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I-Introducción
Mirar dos fotografías, una tomada en la niñez en el colegio con los compañeros y
otra en un acontecimiento social cualquiera, varios años después, puede generar que una
persona piense en cómo su cuerpo, su modo de pensar, de sentir y de hacer ya no es
el mismo de antes y plantearse cómo se llegó a ese momento de su vida, por qué se llegó
de tal o cuál manera, cómo influyeron los otros, sus propias decisiones, su historia, el
lugar donde nació, y qué pasará más adelante.
En términos muy generales, podría decirse, que ese interrogante constituye la base de
los planteos científicos acerca del desarrollo humano desde distintos campos del saber,
entre ellos, de la Psicología y, en particular, de la Psicología del Desarrollo.
Definición:
Los teóricos de la Psicología del Desarrollo coinciden en sostener que ésta es la rama de
la psicología que se encarga de abordar las transformaciones psicológicas que se
producen a lo largo de la vida de los seres humanos, pero también lo que permanece
con el paso del tiempo.
Esta rama de la Psicología no siempre fue denominada como “del desarrollo”, este nombre
surgió a partir de avances científicos y cambios socioculturales que posibilitaron superar las
limitaciones de la mirada del desarrollo humano, que desde finales del siglo XIX y hasta
mediados del XX, sostuvo la tradicional Psicología Evolutiva. La Psicología del Desarrollo es
heredera del objeto de estudio de la Psicología Evolutiva pero lo aborda de una manera mucho
más extensa, comprensiva y compleja.
Surgimiento y progreso:
- A finales del siglo XIX la Psicología solo se interesaba por la vida psíquica madura del ser
humano considerando a los niños como seres inacabados, de acuerdo a este posicionamiento el
psiquismo solo podía ser examinado y entendido plenamente en sujetos adultos.
- las transformaciones sociales y políticas sumadas a las novedosas concepciones biológicas del
siglo XIX rompieron la rígida y estática mirada de la Psicología. Los movimientos sociales de
la edad contemporánea hicieron aún más visibles a niños y adolescentes y los avances de
la biología, a partir de las postulaciones de Charles Darwin, contribuyeron al surgimiento de
una perspectiva genética del desarrollo humano, centrándose fundamentalmente en las
etapas de la niñez y de la adolescencia.
- las de Juan Luis Vives, durante el siglo XVI, quien se interesó en adaptar la
enseñanza al desarrollo de los niños.
-En el Siglo XVII Comenius sostuvo que la educación debía adaptarse a la edad ,
-en la misma época Locke manifiesta su idea de que el hombre, al nacer, es una
tábula rasa en la que la experiencia va dejando marcas, sobre todo la educación.
-El más influyente fue Jean Jacques Rousseau quien, en el siglo XVIII, sintetizó en “El
Emilio o de la educación” las ideas de sus predecesores siendo este libro uno de los
fundamentos de un movimiento de interés por la etapa de la infancia.
En 1859 Charles Darwin publica “El origen de las especies” donde explica cómo las
especies se modifican, esta obra tuvo una enorme influencia en la biología y en las
ciencias humanas, pero tal incidencia en los estudios de la infancia recién se harán
sentir entre 1870 y 1880 con el surgimiento de trabajos basados en su perspectiva,
como el del filósofo francés Hippolite Taine acerca de la adquisición del lenguaje.
Posteriormente el mismo Darwin, en 1877, publica una biografía a partir de
observaciones sobre su hijo que había llevado a cabo cuarenta años atrás y en 1878
Bernard Pérez publica “Los tres primeros años del niño” al que se considera como el
primer libro completo, aunque con muchos defectos, sobre psicología infantil.
CONSOLIDACIÓN
En relación con la segunda estaban los trabajos de Henry Wallon, Jean Piaget, Lev
Vygotsky, entre otros
Los modelos explicativos en Psicología Evolutiva tuvieron como sustento los supuestos
filosóficos acerca de la naturaleza humana de los siglos XVII y XVIII: el Empirismo y el
Innatismo
Una de las preguntas que se formuló Locke fue sobre cuál era el origen del contenido mental
y su respuesta, inspirada en Aristóteles, fue que la mente, al nacer el humano, es una tabula
rasa, algo como un papel en blanco que es marcado por conocimientos a través de la
experiencia. Es por esta concepción que le otorgó a la educación una gran importancia; en
este sentido, desde su perspectiva, los potenciales innatos precisan del contacto social para
poder desarrollarse y lo hacen fundamentalmente a través del ejemplo y de la imitación.
Por su parte, Hume trató de introducir en las ciencias humanas el método experimental a
través de la observación directa de la vida. Entre sus teorizaciones se destaca la
preponderancia que otorga a las ideas, las cuales serían imágenes que las percepciones dejan
y que, por lo tanto, el pensamiento tendría su origen en los aportes provenientes de los
sentidos y de la experiencia, motorizado a su vez por la asociación de las ideas.
Estas dos vertientes filosóficas mencionadas con anterioridad dieron lugar al surgimiento,
dentro del campo de la Psicología Evolutiva, a dos paradigmas o modelos con los que se
comenzó a abordar al desarrollo humano: el Mecanicismo y el Organicismo, siendo este
último el que más producción y adeptos tuvo hasta avanzado el siglo XX.
Críticas a la Psicología Evolutiva: a partir de la segunda mitad del siglo pasado comenzaron
a surgir teorías que propusieron una manera renovada de estudiar al desarrollo humano, a
la vez que denunciaron las limitaciones de los paradigmas tradicionales iniciando la crisis de
éstos y de la Psicología Evolutiva.
Paul Baltes, propulsor de la Teoría del Life Span o del Ciclo Vital, apunta su crítica a las
características del desarrollo que promovían el Organicismo y el Mecanicismo:
III-La Psicología del Desarrollo nuevo modelo explicativo del desarrollo en los seres humanos,
Características principales:
esta disciplina realiza un estudio sobre aquello que
cambia y aquello que permanece en los sujetos a lo largo del tiempo
y para ello va a requerir de los aportes de diversos saberes científicos tales como la biología, la
antropología, la sociología, la etnografía asimismo va a recurrir a diversas teorías dentro
del campo de la Psicología. La necesidad de este enfoque global al que apela la Psicología
del desarrollo da cuenta de la complejidad de su objeto de estudio.
El abordaje del desarrollo psicológico en los seres humanos implica la ejecución de tares que
conllevan a determinados logros en esta rama: la descripción, el análisis y la explicación de los
fenómenos que darán las herramientas necesarias para el logro de la prevención y de la
optimización en lo que se refiere al desarrollo psicológico.
La Psicología del Desarrollo estudia los cambios, en este sentido Lerner (2.002) sostiene que
los investigadores, aunque de diferentes perspectivas, están de acuerdo en que:
Estos cambios pueden ser fundamentalmente de dos tipos: cuantitativos y cualitativos. Los
primeros dan como incremento o decremento de forma progresiva, promueven un aumento
de complejidad de carácter acumulativo, los segundos, tienen que ver con cambios
organizacionales o morfológicos y se producen de forma global y discontinua.
Para poder explicar el desarrollo humano los científicos, según Kail y Cavanaugh (2011)
tienen en cuenta ciertos factores interactivos:
Factores biológicos: son aquellos determinados por el código genético como la
morfología, la maduración cerebral, como así también aquellos relativos al estilo de
vida, por ejemplo la alimentación.
Factores psicológicos: son fundamentalmente los cognitivos y emocionales, por
ejemplo: el avance intelectual promueve nuevas formas de percibir la realidad y
actuar en ella.
Factores socio-culturales: incluyen aquellas incidencias interpersonales, sociales y
culturales, como puede ser la interacción con adultos y pares que sirve para la
incorporación de las prescripciones de la cultura en la que el sujeto se desenvuelve,
por ejemplo, los roles de género.
Factores del curso vital: tienen que ver en cómo un mismo suceso impacta de manera
diferenciada en distintos momentos del curso de la vida. Por ejemplo el divorcio de
los padres en la niñez o el embarazo en la adolescencia
En consonancia con los factores intervinientes en el desarrollo existe también la interacción
dialéctica entre tres sistemas de influencia (Urbano y Yuni, 2005):
“Mientras que el primero de estos factores introduce una cierta homogeneidad entre todos
aquellos seres humanos que se encuentran en una determinada etapa (por ejemplo los
adolescentes), y el segundo introduce una cierta homogeneidad entre quienes tienen en común
vivir en una misma cultura, en el mismo momento histórico y dentro de un determinado
grupo social […] el tercero de los factores introduce elementos idiosincrásicos que hacen que el
desarrollo psicológico, a pesar de presentar semejanzas de unas personas a otras, sea un fenómeno
irrepetible que no ocurre de la misma manera en dos sujetos distintos”. (Palacios 1990, p.15).
Surgimiento y consolidación: en el siglo XX, con posterioridad a la Segunda Guerra
Mundial, se produjeron grandes cambios con respecto a la manera de abordar y entender
científicamente al desarrollo del ser humano. Estos cambios dieron pie al pasaje de la
Psicología Evolutiva a la Psicología del Desarrollo conjuntamente con el progresivo
establecimiento de un nuevo paradigma.
Otro adelanto importante fue la creación de nuevos métodos mucho más apropiados
para la investigación del desarrollo como el método longitudinal, el cual posibilita la
observación y el análisis de sujetos por períodos prolongados de tiempo.
Para este modelo o paradigma, todos los niveles de análisis son susceptibles de cambios
permanentes, los mismos no se consideran como excepciones que requieren ser
explicadas sino como inherentes al desarrollo.
Además sostiene que cada nivel de análisis está integrado con otros y que, por ende, las
transformaciones en un nivel tienen que ver con las producidas en otro, todo cambio
debe ser entendido en el contexto de otros cambios de los que forma parte.
Considera al desarrollo como un proceso continuo que ocurre en varios niveles, por medio de
un movimiento dialéctico y constante de tesis, antítesis y síntesis, los cambios cualitativos se
consideran tan importantes como los cuantitativos y es posible que la acumulación de
modificaciones cuantitativas pueda promover cambios cualitativos.
La Psicología del Life Span: nació entre finales de la década del 60 y comienzos de
la del 70, del siglo pasado teniendo como principal exponente a Paul Baltes, quien va
a realizar las críticas a los paradigmas tradicionales que fueron expuestas
anteriormente.
Esta teoría hunde sus raíces en los estudios realizados por Vygotsky, Piaget, Wallon
pero principalmente en la Psicología de los ciclos de la vida de Erik Erikson y los
Baltes en realidad comenzó buscando nuevas estrategias metodológicas para abordar a los
cambios que se dan a lo largo de la vida. Esta tarea lo llevó a replantear conceptos
fundamentales como el de desarrollo y armar una teoría al respecto, posteriormente sus+
esfuerzo se dirigiò al estudio de los cambios que se dan en el envejecimiento.
Universalidad-unidireccionalidad-Lógica estructural
La Psicología del Life Span considera que el desarrollo del ser humano es de carácter
complejo y que no puede ser entendido desde una sola mirada. Asimismo esta
perspectiva, le confiere cuatro características fundamentales:
G. Elder, con sus aportes, intentó apartarse de las ideas sobre el desarrollo de
corte maduracionista, basadas en el crecimiento y en el estudio solo de la
niñez y de la adolescencia, construyendo un modelo que permita acceder a
todo el curso de la vida de los seres humanos.
Asimismo se propuso entender cómo las trayectorias vitales se organizan y
transforman a los largo del tiempo y se vinculan con el contexto social,
cultural e histórico.
A este respecto Lalive d’Epinay (2011 en Yuni Comp. P.115)) comenta: “Los
psicólogos del Life Span se interesan generalmente en el desarrollo individual al
interior de un curso de la vida estándar. Los efectos producidos por los cambios
sociales e históricos son habitualmente conceptualizados como variaciones, mediadas
en relación a ese desarrollo estándar. Esto llevó a algunos sociólogos a considerar que
la Psicología del Life Span deja de lado la imbricación de los procesos individuales
dentro de su contexto socio-histórico”.
En los trabajos de Glenn Elder predomina un enfoque global que incluye distintos
ámbitos del desarrollo y el contexto socio cultural e histórico lo cual se va a sintetizar
en una serie de conceptos y principios básicos
De acuerdo a Blanco (2011), los conceptos y principios básicos son:
•El concepto de trayectoria: las trayectorias son los caminos, carreras o líneas de vida
cuyas direcciones, proporciones y grados no son predeterminadas y fijas sino que
pueden variar y abarcan una diversidad de áreas, interdependientes entre ellas, como el
trabajo, la familia, los estudios. La trayectoria puede ser definida por el proceso de
envejecimiento o la dinámica a lo largo de la estructura de edad Estas secuencias de
estados psicológicos y psicosociales se vinculan con el orden social y los procesos
históricos.
•El concepto de transición: son todos aquellos cambios que ocurren en las trayectorias
que son lo suficientemente importantes como para provocar un giro en las mismas, las
transiciones no están predeterminadas [aunque algunas de ellas son más probables de
que ocurran como efecto de las expectativas de edad de cada contexto] y pueden ocurrir
en simultaneo con otras. Estos giros en las trayectorias generan la asunción de nuevos
roles y, en muchas ocasiones, nuevas facetas en la identidad social.
•El concepto de turning point [cambio radical, punto de cambio]: son los giro, positivos
o negativos, que implican cambios cualitativos y que provocan una discontinuidad en
una o más trayectorias y que no admiten predictibilidad, no pueden preverse y solo
pueden ser analizados retrospectivamente.
•El principio del desarrollo a lo largo del tiempo: al ser el desarrollo un proceso que
abarca toda la vida, se hace imprescindible investigarlo a partir de una perspectiva a
largo plazo, al abordarlo de esta manera se incrementa el potencial de la
interdependencia entre el desarrollo de las personas y el cambio social, asimismo se
asume que en la vida de las personas los sucesos previos ejercen influencia la posterior
experiencia y trayectoria.
•El principio de tiempo y lugar: se refiere a que las vidas humanas [las cohortes y las
generaciones] están estrechamente vinculadas a determinados lugares y a determinados
tiempos históricos, los cursos vitales de los sujetos están incrustados y son modelados
por el lugar y el tiempo histórico. Los sujetos que pertenecen a alguna determinada
cohorte comparten ciertas características pero no de una manera totalmente
homogénea ya que inciden factores tales como género, clase social, zona geográfica,
etnia, religión e incidencias biográficas.
•El principio del timing: se refiere al momento del curso vital donde ocurre una
transición, en el sentido de que si ésta se produce en el momento esperado, tarde o
pronto de acuerdo a la expectativa social. Por lo tanto un suceso puede repercutir de
maneras diferentes de acuerdo a la edad y a las circunstancias en las que se produzca y
tener consecuencias a largo plazo, no tan solo en las propias trayectorias sino también
en las trayectorias de otras personas.
•El principio de las vidas interconectadas: las vidas de las personas no tan solo están
situadas histórica y socialmente sino también con las de otras personas en una red de
vinculaciones en la cual se expresan esas influencias históricas. Las transiciones de un
sujeto, frecuentemente, promueven transiciones en las vidas de las otros sujetos.
•El principio del libre albedrío: este principio marca la conexión entre lo individual y lo
estructural, de acuerdo a este principio los sujetos son agentes activos que eligen o
rechazan entre diversas alternativas de vida, construyendo su propio curso vital. Este
aspecto electivo de las personas tiene lugar dentro de una estructura de posibilidades,
pero que también implica limitaciones, que se dan en función del contexto social e
histórico.
Para Brandstadter (2007) las acciones son conductas que pueden ser explicadas y
presupuestas a partir de estados intencionales, que los sujetos seleccionan a partir de
un cierto número de alternativas, que se encuentran parcialmente bajo su control, que
se encuentran configuradas y limitadas por las normas sociales y las representaciones
que éstos poseen acerca de esas limitaciones ambientales y que poseen como finalidad
la modificación de situaciones a partir de representaciones de futuro.
Otro momento importante en la evolución del self será a partir de la intervención del
lenguaje, a partir de él se irán creando significados culturales dando lugar a la
construcción de un sistema de significaciones acerca de sí mismo, de cómo los sujetos
suponen que son vistos por los demás y de cómo se perciben a sí mismos; desde este
autoconcepto irán surgiendo las acciones intencionales con la finalidad de preservarlo,
protegerlo o mejorarlo.
Este self es también un self autorregulador del desarrollo en el sentido que emplea
determinadas funciones para organizar las trayectorias, estas funciones son la auto-
IV- El Enfoque
observación, la autoevaluación y la autocorrección. Por lo anteriormente expuesto es
que se considera a la Teoría de la acción de Brandstadter como una teoría del self, de
las acciones y de sus incidencias en el proceso de desarrollo.
Definición: Lalive d’Epiney (2011) considera al Curso Vital como un paradigma, Yuni y
Urbano (2005, p.24) consideran que “El enfoque del curso vital no es, pues, una teoría en sí
misma. Es un conjunto de premisas surgidas de la investigación científica que orienta la
descripción, la interpretación y el análisis de los procesos de desarrollo evolutivo a lo largo de
todo el curso vital”, aunque en 2011 J. Yuni lo menciona como paradigma y da sus
consideraciones al respecto, pero aún los autores en Psicología del Desarrollo no muestran un
acuerdo en que si puede o no ser considerado como tal.
Surgimiento: Este enfoque nace a partir de los aportes provenientes de la demografía con
trabajos como los Ryder, de la sociología, principalmente de la mano de Elder con su Teoría
del Curso Vital y de la Psicología del Life Span.
Características: las cualidades que este enfoque adjudica al desarrollo psicológico de los
sujetos van a ser:
Es dinámico, contextual y procesual
Se produce a lo largo de toda la vida
No posee un carácter teleonómico, es decir, no presenta una meta pre establecida
La edad es irrelevante como variable explicativa
Se produce por el interjuego de factores biológicos, psicológicos y contextuales
Se revalorizan los aspectos biográficos como organizadores de las transformaciones
El sistema de influencias que regula al desarrollo son normativas: relacionadas con la
edad y con el periodo en periodo por el que transitan las personas y no normativas o
idiosincrásicas y se encuentran, además, lo no eventos
Se relativiza la importancia del medio, ya que es el sujeto conjuntamente con éste que
llevan a cabo la construcción y la regulación del desarrollo
Se configura en el marco de los contextos sociales, por los significados culturales
otorgados a cada etapa y por la prescripciones en función de la posición que se ocupa
en la estructura social
Es un proceso discontinuo en tanto las etapas son cualitativamente distintas entre sí y
no necesariamente existe una continuidad entre ellas
Es producto del interjuego entre ganancias y pérdidas
Es plástico y por ende heterogéneo ya que los sujetos al adaptarse y modificarse
producen una amplia variedad de respuestas.
Para la Real Academia Española, la palabra desarrollo significa, de acuerdo a sus dos
primeras acepciones: 1) extender lo que está arrollado, deshacer un rollo y 2) acrecentar, dar
incremento a algo de orden físico, intelectual o moral. Estas acepciones dan cuenta de la
persistencia de consideraciones acerca del desarrollo que tenía el paradigma organicista.
Teniendo en cuenta la primera de ellas puede decirse que: considerar al desarrollo como
“despliegue” de aquello que está “plegado” o “arrollado” hace pensar en la existencia de
una base prefijada de carácter biológico, que con ayuda del ambiente, seguiría un camino
con
metas a priori, idea de irreversibilidad del proceso de desarrollo que las teorías de
contextualitas se encargaron de echar por tierra.
La segunda acepción que propone la Real Academia Española reproduce un aspecto desde el
cual el organicismo enfocaba al desarrollo humano: como una progresión de cambios que
implican mejoramiento, ganancia o éxito lo cual genera una visión distorsionada del
desarrollo, ya que como lo demostró Baltes el desarrollo humano bascula entre ganancias
y pérdidas.
Considerar al cambio solo como mejora provocó efectos negativos en lo que se refiere a la
consideración de los primeros momentos de la vida del ser humano, si el punto culminante
del desarrollo se producía hacia finales de la adolescencia implicaba que los periodos
precedentes carecían de completitud o madurez, siendo que éstos tienen funciones en sí
mismos, la mayoría de tipo adaptativas, como por ejemplo el umbral de tolerancia que
menciona Spitz (1972) el cual se presenta en los bebés durante la etapa sin objeto de la
evolución de la libido, que implica poca capacidad perceptiva pero con la finalidad de evitar
la sobrecarga del sistema nervioso.
Para la Psicología del desarrollo la niñez es algo más que un periodo caracterizado por la
inmadurez, no es solo una etapa cuyas características serían precursoras inmaduras de las
características de la etapa adultas sino formas distintas e importantes en el proceso
evolutivo. (Lefrancois 2006).
Desde esta perspectiva reemplazar el término desarrollo por curso vital permite una visión
menos regularizada y standardizada . El concepto “curso” permite dar cuenta de la
variabilidad y el dinamismo del desarrollo humano, ya posee una connotación de recorrido,
continuidad, apertura, indeterminación, (Yuni, 2011), puesto que se apela a la metáfora del
curso de un rio.
La Psicología del Desarrollo desde la perspectiva del curso vital se aboca al estudio del
desarrollo psicológico, teniendo como marco de orientación, tanto teórica como
empíricamente, al emergente enfoque del curso de la vida permite considerar al desarrollo
desde las características presentadas en a lo largo del trabajo y en particular en el
apartado anterior.
En este sentido este enfoque también se entiende como “ el estudio interdisciplinario del
desarrollo de la vida humana [ontogénesis humana] mediante el establecimiento de puentes
conceptuales entre [a] los procesos de desarrollo biológicos y psicológicos; [b] el curso de la
vida como institución social, desde el doble punto de vista: el de las regulaciones sociales y
culturales de la cual es objeto y de su construcción por los individuos en función de sus
recursos y el de sus perspectivas biográficas; [c] el contexto socio-histórico y los cambios que
éste experimenta”. (Lalive d’Epinay 2011, p.20), definición con la que se completa la
aportada por los autores Yuni y Urbano (2005).