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“LA MERCANCIA”

Karl Marx

Por:
• Oscar Barrios
• Valentina Conde

¿Que son las mercancías? ¿Por qué unos tenis valen 80 veces más que una bolsa de
papitas? ¿Como podemos comparar cosas tan diferentes? Y ¿por qué es tan misterioso y
engañoso que lo hagamos?

En el presente escrito hablaremos sobre el capítulo 1 “el capítulo de la mercancía”,


veremos su doble naturaleza de valor de uso y valor, las formas que estas naturalezas toman
y veremos la manera en la que nos engañan mediante el fetichismo de la mercancía.

Después de escribir los Grundisse, Marx siguió investigando, escribiendo, revisando,


editando y problematizando todo aquello que tenía que ver con la economía política en la
biblioteca del museo británico por 10 años más. A pesar de que la insistencia de Engels para
que ya publicara su obra máxima crecía y crecía, Marx esperó hasta que todo quedara resuelto
para publicar el primer tomo del capital. En este tomo se enfoca en el proceso de producción
del capital.

La edición del siglo XXI contiene 5 prólogos de distintas ediciones que se publicaron en
vida de Marx y después de su muerte. En algunos momentos especifica los cambios en las
ediciones, en algunas refiere a cuestiones de traducción, a veces habla de la recepción que
tuvo el libro, y en otras indica cuestiones políticas e históricas del tiempo. Sin embargo, hay
una oración que aparece en el prólogo de la primera edición que es importante mencionar:
“Aquí sólo se trata de personas en la medida en que son la personificación de categorías
económicas, portadores de determinadas relaciones e intereses de clase”1.

Para Marx, y desde el punto de vista del análisis del capital, las personas son la
encarnación de las relaciones e intereses de clase. Su condición moral o subjetiva no es objeto
de su estudio, sino el lugar que ocupan dentro de las relaciones económicas. El punto de vista
de Marx concibe el desarrollo de la formación económico-social, como un proceso de historia
natural, por lo que no responsabiliza al individuo por relaciones que lo crean a él. Sin

1
(Marx) Recuperado de https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/0.htm
embargo, mantiene que, aunque las relaciones económicas crean al individuo, éste, de manera
subjetiva, se puede elevar sobre éstas. Esto es, reconoce que, a pesar de las fuerzas de las
relaciones económicas sobre los individuos, la subjetividad mantiene un espacio de acción
que le permite la posibilidad de elevarse sobre éstas.

“La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se
presenta como un enorme cúmulo de mercancías, y a la mercancía individual como la forma
elemental de esa riqueza”2. Así comienza Marx el primer capítulo del capital, con una oración
que nos aterriza en varias cosas. Primero nos pone en el contexto de las sociedades en las que
domina el modo de producción capitalista. Marx toma en cuenta que en todas las sociedades
interactúan distintos modos de producción y que cuando nos referimos a una sociedad,
especialmente a una sociedad moderna, no podemos hablar de un modo de producción
homogéneo, sino de modo de producción dominante y modos de producción secundario.

Lo segundo que podemos ver en esta oración es que estamos partiendo de lo concreto
representado: El enorme cúmulo de mercancías, la apariencia de la riqueza. Partimos de lo
inmediato sensible, pues es ahí de donde parte el método dialéctico de Marx. Y la
manifestación más inmediata y sensible de esto es la mercancía individual. Esta mercancía
tiene una doble naturaleza. Su primera naturaleza refiere a sus cualidades sensibles: La de
ser satisfactora de necesidades humanas, ya sea de manera inmediata o como medio de
producción. Esta naturaleza es su aspecto cualitativo y a tal aspecto se le llama “valor de
uso”. El valor de uso de una mercancía es un hecho histórico, pero está condicionado por las
propiedades del cuerpo de la mercancía. Esto significa que, aunque depende de sus
propiedades físicas, el que éstas sean satisfactorias de necesidades no está definido por leyes
económicas sino por las necesidades que la sociedad tenga en ese momento. Por ejemplo, el
valor de uso del coltán depende de sus propiedades físicas, pero esas propiedades físicas no
constituyeron un valor de uso hasta que la sociedad no encontró un uso para ellas: La
producción de microprocesadores. Además, por depender el valor de uso de las necesidades
que se van a satisfacer, éste se vuelve efectivo sólo hasta que se usa o se consume. Ahora,
para obtener la segunda naturaleza de la mercancía, el procedimiento de Marx es similar. Hay
una segunda propiedad que hace de algo que sea un valor de uso también una mercancía. Y
esto es, desde el nivel concreto representado su capacidad de ser intercambiado3. Las

2
(Marx) Recuperado de https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/0.htm
3
(Chraki) Recuperado de
https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/ecoins/article/view/5274/6766#citations
mercancías no solo son satisfactoras de necesidades, sino que son objeto de intercambio, se
cambian unas mercancías por otras en distintas cantidades. Por ello, a la manifestación
inmediata de esta cualidad de ser intercambiables se le llama valor de cambio.

El valor de cambio es una relación cuantitativa entre un valor de uso y otros. Esto significa
que es la proporción en la que un valor de uso se puede intercambiar por valores de uso de
un tipo diferente. Por ejemplo, la proporción en la que se puede cambiar un par de zapatos
por rollos de seda. Así, el valor de cambio se expresa siempre en términos de otra mercancía,
por ejemplo 5 vestidos, 3 rollos de seda, o 4 gramos de oro. Sin embargo, el valor de cambio,
la relación cuantitativa entre las mercancías que se intercambian, es solo la manifestación de
otra propiedad. Una propiedad que contiene tanto los gramos de oro como el par de zapatos,
y esta propiedad no es física, pues las propiedades físicas de los objetos son solo parte de su
valor de uso. Por lo que, para encontrar esta propiedad, lo que tenemos que hacer es abstraer
el valor de uso y, por lo tanto, toda propiedad física de la mercancía. Al hacer esto, a la
mercancía solo le queda una propiedad: La de ser producto del trabajo. Pero ¿cuál trabajo?
¿carpintería, soldar, armar? Estos son trabajos concretos, y producen valores de uso concretos
y diferentes. Pero como queremos hablar de la mercancía sin su valor de uso, tenemos que
abstraer de ella todas sus cualidades físicas, y esto significa abstraer también todas las
particularidades del trabajo que le dan esas características. Esto significa que quitamos del
trabajo el que se martille, se corte, se pinte o toda determinación que haga de un trabajo
diferente a los otros. Cuando hacemos esto, cuando abstraemos todas las particularidades del
trabajo, nos queda el trabajo en abstracto. Si volvemos a la mercancía con este mismo
procedimiento, podemos encontrar la cualidad que tiene la mercancía y que se expresa como
valor de cambio. Esto es, si abstraemos de la mercancía todas sus características físicas, se
convierte en una especia de gelatina de trabajo humano diferenciado, gasto de fuerza de
trabajo humano sin consideración a la forma en la que se gastó. Esta cualidad de la mercancía
se llama valor, y es aquello que tienen todas las mercancías y que permite que se comparen
entre sí como valores de cambio.

Es importante entender la distinción entre valor y valor de cambio, pues es muy fácil
confundirse. El valor de cambio es una categoría transitoria para Marx, es una propiedad
relacional de una mercancía con las demás. Su existencia se da en el nivel del concreto
representado, pero mediante el proceso de análisis, Marx obtiene el valor, su determinación
abstracta. El valor es la cualidad que tiene la mercancía por ser producto del trabajo, y se
manifiesta en el valor de cambio. Significa entonces que ¿de cualquier cosa que saquemos
su valor de uso obtendremos su valor? No, pues una cosa puede ser valor de uso y no ser
valor. ¿Qué significa esto? Significa que satisface necesidades humanas, pero no es producto
del trabajo. Marx menciona también que algo puede ser útil y producto del trabajo humano
y no ser mercancía. Menciona que alguien que satisface su propia necesidad con lo que
produce crea un valor de uso, pero no una mercancía. Para que algo sea una mercancía, el
trabajo debe producir un valor de uso social, un valor de uso para otros.

Ante esto, Engels puso una nota muy importante, pues indica que, para ser mercancía, no
solo es necesario que sea valor para otros, sino que el producto tiene que transferirse mediante
el intercambio. Para Engels esto es importante pues quiere indicar que lo producían los
siervos y que se apropiaban los señores feudales y los curas, no era mercancía.
Adicionalmente podemos ver que esto es importante porque el valor de uso producido en el
trabajo doméstico tampoco produce mercancías, pero si hay tiempo de trabajo y producción
de satisfactores de necesidades. Finalmente, ninguna cosa puede ser valor si no es objeto para
el uso, si no es un valor de uso. Las cosas inútiles tienen trabajo inútil que no cuenta como
trabajo y no constituye valor alguno.

Así que hay cosas que son valores de uso y son valores, pero no hay cosas que son valores,
pero no valores de uso. El valor, la determinación abstracta, se manifiesta en lo concreto
representado en el valor de cambio. Lo que representamos cuantitativamente en el valor de
cambio mediante otras mercancías, es la magnitud del valor que en ellas está contenido. Y
siendo que el valor es la cualidad de ser producto del trabajo en general, lo que está
cuantificando es la cantidad de trabajo abstracto, la cual se mide por su duración4.

Ahora ¿significa esto que, si a Pedro le toma 3 días producir una silla y a pablo le toma
solo un día producir la misma silla, la silla de pedro vale 3 veces más que la silla de pablo?
No. Marx nos dice que el valor es generado por trabajo humano indiferenciado. Esto significa
que el trabajo del que hablamos no es el de la persona en específico que produjo la mercancía
específica, sino el trabajo de la humanidad. Para establecer una magnitud en este trabajo,
usamos la magnitud de tiempo de trabajo socialmente necesario. Esto significa que, no es el
tiempo que se gastó Pedro o Pablo en hacer la silla lo que determina su valor, sino el trabajo
que le toma a la sociedad en general hacer una silla; el trabajo medio necesario. Este trabajo
medio se obtiene con el tiempo promedio que toma a la sociedad hacer una silla como esa.
Por ejemplo, en una sociedad con un bajo grado de desarrollo de las fuerzas productivas, con

4
(Westreicher, s.f.) Recuperado de https://economipedia.com/definiciones/teoria-del-valor-de-karl-marx.html
herramientas simples y técnicas poco eficientes, ese tiempo puede ser largo y la silla puede
valer 10 días de trabajo. En cambio, en una sociedad industrial desarrollada, ese tiempo puede
ser muy corto y la silla puede valer 20 minutos de trabajo.

Aunque el trabajo pueda concretarse en actividades productivas cualitativamente


diferentes, todo el trabajo tiene la cualidad de ser gasto productivo del cerebro, músculo,
mano y demás partes del cuerpo humano5. Por eso, todos los trabajos son trabajo humano,
formas de gastar la fuerza humana de trabajo y se caracterizan en términos generales como
trabajo medio simple. Éste es la capacidad que tendría cualquier persona de producir sin
necesidad de ningún tipo de desarrollo especial. Para Marx, los trabajos más especializados
o que requieren más entrenamiento son equivalentes a una mayor cantidad de trabajo simple.
Por ello, advierte, siempre trabajará bajo el término de trabajo medio simple. Como dice
Marx: “El tiempo de trabajo socialmente necesario es el requerido para producir un valor de
uso cualquiera, en las condiciones normales de producción vigentes en una sociedad y con el
grado social medio de destreza e intensidad de trabajo.”

Esto significa que el valor de las cosas va disminuyendo cuando las fuerzas productivas
van aumentando. Si antes se requerían de 8 horas de trabajo para producir 10 kilos de maíz,
y después de la industrialización se requiere ya solo 1 hora de trabajo para producir la misma
cantidad; los 10 kilos de maíz han reducido su valor 8 veces. Y como el valor se manifiesta
en valor de cambio, también lo que se puede obtener a cambio de los 10 kilos de maíz
disminuye 8 veces. Las leyes del mercado no se tientan el corazón. A pesar de que a un
campesino le pudiera tomar 8 horas de trabajo producir 10 kilos de maíz, si vive en una
sociedad de agricultura industrializada con enormes cultivos y pesticidas en donde solo es
necesaria 1 hora de trabajo para producir los 10 kilos de maíz, el campesino no tendrá de otra
que vender sus 10 kilos de maíz como si le hubieran tomado sólo 1 hora de trabajo.

Lo que determina entonces la magnitud de valor en una mercancía, es la fuerza productiva


del trabajo, la cual refiere al grado de eficacia de una actividad productiva orientada a un fin
y está determinada por factores como: El nivel medio de destreza del obrero, el grado de
desarrollo de la ciencia y la tecnología, la coordinación social del proceso de producción, la
escala y eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales. Esto va cambiando
con el tiempo y con la sociedad. El buen o mal clima puede cambiar la fuerza productiva del
trabajo agrícola, alterando el valor de los productos cultivados. El encontrar mejores o peores

5
(Westreicher, s.f.) Recuperado de https://economipedia.com/definiciones/teoria-del-valor-de-karl-marx.html
yacimientos minerales altera la fuerza productiva del trabajo minero, en una buena veta de
oro se requiere menos tiempo para obtener la misma cantidad de oro que en una veta más
pobre. Y recordemos que siempre estamos hablando en general. El valor de oro por
kilogramo dependerá del promedio de tiempo de trabajo necesario para extraerlo. Sin
importar si en la mina específica de la cual se extrajo una cantidad específica de oro es más
o menos rica que el promedio y por lo tanto tomó más o menos tiempo para extraerlo. Así
Marx dice: “En términos generales: Cuanto mayor sea la fuerza productiva del trabajo, tanto
menor será el tiempo de trabajo requerido para la producción de un artículo, tanto menor la
masa de trabajo cristalizada en él, tanto menor su valor6.”

El cambio de la fuerza productiva del trabajo cambiará la cantidad de valor de uso que un
tiempo específico de trabajo puede producir. Si, por ejemplo, se duplica la fuerza productiva
de camisas, en la misma cantidad de tiempo que se producían 5 camisas, ahora se podrán
producir 10. Sin embargo, este cambio de fuerza productiva no cambiará el valor producido
en la cantidad de tiempo. Esto significa que el valor producido al hacer 5 camisas ahora se
ha producido para hacer 10 camisas. Las mercancías son productos de trabajos privados
autónomos recíprocamente independientes que se enfrentan entre sí. Para que este
enfrentamiento se pueda dar, el trabajo en estas mercancías tiene que ser cualitativamente
diferente y, por lo tanto, las mercancías deben satisfacer necesidades diferentes. Al ser
trabajos privados de productores autónomos, hablamos entonces que para que haya
mercancías se requiere una división social del trabajo, pues las mercancías solo lo son debido
a su dualidad, a que son objetos de uso y portadoras de valor. Esto significa que tiene doble
objetividad, por un lado, tienen su objetividad sensorialmente grosera de ser valor de uso y
por el otro lado tienen una objetividad puramente social que expresa el trabajo humano. Al
ser el valor una objetividad puramente social, no se expresa en características físicas, sino
solo mediante las relaciones sociales, en este caso mediante la relación social entre diferentes
mercancías.

Por ejemplo, en la representación social que existe cuando una persona cambia una
chaqueta por 5 lienzos. Por esta razón, porque el valor se manifiesta en el intercambio, Marx
va a regresar a la representación del valor como valor de cambio en sus cuatro formas básicas
de manifestación7: La forma simple o singular, la forma total o desplegada, la forma general

6
(Marx) Recuperado de https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/1.htm
7
(Alomà) Recuperado de https://rebelion.org/docs/2091.pdf
y la forma de dinero. Hará una reconstrucción de estas manifestaciones mediante el proceso
de síntesis, por lo que no se terminará con lo concreto representado, sino se construirá lo
concreto síntesis de determinaciones. Esto es parte de un rigor que podría parecer excesivo.
Sin duda es un rigor que rara vez se observa en otros escritos filosóficos, económicos, o de
ciencias sociales. Pero este concepto de valor, la teoría de valor trabajo, es fundamental para
el sistema de Marx de análisis del capital. Por ello es necesario ir construyendo de manera
concreta, sintética, cada paso recorrido por la economía política hasta el momento, pero con
un sustento más robusto.

Comencemos entonces con la forma simple o singular del valor. Ésta es la expresión del
valor de una mercancía haciendo uso de otra mercancía. X mercancía A=Y mercancía o 20
cuadros de lienzo son iguales a una chaqueta. Esta fórmula parecería una identidad
matemática, y aunque en un sentido lo es pues en ambos lados de la ecuación se representan
valores iguales, hay algo más allá. Y es que cada lado de la ecuación está cumpliendo una
función distinta. Si, es una expresión de valor, pero el mismo valor está tomando dos formas,
la mercancía del lado izquierdo toma la forma relativa del valor, mientras que la mercancía
del lado derecho toma forma de equivalente del valor. La distinción consiste en que la forma
relativa es una mercancía cuyo valor se está expresando con otra mercancía, la forma de
equivalente. La forma de equivalente es la manera en que la forma relativa es directamente
intercambiable, en ella el trabajo abstractamente humano se expresa como trabajo concreto.
La igualdad, nota Marx, solo puede darse en cuanto que son lo mismo, pues solo en cuanto
que son valores, son intercambiables. En otras palabras, cuando se equiparan dos mercancías
se manifiesta que en ellas existe algo igual, se está igualando el trabajo que en ellas se
incorpora. Sabemos que, como trabajo concreto, los trabajos de valores de uso distintos son
trabajos distintos. El trabajo de la chaqueta es un trabajo distinto al del lienzo. Sin embargo,
ambos trabajos se igualan en el momento del intercambio. La acción de intercambiar es una
acción de abstracción de las particularidades que distinguen a los trabajos. Es abstracción en
la praxis, en donde las mercancías toman la objetividad de ser productos del trabajo en
general, lo cual les permite ser intercambiables. Marx nota que Aristóteles ya conocía la
forma simple del valor, pero se mantuvo perplejo ante ésta. No entendía cómo era posible
que cosas tan heterogéneas fueran conmensurables. Y esto es, como dice Marx, porque
carecía del concepto de valor, la sustancia que es igual de los dos lados de la ecuación. ¿Y
por qué no podía concebir el concepto de valor? Porque la base del valor es la igualdad de
todos los trabajos, algo inconcebible en una sociedad esclavista que necesariamente se basa
en la concepción desigual de las personas y, en consecuencia, de sus trabajos.

La forma simple de valor es una forma embrionaria, pues es sumamente limitada. Solo
expresa el valor de una mercancía determinada mediante otra mercancía determinada. Pero
partiendo de ella se llega a la “forma total o desplegada del valor” en la que el valor de una
mercancía se expresa mediante varías mercancías. Marx expresa esto como Z mercancía A=U
mercancía B y usa el ejemplo de 20 cuadros de lienzo = a 1 chaqueta. Cuando el valor de una
mercancía se expresa mediante varias otras mercancías, se muestra que el trabajo que produce
una mercancía no solo es equivalente al trabajo de otra mercancía, sino que es equivalente al
trabajo de cualquier mercancía. Esto a su vez muestra que el valor de las mercancías es
indiferente a la forma particular en la que éste se manifieste.

Esto para Marx es importante, porque si el valor de una mercancía se mantiene invariable
sin importar por qué se intercambie o con quién se intercambia, demuestra que no es el
intercambio el que produce valor, sino a la inversa, es el valor el que rige las relaciones de
intercambio. Sin embargo, esta forma total o desplegada de valor es problemática porque
consiste en una serie infinita de formas simples de valor en los que la forma relativa de valor
se expresa mediante una infinidad de formas equivalentes de valor. El problema aquí es que
solo estamos expresando el valor de una mercancía y nunca vamos a terminar de expresarlo.
¿La solución? Voltear la fórmula, en lugar de expresar el valor de una mercancía mediante
muchas otras, expresamos el valor de muchas mercancías mediante una sola. Así llegamos a
la forma general del valor. En esta forma podríamos ver cómo todas las distintas mercancías
expresan su valor mediante una sola. La ventaja de esta fórmula es que es una expresión
simple y unitaria de valor de todas las mercancías. Una mercancía alcanza la expresión
general de valor y, simultáneamente, todas las demás mercancías existentes, así como las que
entran al mercado, expresan su valor en el mismo equivalente. Esto además permite que se
pueda comparar el valor de todas las mercancías entre sí. En esta forma, la mercancía que
sirve de equivalente, se convierte en el equivalente general, es la encarnación visible de todo
trabajo humano; la crisálida social general. Es el desarrollo dialéctico de la forma equivalente
de valor, pues en la forma simple comienza como singular, en la forma total o desplegada
aparece como equivalente particular, y ahora se despliega como equivalente general.

Ahora bien, cuando una mercancía específica se cimienta socialmente como equivalente
general, pasamos a la última forma de valor, la forma de dinero. La distinción entre la forma
general y la forma de dinero no es una transición esencial. La forma de dinero es solo una
instancia específica de la forma general, una encarnación real histórica. E, históricamente, el
dinero ha tomado la forma de conchas en la antigua china, India y África, de granos en
Mesopotamia, de cacao en Mesoamérica, y, desde el antiguo Egipto, de oro. Marx afirma que
el oro se convierte en dinero cuando conquista el monopolio de ser el equivalente general. Y
la expresión relativa simple del valor de una mercancía cuando el equivalente es el dinero se
llama precio. Así, en la expresión relativa simple del valor de 20 cuadros de lienzo en 2
monedas de oro, lo que se expresa es el precio de los 20 cuadros de lienzo en las 2 monedas
de oro, además de ser también la expresión del valor de los cuadros de lienzo mediante el
valor de uso del oro, y es la equivalencia de valores entre las dos mercancías. Expresa que en
los 20 cuadros de lienzo se ha cuajado la misma cantidad de trabajo abstracto humano que
en las 2 monedas de oro. Se puede pensar que los precios no están dados en oro, pero, hasta
los 70’s en teoría toda moneda nacional era convertible en oro8. El banco nacional tenía que
darte a cambio de tu billete la cantidad equivalente en oro. El dinero, los dolores, los pesos o
las libras esterlinas, funcionaban como unidades de medida nacionalmente determinadas de
oro. Así resuelve Marx el misterio del valor del dinero, de la forma general del valor. Quien
no haya dilucidado su secreto puede con facilidad tomar el camino de regreso a la forma
general, luego a la forma desplegada y luego a la forma singular del valor. Sin embargo, hay
un enorme problema con que el valor se manifieste en estas 4 formas, pues son relaciones
sociales que toman la forma de relaciones entre objetos. Por ejemplo, en la igualdad de 20
cuadros de lienzo con una chaqueta se muestra la igualdad del trabajo del sastre con la
hilandera. El sastre y la hilandera están en una relación social donde se igualan sus trabajos,
pero esta relación social toma la forma de la relación entre los productos de sus trabajos, los
objetos que crean. Así, parece que el intercambio es una relación entre cualidades inherentes
de los productos, pero es una relación entre actividades humanas. Así la relación social entre
las y los productores adopta para las personas una relación fantasmagórica entre cosas. Por
ello, Marx para explicar este fenómeno, hace uso de analogías al mundo religioso, en el cual
los productos de la mente humana parecen figuras autónomas, dotadas de vida propia, en
relación unas con otras y con los hombres. De igual manera, en la mercancía, los productos
de la mano humana toman una forma autónoma, parecen tener su propia vida, su propia

8
(Chraki) Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/rei/v20n38/0124-5996-rei-20-38-00097.pdf
subjetividad: “A esto llamo el fetichismo que se adhiere a los productos del trabajo no bien
se los produce como mercancías y que es inseparable de la producción mercantil9.”

El famoso fetichismo de la mercancía. Marx ya ha tratado este tema, llevaba toda su vida
tratando el tema. Desde la introducción a la crítica de la filosofía del derecho, Marx había
hablado de cómo las creaciones humanas se le aparecen como ajenas y hostiles. El fetichismo
es una nueva encarnación de este fenómeno, con unas características muy particulares. ¿Por
qué la mercancía necesariamente toma un carácter fetichista? Hay que recordar que para que
algo sea una mercancía, debe ser un valor de uso para alguien distinto de quien la produce y
ese producto debe llegar del productor al consumidor por medio de intercambio. Esto
significa que la mercancía tiene dos momentos, el momento de la producción y el momento
del intercambio. Por ello el trabajo que produce a las mercancías se realiza por separado de
los demás trabajos, y su carácter social no se manifiesta sino hasta el intercambio. Esto es, el
trabajo realizado en cada mercancía no se realiza como trabajo social sino hasta el momento
del intercambio. Por ello, no se manifiesta como trabajo social, sino como una relación social
entre cosas. La igualdad de los trabajos concretos consiste en una abstracción de su
desigualdad real, que sucede en el momento del intercambio. Sin embargo: “Al equiparar
entre sí en el cambio como valores sus productos heterogéneos, equiparán recíprocamente
sus diversos trabajos como trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen10.”

La abstracción es objetiva y real, pero no es consciente. Sin saberlo, en el intercambio se


abstrae del trabajo lo que hace ser concreto y determinado, y queda trabajo útil
abstractamente humano. Esto es real porque es la única manera en la que se pueden equiparar
mercancías. Pero no es necesario estar familiarizados con el método dialéctico para comprar
algo en la tienda, de hecho, ni el más estudiado en Marx mantiene en la conciencia el proceso
de abstracción del que participa cada vez que se compra unos chicles. Al participar en el
mercado, en el intercambio de mercancías, abstraemos, pero lo hacemos de manera
inconsciente ¡No lo sabemos, pero lo hacemos! Es inevitable en la cotidianidad, vivir al nivel
de lo concreto representado.

La determinación de las magnitudes de valor por el tiempo de trabajo abstracto humanos


socialmente necesario, se oculta bajo los movimientos de intercambio. Marx dice: “La
reflexión en torno a las formas de la vida humana, y por consiguiente el análisis científico de

9
(Marx) Recuperado de https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/1.htm
10
(Marx) Recuperado de https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/1.htm
las mismas, toma un camino opuesto al seguido por el desarrollo real. Comienza post festum
(después de los acontecimientos) y, por ende, disponiendo ya de los resultados últimos del
proceso de desarrollo.”

El análisis inicia con la relación entre los precios de las mercancías, analizando las
relaciones de las cosas como si fueran relaciones sociales entre cosas. La paradoja es que
gracias a la forma de dinero se logra obtener el concepto de valor, pero es la misma forma de
dinero la que vela el carácter social de los trabajos privados. Todo trabajador termina
relacionando su trabajo con el dinero que obtendrá, con una cosa, sin ver cómo es que éste
solo es una manifestación del trabajo que han realizado y de su carácter social relacionado
con el trabajo que realizan todos. Para Marx, la única manera de separarse del fetichismo de
la mercancía será cuando las circunstancias de la vida cotidiana se muestren como relaciones
racionales entre personas y con la naturaleza, es cuando el proceso de producción sea
planificado y consciente. Mientras tanto, tendremos que lidiar con las relaciones sociales y
de producción del capitalismo.
REFERENCIAS

• Alomà, J. S. (s.f.). Forma simple de valor. Recuperado de

https://rebelion.org/docs/2091.pdf

• Chraki, F. B. (2018). Valor y dinero en Marx. Recuperado de

https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/ecoins/article/view/5274/6

766#citations

• Flores, J. H. (s.f.). Del valor de uso al valor de cambio: un (neo)-

determinismo en la lógica social. Recuperado de

http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/923/1/valor_uso.pdf

• Gómez, F. T. (n.d.). La naturaleza y la mercancía. Recuperado de

https://unimagdalena.primo.exlibrisgroup.com/permalink/57UMA_INST

/1005cv1/cdi_dialnet_primary_oai_dialnet_unirioja_es_ART000129335

• Marx, K. (1867). El capital. Recuperado de

https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/1.htm

• Reyes, M., & Zamora, J. (2018). Sobre la religión. De la alineación religiosa

al fetichismo de la mercancía. Recuperado de https://elibro-

net.biblioteca.unimagdalena.edu.co/es/ereader/unimagdalena/128592

• Westreicher, G. (2018). Teoría del valor de Karl Marx. Recuperado de

Economipedia website: https://economipedia.com/definiciones/teoria-del-

valor-de-karl-marx.html

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