Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Correspondencia: Dr. Carlos Ramírez Rivero. Departamento de Cirugía Plástica y Unidad de Quemados,
Hospital Universitario de Santander, Bucaramanga. Colombia
RESUMEN
El paciente quemado presenta uno de los traumas más severos al cual se puede ver enfrentado un individuo.
Debido a la gravedad del trauma, los pacientes quemados requieren un manejo especial, rápido y oportuno
desde el mismo momento en que ocurre el trauma.
Basados en la literatura mundial y la evidencia, se ha diseñado una base para el diagnostico y manejo integral
de los pacientes quemados del Hospital Universitario de Santander; desde el momento en que el paciente
se quema (manejo extrahospitalario), pasando por el manejo de urgencias y hasta cuando se encuentra
hospitalizado en la unidad de quemados.
ABSTRACT
The Burned patient presents one of the most severe traumas to which an individual can be exposed. Because
of the severity of the trauma, these type of patient needs special treatment, fast and available at the right
moment, immediately after the trauma occurs.
Based on world wide literature and on evidence, some bases for diagnostic and treatment of the burned
patients from the Hospital Universitario de Santander, have been designed; since the moment on which the
1 MD Cirujano Plástico. Jefe Departamento de Cirugía Plástica y Unidad de Quemados. Hospital Uni-
versitario de Santander. Docente Cirugía Plástica. Universidad Industrial de Santander.
73
Revista de la Facultad de Salud
patient gets burned (extrainstitutional treatment), passing through the emergency room, up to the time were the patient
is hospitalized on the burned unit.
74
Manejo del Paciente Quemado
Para determinar la extensión de la quemadura se puede • El cuello y la cabeza contando desde las clavículas
usar la regla de los nueves. Esta escala es aceptable en hacia arriba equivale al 9% de la superficie corporal
adultos, pero en niños menores de 10 años requiere una total (SCT).
pequeña modificación explicada mas adelante. • Cada miembro superior equivale al 9% de SCT.
• Cada miembro inferior equivale al 18% de SCT.
La regla de los 9 da valores en múltiplos de 9 a diferentes • Tórax anterior y abdomen equivalen al 18% de
áreas del cuerpo: SCT.
• Espalda y nalgas equivalen al 18% de SCT.
• Genitales equivalen al 1% de SCT.
FIGURA 1. Gráfica de Lund-Browder. Tomado de: Manejo de quemados, proyecto ISS-ASCOFAME 1997
En caso de pacientes menores de 10 años se debe realizar suma al 9% de superficie corporal correspondiente para
un factor de conversión para calcular la superpie corporal cabeza y cuello.
de la cabeza y cuello, y de los miembros inferiores.
Este mismo factor de conversión se resta al 36% de
Factor de conversión = 10 – edad superficie corporal correspondiente a AMBOS miembros
inferiores.
Una vez obtenido el factor de conversión, este número se
75
Revista de la Facultad de Salud
Se recomienda al personal de urgencias seguir las siguientes - En quemaduras químicas se debe realizar irrigación
indicaciones en el manejo de pacientes quemados, sin profusa con solución salina normal o con el agente
importar el nivel de atención: neutralizante especifico si esa disponible. 4
- En quemaduras eléctricas se debe tomar un
- Usar guantes estériles y tapabocas electrocardiograma en busca de arritmias; se debe
- Retirar la ropa o prendas quemadas forzar diuresis y mantenerla a 2 cc/kg/h. En caso de
- Colocar al paciente en sabanas estériles y abrigarlo ser necesario usar diuréticos como el manitol. Se debe
- Exploración física completa y descartar lesiones pasar sonda vesical para realizar una cuantificaron de
asociadas diuresis horaria exacta. En caso de presentar síndrome
- Seguir el ABC de trauma compartimental, se debe realizar fasciotomía.11-12-13
- Si es necesario usar oxigeno, administrarlo (realizada por especialista)
humidificado con FI02 40% con mascara. - Si hay quemaduras circunferenciales de tercer grado en
- Catéter intravenoso de buen calibre en zona de piel los miembros, se deben evaluar los pulsos periféricos
sana cada 30 minutos. En caso de disminución o ausencia
- Pesar al paciente de los pulsos distales, se debe evaluar la necesidad
- Analgésicos potentes (opioides):8 de una escarotomía. Algunas quemaduras de tercer
Morfina 0.1 – 0.2 mg/Kg/dosis grado, circulares en tórax pueden llegar a impedir la
Meperidina 1-2mg/Kg/dosis expansión torácica adecuada, alterando la respiración
Nivel de evidencia I, recomendación A y pueden llegar a necesitar escarotomias.
- Definir si el paciente requiere o no profilaxis - En quemaduras oculares se realiza lavado con
antitetánica como se explicara más adelante solución salina abundante y se solicita valoración y
- Pasar sonda naso-gástrica si hay evidencia de manejo por oftalmología.
distensión abdominal
- NO USAR ANTIBIÓTICOS si no hay foco infeccioso En pacientes con quemaduras graves por extensión,
detectado.9-10 (Nivel de evidencia III, Recomendación adicional a las indicaciones mencionadas previamente
tipo C) se debe:
76
Manejo del Paciente Quemado
77
Revista de la Facultad de Salud
78
Manejo del Paciente Quemado
g. Pacientes diabéticos requieren un cuidado especial. La vaselinadas o bacteriostático tópico (sulfadiazina de plata
hiperglicemia y la intolerancia a la glucosa propia de al 1%), y se cubren con apósitos y vendajes elásticos.
las quemaduras se ven agravadas por la hiperglicemia En caso de ser requerido, se realizan las escarotomias o
propia de la diabetes. Su manejo requiere insulina.42 fasciotomias correspondientes. Si lo requiere, se usaran
Las soluciones hipertónicas son muy peligrosas férulas antideformantes. La única zona que no debe ser
debido al riesgo de coma hiperosmolar. Cuando se cubierta es la cara.
administra glucosa e insulina se debe llevar control
de los niveles séricos de potasio.
MONITORIA DEL PACIENTE
h. Pacientes con reanimación tardía y en hipoperfusión HOSPITALIZADO
y acidosis, requieren mayor volumen de líquidos que
los calculados. La monitorización que requiere un paciente quemado
varía ampliamente de acuerdo con la gravedad de la
i. Pacientes con falla renal, el manejo de líquidos no misma. Puede ir desde una monitoria mínima, el la cual
puede regirse por diuresis. se revisan por horario los signos vitales y se observa el
estado general del paciente, hasta una monitoria invasiva,
con electrocardiogramas continuos, control horario de
MONITORIZACIÓN DE LA signos vitales, diuresis, estado neurológico, signos de
REANIMACIÓN compromiso respiratorio y paraclínicos de control. Si es
necesario se deben solicitar Radiografía de tórax.
La efectividad de la reanimación con líquidos se evalúa
siguiendo ciertos parámetros: Existen 3 áreas que deben ser monitorizadas diariamente
con observación clínica y datos de laboratorio dependiendo
- Volumen orina: se debe evaluar la diuresis cada hora. de cada caso particular:
La oliguria (<0.5 cc/kg/hora) indica que debemos
aumentar el aporte de líquidos. Se debe mantener una 1. Líquidos y electrolitos: Evaluar diuresis, estabilización
diuresis >1 cc/kg/hora. de los parámetros hemodinámicas, vigilar la aparición
- Hematocrito: En la fase inicial el paciente se encuentra de edema pulmonar o insuficiencia cardiaca producida
hemoconcentrado. Una reanimación adecuada por la movilización de líquidos, vigilancia de BUN
con líquidos hará que el hematocrito disminuya y creatinina (su elevación sugiere necrosis tubular),
gradualmente hasta niveles normales o inferiores al hiponatremia sugiere sobrehidratación, hipernatremia
normal. La presencia de hematocrito bajos antes de la sugiere deshidratación. La monitoria invasiva con
reanimación indica hemorragia o anemia preexistente. presión venosa central y catéter se Swan-Ganz solo
En estos casos se recomienda evaluar la necesidad de se usa en pacientes con quemaduras graves por
transfundir glóbulos rojos empaquetados. extensión resistentes al tratamiento inicial o pacientes
- Electrolitos séricos: Se debe medir sodio, potasio, que no puedan manejar adecuadamente volúmenes
cloro y bicarbonato. debido a enfermedad cardiaca, renal o pulmonar
- BUN, creatinina sérica, glicemia y osmolaridad. preexistente.43
- Sodio en orina; bajo al comienzo, luego asciende a
mas de 20 mEq/L. 2. Condición de la quemadura: De acuerdo a la
- pH bajo al comienzo por acidosis metabólica, disponibilidad y capacidad del servicio, en la mayoría
evoluciona gradualmente a una alcalosis respiratoria de los casos se debe evolucionar diariamente las
leve. Esto es un indicador de mejoría. condiciones de la quemadura, identificando su
- El sensorio inicialmente esta claro, luego un poco progreso hacia la epitelización en quemaduras de
confuso y luego aclara progresivamente. segundo grado y al desprendimiento de la escara en
quemaduras de tercer grado. Se debe evaluar el color,
Solo cuando el paciente este estable hemodinámicamente, presencia de petequias, secreciones, profundización
el paciente es llevado ha lavado quirúrgico. Bajo anestesia, o hemorragia.
se retiran las ampollas, se retiran los elementos extraños
y se limpian las quemaduras con solución salina y 3. Infección y sepsis: Se debe evaluar clínicamente al
jabón quirúrgico suave. Luego de un buen lavado de las paciente en busca de signos de infección, empezando
quemaduras, sobre las zonas quemadas se colocan gasas por las zonas quemadas y evaluando también signos
79
Revista de la Facultad de Salud
80
Manejo del Paciente Quemado
En lesiones mas severas con vía aérea permeable, se debe QUEMADURAS QUÍMICAS
considerar el uso de corticoides y nebulizaciones cada 6
horas.59 Se debe determinar el agente causal, si es ácido o álcali.
EL manejo es igual que en otras quemaduras, sin embargo,
Si se observan signos progresivos de obstrucción de la se debe irrigar masivamente la lesión. Prestar atención
vía aérea, y sobre todo si el paciente es gran quemado a la absorción del químico y a sus posibles efectos
con grandes requerimientos de líquidos se recomienda la sistémicos.65
intubación endotraqueal y ventilación mecánica.60
Los paciente con quemaduras eléctricas, presentan un punto Cuando hay sospecha de sepsis, se inicia manejo
de entrada y uno de salida, en los cuales se encuentran los antibiótico empírico mientras llega el reporte del cultivo
mayores daños. Cualquier órgano o tejido que se encuentre y antibiograma especifico. Generalmente se empieza con
entre el punto de entrada y el punto de salida pueden estar una combinación de cefalosporina o penicilina penicilinaza
comprometidos. La resistencia al paso de la corriente no es resistente + un aminoglucósido. Tan pronto como se tenga
igual en todos los tejidos;61 se incremente progresivamente confirmación del germen y su sensibilidad se inicia manejo
desde nervios, vasos sanguíneos, músculo, piel, grasa antibiótico específico.71-72
y finalmente hueso, este último por tener la mayor
resistencia genera mas calor y por lo tanto mas daño se Cuando se inicia el tratamiento antibiótico este no se
aprecia en los tejidos que lo rodean. Los vasos sanguíneos debe interrumpir tempranamente o mantener por largos
pueden trombosarse progresivamente y producir necrosis periodos. Se recomienda darlo por 5 a 7 días. En caso de
secundaria.62-63 Estafilococo darlo por 10 a 14 días. En caso de osteomielitis
o endocarditis, se da por 4 a 6 semanas.72
Debido a que es común la asociación de las quemaduras
eléctricas con caídas desde sitios elevados, se debe Cuando la infección es causada por un hongo, se da
descartar fracturas, trauma cerrado de tórax, trauma tratamiento con Anfotericina B, a 0.5 mg/kg/dia por
abdominal y trauma craneoencefálico.64 12 a 14 días. (la administración de anfotericina B debe
La administración de líquidos debe ser agresiva y por ser supervisada por un especialista en enfermedades
encima de los niveles calculados para la quemadura. Se debe infecciosas). Se puede dar tratamiento tópico adyuvante
prestar especial cuidado a la función renal. Las quemaduras con nistatina.73
eléctricas presentan mionecrosis y mioglobinura, esto
puede llevar al paciente a falla renal aguda. Se debe La infección por catéteres vasculares es frecuente, la
mantener una diuresis alta, aproximadamente 1.5cc/kg/ más común es la flebitis supurativa que se manifiesta
hora. Si es necesario se debe usar diuréticos como el por material purulento en la luz de la vena. Tiene gran
manitol. Se debe tomar electrocardiograma para descartar incidencia en la sepsis.74-75 El cultivo rutinario de punta de
arritmias cardiacas.
81
Revista de la Facultad de Salud
catéter NO ofrece información útil para el diagnostico de Inmediatamente después de la quemadura el paciente
la bacteriemia. Y un cultivo positivo de punta de catéter entra en un estado de hipercatabolia, caracterizada por
NO debe ser usado como criterio para tratar pacientes con una elevada rata metabólica, aumento en la movilización
bacteriemia y NO sirve como diagnostico. Por lo expuesto de proteínas y gluconeogénesis.
anteriormente NO se debe cultivar la punta de catéter.76 El soporte nutricional del paciente quemado se hace de la
(Nivel de evidencia I, recomendación tipo A) mano con el grupo de nutrición.
Los vendajes se remueven de acuerdo a las condiciones La distribución calórica recomendada para el paciente
locales. Si no esta en condiciones ideales, o los vendajes quemado es: 79-80
están muy húmedos, estos pueden removerse a las 24
horas. Si las condiciones para injertar fueron ideales, se Carbohidratos 60%
puede esperar desde 3 días hasta 1 semana, de acuerdo a
las observaciones y experiencia del cirujano. Proteínas 25%
Lípidos 15%
Se debe administrar antibióticos profilácticos para reducir
el riesgo de perdida del injerto por infección (generalmente
causada por gérmenes grampositivos). Se recomienda (Nivel de evidencia I, recomendación tipo A)
administrar 3 dosis de cefalosporina (Cefazolina 15mg/
kg/dosis).77
NIVEL DE EVIDENCIA Y TIPO DE
- Primera dosis se da con la premedicación RECOMENDACIÓN
- Segunda dosis se da con la incisión
- Tercera dosis se da 4 horas después de la incisión NIVEL DE EVIDENCIA:
(Nivel de evidencia I, recomendación tipo A)
1. NIVEL I: Ensayos clínicos aleatorisados con bajo
El uso de bacteriostáticos tópicos como la sulfadiazina falsos positivos (error alpha) y bajo falsos negativos
de plata reduce la perdida de injertos de piel debido a (error beta). Poder alto. O un meta análisis de alta
infección en un 20 – 40%.77 calidad
(Nivel de evidencia I, recomendación tipo A) 2. NIVEL II: Ensayos clínicos aleatorisados con alto
falsos positivos (error alpha) y alto falsos negativos
(error beta).
SOPORTE NUTRICIONAL DEL 3. NIVEL III: Evidencia obtenida de ensayos clínicos
PACIENTE QUEMADO controlados pero no aleatorisados, pero bien
diseñados en los otros aspectos; estudios analíticos
Las grandes quemaduras producen una respuesta de naturaleza observacional. Cohortes concurrentes
hipermetabólica, que es directamente proporcional al no aleatorizadas; Cohortes históricas no aleatorizadas.
grado de la lesión y las necesidades nutricionales pueden Series de casos tratados.
llegar a ser 2 a 3 veces mayores a las normales.78 A partir 4. NIVEL IV: Opiniones de autoridades respetadas en el
del 40% de SCT quemada ya se alcanza la máxima tema, basada en experiencia clínica no cuantificada o
respuesta metabólica y se incrementa solo mínimamente reporte de comité de expertos.
en quemaduras más grandes. 5. NIVEL V: Serie de casos sin sujetos control.
82
Manejo del Paciente Quemado
6. Turner, D. G. , Berger, N. , Weiland, A. P. , and Jordan, 18. Larkin JM, and Moylan JA. Tetanus following a minor
M. H. The revised burn diagram and its effect on burn. J. Trauma 1975; 15: 546
diagnosis-related group coding. J. Burn. Care Rehabil.
17 (2): 169-174, 1996. 19. Committee on Trauma. American College of
Surgeons: A guide to prophylaxis against tetanus in
7. Heimbach, D. , Engrav, L. , Grube, B. , and Marvin, wound management. Bull Am Coll Surg 1984; 69:
J. Burn depth: a review. World J. Surg. 16 (1): 10-15, 76,
1992.
20. Baxter CR, Shires GT. Physiologic response to
8. Choiniere M, Melzack R, Rondeau J, Girard N, Paquin cristalloid resuscitation of severe burns. Ann NY Acad
MJ. The pain of burns: characteristics and correlates. Sci 1968: 150: 874-94.
J Trauma 1989; 29: 1531-9.
21. Baxter CR. Fluid volume and electrolyte changes of
9. McManus, A. T. , McManus, W. F. , Mason, A. D. ,Jr. the early postburn period. Clin Plast Surg 1974;1:
, and Pruitt, B. A. ,Jr. Beta-hemolytic streptococcal 693-703.
burn wound infections are too infrequent to justify
penicillin prophylaxis [letter]. Plast. Reconstr. Surg. 22. Pruitt BA.: The effectiveness of fluid resuscitation. J.
93 (3): 650-651, 1994. Trauma 1979; 19: 868-70.
10. Durtschi, M. B. , Orgain, C. , Counts, G. W. , and 23. Pruitt BA.: Fluid resuscitation for extensively burned
Heimbach, D. M. A prospective study of prophylactic patients. J. Trauma 1981; 21 (8): 667-68.
penicillin in acutely burned hospitalized patients. J
Trauma 22: 11-14, 1982.
83
Revista de la Facultad de Salud
24. Rubin WD, Mani MM, Hiebert JM. Fluid resuscitation 37. Ron D, Taidelman V, Michaelson M, et al. Prevention
of the thermaly injured patient. Clin Plast Surg 1986; of acute renal failure in traumatic rhabdomyolysis.
13: 9-20. Arch. Inter. Med. 1984; 144: 277-280.
25. Schwartz SI. Consensus summary on fluid 38. Dougherty W, and Waxman K. The complexities of
resuscitation ( in Consensus Development Conference managing severe burns with associated trauma. Surg
on Supportive Treatment in Burn Care) . J Trauma Clin North Am 1996; 76: 923-958.
1979; 19: 876-877.
39. Durtschi MB, Kohler TR, Finley A, et al. Burn injury
26. Shires GT. Proceedings of the second NIH workshop in infants and young children. Surg. Gynecol. Obstet
on burn management. J. Trauma 1979; 19 (11suppl): 1980; 150: 651-656.
862-75.
40. Schiller, W. R. Burn management in children. Pediatr.
27. Monafo WW.: The role of albumin in burn resuscitation. Ann. 25 (8): 431, 434-8; quiz 439, 1996.
J. Trauma 1981; 21:694-95
41. Graves, T. A. , Cioffi, W. G. , McManus, W. F. , Mason,
28. Nguyen TT. , Gilpin DA. , Meyer NA. , Herndon DN. A. D. ,Jr. , and Pruitt, B. A. ,Jr. Fluid resuscitation of
Current treatment of severely burned patients. Ann infants and children with massive thermal injury. J.
Surg 1996; 223: 14-25. Trauma. 28 (12): 1656-1659, 1988.
29. Gore DC, Dalton JM, Ger TW. Colloid infusions 42. Carvajal, H. F. Fluid resuscitation of pediatric burn
reduce glomerular filtration in resuscitated burn victims: a critical appraisal. Pediatr. Nephrol. 8 (3):
victims. J Trauma 1996; 40: 356-360. 357-366, 1994.
30. Goodwin CW, Dorethy J, Lam V, Pruitt BA Jr. 43. Puffinbarger, N. K. , Tuggle, D. W. , and Smith, E. I.
Randomized trial of efficacy of cristalloid and colloid Rapid isotonic fluid resuscitation in pediatric thermal
resuscitation on hemodynamic response and lung injury. J. Pediatr. Surg. 29 (2): 339-41; discussion
water following thermal injury. Ann Surg 1983;197: 342, 1994.
520-31.
44. Park, S. M. , Zachmann, G. C. , Holliday, W. L. ,
31. Hall KV. , Sorensen B.: The treatment of burn shock: Fryburg, D. A. , Edlich, R. F. , and Himel, H. N.
results of a 5-year randomized, controlled trial of Noninsulin- dependent diabetes mellitus: diagnostic
dextran 70 versus Ringer’s lactate solution. Burns and therapeutic challenges in the severely burned
1978; 5: 107-12. patient—a case report. Burns. 20 (3): 273-275,
1994.
32. Mayes, T. Enteral nutrition for the burn patient. Nutr.
Clin. Pract. 12 (1 Suppl): S43-5, 1997. 45. Shiller, W.R., Bay. R.C., Mclachlan, J.G, and
Sagraves, S.G. Survival in major burn injuries is
33. Anonymous: Am Colls Surg 1984, 69:24. predicted by early response to Swan-ganz guided
resuscitation. Am. J. Surg. 170(6):696-9 discussion
34. Baxter CR. Problems and complications of burn 699-70, 1995.
shock resuscitation. Surg Clin North Am 1978;
58:1313-1322. 46. Koo, D. S. , Zhen, S. , Zhen, Z. D. , Shi, X. W. , and
Xiang, S. J. Assessment of topical therapy of the burn
35. Baxter CR. Guidelines for fluid resuscitation wound with silver sulphadiazine after its use for 15
(presented at Second Conference of Supportive years in a burn unit. Burns. 15 (3): 193-196, 1989.
Therapy in Burn Care) . J Trauma 1981; 21 (8):
667-668. 47. Deitch, E. A. , Sittig, K. , Heimbach, D. , Jordan,
M. , Cruse, W. , Kahn, A. , Achauer, B. , Finley, R.
36. Pruitt BA, Goodwin GW. Current treatment of ,Matsuda, T. , Salisbury, R. , and et al Results of a
the extensively burned patient. Surg Annu. 1983; multicenter outpatient burn study on the safety and
15:331-364. efficacy of dimac-ssd, a new delivery system for silver
sulfadiazine. J. Trauma. 29 (4): 430-434, 1989.
84
Manejo del Paciente Quemado
48. Fox, C. L. Silver sulfadiazine: a new topical therapy 60. 58. Zikria B, Budd DC, et al.: What is clinical smoke
for pseudomonas in burns. Arch Surg 96: 184-188, poisoning ?. Ann. Surg. 1976; 181: 151,
1968.
61. Welch GW, Lull RJ, et al.: The use of steroids in
49. Stern, H. S. Silver sulphadiazine and the healing of inhalation injury. Surg. Gynecol. Obstet. 1977; ,
partial thickness burns: a prospective clinical trial. Br. 145: 539
J. Plast. Surg. 42 (5): 581-585, 1989.
62. Davies L, Modell J. Continuous positive airway
50. Ross, D. A. , Phipps, A. J. , and Clarke, J. A. The use of pressure is beneficial in treatment of smoke inhalation.
cerium nitrate-silver sulphadiazine as a topical burns Crit Care Med 1983; 11: 726,
dressing. Br. J. Plast. Surg. 46 (7): 582-584, 1993.
63. Solem L, Fischer RP, and Strate RG.: Natural history
51. Monafo, W. W. and West, M. A. Current treatment of electrical injury, J. Trauma 1977; 17: 487, .
recommendations for topical burn therapy. Drugs 40
(3): 364-373, 1990. 64. Baxter CR.: Present concepts in the management
of major electrical injuries, Surg. Clin. North. Am.
52. Lindberg, R. B. , Moncrief, J. A. , and Mason, A. D. 1970; 50: 1401,
Control of experimental and clinical burn wound sepsis
by topical application of Sulfamylon compounds. Ann 65. Skoog T.: Electrical injuries, J. Trauma 1970; 10:
New York Acad Scie 150: 950-972, 1968. 816,
53. Wyatt, D., McGowan, D.N., and Najarian, M.P. 66. Chen CT, Yang JY. Electrical burns associated with
Comparison of a hydrocolloid dressing and silver head injuries. J Trauma 1994; 37: 195-199.
sulfadiazine cream in the outpatient management
of second-degree burns. J. Trauma. 30(7):857-865, 67. Simpson LA, and Cruse CW.: Gasoline immersion
1990 injury, Plast. Reconstr. Surg. 1981; 67: 54,
54. Wahl, L. M. , Wahl, S. M. , and Mergenhagen, S. 68. domonas burn wound sepsis. I. Pathogenesis of
Collagenase production by limphokine-activated experimental Pseudomonas burn wound sepsis, J.
macrophages. Science 187: 261-263, 1975. Surg. Res 1964; 4: 200,
55. Soroff, H. S. and Sasvary, D. H. Collagenase ointment 69. Walker HL, Mason AD, and Raulston GL.: Surface
and polymyxin b sulfate/bacitracin spray versus silver infection with Pseudomonas aeuroginosa, Ann Surg.
sulfadiazine cream in partial-thickness burns: a pilot 1964; 160: 297,
study. J. Burn. Care Rehabil. 15 (1): 13-17, 1994.
70. Burke JF, Bondoc CC, and Quinby WC.: Primary burn
56. Thompson, P. , Herndon, D. N. , Abston, S. , and excision and inmediate grafting: A method shortening
Rutan, T. Effect of early excision on patients with illness. J. Trauma 1974; 14: 389,
major thermal injury. J. Trauma. 27 (2): 205-207,
1987. 71. MacLean LD, and Rayner RR.: Treatment of burns by
early debridment. Arch. Surg. 1962; 85: 297.
57. Achauerr BM, et al.: Pulmonary complications of
burns: the mayor threat to the burn patient. , Ann. 72. McManus AT, et al.: Comparison of quantitative
Surg 1973; 177: 311, microbiology and histopathology in divided
burnwound biopsy specimens, Arch. Surg. 1987;
58. Merrel SW, Saffle JR, Sullivan JJ, Larsen CM, Warden 122: 74.
GD. Increased survival after mayor thermal injury: a
nine-year review. Am J Surg. 1987; 154: 623-627. 73. Heggers, J. P. and Robson, M. C. Infection control in
burn patients. Clin. Plast. Surg. 13 (1): 39-47,1986.
59. Thompson PB, Herndon DN, Traybor DL, Abston
S. Effect on mortality of inhalation injury. J Trauma. 74. Dacso CC, Luterman A, and Curreri PW.: Systemic
1986; 26: 163-165. antibiotic treatment in burned patients. Surg Clin
North Am 1987; 67: 57-68.
85
Revista de la Facultad de Salud
86