestión de los residuos nucleares
generados. Los residuos nucleares tardan muchísimos años en perder su
radioactividad y peligrosidad.
Los reactores nucleares, una vez construidos, tienen fecha de caducidad.
Pasada esta fecha deben desmantelarse, de modo que en los principales países
de producción de energía nuclear para mantener constante el número de
reactores operativos deberían construirse aproximadamente 80 nuevos
reactores nucleares en los próximos diez años.
Debido precisamente a que las centrales nucleares tienen una vida limitada.
La inversión para la construcción de una planta nuclear es muy elevada y hay
que recuperarla en muy poco tiempo, de modo que esto hace subir el coste de
la energía eléctrica generada. En otras palabras, la energía generada es barata
comparada con los costes del combustible, pero el tener que amortizar la
construcción de la planta nuclear la encarece sensiblemente.
Las centrales nucleares son objetivo para las organizaciones terroristas.
Genera dependencia del exterior. Pocos países disponen de minas de uranio y
no todos los países disponen de tecnología nuclear, por lo que tienen que
contratar ambas cosas en el extranjero.
Los reactores nucleares actuales funcionan mediante reacciones nucleares
por fisión. Estas reacciones se producen en cadena de modo que si los
sistemas de control fallasen cada vez se producirían más y más reacciones
hasta provocar una explosión radioactiva que sería prácticamente imposible de
contener.
Probablemente la desventaja más alarmante sea el uso que se le puede dar a
la energía nuclear en la industria militar.
Centrales de Argentina:
La Central Nuclear Atucha I está situada a 100 km de la Ciudad de Buenos
Aires (Argentina), cerca de la localidad de Lima sobre la margen derecha del
Río Paraná de las Palmas.
Lleva operando más de 30 años. Durante este tiempo el reactor nuclear ha
generado más de 65.000 millones de Kwh de energía eléctrica utilizando 1400
toneladas de Uranio.
El combustible utilizado por la central nuclear argentina I es uranio
enriquecido al 0,85%. Para la refrigeración y la moderación se utiliza agua
pesada (D20). Pertenece al tipo de reactores nucleares PHWR (reactor de agua
pesada presurizado).
La central nuclear fue construida principalmente por Siemens AG, de la
República Federal de Alemania. Utilizando un diseño basado en uno del tipo
PWR (reactor de agua a presión) junto con la experiencia obtenida en el
reactor alemán MZFR de 50 MWe.