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M.

MAZZARELLO

MAESTRA EN EL MANEJO DE LOS SENTIMIENTOS


ALGUNAS CITAS TOMADAS DE LOS PROCESOS DE CANONIZACIÓN

María Victoria Montoya R fma

 Número XI, 22, XVII. Franciscus Cerruti. “ Cuando se trataba de conservar el buen espíritu y de exigir la observancia de la Regla, sabía ser
fuerte y prudente sin dejarse intimidar por motivos humanos. (125) Su caridad era fuerte y dulce y cuando hacía una corrección áspera,
sabía pronto retomarse a sí misma, llamar a la persona, excusarse y recobrar pronto la tranquilidad”.

 Número XI,16. Super art 121.Proc, folio 157 Sor Petronila: “ Mostró grande fortaleza, y cuando murió Don Pestarino de repente y se
encontró privada de quien había sido siempre su consejero y su guía, siguió adelante llena de resignación, exhortando también a las otras
a pensar que estamos en las manos de Dios y que Él proveerá”

 Número VII. IV Testis Guiseppe Mazzarello. 28 interr. Pag 264 “ La Sierva de Dios cuando se dirigía a la Iglesia, pasaba por los caminos
más escondidos y más breves para evitar los lugares de diversiones mundanas, y para no tener distracciones”
 Número XI, 27, pág 319 Test. De Sor Josepha Bolzoni “ no puedo atestiguar sino que muchas veces la Sierva de Dios decía que los
hombres pueden quitarnos todo, menos el corazón para amar a Dios”.

 Número 11, 27 Iº Test de Jacobus Costamagna “ respecto a la virtud de fortaleza, digo que a pesar de ser sencilla como un niño, cuando
se trataba de hacer evitar una ofensa a Dios siempre se demostraba virilmente fuerte en todas sus palabras”

 Número XI, 26. XXII. Henrichetta Sorbone: “ era muy fuerte cuando era corregida en público, reaccionaba con tal calma y serenidad
que nos edificaba; yo no recuerdo haberla visto enojada ni criticar contra aquellos que la contrariaban . ( 12 ) Cuando se daba cuenta
que sus correcciones un poco más vivaces habían hecho mala impresión, buscaba rápidamente la firma de reparar; quería fuertes
también a sus hijas”

 Número XI, 22 XIII. Ernesta Farina “ La vi siempre serena en las tribulaciones, que a los superiores no les faltan”

 Número IV, 21, 17 pág 184. 19 intrerr pág 514 Sor Henrrica Sorbone “ Un día me invitó a acompañarla al bosque contiguo a la casa de
Mornese. Me parecía que estaba muy afligida. Habiéndole preguntado: ¿Madre, le pasa algo? ¿ Puedo ayudarla de alguna manera? Me
contestó con estas precisas palabras: “ ¡Oh Sor Enriqueta, tengo tantos sufrimientos! Habiendo insistido por si podía hacer cualquier
cosa por ella, añadió “ ¡Recemos!” y enseguida noté que había recobrado la serenidad”

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