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CTENCIAY SOCIEDAD

VolumenXVU, Número4
1992
Octubre-Diciembre

LA CIENCIA COMO CULTURA

PABLO GUADARRAMA'

La üea de que la ciencia sólo concierne


a los científicos es tan anticientífca
como es antiPoético que la Poesía
sólo concier¡w a los Poetas.
Gabriel García Márquez

Resumen:
Se planteala separaciónexistenteent¡e intelectualy científico
estudiandosusraíces.Seproponeasumirla cienciacomocultura
criticando la escasavaloración social del conocimientoy la
subvaloraciónde la investigación en universidades
latinoamericanas.No miremostantoal norteParacopiarrecetas
y replanteemoslos ideales de un desarrollo nuestro,
incorporandola cienciay la tecnologíaa nuestrasculturas'
Palabras claves: Sociología de la cíencia, flosofa de la
ciencia, epistemología.

c. P. Snowen su clásicoI-asdosculturasserefierea palabrasdel


matemático G. H. Hardypronunciadas hacialos años30: "¿Sehafijado
ustedcómoSeempleahoyla palabra"intelectual'?" y luegocontinuaba:
"Parecehaberseimpuestouna nuevadefiniciónque desdeluegono
incluyea Ruthefordni a Dirac ni a Adrianni a mf. ¿Pareceun poco
extraño,no creeusted?".

Universidad Central de las Villas, Santa Clara, Cuba.

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La sorpresade Hardy, tambiénla de Snow,es la mfa. Viene
operandouna visióndel intelecn¡al y de lo culturaldondelos cientf-
ficosy la cienciaaparecen marginados. Mientrastantolos cientfficosy
la cienciase desquitan adelantando unade las obrasintelectuales más
portentosas: la lecturadeluniversoentérminosdeteorfas.cadavezmás
coherentes, profundas,sistemáticas, cadavez menosatenidasal dato
inmediatoy más apoyadas en el juego constructivo de la razón.La
cienciay la tecnologfa sevengandel olvidoa travésde esacopulación
permanentemente queconstituye el fundamento de la civilizacióncon-
temporánea,industrial,auúomatizada, informatizada;se burlan es-
cudriñando todoslos rinconesde lo posible,incluidoel de la transfor-
maciónde la evolución natural.Es queestamos, comprendámoslo o no,
al bordedel tercermilenio.
La cienciacontemporánea, vla tecnologfa,ha estadodesdeme-
diadosdel presente siglosometiendo el mundoa incesantes impactos y
cambiando el perfil de la civilización; ha venidoconstruyendo signos
inéditosparadescifrarlo realy prefigurando lo realdesdeel signo.
Esosimpactos no sólohancambiado nuestravisióndel mundosino
al propio mundo,el modode vida de los hombres,sus costumbres,
hábitos:ha alteradotodoslos equilibrios.desdelos ecológicos y
militareshastalos psicosociaies. En la sociedad secularizada de fines
del sigloXX la cienciaen su comunión y confusión conla tecnologfa
ha venidoa ocuparel lugarde losviejosmitos,a alimentar esperanzas
y fundarnuevostemores.Proliferanrespuestas religiosasque acnian
comodefensas "antela amenaza percibidao intuidade la tecnologfa y
de la impersonal sociedad de masas"(Cohen)y seconfigura el dilema
cientificismo-anticientificismo: respuestas antiéticas de la conciencia
socialal impactode la ciencia;la primerale atribuyeel oficio de
panacea, la segunda la culpade la maldaduniversal.
Pesea su extremaconcentración enun reducidonúmerode nacio-
nesdesarrolladas la cienciay la tecnologfa a ellaasociada hanpasado
a ser,por susefectos, mundiales. Producción y distribución de bienes
y servicios sedesarrollan enun sistema de mercado mundial;lasideas,
losvalores, circulanmundialmente a través demediosdecomunicación
de alcances planetario y aseguran la reproducción delasideorogías más
alláde los ámbitosen quesejustifican.Bajoeseefecto,losproblemas

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demográficos,los cómputos de guerray
de recursos,las alternativas
más,han requeridola escalaquejustificasu
paz y tantosproblemas
inserciónen el pensamiento
filosóficoy polfticocontemporáneo en
calidaddeglobales.
Si estabrevfsimaalusióna algunosde los hechosnotablesque
parecenaclararse
e inclusodefinirsedesdeel campode la cienciay la
tecnologlaes medianamente correctaentonces la percepciónquefun-
cionahabitualmentesobrela articulación
de ellasconla culturadeberfa
replantearse.

Parahacerloprefierocomertzar por unabrevealusióna losorígenes


de su separación. Es a partirde la Revolución cientlficadel sigloXVII
quela cienciay la culturahansidovistascomoseparadas e inclusocomo
contrapuestas.' Ello tuvo lugar justamente cuandola cienciavino a
distinguirse
comotipo específico de producciónespiritual,dotadade
una racionalidadpropia, susceptible de expresarse en lenguajes
matemáticos, remitidaal juiciocomprobatorio de la empiriay por ello
de otrosdiscursos
distinguible y prácticas. Thmbiénaquellaenorme
revoluciónrepresentó un paso adelanteen la institucionalización y
profesionalización de las comunidades intelectualesde los filósofos
naturalesqueduranteel sigoXIX pasarfan a denominarse científicos.
Si sees¡¡dianlaspublicaciones científicasdel sigloXIX seaprecia
cadavezmásla superespecialización del lenguaje,el intentocreciente
de la objetividad,apoyadono sóloen el perfeccionamiento del método
cientffico,Sinotambiénen la separación de todavaloración,de todala
expresión de culturaespiritualconcebida segúnestecortecomoextrfn-
secaa la ciencia,
Emoción,sensibilidad, esplritu,belleza,se confrontaron cadavez
másconmatematización, experimentación, objetividad,operándose asf
una fracturaal interiorde la creaciónhumana.De un lado quedóla
cienciay de otrounavisiónde la cultura,ahoraamputada.
Más aún, en su privilegioextremo,la cienciaentendida como
conocimiento verdaderopasóa diferenciarse de otrosproductos cogni-

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tivosasociados
a la vida cotidiana:sólolo cientfficopodfaentenderse
como racional.
En estecurso,la expresión"intelectual"quedóreservada paralos
artistas,literatosy los cientfficosfueronexcluidosde ella.
Es interesante la huellade estoen algunas prácticasinstitucionales
y polfticasrecientes. Un casosonlos Congresos de intelectuales por la
soberanlade AméricaLatina dondeapenasen su última ediciónla
presenciay el mensajede intelectualidad cientfficotécnicaganóun
espaciosignificativo.El mal entendidoque subyacea esteproceder
tiene, seguramente, importanciapolfticaen la medidaque limita la
acciónconcertada de los intelectualeslatinoamericanos. Thmbiénlos
naturalistase ingenieros puedenser "orgánicos".Otro ejemplopuede
serla UNESCQdondepesea la promociónquehahechodeun enfoque
"activo"dela cultura,subsisten lasdiferencias institucionales
y concep-
tualesentreeducación, cienciay cultura.
En lugardeestoVessuriz propone:"Asumirla cienciacomocultura.
Aqul se tratade corregirunadobleexclusiónen el discursomoderno.
Ha habido,por unaparte,una significativa exclusióndel conceptode
culturaenlasobrasdeloscientfficossociales quereducenel estudiode
la sociedad a la economfa polfticao el estudiode la estructura social.
Por la otra, la cienciamismaes excluidade la mayorfade los análisis
de Ia culturaen virn¡d de su supuesto statusepistemológico privile-
giado".
Pudieranidentificarse algunosde los "obstáculos epistemológicos"
quealimentanla visiónquedistanciacienciay cultura,bloqueando su
superación:
l. El discursoquecentrasu atenciónen el impactoeconómico de
la ciencia,vía tecnologia,descuidando su cualidadde tipo especlfico
de producciónespiritual.La trampaestá en que descuidadaesta
dimensión de la cienciaaquellaa la largasevuelveimposibleo decorto
alcance.
2. Lapocaatenciónqueseprestaa la cultura,quizáspor asociarla
los
a superestructural,
a lo derivado;relativoal ámbitodelossentimien-
tosy lasemociones.
Sepierdeconellosdevistasu carácterde sustento
de toda comunidadhumana,persistente aun en mediosde cambio

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económicos y polfticos.Por ello mismoel enfoqueadecuado de lo social
estáclamando por otra visión de la cultura que nos aproxime a una
comprensiónglobal de la actividadcreadoradel hombre, expresión de
su libertad,que proporcionela clavepara identificarlas tendenciasmás
profundasde nuestracivilización.3En estaperspectivala culturadeberla
interpretarsecomo proceso de asimilación, producción, difusiÓn y
asentamientode ideas y valores en que funda la sociedad; repre-
sentaciones colectivas,creencias,tradiciones,estilosde pensamiento.
formasde vida. Sólo entoncespodrácaptarsesupapelcomomecanismo
de regulaciónsocial.
3. En Antropologfacultural del siglo XX, aunquese trabajaen un
paulati-
enfonqueintegrador,holista, de la cultura fue estableciéndose
namentela ideade culturacomolo dado,la existente(Kant,por ejemplo,
tenfa una opinión distinta); lo que una vez surgido simplementeexiste
y desdelo cual podemoscomprenderla conductade los individuos
sujetos a ese determinismo.Según Dumoilin, se dejó a u¡ lado el
carácterde facultad o fuerza humana que tiene la cultura.' En con-
traposicióna estola cienciaen el sigloXX se asociaa la creación,a los
cambiante,lo sujetopermanentemente a renovación.
Súmesea estoel énfasisque la antropologíaha puestoen el estudio
de culturasdondela cienciasapenasestápresente.
4. La visión, bien fijada en la filosofla de inspiraciónpositivistay
perfectamenteidentificableen la institucionalizacióny práctica de la
ciencia contemporánea,de la ciencia como conocimientouniversal,
independientede los contextossociohistóricosen que se inserta.Se le
asignaaslun statusepistemólogoprivilegiadoy todareferenciaal marco
cultural,social,se desestima por irrelevante.Estatradiciónse oponea
aquellaen que la cienciase piensacomo actividadhumanaorientadaa
la producción,difusióny aplicaciónde conocimientos, insertadaen la
sociedaddesdecuyatotalidaddebeser comprendidala actividadcien-
tffica. En esta perspectivaciencia y tecnologfa se articulan a las
dimensioneseconómicas,polfticas,a los valoresy tradicionesde la
sociedaddonde se producen. Olvidar esta indicación es fatal para
cualquierpolíticacientfficay todoproyectosocialque en ella seapoye.

35s
II

En lugarde lasvisionesexcluyentes mencionadas, la cienciacomo


asimiladoray creadora devalores,creencias, representaciones,debeser
examinada en vfnculoconel mecanismo culturalglobal,reguladorde
la sociedad.Es muy interesante partir de estaideaparaexaminarel
comportamiento de la cienciaen pafsesde la periferia.En sociedades
fuertementesignadas por el misticismo, dondeel sabercedeen impor-
tanciarespectoa otrosvalores(comodecfaDon Fernando Ortiz:pafses
dondela culturaapenasintervieneen el éxitode los triunfadores y la
boberfa,en cambio,es la muertecivil del individuo),en los quela
racionalidady la auscultación empíricade la realidadcedencon
frecuenciaanteel autoritarismo y el dogmatismo, entreotroslastres,
evidentemente la subculturacientfficase ve amenazada o prospera
insuficientemente.
Comoha argumentado Furtado,la civilizaciónindustrialfue cata-
pulteada por tresprofundos procesos deinnovación social:la revolución
burguesa, la revolucióncientfficay la revoluciónindustrial.La nueva
civilizaciónsehizo acompañar del proyectoideológicoy culturalde la
modernidad, colocadosobrelos rielesdel capitalismo en expansión.
En la configuración económica, culturaly de poderque resultó,
AméricaLatinaquedóinsertada máscomoespectador quecomoactor.
Cercenadas las culturasautóctonas, la que fue conformándose
reflejó inevitablemente las sucesivas formasde dominaciónque la
historiadeestoscincosiglosregistra.Enestecursola actividadcientffica
implantada paulatinamente, primerobajo inspiración francesay luego
norteamericana, resultómás vinculadaa los centrosmundialesde
creacióncientífica,a cuyoamparolaséliteslocalesseformaron,quea
sociedades y culturasqueno parecfan dispuestasa reconocer o asegurar
su protagonismo.
De estemodo,la culturacientíficaquedebíadesenvolverse en el
cursodenuestroacceso a la modernidady contribuiral progresoquedó
atrapadaentredos lfneasde fuerza'.de un lado la vigorosacultura
transnacionlizadadela cienciaa cuyoamparoseformanla casitotalidad
de los cientfficos
del planetaa travésdela educación,laspublicaciones
y otrasformasde socialización y transmisión
del conocimiento, y de

3s6
otra. la cultura local -con su asientoeconómicoy polftico-débilen su
percepcióndel significadosocialde la cienciay por ello de escasafuerza
ientrfpeta.El resultadoha sidocasisiemprela enajenaciónde la práctica
científicarespectoa las realidadessocialesinmediatas.
Det¿llaréun poco más la idea.
La circunstanciade. que la ciencia como subculturagenere sus
propios valores,tiene muchaimportanciapara examinarlas relaciones
intie las comunidadesde la periferia y la de los pafsesdesanollados.
Entre ellasse establecen flujos no sólo informativosen sentidoestrecho,
sino culturalesen sentidomás amplio.
El hecho de que la mayorfade la cienciamundial se realice en un
reducidogrupo de pafsesdesarrolladoso dentrode los paradigmasque
en ellos se generantrae consigoque los valores,prioridades,formasde
organización,criteriosde aceptabilidad,etc', que en esospafsesdomi-
nan, ejercen un peso decisivo sobre la ciencia en los pafsesde la
periferia. Ocurre entoncesque valoresperfectamente funcionalesde los
contextosen que SegestaronSetrasladana Otrosdondevan a representar
elementosquéacentúanla marginalidadde la cienciarespectoa su medio
social.
Se tratade un procesode asimilaciónacrfticade valoresasociados
a determinadaculturacientfficapor pafsesque estánnecesitados de ver
los problemas propios con ojos propios y proyectar orientaciones
axioiógicas,organizativasy de otrostipos que seancoherentescon eSaS
necesiáades (lo cual influye, por ejemploen los temasde investigación,
en la correlaciónentre cienciabásicay aplicada,entreotros asuntos)'
Como los cientfficos de la periferia suelendeber su formación a las
comunidadesde los pafsescentrales,les parecelo más naturalimitar la
que en ellos se hacey en relación a los mismosdefinir Suspatronesy
aspiraciones.
En su medio, sin embargo,suelenpresentarseotros problemas:2
escasavaloraciónsocialdel conocimiento,el saberno es fuenteprimor-
dial de promoción;no hayverdaderapresiónpor producir conocimiento
ni por publicar susresultadoscomo en su mayorfalos practicantesde la
ciencia trabajan en la universidady el valor dominanteen esta es la
docencia,junto a la ocupaciónde cargos de dirección, entoncesla
investigaciónoriginal Sesubvalora;la comunidadlocal no conffa sufi-

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cientemente en sf mismay buscasus criteriosde validaciónen el
exterior,perdiendointeréssusmiembrospor comunicarse entreellos.
scbretodolos de másaltacalificaciónquetienenaccesomásfácil al
mediointernacional; lasfunciones públicassuelengratificarmásquela
investigación; el investigador suelerecibir el reprochesocialpor su
escasacontribución a la soluciónde los problemas del subdesarrollo,
sin que estégarantizada la demanda socialde su posiblecontribución.
Desdeluegoqueescapar a estosproblemas no esposiblefrecuen-
tementecomoresultado de esfuerzos individuales puesellosseasientan
en valoresy mecanismos socialesque los determinany de pasose
encargán de frustrarlos esfuerzospor trascenderlos.
Todoestoconducea fomentaren el cientfficoun ethoscolonizado
dondela relacióncon los centros(suspubricaciones, sistemas de
recompensa, normas,valores)tienenmás importanciaque las de la
periferiadondeacnÍa.De estaformael cerebroesrobadosinnece-sidad
de emigraral extranjero, lo queocurrecon lamentable frecuencia.un
productocultural,la ideologfa delcientificismo, cuyosoporteteóricose
descubre en la tradiciónfrlosóficadel positivismo,al seradoptada por
lascomunidades dela periferiacontribuye a la colonización culturaldel
cientffico,justificala marginación deltrabajocientfficoy excluyede la
agenda polfticael debatesobrela res-ponsabilidad socialde la ciencia.
Frentea estaideologíaseha desarrollado la corrienteintelectual de la
cienciapolitizadao anticientificismo bien representada en la obradel
matemático argentinooscarVarsavskys quieñsubrayóla necesidad de
avartzarhaciaunaciencianacionalde ralzpopular.
una tensióna vecescallada,a vecesexplfcita,entreestasproyec-
cionescoexisten enla culturalatinoamericana. La polfticade laiiencia
comprometida con su contribucióna la superación del subdesarrollo
debeafincarseen una epistemologla que,junto a la objetividady la
racionalidad de la ciencia,la reconozca comoproductoculturalcapaz
de implicarse en lasurgencias del cambiosocial.

ilI

como ha observado parecequeen los partidosfinisecu-


Saldañaó
laresel pensamiento
latinoamericano
tiendea enriquecersusvisiones

3s8
perspectivasy utópicascon apuestasa favor de la contribuciónde Ia
cienciay la tecnologfaal prcígresohumano.En el encuentrode los siglos
XX y XXI los desarrollosen las cienciasnaturalesy los cambiosque
tienen lugar en la industriade los palsesmás avanzadoshacenpensar
en que su activarecepciónasegurarfaa la Latinoamericanael bienestar
anhelado.
El positivismosanciohóestaperspectivay se convirtió en animador
de importantesproyectospolfticosy educacionales.
Miró Quezadaha observadoque la ciencia y la tecnologfahan
servido a los latinoamericanosde objeto de adoración,de "Mitoides":
se va a pensar en ellas como sinónimosde Progresoy Desarrollo,
muchasvecescon extremaingenuidady falta de espfritucrftico.
Al final del siglo XX la modernarevolucióntecnológica,agentede
una cambio radical en las condicionesde vida en el planeta,también
alimenta,aunqueahoracon máscautela,ideasquepronosticanun futuro
promisorio a aquellosque actúenrespectoa ella con sagacidad,opor-
tunidady decisión.De nuevounaideologfa,ahorala del neoliberalismo,
pareceimponersu conceptoacercade como accedera las bondadesdel
desarrollo.
Existe,sin embargo,en la culturalatinoamericana una tradiciónde
pensamientoque apunta en otra dirección: parte de una evaluación
crfticade la teoríay la prácticadel desarrolloen AméricaLatina y en
particularen las visionesy proposicionesque respectoa ciencia y
tecnologíaellashan contenido.'
De las expresionesdecepcionantes de variasdécadasdebfaextraerse
la conclusiónde que no existenfórmulas únicaspara el desarrollo,que
cada pafs debe tener sus propias fuerzaspara imaginarproyectosque
sean coherentescon sus realidades,anclándolosfirmemente a las
culturasen que germinan.
Frente al mimetismo, que aconsejael seguimientoacrftico de
experiencias optapor unasuertede " naciona-
foráneas,estepensamiento
lizacióndel pensamiento"(Weinberg)que identifiquemejor los fines y
los mediosdel desarrollopostulado.
Al discurso dominante sobre el desarrollo, excesivamentetec-
nocráticoy economicista,se oponeuna visión humanistae integraldel

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desarrolloque observacon celo el aspectocultural que le es inherente.
Este pensamientoaceptala preminicenciadel desarrollocientffico-téc-
nico, pero en lugar de atribuirle la cualidadde panaceaaconsejadefinir
el espacioy la orientrciónde la vocacióncientfficay tecnológicaa partir
de la concepcióngeneralformuladay de los fines humanosconcebidos.
Uno de los objetos de la retórica tecnológicaes que pese a su
insistenciaen el papel de la cienciay la tecnologfaignora la naturaleza
cultural de ambas.Obsesionadaen sus presumiblescontribucionesal
crecimientodel producto interno bruto y confiada en que podrán ser
trasplantadas de los paísesdesarrolladoscon resultadoslocalesseme-
jantes, ignorala complejidadreal del procesode su asentamienlocomo
culturas. Olvida que ellas sólo podrfan echar rafces-como ocurrió en
Europa y en otras partes-en presenciade profundoscambiossociales,
económicos,polfticos, educacionales, entreotros; y sobretodo que su
contribuciónal bienestarde las grandesmayoríasrequierereplantearse
la imagen-objetivodel desarrollo,restituyendosu sentidohumano;a fin
de cuentasla calidadde la vida humanano cabeen un coniuntode datos
económicos.
El desplieguede esta perspectivadeberfa oponerse al discurso
neoliberalhegemónicoy a la cancelaciónposmodernade los proyectos
socialesy la utopíassubversivas.Por lo pronto, América Latina ingresa
al tercer melenio con paso tambaleante,rostro desencajadoy ojos
atónitos.Estos, desgraciadamente, siguenmirando al norte y se toma
demasiadoen serio sus recetas.Serfa mejor desembarazarse de todos
los mitoides,replantearlos idealesde desarrollo,comprendersu dimen-
sión cultural y plantear en serio la incorporaciónde la ciencia y la
tecnologfaa los fundamentosde nuestrasculturas.

NOTAS Y LITERATURA CITADA


l. Vessuri,H. .I-a culturacientíficaenel futurodeVenezuela . En Verrczuela
haciael 2000.Desafiosy opciones.Editonal NuevaSociedad,1987.
2. Vessuri,H.: "Los papeles culturalesde la cienciaen los paísessuMesa-
rrollados' en El perfl de la cienciaen América. Cusder¡tosde Quipú.
México,1987.No 1.
3. Furtado,C.:Creatividad y dependencic. EditorialSieloXX. 1979.

360
4. Domoulin, J.: "Introducción' en cultura, sociedady desanolb. Editorial
de Cienciassociales.I-aHabana. I971.
5. Varsavsky, O. : Ciencia.poUticay Cientfi cismo. Centroeditor de América
Latina, BuenosAires. 1970.
6. Saldaña,J. J.: "Ciencia y Estado en América Latina'en Historia de
Cienciae da tecnología.Nova Stella,Brasil. 1989.
7. NrÍñez, J.: Ciencia y Cukura en el desanollo social de América Luina.
(Prensa)

36r

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