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La identidad, incluida la de género, se construye a lo largo de la vida y no se elige. La identidad contiene muchos aspectos como la profesión, personalidad y valores, no solo el sexo biológico o género. Aunque las personas son más que su género, el reconocimiento de la identidad de género es importante para el autoconcepto ya que determina cómo se experimenta la sexualidad y contribuye al sentido de identidad y pertenencia.
La identidad, incluida la de género, se construye a lo largo de la vida y no se elige. La identidad contiene muchos aspectos como la profesión, personalidad y valores, no solo el sexo biológico o género. Aunque las personas son más que su género, el reconocimiento de la identidad de género es importante para el autoconcepto ya que determina cómo se experimenta la sexualidad y contribuye al sentido de identidad y pertenencia.
La identidad, incluida la de género, se construye a lo largo de la vida y no se elige. La identidad contiene muchos aspectos como la profesión, personalidad y valores, no solo el sexo biológico o género. Aunque las personas son más que su género, el reconocimiento de la identidad de género es importante para el autoconcepto ya que determina cómo se experimenta la sexualidad y contribuye al sentido de identidad y pertenencia.
la identidad no se elige, al igual que no se elige la orientación
sexoafectiva, la identidad se construye. Todos y cada uno de nosotros construimos nuestra identidad a lo largo de nuestra vida, no sólo las personas trans.
La identidad es un gran cenit que contiene muchos aspectos de nosotros, no únicamente el género. Estaría nuestra profesión, nuestra personalidad, nuestros rasgos, actitudes y aptitudes, valores, características… quienes somos, pero no únicamente nuestro sexo biológico y nuestro género psicosocial, las personas somos mucho más que todo eso.
Pero que seamos mucho más que todo eso no significa que el reconocimiento de nuestra identidad de género no sea importante. Es uno de los aspectos más importantes de nuestro autoconcepto. Determina la forma en experimentamos nuestra sexualidad y contribuye al sentido de identidad, singularidad y pertenencia.