Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Avivando La Llama
Avivando La Llama
9
LOBSANG RAMPA
10
AVIVANDO LA LLAMA
11
LOBSANG RAMPA
12
AVIVANDO LA LLAMA
13
LOBSANG RAMPA
14
AVIVANDO LA LLAMA
17
LOBSANG RAMPA
18
AVIVANDO LA LLAMA
19
L OBS ANG RAMPA
20
AVIVANDO LA LLAMA
21
LOBSANG RAMPA
22
AVIVANDO LA LLAMA
23
LOBSANG RAMPA
24
AVIVANDO LA LLAMA
25
LOBSANG RAMPA
26
AVIVANDO LA LLAMA
partes. Hasta he escuchado la pequeña América en la
Antártida Sur.
Algo parecido es el aparato para telefonear al astral.
Trasforma las ondas de radio actuales en algo incom-
parablemente más elevado, exactamente como las on-
das de radio, a su vez, son mucho más elevadas en
frecuencia que la palabra.
En días venideros la gente podrá hablar por teléfono
con los que acaban de morir de la misma manera que
una persona puede ahora hablar al hospital y, si tiene
suerte y la enfermera está de buen talante, comunicar-
se con un paciente que se está recuperando de una
operación. Así sucederá con aquellos que acaban de
dejar esta vida y se están recuperando de la tensión del
tránsito, lo mismo que una madre y su bebé se recupe-
ran de la tensión del alumbramiento. Mientras tiene
lugar este proceso de restablecimiento, los parientes
pueden llamar telefónicamente a la zona de recepción y
averiguar "como se encuentra el paciente". Natural-
mente, cuando el "paciente" ya esté recuperado y haya
pasado, a otras dimensiones se hallará demasiado
ocupado para aceptar que se lo moleste con los mez-
quinos y menudos intereses de esta Tierra. Esta Tierra
sólo es una pizca de polvo para un abrir y cerrar de
ojos en lo que es el tiempo REAL.
Para aquellos que tengan esta inquietud, quiero de-
cirles que en verdad he visto tal teléfono y lo he visto
funcionando. Es -una lástima que la prensa necia no
esté controlada por la censura porqué no debiera ser
permitido llevar a cabo actos alocados en obsequio del
sensacionalismo e inhibir lo que son descubrimientos
reales.
Así, consideremos esto como un principio y el .fin del
primer capítulo. Juntos continuaremos y veremos lo
que podemos hacer para responder algunas de las
preguntas en el segundo.
27
CAPITULO SEGUNDO
30
AVIVANDO LA LLAMA
31
LOBSANG RAMPA
32
AVIVANDO LA LLAMA
34
AVIVANDO LA LLAMA
38
AVIVANDO LA LLAMA
39
LOBSANG RAMPA
40
AVIVANDO LA LLAMA
S í , l o s a nim a l e s v a n a l c i e l o ; n o a l c i e l o d e l o s
cristianos, por supuesto, pero con ello nada pierden.
Tienen un cielo real, sin ángeles con alas de plumas de
ganso, y un Manu o Dios que vela por ellos. Cualquier
cosa que el hombre puede obtener o lograr en el Otro
41
LOBSANG RAMPA
42
AVIVANDO LA LLAMA
43
LOBSANG RAMPA
44
AVIVANDO LA LLAMA
45
CAPITULO TERCERO
47
LOBSANG RAMPA
48
AVIVANDO LA LLAMA
49
LOBSANG RAMPA
50
AVIVANDO LA LLAMA
51
LOBSANG RAMPA
52
AVIVANDO LA LLAMA
55
LOBSANG RAMPA
56
AVIVANDO LA LLAMA
b a n j u n t o s . ¿ H a b é i s l eí d o a l g u n a v e z m a y o r n e c e -
dad? ". . . todos meditaban juntos". Bueno, si hubieran
tenido la más mínima noción de metafísica, hubieran
sabido que no podían meditar ju ntos. ¿Sabé is por
qué? Cada humano irradia energía, irradia ondas, on-
das de pensamiento, ondas de prana; y cada uno es,
hasta cierto punto, telepático. De manera que, si se
toma un grupo de gente meditando sobre sus propios
asuntos, evidentemente confundirán sus objetivos, lo
cual hace imposible realizar una meditación individual
útil.
Esto puede ser corroborado en las multitudes. To-
memos una tribuna de fútbol, por ejemplo; en ella
podréis observar unos miles de sujetos normales, algu-
nos bastante equilibrados y otros tan locos como una
cabra, todos reunidos. Piensan en el juego y de pronto
sucede algo, alguien imagina determinada cosa y la
dice y se produce una personalidad repentina de gru-
po: histeria colectiva. La gente cae y es pisoteada,
destrozan las instalaciones, se produce el caos y la
muchedumbre se abalanza hacia la salida gritando, vo-
ciferando y atropellando todo lo que encuentra a su
paso. Más tarde, cuando la multitud se dispersa, los
responsables, con horror y vergüenza, se preguntan qué
pudo haberles ocurrido.
60
AVIVANDO LA LLAMA
62
CAPITULO CUARTO
63
LOBSANG RAMPA
64
AVIVANDO LA LLAMA
68
AVIVANDO LA LLAMA
69
LOBSANG RAMPA
70
AVIVANDO LA LLAMA
71
LOBSANG RAMPA
72
AVIVANDO LA LLAMA
73
LOBSANG RAMPA
74
AVIVANDO LA LLAMA
75
LOBSANG RAMPA
76
AVIVANDO LA LLAMA
77
LOBSANG RAMPA
78
CAPITULO QUINTO
79
LOBSANG RAMPA
82
AVIVANDO LA LLAMA
83
LOBSANG RAMPA
84
AVIVANDO LA LLAMA
85
LOBSANG RAMPA
86
AVIVANDO LA LLAMA
87
LOBSANG RAMPA
88
AVIVANDO LA LLAMA
90
AVIVANDO LA LLAMA
91
LOBSANG RAMPA
93
LOBSANG RAMPA
94
AVIVANDO LA LLAMA
96
CAPITULO SEXTO
97
LOBSANG RAMPA
98
AVIVANDO LA LLAMA
99
LOBSANG RAMPA
100
AVIVANDO LA LLAMA
101
LOBSANG RAMPA
102
AVIVANDO LA LLAMA
103
LOBSANG RAMPA
E n e s t e l i b r o e n p a r t ic u l a r v a a h a b e r m u ch a s
digresiones y muchas repeticiones. He estado revisan-
do una serie de preguntas y veo que es indispensable
insistir sobre algunas cosas ya tratadas, aunque a algu-
nos de vosotros no os guste. Por eso os . advierto que
habrá unas pocas repeticiones. Puedo afirmar sin
duda alguna que hasta ahora vosotros estáis leyendo el
libro y espero que lo hayáis comprado en lugar de
haberlo pedido prestado a alguna biblioteca. Un pobre
infeliz autor no obtiene derecho alguno sobre los li-
bros que las bibliotecas prestan, vosotros lo sabéis, y
cada libro que sale del anaquel de una biblioteca es
una merma de la renta, es decir, de la comida del
104
AVIVANDO LA LLAMA
105
LOBSANG RAMPA
106
AVIVANDO LA LLAMA
107
LOHSANG RAMPA
108
AVIVANDO LA LLAMA
109
LOBSANG RAMPA
110
AVIVANDO LA LLAMA
111
LOBSANG RAMPA
112
AVIVANDO LA LLAMA
114
AVIVANDO LA LLAMA
115
CAPITULO SEPTIMO
117
LOBSANG RAMPA
118
AVIVANDO LA LLAMA
119
LOBSANG RAMPA
120
AVIVANDO LA LLAMA
121
LOBSANG RAMPA
122
AVIVANDO LA LLAMA
123
LOBSANG RAMPA
124
AVIVANDO LA LLAMA
125
LOBSANG RAMPA
126
AVIVANDO LA LLAMA
128
AVIVANDO LA LLAMA
130
AVIVANDO LA LLAMA
132
AVIVANDO LA LLAMA
133
LOBSANG RAMPA
134
AVIVANDO LA LLAMA
135
CAPITULO OCTAVO
Si no escalas la montaña,
no podrás contemplar el llano.
137
LOBSANG RAMPA
138
AVIVANDO LA LLAMA
139
LOBSANG RAMPA
140
AVIVANDO LA LLAMA
141
LOBSANG RAMPA
142
AVIVANDO LA LLAMA
143
LOBSANG RAMPA
145
LOBSANG RAMPA
146
AVIVANDO LA LLAMA
147
LOBSANG RAMPA
148
AVIVANDO LA LLAMA
149
LOBSANG RAMPA
150
AVIVANDO LA LLAMA
151
LOBSANG RAMPA
152
AVIVANDO LA LLAMA
153
LOBSANG RAMPA
154
AVIVANDO LA LLAMA
155
LOBSANG RAMPA
156
CAPITULO NOVENO
157
LOBSANG RAMPA
158
AVIVANDO LA LLAMA
159
LOBSANG RAMPA
161
LOBSANG RAMPA
162
AVIVANDO LA LLAMA
164
AVIVANDO LA LLAMA
165
LOBSANG RAMPA
166
AVIVANDO LA LLAMA
167
LOBSANG RAMPA
168
AVIVANDO LA LLAMA
169
LOBSANG RAMPA
170
AVIVANDO LA LLAMA
171
LOBSANG RAMPA
172
AVIVANDO LA LLAMA
173
LOBSANG RAMPA
174
AVIVANDO LA LLAMA
175
CAPITULO DECIMO
177
LOBSANG RAMPA
179
LOBSANG RAMPA
180
AVIVANDO LA LLAMA
181
LOBSANG RAMPA
182
AVIVANDO LA LLAMA
183
LOBSANG RAMPA
184
AVIVANDO LA LLAMA
185
LOBSANG RAMPA
186
AVIVANDO LA LLAMA
d o v i e n e a l a Ti e r r a c o n u n d e s a j u s t e o d e s o r de n
orgánico deliberado; y si alguien llegara como lunático
delirante en nada afectaría el cuerpo astral. La parte
enferma se desprende cuando el cuerpo astral "va al
hogar".
Además de los que vienen con algún padecimiento
intencional para estudiarlo acá, existen los otros con la
desgracia de un daño producido por la madre que no
ha observado una dieta adecuada, o una obstétrica o
médico que ha utilizado mal los instrumentos. Por
ejemplo, digamos que un médico, al nacer una cria-
tura, emplea algún instrumento con el cual lesiona el
cráneo, provocando un desajuste mental como resul-
tado de tal daño. Pero ello no es necesariamente el
karma de la persona que está "pagando una deuda".
Podría ser un accidente desgraciado y nada más. Ni
significa tampoco que el médico haya cargado su kar-
ma porque algunas cosas son accidentes y no significan
motivo para acumular karma. Existe una interpretación
errónea sobre el karma.
La persona que llega y es lesionada con un accidente
desgraciado obtiene "créditos" porque el fracaso de esa
vida no ha sido por su culpa. Y, si la lesión es muy
grave, es decir, si reduce" al ser a la condición de lo
que se llama vegetal humano, entonces el mismo astral
irá y se ubicará en algún lado y el corazón del vegetal
humano continuará latiendo por el resto de la vida, sin
mejorar ni empeorar.
No hay antecedente en la Tie r r a d e q u e a l g u n a
acción pueda provocar locura a la entidad astral. Lo
único más próximo a ello lo puede causar la ingestión
excesiva de drogas. Si se hace esto, el ser astral es
lesionado decididamente, no hasta el grado de insania
violenta, por supuesto, pero sí hasta el estado depre-
sivo grave lo cual debe ser curado durante una prolon-
gada permanencia en el hospital astral.
Mucho de la misma condición prevalece cuando una
persona es alcoholista consuetudinario, porque con sus
187
LOBSANG RAMPA
188
AVIVANDO LA LLAMA
189
LOBSANG RAMPA
190
AVIVANDO LA LLAMA
191
LOBSANG RAMPA
192
AVIVANDO LA LLAMA
193
LOBSANG RAMPA
194
CAPITULO UNDECIMO
195
LOBSANG RAMPA
196
AVIVANDO LA LLAMA
197
LOBSANG RAMPA
198
AVIVANDO LA LLAMA
199
LOBASNG RAMPA
200
AVIVANDO LA LLAMA
201
LOBSANG RAMPA
202
AVIVANDO LA LLAMA
203
LOBSANG RAMPA
204
AVIVANDO LA LLAMA
205
LOBSANG RAMPA
206
AVIVANDO LA LLAMA
207
CAPITULO DUODECIMO
209
LOBSANG RAMPA
211
LOBSANG RAMPA
212
AVIVANDO LA LLAMA
213
LOBSANG RAMPA
215