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La razón es otra muy diferente y que tiene que ver con si los rayos solares caen sobre la superficie terrestre
perpendicularmente, como pasa en verano, en el cual el Sol está muy alto, o caen de forma oblicua, como pasa en
invierno, en el cual el Sol no está nunca tanto alto como en verano. Pensemos en que si caen verticalmente su
energía calorífica se dispersa en una superficie más pequeña que si caen inclinados y, por lo tanto, cada
centímetro cuadrado se calienta más. Pero ¿Por qué los rayos solares inciden de forma diferente a lo largo del
año? En este capítulo encontrarás la respuesta a esta y a otras preguntas sobre las estaciones y sobre la estructura
de nuestro planeta, por cierto el único cuerpo celeste habitado que conocemos.
1 . El planeta Tierra. La Tierra es un planeta de forma esférica ligeramente aplanado en los polos. Su radio
ecuatorial es de 6.371km y su radio polar es 14km inferior. Dado su distancia al Sol presenta una temperatura
superficial media de 20 ºC, lo cual le permito mantener seres vivos, característica que no se da en ningún otro
astro conocido.
2 . Los movimientos de la Tierra. La Tierra presenta un movimiento de rotación sobre su eje realizando una
vuelta completa cada 23 horas y 56 minutos. Debido a este movimiento hay noche y día. También presenta
un movimiento de traslación alrededor del Sol dando una vuelta completa cada 365,25 días. Por esto y para
evitar desfases, tras tres años de 365 días hay un año bisiesto, es decir un año que tiene 366 días (por acuerdo
este día es el 29 de febrero). Se traslada alrededor del Sol a una velocidad de aproximadamente 40 km/s
describiendo una elipse en un plano denominado plano de la eclíptica.
3 . El origen de las estaciones. La sucesión de estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) se produce
debido a que el eje de rotación de la Tierra no es perpendicular al plano de la eclíptica, sino que forma con él un
ángulo de unos 67º. Debido a esta inclinación, a medida que la Tierra se traslada alrededor del Sol varía mucho la
inclinación de la radiación solar que incide en una misma zona a lo largo del año, originándose así épocas de
mayor calor (cuando los rayos solares inciden más perpendicularmente sobre la superficie) y épocas de menor
calor (cuando los raigs solares inciden más oblicuamente sobre la superficie). En el siguiente dibujo se puede
observar como cuando en el hemisferio Norte es invierno en el hemisferio Sur es verano y viceversa.
Posición 1. Esta es la posición del ciclo anual en la que al hemisferio Norte llegan más rayos solares y de forma
más perpendicular y en la que al hemisferio Sur llegan menos rayos solares y de forma más oblicua. Por esto, en
el hemisferio Norte se dan las temperaturas más altas del año, es el verano, y en el hemisferio Sur, se dan las
más bajas, es el invierno. En el hemisferio Norte, el día del año en el que los rayos solares llegan más
perpendiculares y hay más horas de luz es el 21 de junio. Es el día que empieza el verano. Se denomina por ello
solsticio de verano.
Posición 2. En el hemisferio Norte, tras el verano, el día en el cual hay tantas horas de luz como de oscuridad
es entre el 22 y el 23 de septiembre. Es el día que empieza el otoño. Se denomina equinoccio de otoño.
Posición 3. Esta es la posición del ciclo anual en la que al hemisferio Norte llegan menos rayos solares y de forma
más oblicua, y en la que al hemisferio Sur llegan más rayos solares y de forma más perpendicular. Debido a ello en
el hemisferio Norte se dan las temperaturas más bajas del año, es el invierno, y en el hemisferio Sur se dan las
más altas, es el verano. En el Hemisferio Norte, el día del año en el cual los rayos solares llegan más oblicuamente
y hay menos horas de luz es el 21 de diciembre. Es el día que empieza el invierno. Se denomina solsticio de
invierno.
Posición 4. En el hemisferio Norte, tras el invierno, el día que hay tantas horas de luz como de oscuridad es entre
el 20 y el 21 de marzo. Es el día que empieza la primavera. Se denomina equinoccio de primavera.
4 . La estructura de la Tierra. En la Tierra tradicionalmente se distinguen cuatro zonas que de fuera a adentro son:
1 . Atmósfera. Es la capa de gases (básicamente nitrógeno y oxígeno) que envuelve el resto del planeta
2 . Hidrosfera. Es la capa de agua que recubre el 75% de la superficie del planeta. Está formada por los océanos,
los mares, los ríos y los lagos.
3 . Biosfera. Es la zona de la atmósfera, hidrosfera y de la superficie rocosa en la cual hay seres vivos.
4 . Cuerpo central rocoso. Es la enorme masa de rocas y magmas que forma el planeta. En ella se distinguen tres
capas:
• Corteza oceánica. Es la corteza que está bajo los océanos, es decir la que constituye los fondos oceánicos. Sólo
tiene un espesor de 7 a 10 km y está formada por rocas volcánicas, básicamente por basalto.
• Corteza continental. Es la corteza que constituye los continentes. Tiene un espesor de unos 40 a 60 km y
básicamente está formada por rocas plutòniques, principalmente granito, y por rocas sedimentarias,
principalmente arcillas y calcáreas .
• Manto. Es la capa que hay bajo la corteza. Está constituida por silicatos de hierro y de magnesio. Llega hasta
2900 km de profundidad y presenta zonas sólidas y zonas pastoses.
• Núcleo. Es la parte central del planeta y por ello también recibe el nombre de endosfera. Está formado de hierro
(Fe) y níquel (Ni) por lo que también recibe el nombre de Nife . Presenta dos capas:
La Corteza Terrestre
Desde sus orígenes, nuestro planeta está compuesto de diversas capas que se
formaron mientras los materiales pesados caían hacia el centro y los más ligeros
salían a la superficie. Entre algunas de las capas se producen cambios químicos o
estructurales que provocan discontinuidades. Los elementos menos pesados, como
silicio, aluminio, calcio, potasio, sodio y oxígeno, componen la corteza exterior.
Las placas que forman la corteza terrestre se encuentran flotando sobre materiales
pastosos sometidos a fuertes presiones. Se desplazan lentamente las unas con
respecto a las otras. En el pasado estuvieron unidas, después se separaron formando
los actuales continentes.
Los métodos de datación sitúan la edad de algunos meteoritos en unos 4500 millones
de años coincidente con la edad de la tierra. Se cree que la composición de muchos
meteoritos es idéntica a la de algunas capas del interior terrestre. (foto arriba: cráter
en Arizona por el impacto de un un meteorito, tiene aproximadamente 1,5 Km. de
diámetro, y se cree que su masa era de 300.000 ton. y viajaba a una velocidad de
60.000 Km/h.)
La corteza
La corteza oceánica
La corteza continental
El manto
El manto superior se prolonga hasta los 650 o los 700 km de profundidad. En este
punto, la velocidad de las ondas sísmicas se incrementa, al aumentar la densidad. A
su vez, en el manto superior pueden diferenciarse dos regiones; en la superficial, el
incremento de velocidad es constante con relación a la profundidad, mientras que en
la inferior la velocidad decrece súbitamente. Como resultado de la fusión que
experimentan las peridotitas en esta última capa, su rigidez disminuye con relación a
la capa superior.
El grosor del manto inferior varía entre 650-700 km —bajo la astenosfera— y 2.900
km —en la discontinuidad de Gutenberg, que marca la separación entre el manto y el
núcleo—. En la parte interna de esta capa, tanto la densidad —que pasa de .4 kg/dm3
a 6 kg/dm3, aproximadamente— como la velocidad aumentan de manera constante.
El núcleo
Los principales elementos constitutivos del núcleo terrestre son dos metales: hierro y
níquel. A partir del límite marcado por la discontinuidad de Gutenberg, la densidad
experimenta un súbito aumento, desde 6 a 10 kg/dm3, aproximadamente. Por otra
parte, la velocidad de las ondas sísmicas primarias experimenta un rápido descenso
—se pasa de 13 km/s a 8 km/s—, al tiempo que no se registra propagación de ondas
secundarias hasta profundidades de 5.080 km. En este último punto, conocido como
discontinuidad de Lehmann, la velocidad de las ondas primarias vuelve a
incrementarse, situándose en torno a los 14 km/s en el centro del globo terrestre.
Existe un núcleo superior y un núcleo inferior; el primero, con ausencia de ondas
secundarias, aparece fundido, mientras que el segundo se encuentra en estado
sólido.
La prolongación de los continentes por debajo del nivel del mar constituye los
márgenes continentales, formados por corteza continental. Se distinguen tres zonas
principales: la plataforma, el talud y la elevación.
En torno a —200 m aparece el talud, una pendiente horadada por los denominados
cañones submarinos, por los que «viajan» sedimentos procedentes de la plataforma o
bien consecuencia de grandes desprendimientos submarinos provocados por los
terremotos. La acumulación de sedimentos determina el surgimiento de abanicos, por
la forma que adquiere el depósito, que conforman la elevación continental, a veces
muy extensa pero generalmente con poca pendiente.
Las cuencas
Las cuencas, cuya profundidad puede superar los 4.000 m, están formadas por
corteza oceánica. En ellas pueden individualizarse diversas formas, desde antiguos
volcanes, que hoy son montañas submarinas, hasta áreas deprimidas de perfil
estrecho y alargado, las denominadas fosas oceánicas, que marcan el punto de
contacto entre las placas litosféricas.
LITOSFERA Y ASTENOSFERA
• La litosfera, formada por la corteza y la zona externa del manto superior, es bastante
rígida, presenta aproximadamente 100 km de espesor y en ella, la velocidad de las
ondas sísmicas aumenta constantemente en función de la profundidad.
Está claro que el interior terrestre está formado por varias capas, y en esto coinciden
todos los modelos. Pero las investigaciones sobre el interior de la Tierra se han
centrado en dos aspectos. en la composición de los materiales que forman las
distintas capas del planeta y en el comportamiento mecánico de dichos materiales (su
elasticidad, plasticidad, el estado físico...)
Por eso, se distinguen dos tipos de modelos que presentan diferentes capas, aunque
coinciden en muchos puntos: el modelo estático y el modelo dinámico.
Capas en el modelo estático
Por debajo de la corteza se encuentra el manto, mucho más uniforme, pero con dos
sectores de composición ligeramente distinta: el manto superior, en el que destaca la
presencia de olivino, y el superior, con materiales más densos, como los silicatos.
Por último, la capa más interna es el núcleo, que se caracteriza por su elevada
densidad debido a la presencia de aleaciones de hierro y níquel en sus materiales. El
núcleo interno podría estar formado por hierro puro.
La capa más externa es la litosfera, que comprende la corteza y parte del manto
superior. Es una capa rígida. La litosfera descansa sobre la astenosfera, que equivale
a la parte menos profunda del manto. Es una capa plástica, en la que la temperatura y
la presión alcanzan valores que permiten que se fundan las rocas en algunos puntos.
El Suelo
Se conoce como suelo la parte superficial de la corteza terrestre conformada por
minerales y partículas orgánicas producidas por la acción combinada del viento el
agua y procesos de desintegración orgánica.
El suelo está formado por varios componentes: rocas, arena, arcilla, humus o materia
orgánica en descomposición, minerales y otros elementos en diferentes proporciones.
Factores químicos: los minerales de las rocas, al entrar en contacto con el agua o el
aire, se disuelven o se oxidan, dando origen a sustancias con propiedades diferentes
a las de los minerales primitivos.
Entre las piedras del suelo, se fue infiltrando el agua y el aire. El agua comenzó a
disolver diferentes materiales, a mezclarlos, y el oxígeno del aire a su vez, inició su
oxidación logrando entre ambos, una lenta descomposición de las rocas y la
formación de nuevos compuestos de pequeño tamaño y espesor. En esta etapa de
meteorización, las rocas sufrieron cambios químicos.
Factores geológicos:
Los terremotos, movimientos sísmicos,
derrumbes y temblores son los principales
factores geológicos que causan cambios
bruscos en el relieve, por consiguiente el
factor geológico es de suma importancia
en la formación del suelo, éste afecta la
erosión y deposición del material rocoso.
Perfil del suelo
Los suelos no son todos iguales entre sí, porque varía la cantidad y calidad de
partículas minerales y orgánicas que los componen.
Curva esfuerzo-deformación
Tipos de falla
2.2 SISMICIDAD
Un sismo es un movimiento
vibratorio que se origina en las zonas internas de la Tierra y que se
propaga por los materiales de la misma en todas direcciones. Los sismos
se generan por una liberación súbita de energía acumulada en las rocas
elásticas cuando las fuerzas de tensión a que están sometidas
sobrepasan ciertos valores.
Al lugar donde se inicia el movimiento sísmico se le
llama hipocentro o foco, y al punto más próximo de la superficie del
terreno situado en la vertical de aquel se le denominaepicentro. En
sentido estricto, ni el epicentro ni el hipocentro son puntos concretos ya
que, por lo general, la perturbación se produce a lo largo de una superficie
de falla de varios kilómetros. El movimiento vibratorio originado se
resuelve en forma de trenes de ondas concéntricas que partiendo del
hipocentro se propagan en todas direcciones.
El registro de las ondas sísmicas producido por un terremoto se
conoce con el nombre desismograma y se realiza mediante
los sismógrafos, instrumentos que registran las ondas sísmicas. Estos
pueden ser verticales u horizontales según que registren la componente
vertical u horizontal (norte-sur, este-oeste) del movimiento; de ahí que en
las estaciones de registro sean necesarios tres sismógrafos, uno vertical
y dos horizontales.
Con los datos obtenidos se trazan una serie de círculos concéntricos
sobre un mapa, cada uno de los cuales corresponde a una isosista, que
se indica en números romanos.
Ondas primarias (P). Son las más rápidas y, por consiguiente, las
primeras en llegar al sismógrafo. Se propagan por mediossólidos y
líquidos. Son ondas longitudinales en las que la vibración de las
partículas se produce en la dirección de propagación de la onda, de tal
manera que los materiales afectados se ven sometidos a un movimiento
oscilatorio de compresión y dilatación alternativo (rarefacción), igual que
ocurre en un muelle que ha sido estirado y soltado.
K = cte. de
incompresibilidad
µ = rigidez
ρ = densidad
Escala de Mercalli
2.3 VULCANISMO
FUNCIONES DE LA ATMÓSFERA
La temperatura media
de la superficie de La
Tierra es de 15 ºC. Si no
existiera este
calentamiento, la
temperatura sería de
unos –18 ºC, 33 ºC
menos.
De todas formas, la
temperatura de La
Tierra no es constante,
debido al ángulo de
incidencia de los rayos
solares y a la inclinación
del eje de giro de La
Tierra. Esto genera
grandes diferencias de
temperatura que se
equilibran gracias a
movimientos circulares
que ocurren en la
Atmósfera y la
Hidrosfera. Estos
movimientos se
producen desde las
zonas cálidas
intertropicales hasta las
zonas más frías, lo que
compensa la diferencia
de temperatura.
Fenómenos Meteorológicos
Tipos de Fenómenos
Lluvia: Es la precipitación de agua que cae a la tierra desde las nubes,
que son concentraciones de vapor de agua compuestas de diminutas
gotas, que al condensarse forman otras más grandes que se precipitan
sobre la tierra. La lluvia es más habitual en las zonas húmedas como son
por ejemplo las zonas tropicales.
Viento: este fenómeno atmosférico se debe a los movimientos de aire
provocados por las diferencias de temperatura y presión atmosférica. Al
calentarse el aire, se dilata, se hace menos pesado y tiende a elevarse
sobre las masas de aire frío. Existen, además, tipos de vientos propios
de lugares determinados que se producen a consecuencia de ciertas
características geográficas y climatológicas del lugar como el siroco.
Nieve: es un fenómeno meteorológico que sólo se produce cuando la
temperatura de la atmósfera es inferior a 0º grados centígrados. Esto
provoca que las pequeñas gotas de lluvia de las nubes se congelen y
formen cristales de hielo que precipitan sobre la tierra en forma de
copos. La probabilidad de que nieve en un lugar determinado está
condicionada también por la situación geográfica. Así se puede decir
que a mayor altitud, mayor posibilidad de que nieve, y a mayor cercanía
al Ecuador, menor posibilidad de que nieve.
Huracán: es un fenómeno meteorológico consistente en una tormenta
tropical que se forma en el mar, caracterizado por la potencia de sus
vientos superiores a 120 Km/h. Se generan en zonas de baja presión
atmosférica. Se suele reservar el nombre de huracán para las tormentas
de este tipo que se producen en el Océano Atlántico.
Tormenta eléctrica: es un fenómeno meteorológico consistente en una
tormenta caracterizada por la presencia de rayos y truenos. Los rayos
son descargas eléctricas que se originan por el choque de las cargas
eléctricas positivas y negativas de las nubes. Los truenos se producen
como consecuencia de los rayos. Son el ruido que generan las descargas
eléctricas y que se transmite por el aire. El trueno siempre es posterior
al rayo. Granizo: son gotas de agua convertidas en hielo. Se originan
tanto en verano como en invierno, y generalmente, en un tipo de nubes
características que reciben el nombre de cumulonimbus.
Arco iris: es la descomposición de la luz en los colores que la forman. Se
produce cuando los haces de luz del Sol atraviesan las gotas de lluvia.
Tornado: es una columna de viento giratoria que se extiende desde el
suelo hasta las nubes. Se produce en determinadas condiciones cuando
choca una corriente de aire frío y seco con otra de aire caliente y
húmedo. Tifón: es el nombre que reciben los huracanes cuando se
originan en el Océano Pacífico.
Inundación: Invasión lenta o violenta de aguas de río, lagunas o lagos,
debido a fuertes precipitaciones fluviales o rupturas de embalses,
causando daños considerables. Se pueden presentar en forma lenta o
gradual en llanuras, y de forma violenta o súbita, en regiones
montañosas de alta pendiente.
Sequías: Deficiencia de humedad en la atmósfera por precipitaciones
pluviales irregulares o insuficientes, inadecuado uso de las aguas
subterráneas, depósitos de agua o sistemas de irrigación.
Heladas: Producida por las bajas temperaturas, en general, causan daño
a las plantas y animales.
Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio,
produciendo a escala mundial un efecto similar al observado en un invernadero.
Balance de Calor
La mayor parte de la energía que llega a nuestro planeta procede del Sol. Viene en forma de radiación
electromagnética. El flujo de energía solar que llega al exterior de la atmósfera es una cantidad fija, llamada
constante solar. Su valor es de alrededor de 1,4 • 103 W/m2 (1354 Watios por metro cuadrado según unos
autores, 1370 W•m-2 según otros), lo que significa que a 1 m2 situado en la parte externa de la atmósfera,
perpendicular a la línea que une la Tierra al Sol, le llegan algo menos que 1,4 • 103 J cada segundo.
Para calcular la cantidad media de energía solar que llega a nuestro planeta por metro cuadrado de superficie, hay
que multiplicar la anterior por toda el área del círculo de la Tierra y dividirlo por toda la superficie de la Tierra lo que
da un valor de 342 W•m-2 que es lo que se suele llamar constante solar media
En un período suficientemente largo el sistema climático debe estar en equilibrio, la radiación solar entrante en la
atmósfera está compensada por la radiación saliente. Pues si la radiación entrante fuese mayor que la radiación
saliente se produciría un calentamiento y lo contrario produciría un enfriamiento.2 Por tanto, en equilibrio, la
cantidad de radiación solar entrante en la atmósfera debe ser igual a la radiación solar reflejada saliente más la
radiación infrarroja térmica saliente. Toda alteración de este balance de radiación, ya sea por causas naturales u
originado por el hombre (antropógeno), es un forzamiento radiativo y supone un cambio de clima y del tiempo
asociado.
Los flujos de energía entrante y saliente interacionan en el sistema climático ocasionando muchos fenómenos
tanto en la atmósfera, como en el océano o en la tierra. Así la radiación entrante solar se puede dispersar en la
atmósfera o ser reflejada por las nubes y los aerosoles. La superficie terrestre puede reflejar o absorber la energía
solar que le llega. La energía solar de onda corta se transforma en la Tierra en calor. Esa energía no se disipa, se
encuentra como calor sensible o calor latente, se puede almacenar durante algún tiempo, transportarse en varias
formas, dando lugar a una gran variedad de tiempo y a fenómenos turbulentos en la atmósfera o en el
océano.Finalmente vuelve a ser emitida a la atmósfera como energía radiante de onda larga.2 Un proceso
importante del balance de calor es el efecto albedo, por el que algunos objetos reflejan más energía solar que
otros. Los objetos de colores claros, como las nubes o la superficies nevadas, reflejan más energía, mientras que
los objetos oscuros absorben más energía solar que la que reflejan. Otro ejemplo de estos procesos es la energía
solar que actúa en los océanos, la mayor parte se consume en la evaporación del agua de mar, luego esta energía
es liberada en la atmósfera cuando el vapor de agua se condensa en lluvia.
Balance de Calor
Balance anual de energía de la Tierra desarrollado por Trenberth, Fasullo y Kiehl de la NCAR en 2008. Se basa en
datos del periodo de marzo de 2000 a mayo de 2004 y es una actualización de su trabajo publicado en 1997. La
superficie de la Tierra recibe del Sol 161 w/m2 y del Efecto Invernadero de la Atmósfera 333w/m², en total 494
w/m2,como la superficie de la Tierra emite un total de 493 w/m2 (17+80+396), supone una absorción neta de calor
de 0,9 w/m2, que en el tiempo actual está provocando el calentamiento de la Tierra.
La Tierra, como todo cuerpo caliente superior al cero absoluto, emite radiación térmica, pero al ser su temperatura
mucho menor que la solar, emite radiación infrarroja por ser un cuerpo negro. La radiación emitida depende de la
temperatura del cuerpo. En el estudio del NCAR han concluido una oscilación anual media entre 15,9 °C en julio y
12,2 °C en enero compensando los dos hemisferios, que se encuentran en estaciones distintas y la parte terrestre
que es de día con la que es de noche. Esta oscilación de temperatura supone una radiación media anual emitida
por la Tierra de 396 W/m2
La energía infrarroja emitida por la Tierra es atrapada en su mayor parte en la atmósfera y reenviada de nuevo a la
Tierra. Este fenómeno se llama Efecto Invernadero y garantiza las temperaturas templadas del planeta.
Efecto Invernadero
El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que permite mantener una temperatura agradable en el
planeta, al retener parte de la energía que proviene del sol. A través de las actividades humanas se liberan
grandes cantidades de carbono a la atmósfera a un ritmo mayor de aquel con que los productores y el océano
pueden absorberlo, éstas actividades han perturbado el presupuesto global del carbono, aumentando, en forma
lenta pero continua el CO2 en la atmósfera; propiciando cambios en el clima con consecuencias en el ascenso en
el nivel del mar, cambios en las precipitaciones, desaparición de bosques , extinción de organismos y problemas
para la agricultura.
Gases como el CO2, ozono superficial (O3)4, óxido nitroso (N2O) y clorofluoralcanos se acumulan en la atmósfera
como resultado de las actividades humanas, derivando en un aumento del calentamiento global, esto ocurre
porque los gases acumulados frenan la pérdida de radiación infrarroja (calor) desde la atmósfera al espacio. Una
parte del calor es transferida a los océanos, aumentando la temperatura de los mismos, lo que implica un aumento
de la temperatura global del planeta. Como el CO2 y otros gases capturan la radiación solar de manera semejante
al vidrio de un invernadero, el calentamiento global producido de este modo se conoce como efecto invernadero.
Efecto Invernadero
Gases integrantes de la atmósfera, de origen natural y antropogénico, que absorben y emiten radiación en
determinadas longitudes de ondas del espectro de radiación infrarroja emitido por la superficie de la Tierra, la
atmósfera, y las nubes. Esta propiedad causa el efecto invernadero. El vapor de agua (H2O), dióxido de
carbono (CO2), óxido nitroso (N2O), metano (CH4), y ozono (O3) son los principales gases de efecto
invernadero en la atmósfera terrestre. Además existe en la atmósfera una serie de gases de efecto
invernadero totalmente producidos por el hombre, como los halocarbonos y otras sustancias que contienen
cloro y bromuro, de las que se ocupa el Protocolo de Montreal. Además del CO2, N2O, y CH4, el Protocolo de
Kiyoto aborda otros gases de efecto invernadero, como el hexafluoruro de azufre (SF6), los
hidrofluorocarbonos (HFC), y los perfluorocarbonos (PFC).
Las moléculas de los GEI tienen la capacidad de absorber y re emitir las radiaciones de onda larga (esta es la
radiación infrarroja, la cual, es eminentemente térmica) que provienen del sol y la que refleja la superficie de la
Tierra hacia el espacio, controlando el flujo de energía natural a través del sistema climático. El clima debe de
algún modo ajustarse a los incrementos en las concentraciones de los GEI, que genera un aumento de la
radiación infrarroja que es absorbida por los GEI en la capa inferior de la atmósfera (la troposfera), en orden a
mantener el balance energético de la misma. Este ajuste generará un cambio climático que se manifestará en
un aumento de la temperatura global (referido como calentamiento global) que generará un aumento en el nivel
del mar, cambios en los regímenes de precipitación y en la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos
extremos (tales como tormentas, huracanes, fenómenos del Niño y la Niña), y se presentará una variedad de
impactos sobre diferentes componentes, tales como la agricultura, los recursos hídricos, los ecosistemas, la
salud humana, entre otros