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FILOSOFÍA – 6to
TRABAJO PRÁCTICO N° 1:
ACTIVIDADES:
1) Lectura comprensiva: Puede resultar un texto difícil, por lo cual deben leerlo despacio,
reflexionando, viendo la relación de cada oración con la siguiente y las anteriores. Un texto
es un tejido. Para entender el tejido debo entender de qué está hecho, cada hebra, cada hilo,
cada color. Los hilos y hebras son las palabras. Para eso es que primero tienen que buscar
en el diccionario y en internet el significado de palabras de las cuales no estén del todo
seguros de su significado.
En esta respuesta lo más importante será el por qué, es decir cómo argumentes. La
respuesta debe ser totalmente personal, fundamentada y con criterio, lo más sólida posible.
Este punto final es el más importante, porque es el resultado de todo lo trabajado. Por favor,
no ser demasiado breves, porque es imposible filosofar en dos renglones.
Entonces las partes del trabajo deben ser presentadas en este orden y con los números y
encabezamientos correspondientes:
TEXTO:
“La historia de la filosofía como pensar metódico tiene sus comienzos hace dos mil
quinientos años, pero como pensar mítico mucho antes. Sin embargo, comienzo no es lo
mismo que origen. El comienzo es histórico (…) Origen es, en cambio, la
fuente de la que mana en todo tiempo el impulso que mueve a filosofar. (…)Este origen es
múltiple. Del asombro sale la pregunta y el conocimiento, de la duda acerca de lo conocido,
el examen crítico y la certeza; de la conmoción del hombre y de la conciencia de estar
perdido, la cuestión de su propio ser. Representémonos ante todo estos tres motivos.
Platón decía que el asombro es el origen de la Filosofía. Nuestros ojos nos “hacen
partícipes del espectáculo de las estrellas, del sol y de la bóveda celeste”. Este espectáculo
nos ha dado el impulso de investigar el universo. De aquí brotó para nosotros la Filosofía,
el mayor de los bienes deparados por los dioses a la raza de los mortales. Y Aristóteles
[añade]: ‘Pues la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar: empezando por
admirarse de lo que les sorprendía por extraño, avanzaron poco a poco y se preguntaron por
(…) el origen del Universo’. El admirarse impulsa a conocer. En la admiración se cobra
conciencia de no saber. Se busca el saber, pero el saber mismo, no ‘para satisfacer ninguna
necesidad común’. El filosofar es como un desvincularse de las necesidades de la vida:
tiene lugar mirando desinteresadamente a las cosas, al cielo y al mundo, preguntando qué es
todo ello y de dónde viene, preguntas cuyas respuestas no sirven para nada útil, sino que
resultan satisfactorias por sí solas.
Una vez que he satisfecho mi asombro y admiración con el conocimiento de lo que existe,
pronto se anuncia la duda. Los conocimientos se acumulan, pero ante el examen crítico no
hay nada cierto: Las percepciones están condicionadas por nuestros órganos sensoriales y
son engañosas o en todo caso no concordante con lo que existe fuera de mí. Nuestras
formas mentales son las de nuestro humano intelecto: se enredan en contradicciones
insolubles; por todos partes se alzan unas afirmaciones frente a otras.
Jaspers nos está señalando así dos posibles fuentes de error: 1) los sentidos, que tienen
limitaciones: con la luz escasa, por ejemplo, confundimos los colores; 2) la razón, que nos
lleva a veces a demostraciones contradictorias (por ej., se han
formulado pruebas racionales de la existencia y de la inexistencia del alma).Y a esto añade
dos formas de duda que se han dado históricamente: la duda pirroniana o escepticismo
absoluto, propuesta por Pirrón de Elis en la Antigüedad, que consiste en la negación de
cualquier posibilidad de conocimiento, y la duda cartesiana, o escepticismo metódico,
propuesta por Descartes en la Edad Moderna, en la que se busca un camino para llegar a la
certeza. Descartes decía “Pienso, luego existo” y esta inferencia era para él incuestionable.
¿Por qué? Luego de mostrar a través de ejemplos la escasa confiabilidad de los sentidos, de
haber señalado la posibilidad de confundir sueño y vigilia Descartes había propuesto la
hipótesis de un genio maligno capaz de engañarlo en todo momento. Aún así,
equivocándose en todo, podía llegar a estar seguro de algo: mientras estaba dudando estaba
pensando y al pensar estaba existiendo en tanto ser pensante. La duda metódica parece más
viable que la duda pirroniana ya que esta puede llegar a ser paralizante. Si todo
conocimiento de la realidad es imposible:
¿qué línea de acción elijo en cada momento? No me puedo pronunciar ni respecto de lo que
es alimenticio o venenoso, ni de cómo trasladarme de un lugar a otro, etc.
Según Jaspers el hombre puede mirar hacia afuera —al mundo—, o hacia adentro
-a sí mismo-; cuando su mirada se vuelve hacia sí mismo, entonces toma conciencia de su
situación en el mundo: no puede saberlo todo, no puede tenerlo todo, no vivirá
indefinidamente, etc. Esto le provoca angustia —que no es sino una conmoción
interior”— y lo lleva a formularse nuevas preguntas. En las palabras de Jaspers: “Estamos
siempre en situaciones. Las situaciones cambian, las ocasiones se suceden. Si no se las
aprovecha, no vuelven más. Puedo trabajar por hacer que cambien determinadas
situaciones. Pero hay otras que son, por su esencia, permanentes aun cuando se altere su
apariencia momentánea: no puedo menos de morir, ni de padecer, ni de luchar; estoy
sometido al azar; me hundo inevitablemente en la culpa. A estas situaciones fundamentales
de nuestra existencia las llamamos situaciones límites. Quiere decir que son situaciones
de las que no podemos salir y que no podemos alterar. La conciencia de estas
situaciones límites es, después del asombro y de la duda, el origen, más profundo aún, de
la Filosofía. (…) Estos tres influyentes motivos —la admiración y el
conocimiento, la duda y la certeza, el sentirse
perdido y el encontrarse a sí mismo — no agotan lo que nos mueve a filosofar
en la actualidad. En estos tiempos, que representan el corte más radical de la historia,
tiempos de una disolución inaudita y de posibilidades solo oscuramente atisbadas, son sin
duda válidos, pero no suficientes, los tres motivos expuestos hasta aquí. Estos motivos
resultan subordinados a una condición, la de comunicación entre los hombres (…)
Comunicación que no se limite a ser de intelecto a intelecto, de espíritu a espíritu, sino que
llegue a ser de existencia a existencia.”
Fuente: (Jaspers, Karl, La filosofía, pp. 16, 17 y 21) (Filosofía : Esa búsqueda reflexiva.
Marta Frasinetti de Gallo)
TRABAJO PRÁCTICO N° 2:
En esta unidad trabajaremos algunos temas de la gnoseología (del griego: gnosis
= conocimiento y logos = estudio) o también llamada esta rama de la filosofía: “Teoría del
conocimiento”. Dentro de la diversidad de problemas gnoseológicos que se pueden
plantear, abordaremos el referido al origen de nuestros conocimientos.
ACTIVIDADES:
1) Lectura comprensiva de todo el texto. Si me cuesta, lo leo más de una vez. Si no
entiendo una palabra, busco en google, en internet o en el diccionario de la RAE su
significado. Trato de aprovechar esto porque es un conocimiento que enriquece mi cultura
y me forma para el futuro, a la vez que expande mi mente. Me da respuestas, y me genera
otras muy valiosas.
Te recuerdo que un resumen se arma extrayendo las ideas principales de un texto, las cuales
pueden ser subrayadas y transcriptas textuales y que por sobre todo siempre incluye y
respeta la estructura y los títulos del texto original, porque los títulos son las ideas más
importantes de todas. Sea que lo hagas trascribiendo las ideas principales o explicándolas
con tus palabras, lo importante es que se mantenga lo esencial del texto y que nada
importante quede afuera. Eso es un verdadero resumen. Podés incluir cuadros sinópticos.
TEXTO:
¿Cómo se origina el conocimiento?
¿De dónde provienen los conocimientos? ¿Provienen del mundo exterior y los captamos
por medio de los sentidos o ya nacemos con determinados conocimientos y los
acrecentamos por medio del conocimiento sensorial?
EMPIRISMO:
Los empiristas responderán que los conocimientos se obtienen por los sentidos, es decir,
se fundan en la experiencia.
El empirismo tuvo un gran auge en las Islas Británicas (Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda)
en los siglos XVII y XVIII. Siendo sus representantes: Francis Bacon (1561-1626), John
Locke (1632-1704), George Berkeley (1685- 1753) y David
Hume (1711-1776).
John Locke:
Locke plantea el problema investigando qué sucede con nuestro conocimiento sensorial. Él
escribe en su ensayo:
(Locke, John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Libro II. Cap. 1 De las ideas en
general y de su origen.)
David Hume
A su vez, David Hume escribe: “Nada puede parecer, a primera vista, más ilimitado
que el pensamiento del hombre que no sólo escapa a todo poder y autoridad
humanos, sino que ni siquiera está encerrado dentro de los límites de la
naturaleza y de la realidad. Formar monstruos y unir formas y apariencias
incongruentes, no requiere de la imaginación más esfuerzo que el concebir
objetos más naturales y familiares. Y mientras que el cuerpo está confinado a un
planeta a lo largo del cual se arrastra con dolor y dificultad, el pensamiento, en un
instante, puede transportarnos a las regiones más distantes del universo; o incluso
más allá del universo, al caos ilimitado, donde según se cree, la naturaleza se
halla en confusión total. Lo que nunca se vio o se ha oído contar, puede, sin
embargo, concebirse. Nada está más allá del poder del pensamiento, salvo lo que
implica contradicción absoluta. Pero, aunque nuestro pensamiento aparenta
poseer esta libertad ilimitada, encontraremos en un examen más detenido que, en
realidad, la mente no viene a ser más que la facultad de mezclar, trasponer,
aumentar o disminuir los materiales suministrados por los sentidos y la
experiencia. Cuando pensamos en una montaña de oro, unimos dos ideas
compatibles: oro y montaña, que conocíamos previamente. En resumen, todos los
materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o externa. La
mezcla y composición de esta corresponde sólo a nuestra mente y voluntad. O,
para expresarme en un lenguaje filosófico, todas nuestras ideas o percepciones
más endebles, son copias de nuestras impresiones o percepciones más intensas.”
(Hume, D. Investigación sobre el conocimiento humano, 1748).
Hume señala que todo conocimiento proviene en última instancia de las impresiones, y
llama “impresiones” a las percepciones más intensas, tanto las de los sentidos (vista,
tacto, olfato, etc.), como las de los sentimientos o emociones (amor, odio, deseo, etc.).
Podemos combinar algunas ideas que tenemos para producir una nueva idea diferente de
las anteriores, e incluso una idea que no
corresponda a una impresión dada (por ejemplo, podemos tener la idea de sirena o de
unicornio). Sin embargo, si analizamos estas ideas, encontraremos que son la suma o
combinación de otras que sí corresponden a impresiones (por ejemplo, las impresiones de
mujer y de pez; o las impresiones de caballo y cuerno).
RACIONALISMO:
En oposición a la postura empirista que sostiene que el conocimiento se origina en la
experiencia, para los racionalistas el conocimiento auténtico es el que se basa en la
razón.
En su obra el “Discurso del método” presenta cuatro reglas que deben seguirse en toda
investigación:
1 - “La primera regla dice que una idea es verdadera cuando es evidente, y es evidente
cuando es “clara y distinta”, una idea es clara cuando se manifiesta directamente al
espíritu y es distinta cuando la idea solo incluye los elementos esenciales. Estos conceptos
se oponen a “oscuro y confuso”.
Pero cuando llega al extremo de dudar de todo, aparece la certeza: si soy capaz de dudar,
hay algo que puedo garantizar: si dudo, existo. Con su verdad fundamental “pienso
luego existo”, pone al sujeto pensante, al individuo, en un papel preponderante, esto
es el signo fundamental de la modernidad. También Descartes es el fundador del
racionalismo moderno, que afirma que ha encontrado la verdad fundamental (pienso luego
existo) por medio de una intuición intelectual, y a partir de ella por vía racional, podrá ir
hallando otras verdades. ¿Qué verdades? Todas, no importa cuáles fueren, si es fiel al
método y mediante el recto y poderoso empleo de la razón, no habrá cosa que el ser
humano no pueda descubrir y explicar algún día. Esto es parte del optimismo que funda el
racionalismo y que luego culminará en la idea de progreso, que atraviesa toda la
Modernidad. La razón es así la fuente y base del conocimiento humano. Para el
racionalismo, el sujeto pensante posee “ideas innatas”, ya que no proceden de los
sentidos y están en nosotros desde que nacemos, como la idea de Dios, el Yo,
el infinito, la causalidad, la perfección, etc. Estas ideas son innatas porque jamás pudieron
salir de la experiencia. Dios es finalmente el fundamento último del conocimiento, ya que
es quien ha puesto en nosotros esas ideas innatas y la razón para que construyamos un
conocimiento verdadero del mundo en que vivimos, afirma Descartes.
“Todo lo que he admitido hasta ahora como más verdadero y seguro lo he tomado
de los sentidos o por los sentidos; pero he experimentado a veces que estos
sentidos eran engañosos y es propio de la prudencia no confiar jamás
enteramente en los que nos han engañado una vez. ¡Cuántas veces no me ha
sucedido de noche soñar que me hallaba en este sitio, que estaba vestido, que
me encontraba junto al fuego, aunque yaciera desnudo en mi lecho! En este
momento me parece que no miro este papel con ojos dormidos, que esta cabeza
que muevo no está adormecida, que a sabiendas y con propósito deliberado
extiendo esta mano y la siento; lo que se presenta en el sueño no parece de
ningún modo tan claro ni tan distinto como todo esto. Pero pensando en ello
cuidadosamente, recuerdo haberme engañado a menudo con parecidas ilusiones,
mientras dormía. Y deteniéndome en este pensamiento, veo tan manifiestamente
que no existen indicios concluyentes ni señales lo bastante ciertas por medio de
las cuales pueda distinguir con nitidez la vigilia del sueño, que me siento
realmente asombrado; y mi asombro es tal que casi llega a convencerme de que
duermo.”
Este y muchos análisis que Descartes lleva a cabo sobre el poder de los sentidos le hacen
poner en duda la fiabilidad de estos, concluyendo que los sentidos no pueden ser la fuente y
fundamento del verdadero conocimiento.
TRABAJO PRÁCTICO N° 3:
DESCARTES: “YO DUDO DE TODO LO QUE VEO Y PIENSO”
Luego de leer el TEXTO completo, escribí con tus palabras qué te parecen las ideas
de Descartes. ¿Tienen sentido para vos? ¿Sirven para algo? ¿Por qué creés que
Descartes se plantea estas cosas? ¿Lo hace porque es tonto y crédulo, que cree en
dioses y duendes, o detrás de estos planteos que él hace hay algo más, algo profundo
que tiene que ver con nuestra existencia, con la base de todo lo que somos, de todo
lo que vemos, con la validez de todas nuestras opiniones? Si tuvieras que hacerle
una crítica a Descartes por sus ideas, ¿cuál sería? Si tuvieras que elogiarlo y
felicitarlo por algo de lo que piensa, ¿qué cosa te parecen rescatables de él?
Escribime tus ideas siempre con TUS PALABRAS, nunca algo copiado de internet, eso
no tiene valor, me interesa tu propio pensamiento. Tenés que sentarte tranquilo/a, a leer el
texto, y luego de reflexionar y filosofar, ponerte a escribir tú reflexión.
FORMATO: Debe ser un texto que tenga como mínimo 7 renglones y como máximo
una hoja entera.
TEXTO:
¿EN QUÉ SENTIDO USA DESCARTES LA PALABRA “GENIO”?:
Les voy a explicar la cuestión de Dios y el genio maligno en Descartes, que es un tema
que genera controversia y se discute en filosofía hasta hoy.
Para entender esto del genio maligno y Dios, recomiendo leer la primera y segunda
meditación de Descartes, de su libro “Meditaciones Metafísicas”. Es un libro breve
pero poderoso. Descartes allí realiza todo un razonamiento previo por el cual a partir de
un momento crucial de su vida él decide dudar de todo, porque piensa que todo es dudoso y
cuestionable, eso es lo que le fue mostrando su experiencia de vida hasta el momento, y
esto le genera zozobra, siente que ha llegado a un momento en que no tiene terreno firme
donde pisar y afirmarse en ningún conocimiento 100 % certero. Entonces dice: si quiero
encontrar algo seguro, para en el futuro crear un sistema de ciencia sólido (recordar que
aun no existía la ciencia), tengo que comenzar por dudar de todo, y así, de tanto dudar,
encontrar algo que no pueda dudar de tan seguro que esté de ello. Así es como en su camino
hacia la búsqueda de la verdad, decide primero desechar como dudoso todo aquello que
viene de los sentidos, porque lo considera engañoso, como por ejemplo cuando ves a la
distancia lo que parece un hombre, y cuando te acercás, pongamos por caso, que estás en el
desierto, ves que en realidad no era un hombre lo que veías a lo lejos, sino un cactus, ¡los
sentidos te engañaron durante un buen rato! Y así hay muchos ejemplos, suelen engañarnos
montones de veces algunos de los 5 sentidos en nuestras vidas, y a veces más de uno a la
vez. Entonces se dice a sí mismo en las Meditaciones: a partir de ahora no voy a creer más
en los sentidos como si fueran la verdadera fuente de conocimiento, porque los sentidos
suelen ser engañosos, pero hay algo de lo cual sí no puedo dudar, ¡Y esto es de la razón, el
pensamiento puro! Las matemáticas, que son racionales, son perfectas, nadie puede dudar
de las verdades que enuncia la razón, porque tiene leyes y reglas lógicas. Entonces,
continúa Descartes: pero ahora me voy a poner más insistente con esto y proponer una
hipótesis complicada pero que nadie me puede decir que esto no es al menos UNA
POSIBILIDAD entre miles, osea si alguien quisiera inventar una objeción rara pero que
es una posibilidad, aunque
fuere remota, para tirar abajo y decir que LA RAZÓN TAMPOCO ES VÁLIDA EN SÍ
MISMA sería esta:
¿Y si hay una especie de genio maligno que esté en mi mente, y que su único propósito
sería reírse de mí, burlarse y confundirme y que cuando yo diga 2 + 2 =
4 en realidad sea 5, pero el ser este maligno invisible que es como un virus informático que
se metió en mi software mental, en mi psique (o que quizá siempre estuvo allí de fábrica),
me va a hacer pensar siempre que es "4" la respuesta correcta y yo muy contento de pensar
que esto es la verdad, aunque sea mentira?.
¿Y por qué haría esto esta entidad? Porque es malo, no es garantía de nada, no le importa en
absoluto que yo halle la verdad, pero sí divertirse conmigo, esa es su razón de ser,
engañarme, confundirme. ¿A qué quiere llegar Descartes con esta hipótesis tan extraña? A
que si esto fuera cierto, si existiera la más mínima POSIBILIDAD de que tal entidad
existiera en mi mente, y que toda la vida me hubiera engañado, en realidad no habría
ninguna verdad para afirmar como absolutamente segura, porque nuestra razón estaría
podrida, sería inútil, viciada de raíz. Entonces concluye: es imperativo, vital en este
empeño, probar que Dios existe, mediante vías filosóficas, para poder justificar que mi
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO es correcta, y que la razón sí es válida como camino al
conocimiento. Necesito recurrir a alguien, todopoderoso, omnipotente, perfecto, que esté
por encima de todo y de todos, que de alguna manera me garantice que aparte de que yo
existo, también las verdades racionales son ciertas, como por ejemplo las matemáticas.
Porque si Dios existe, no dejaría existir al genio maligno, o al menos no le daría tanto
poder. Son dos cosas excluyentes, o la una o la otra.
¿Por qué tengo que probar esto? Porque tengo que mostrar que de alguna manera este
Universo en el fondo está bien hecho, con un buen propósito, que yo, que mi mente está
bien hecha, y que mi razón está hecha perfectamente para conocer la realidad y todo lo que
me rodea, que mi razón y el Universo están hechos el uno para el otro y tienen el mismo
origen. Si yo pruebo que Dios existe, y sabiendo que además es bueno, por su misma
definición y esencia de su idea, porque su naturaleza esencial es la bondad, luego con eso
pruebo que mi razón (con la cual Él me construyó, me creó, me diseñó) es válida para
conocer la realidad, para pensarla, y no tendría sentido ni Dios permitiría que un “genio” o
espíritu maligno estuviera en mi mente burlándose siempre de mí y de mis razonamientos
cuando en realidad estos son lógicos y ordenados, porque para algo Dios me hizo un ser
pensante. Entonces ahí procede inmediatamente en las meditaciones siguientes a probar por
qué Dios necesaria y racionalmente existe y TIENE que existir, desde un punto de vista
lógico. Si logra probar eso, todo lo demás cobra sentido, se sostiene y ya nada le impide
conocer el mundo entero a través de la razón, no hay límites para eso, porque en el fondo es
un don que procede y que es reflejo del mismo Dios. Esta vía racionalista, de
PENSAMIENTO
PURO, será uno de los pilares que formará parte de la conciencia moderna del progreso
indefinido, que dice que con la razón puedo lograrlo todo. Si me das un buen método,
piensa Descartes, no hay nada que no pueda conocer, nada que no pueda alcanzar, no
importa el tiempo que lleve, porque tengo el arma más poderosa que existe: el pensamiento,
la razón.
TRABAJO PRÁCTICO N° 4:
Te pido una reflexión filosófica absolutamente personal que responda a esta pregunta
en base a lo estudiado en el T. P. N° 5. (también podés revisar el N° 6).
CONSIGNA:
Con este último TP, cerramos esta Unidad, es el más importante porque es la conclusión.
Porque es genuino, porque es tuyo, porque es lo que das y lo que te llevás, lo más valioso,
tu propio pensamiento. Sé que cuesta, pero vale la pena. Para esto es la filosofía. Está
demás decir que nadie puede escribir lo mismo, por tanto rechazaré
trabajos que estén iguales, no serán aceptados. Es un trabajo individual, para que cada uno
reflexione, por lo tanto es imposible copiarse. Muchísimo menos aceptaré respuestas
tomadas de internet, por ningún motivo. Son respuestas con tus palabras, en tu propio
lenguaje, no importa si no está muy bien escrito, yo quiero darme cuenta que son tus
ideas, no copiadas. Son estudiantes, no filósofos, no les pido la Luna, sino algo sencillo. Si
no querés hablar solamente de lo que te pido y querés además agregar, o decir en cambio,
otros aspectos o conclusiones que sacaste de todo ese texto y trabajo, todo lo que se te
ocurra, será bienvenido, el tema es que sean tus ideas propias pensadas, y no de otros,
porque la idea es que trabajes tu mente, eso es lo que te hace crecer. Obviamente podés usar
y citar ideas de Locke o Descartes, etc., pero la conclusión, el armado, debe ser tuyo. Lo
único que tenés que hacer es volver a leer pausadamente y a conciencia el texto del T. P. N°
5, pensar un poco, y ponerte a escribir.
Muchas personas se quejan de que no son libres: dicen que no pueden pensar libremente,
que las campañas políticas les llenan la cabeza y no pueden elegir a conciencia al mejor
candidato, que no pueden elegir la carrera que más les gusta porque no tendrían trabajo al
recibirse, que no tienen dinero para comprar lo que necesitan para llevar a cabo sus
objetivos, que son de un signo de agua y por eso no tienen el empuje necesario para llevar a
buen fin sus proyectos, que el tiempo no alcanza, que están cansados, que no les da la
cabeza, que no tienen suerte, que no recibieron una buena educación cuando eran chicos,
etcétera.
Estos problemas pueden ser reales y constituir obstáculos, pero ¿no será que prefieren decir
que no son libres para no tener que comprometerse, para no tener que responsabilizarse
por lo que viven? Tales problemas, ¿realmente no les permiten tomar decisiones para
hacerles frente? Cuando están satisfechos, no dicen que no son libres, sino que se adjudican
el mérito de haber actuado como lo hicieron. Pero, si se sienten en falta, si sienten que no
hicieron lo que debían, entonces se excusan diciendo que no tuvieron alternativas.
Jean-Paul Sartre, famoso filósofo existencialista francés, sostenía que el ser humano
está condenado a ser libre, porque siempre elige entre diversas alternativas. Aún en las
situaciones más dramáticas, los hombres eligen qué hacer. Incluso, decir que no se es libre
es una elección. No elegir o delegar en otros las responsabilidades es también una
elección.
Todos estamos inmersos en alguna situación. Todos nacemos en una familia determinada,
en una región con su clima, en una época. Todo eso forma parte de una situación. Como
dijo el filósofo español Fernando Savater, “no somos libres de elegir lo que nos pasa
(haber nacido tal día, de tales padres y en tal país) sino libres para responder a lo que
nos pasa de tal o cual modo (obedecer o rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos
o resignados)”.
Que nuestros actos sean libres no significa que podamos hacer cualquier cosa en cualquier
momento. Siempre actuamos dentro de ciertas circunstancias. Elegimos entre opciones que
se nos presentan y que no podemos inventar. En un país democrático podemos querer ser
presidente o legislador, pero no rey, pues no
está dentro de las posibilidades. Las posibilidades no son infinitas, pero suelen ser más que
las que reconocemos.
Nuestras conductas no son automáticas, somos libres y podemos elegir cambiar. Con el
uso de nuestra libertad, creamos los obstáculos y las oportunidades. Nuestro cuerpo puede
ser un obstáculo si queremos competir en una olimpíada, pero no lo es si lo que decidimos
es dedicarnos a la música o al estudio.
Una prueba de que somos libres es la angustia que sentimos cuando tomamos algunas
decisiones. ¿Por qué nos angustiamos? Porque sentimos que en cualquier momento
podemos cambiar nuestro proyecto, podemos cambiar nuestra elección, incluso invertirla.
Nunca estamos totalmente seguros y eso produce angustia. Porque somos libres tenemos la
capacidad de cambiar, para bien o para mal. Tenemos la capacidad de evaluar nuestras
vidas, de pensar en lo que venimos haciendo y de decidir cambiar de rumbo. Esta capacidad
de cambio nos hace personas dignas de respeto. Los seres humanos no somos lo que somos
por naturaleza o por instinto. Eso es lo que nos diferencia de los animales.
Basándose en estas ideas, el filósofo israelí, Avishai Margalit opina en su obra “La
sociedad decente” que hasta los peores delincuentes merecen un respeto humano básico,
“puesto que existe la posibilidad de que reevalúen radicalmente sus vidas pasadas y de que
vivan el resto de sus vidas de manera digna si se les da la oportunidad”. Esto no significa
que esas personas no deban ser condenadas –tal vez el daño que han hecho no puede ser
reparado-: significa que, por ser personas, no es imposible que se arrepientan.
Respetar a los seres humanos significa no dar a nadie por perdido, pues todos somos
capaces de vivir una nueva vida, una vida que signifique una ruptura con nuestro pasado.
Nuestras acciones pasadas y nuestras circunstancias limitan nuestras acciones futuras, pero
no son determinantes. Nuestro pasado no nos obliga a actuar de una única manera en el
futuro. Respetar a las personas es reconocer que tienen un futuro abierto, que pueden
cambiar sus vidas.
Existe una gran variedad de posiciones filosóficas respecto del concepto de libertad, desde
las que afirman que el hombre es absolutamente libre y por lo tanto totalmente responsable
de lo que hace, hasta las que sostienen que el hombre
está totalmente determinado, y la libertad no es sino una ilusión, pasando por posiciones
intermedias que reconocen a los seres humanos un margen de libertad más o menos amplio.
2.1) ¿Por qué por el hecho de tener libertad el ser humano es responsable de sus actos?
¿Qué consecuencias genera esto?
2.2) Según lo leído, explicá con tus palabras qué quería decir Sartre con la frase “el ser
humano está condenado a ser libre”. ¿Estás de acuerdo?
2.3) ¿Qué el ser humano siempre es libre significa que puede elegir siempre lo que le va a
tocar en suerte o cómo serán sus circunstancias? Responder en base a lo leído en el texto y
explicar.
2.4) ¿Todos podemos cambiar? En base a lo leído en el texto sobre este tema, da tu
opinión personal al respecto.