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Biografía
Al cumplir los ocho años se trasladó a la corte del rey Carlos I de España para servir como
paje de la reina consorte Isabel de Portugal. Aprendió latín, historia, retórica y teología,
además de esgrima, música, baile y modales cortesanos.
En 1535, cuando tenía veinte años, fue investido con el hábito de caballero de la Orden de
Alcántara, una orden religioso-militar, y en 1551 se le dio en esta corporación la
encomienda de Acebuchar.
La primera acción militar en la que intervino fue la expedición a Túnez en 1535, gran
triunfo de las tropas imperiales sobre los turcos otomanos a quienes arrebataron dicha
plaza del norte de África. Siguiendo al emperador en su recorrido por Europa, el joven
Álvarez de Toledo pasó por Roma, donde Carlos I desafió al rey de Francia Francisco I, lo
que desencadenó otra guerra con dicho país (la tercera del reinado del emperador), entre
los años 1536-1538. Tras la firma de la paz, Álvarez de Toledo regresó a España y marchó
más tarde a Gante, en Flandes. Participó enseguida en la expedición a Argel, importante
plaza turca del norte africano, campaña que culminó en fracaso debido al mal tiempo
(1541).
En los años siguientes continuó al servicio de las armas imperiales, aunque también
participó en las dietas, juntas y concilios. Era una época muy turbulenta, pues, además
del embate de los turcos otomanos, se producía el avance del protestantismo en
Alemania, región bajo órbita imperial. En todo este tiempo Álvarez de Toledo estuvo
cerca del emperador Carlos V.
Los años siguientes los dedicó Álvarez de Toledo a actividades relacionadas con la Orden
de Alcántara. Entre 1558 y 1565 permaneció en Roma, donde participó en las discusiones
y la definición de los Estatutos de la Orden, como procurador general.
Nombramiento como Virrey del Perú
Fue mayordomo en la casa del rey Felipe II, hijo y sucesor de Carlos I, y asistió en calidad
de delegado regio al concilio provincial de Toledo de 1565. Tuvo el decisivo apoyo que le
otorgó el cardenal Diego de Espinosa, presidente del Consejo Real de Castilla, durante las
deliberaciones de la Junta Magna de 1568. Entre los resultados de la junta, donde se
tomaron acuerdos importantes sobre la organización administrativa de las Indias, surgió
el nombramiento de Álvarez de Toledo como virrey, gobernador y capitán general del
Virreinato del Perú, el 30 de noviembre de 1568.5
A fines de diciembre de 1568 salió de Madrid y tras visitar a sus familiares llegó a Sevilla
el 23 de febrero del año siguiente; se embarcó en Sanlúcar de Barrameda el 19 de marzo,
en la armada que conducía el general Diego Flores de Valdés. Llegó junto con su
secretario Eusebio de Arrieta, quien desempeñara como secretario del santo oficio
limeño, la misma familia Arrieta establecida en Lima y Tarma.
Muerte
Ya viejo y enfermo, Francisco Álvarez de Toledo se retiró a vivir sus últimos días en la
villa de Escalona, falleciendo el 22 de abril de 1582.6
Testamento
Francisco Álvarez de Toledo, en su testamento, efectuó numerosas disposiciones que se
ocuparon de los indios y que continuaron con sus obras después de su fallecimiento. En la
Cláusula V el ex virrey dejó establecido:
Sus restos
Oropesa, la ciudad natal de Francisco Álvarez de Toledo y en la que descansan sus restos
mortales,7 le debe la construcción del Convento de San Bernardo y el Colegio de los
Jesuitas, que datan de 1590. En 1605, sus restos fueron trasladados a la ya terminada
Iglesia de San Bernardo –planificada por el arquitecto Francisco de Mora, discípulo de
Juan de Herrera, en estilo barroco clasicista– y depositados al pie del altar mayor. Sin
embargo en la actualidad residen en la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, en un rincón
sin mención alguna. De hecho, la Iglesia ha descanonizado la Iglesia de San Bernardo.
Efemérides
En 2014, y con el fin de conmemorar el V Centenario del nacimiento de Francisco Álvarez
de Toledo y ensalzar su figura y sus obras, el Ayuntamiento de Oropesa y Corchuela, en la
provincia de Toledo, convocó un concurso de ideas para la realización de una escultura
que será ubicada al aire libre, diseñada a tamaño real con una altura de 2 metros, sin
limitaciones de peso, y se construirá en bronce resistente, que soporte el deterioro,
situándose sobre peana de granito.8 La escultura ganadora fue "Camorza" de Óscar
César Alvariño Belinchón (de Manzanares el Real).
Como parte de esta efemérides, la diputada nacional de España, Rocío López, desde la
Comisión de Cultura, propuso recordar a Francisco Álvarez de Toledo a través de la
emisión de una estampilla o sello de Correos de España en el que aparece un retrato del
personaje sobre el mapa de Perú. La emisión se hizo efectiva el 23 de octubre de 2015 a
través del procedimiento de impresión en offset papel engomado, con un tamaño de sello
de 40,9 por 28,8 mm.
Arribo al Perú
El Virreinato del Perú era entonces inmenso: se extendía por una gran parte del territorio
de América del Sur, desde Panamá hasta el extremo sur del actual territorio continental
de Argentina, incluyendo las Audiencias de Panamá, Bogotá, Quito, Lima, Chile y
Charcas. Quedaban excluidos Venezuela y Brasil.
Primeras medidas
Posesionado pues del gobierno virreinal, Álvarez de Toledo permaneció en Lima durante
un año, a fin de superar la crítica situación que halló, caracterizada por el enfrentamiento
con la Audiencia, los abusos generalizados, el incumplimiento de las normas, la falta de
respeto a la autoridad, la inaplicación de las leyes, la miseria y dispersión de los
indígenas, el abandono de las minas y las rebeliones de españoles, criollos e indios.
En este tiempo, supo rodearse de los mejores conocedores de la situación y con su apoyo
inició de inmediato una formidable obra de legislador y reformador, por lo que mereció el
título de "Solón del Perú", que le otorgara el insigne jurista limeño Antonio de León
Pinelo. Su labor transformó el virreinato, aseguró la soberanía de la corona castellana y
profundizó el pasado incaico.
Llegó a Cuzco a mediados de febrero de 1571 para permanecer en la antigua capital inca
hasta el 5 de octubre de 1572, una larga estadía llena de acontecimientos y de fecunda
actividad administrativa. Impresionado por la grandeza de sus edificaciones y su
numerosa población, trató de recuperar las instituciones y leyes del Incario, reconociendo
su innegable valor y procurando adaptarlas al gobierno de los indios. Amplió y mejoró las
reducciones, cuyas tierras entregó en propiedad, proyectó la construcción de iglesias,
escuelas y hospitales y aprobó la institución de los cabildos de indios, lo que permitió su
autogobierno. También se preocupó por la situación de los encomenderos, colectores de
los tributos de los indios que tenían asignados, lo que obligaba a su cuidado y
catequización, así como a levantar escuelas y hospitales e incluso el pago de sus servicios
en caso de necesitarlos.
De este modo, se iba dotando el virreinato de un marco jurídico estable, que habría de
permanecer inalterable durante más de doscientos años. Desde Cuzco, Álvarez de Toledo
gobernó, administró y transformó la difícil realidad que había encontrado en todas
partes, con un tesón y una paciencia admirables. Fue por ello, al Virrey de mayor
actuación en la historia de Perú.
Sin embargo, una decisión muy controvertida de su gobierno fue el sometimiento del
cuarto y último inca de Vilcabamba. Como consecuencia de la ruptura por los incas del
Tratado de Acobamba, Álvarez de Toledo envió un ejército a Vilcabamba, bajo el mando
de Martín Hurtado de Arbieto, quien logró derrotar y capturar al inca Túpac Amaru I,
hermano y sucesor de Titu Cusi Yupanqui. En un acto público que quiso ser
ejemplarizador, el último inca fue ajusticiado en septiembre de 1572 en la Plaza Mayor del
Cuzco.
Este hecho, así como otras decisiones que tomó Álvarez de Toledo, atizaron el crecimiento
de una fuerte animosidad en contra suya de parte de algunos funcionarios, sacerdotes y
encomenderos, insatisfechos y quejosos de las disposiciones del virrey.
Desde Potosí promulgó una serie de decretos relativos a la producción minera y al trabajo
de los indios, recuperando la antigua mita de los incas como sistema de producción.
Luego de permanecer seis meses en dicha villa, pasó a La Plata, sede de la Audiencia.
Tuvo tiempo para escribir al rey Felipe II en defensa de su gestión y trató de rebatir los
argumentos de sus enemigos.
Toledo inició su gobierno en 1569 llevando a cabo una visita al virreinato, consiguiendo
información sobre la demografía del territorio y la organización administrativa incaica.
Según Luis Capoche,10 "...halló en la tierra mucha disminución de la potencia de plata
que había tenido, por haberse acabado los metales ricos de este cerro...".
Su siguiente objetivo fue el sometimiento de los indios chiriguanos, que se hallaban en pie
de guerra y mantenían la alarma en toda la región situada al sudeste de Charcas, donde
años atrás se fundara Santa Cruz de la Sierra. Álvarez de Toledo envió primero una
misión de inspección y reconocimiento al territorio de los chiriguanos, y luego él mismo
partió con una expedición de 400 españoles y de un número regular de indios auxiliares
(la mayoría jaujinos). Era fines de mayo de 1574. Se produjo un enfrentamiento con los
chiriguanos quienes adoptaron la táctica de la “tierra arrasada” es decir se retiraron
gradualmente arrasando todo a su paso. La escasez de provisiones empezó a causar
estragos entre los españoles a la que se sumaron las enfermedades por la insalubridad del
territorio. El mismo Virrey enfermó de calenturas, lo que le obligó a retirarse, llegando a
Chuquisaca con los restos de su maltrecha expedición. La empresa fue un fracaso total,
pues el objetivo de dominar a los chiriguanos no se cumplió.
Tras una corta estancia en La Paz, Álvarez de Toledo emprendió el regreso a Lima,
pasando por Arequipa, a la que tituló "noble y leal", y donde continuó su incansable tarea
de legislador, con el propósito de corregir los abusos que seguía encontrando. Luego bajó
a la costa y desde Quilca navegó hasta el Callao. El 20 de noviembre de 1575 arribaba a la
capital tras cinco años de ausencia y habiendo cumplido satisfactoriamente la visita
general.
Fundación de la Casa de Moneda de Potosí
Se evidencia que a un año de autorizar la fundación de una Casa de Moneda en el
virreinato, en 1º de octubre de 1566, el Lic. Lope García de Castro informaba a S.M, el
inicio y el trazo de la Casa de Moneda, exhortando que envíe técnicos que sepan hacer
moneda y mande un par de oficiales de confianza. Al año siguiente, se expresaba que
aunque se hagan dos casas de moneda: una en la ciudad de los Reyes y otra en La Plata,
no existen oficiales que sepan hacer, exhortando se envíe para este propósito.
Bajo esta información, se tiene el dato que ya en 1567, había sugerencias o intenciones de
construir una Casa de Moneda en la ciudad de La Plata, por estar en las proximidades a
las minas de plata existentes en Potosí, un lugar de extracción y producción del mineral.
Cuando don Francisco de Toledo asume el cargo el 26 de noviembre de 1569, tuvo que
afrontar muchos problemas se quejaba que “desde diez legua de la Ciudad de los Reyes
acá, no sólo no corre moneda acuñada, pero aún ni un real he visto ni que se haya”.
Incluso anterior al gobierno de Toledo, el Lic. García de Castro y oficiales reales,
informaban el problema de la circulación monetaria en el virreinato mediante carta en 15
de enero de 1565, a saber:
En esta tierra corre por moneda una plata menuda que llaman corriente
la qual anda por quintar y mucha della falisan los yndios aziendolo de
cobre y plomo con color falssa que le suelen dar por manera que los que
con ello contratan rresçiben mucha perdida asi en el pesso como en el
poco balor que tiene y si hubiese moneda toda esta plata se consumyria
en mejor y fundiendosse para labrar moneda se cobrarya el quinto de
ella para vuestra magestad[…]13
Al parecer dicha resolución quedó sin efecto, al referirse más adelante en la misma carta
de que la Casa de Moneda se instale en la Villa de Potosí y no en la ciudad de La Plata,
justificando que los costos de producción sería menos además evitando los trajines o
transporte de la plata a otro lugar desde el centro de producción o del cerro rico:
La uilla de potosi entendido la determinación que ay de fundar esta casa
de moneda en la ciudad de la plata a salido a la causa pretendiendo por
sus cartas y rrelaciones que me ha hecho que se funde en la dicha villa y
no en la ciudad para esto alegan sus rrazones en especial que se costeara
menos en la lauor de la moneda labrándose en el lugar donde esta la
plata que no en otro donde por fuerça se aya de costear en trajines
llenándolo alla y que los yndios y personas pobres que quisieren labrar
de su pobreza alguna moneda que les sera costoso llenarla y traerla
aquellas diez y ocho leguas demás de las quales ay otras rrazones mas
fundamentales como es que auiendose de sacar la plata de potosí para
llenarla a labrar a la plata parece que se abriría camino para sacar
plata corriente y que sacada vna vez de potosi se podría fácilmente
derramar por el rreyno y finalmente si en potosi ouiese el abasto de leña
y mantenimientos y de tan buen precio como en la plata no ay duda sino
que conuernia ponerla allí aunque la haría alguna falta no rresidir el
audiencia en el mismo asiento de aqui a que se aya de asentar la casa
aura tiempo para mirar lo que se deua hazer y acordarlo con más
deliberazion.14
En una provisión años después, reitera y confirma que por su orden se mandó a fundar la
ceca de Potosí, quien argumenta de la siguiente forma: Provisión Real de 26 de junio de
1574
Avos los oficiales rreales de la rreal aza de su magd que rresidis en la Villa ynperial de
Potosí sabed que Jhoan de Yturrieta tesso de la cassa de la moneda que por mi mandado
esta fundada en la dha Villa me ha ssido hecha rrelacion diziendo que por ser la dha casa
nueba y por no entender los Vezinos y moradores della y tratantes y mercaderes el
Veneficio de la dha moneda no an metido ni meten a labrar[…]
Fin de su gobierno
Sus continuos enfrentamientos con funcionarios eclesiásticos y civiles y su mal estado de
salud, le obligaron a solicitar varias veces su cese, que fue continuamente rechazado,
hasta que, vista las repetidas denuncias que llegaban a la corte, Felipe II decidió relevarle
del cargo de Virrey, eligiendo en su reemplazo a Martín Enríquez de Almansa, por cédula
del 26 de mayo de 1580.
Álvarez de Toledo permaneció en el cargo hasta la llegada del nuevo virrey, pero no
esperó a que éste entrara en Lima, y el 1º de mayo de 1581 salió del Callao rumbo a
España, vía Panamá. Su apuro se debía a la incomodidad que le generaría la posibilidad
de un juicio de residencia ante la llegada del nuevo virrey, tomando como pretexto la
urgencia en alcanzar la flota que esperaba en Nombre de Dios y que había de conducirlo a
España junto con la plata destinada a las arcas reales. Tres días después el nuevo virrey
desembarcaba en el puerto, contrariado por lo que consideró una descortesía de Álvarez
de Toledo.
Tras un viaje de cinco meses, Álvarez de Toledo arribó a Lisboa, donde se hallaba
entonces asentada la corte. Es fama que al presentarse ante el rey Felipe II éste no le
brindó todo el reconocimiento que esperaba, en parte porque le reprochaba ordenar la
muerte del inca rebelde de Vilcabamba, Túpac Amaru I, y la persecución de su familia. Se
dice que las palabras de reproche del rey fueron textualmente:
No parece verosímil esta versión ya que Túpac Amaru I había comenzado a ejercer un
poder efectivo y no solo nominal y aún luego de su muerte, ocurrida en 1572, el rey Felipe
II dejó a Álvarez de Toledo como virrey del Perú durante nueve años más. Lo cierto es que
en la cédula por la cual se le reemplazaba, el rey hacía mención de lo bien que había
servido Álvarez de Toledo durante los doce años que duró en el cargo.
La visita general que realizó en el Perú entre 1570-1575 permitió a Álvarez de Toledo
conocer la realidad del país. A donde no pudo ir envió a visitadores que tomaron nota de
la situación y le enviaron sus informes. En base de todo ello revisó las anteriores
ordenanzas, las complementó y dio otras nuevas.
Álvarez de Toledo tuvo como antecedentes en su redacción, tanto a las ordenanzas que
había emitido para el Virreinato de México, el virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, en
1537, como asimismo las anteriores para el propio Virreinato del Perú, por el virrey Pedro
de la Gasca, en 1550.17
Tal fue la importancia de las Ordenanzas del Perú que Álvarez de Toledo pasó a la
posteridad con el calificativo del Solón Virreinal o el Solón del Perú.
Las reducciones habían sido ya recomendadas por la Real Audiencia de Lima en octubre
de 1549 y dispuestas por real cédula del 21 de marzo de 1551. Ya el anterior gobernador
Lope García de Castro había reducido 563 poblados antiguos a solo 40.
Álvarez de Toledo acometió con mayor empeño tal tarea y creó la “República de indios”,
reducciones de núcleos urbanos de más o menos 400 familias de naturales, con
instituciones propias que contaron con el apoyo de los curacas y que fueron diseñadas
especialmente para satisfacer la idiosincrasia indígena, que, si bien armonizaban con el
resto de las instituciones indianas, presentaban características particulares de acuerdo a
los usos, costumbres, necesidades y estilos políticos, sociales y económicos prehispánicos.
Así la "República de indios" convivió con el sistema implementado para la "República de
españoles".
Sin embargo, en algunos casos, al ser concentrados los indios en poblados y divididas las
tierras en torno a nuevos linderos, se alteró profundamente el sistema tradicional de
control de pisos ecológicos. Muchas tierras antes cultivadas fueron abandonadas por los
indios y los españoles se apoderaron de ellas.
Reglamentación de la mita
Reglamentó la mita, antiguo sistema de trabajo obligatorio por turnos que los incas
implementaron para la construcción de obras públicas y que los españoles reimplantaron
transformando su sentido original. Bajo los incas, el mitayo o trabajador indígena recibía
la manutención del Estado y la retribución en bienes; en cambio, los españoles fijaron
para cada mitayo un salario irrisorio, sumándose esta pesada carga laboral al tributo que
el indio debía pagar al encomendero. De acuerdo a lo dispuesto por las ordenanzas, los
pueblos indígenas debían proveer un número de trabajadores para la construcción de
puentes, caminos y edificios administrativos y religiosos; para el mantenimiento de
tambos o posadas; y para industrias tales como la extracción de minerales, las fábricas de
paños (obrajes) y las estancias. Las más odiadas por los indios fueron la mita minera y la
obrajera.
Auge de la minería
Se produjo un auge de la minería, tanto por la mano de obra que la mita proveyó a las
minas, como por la inclusión de la técnica de amalgama en el refinamiento de la plata que
permitió incrementar considerablemente los volúmenes de producción. Incorporó las
minas de azogue de Huancavelica a la Corona, debido a lo fundamental que era dicho
metal en la amalgama. Es el llamado estanco por el cual el estado arrendaba tales minas a
los mineros.
El mayor éxito que logró fue el resurgimiento del Cerro de Potosí, que fue explotado
utilizando el tradicional sistema del Incario, y en una década, quintuplicó la producción
del mineral de plata de doscientos mil pesos anuales hasta más de un millón de pesos.20
Obras urbanísticas
En la legislación que Álvarez de Toledo dictó en las "Ordenanzas" para el buen gobierno,
las ciudades fueron un tema de especial atención por el virrey. En ese sentido realizó
importantes obras de mejoramiento urbanístico en varios lugares, beneficiando a las
ciudades con la edificación o restauración de sus casas de cabildos, hospitales, iglesias y
cárceles, así como se preocupó por la provisión de agua, tanto en el Cuzco, como en Lima;
en esta última culminó la obra que ya había iniciado el virrey conde de Nieva, con la
llegada del agua al surtidor de la Plaza Mayor, lo que constituyó todo un acontecimiento.
Todos estos informes, relatos, documentos e ilustraciones han sido de gran valor para el
estudio del Incario.
La élite buscó un sucesor y fue así que su medio hermano Túpac Amaru empuñó el cetro y
se ciñó la mascapaycha a comienzos de 1571.
Los españoles, desconociendo la muerte del anterior inca, habían enviado rutinariamente
dos embajadores para continuar con las negociaciones en curso. El último de ellos fue el
conquistador Atilano de Anaya quien, tras cruzar el puente de Chuquichaca, fue
capturado y ejecutado junto con su escolta por el general inca Curi Paucar.22 El crimen
fue anoticiado por el cura de Amaibamba al virrey Francisco Álvarez de Toledo quien, el
14 de abril de 1572, declaró la guerra al inca de Vilcabamba basando su proceder en la
ruptura del acuerdo de paz y en que el inca no había respetado "la inviolable ley de todas
las naciones del mundo: el respeto a los embajadores".
Decidido a terminar con ese foco de latente hostilidad, organizó secretamente un ejército
que salió de Cuzco bajo el mando de los capitanes Martín Hurtado de Arbieto y Juan
Álvarez Maldonado al que se le sumó la tribu de los cañaris, enemigos de los incas.
Después de una dura lucha con las fuerzas del inca, los españoles ocuparon Vilcabamba,
siendo al capitán Martín García de Loyola a quien le correspondió el honor de capturar a
Túpac Amaru, cuando huía con sus mujeres e hijos. El joven inca fue llevado a Cuzco y se
le inició proceso por orden de Álvarez de Toledo. Se le acusó de rechazar las ofertas de
paz, matar a los españoles enviados para negociarla y de ser rebelde y traidor, además de
preparar una insurrección general. Fue condenado a muerte, lo que provocó numerosas
peticiones de clemencia, tanto de notables indios como de españoles, civiles y religiosos, a
las que el virrey no quiso atender.
La sentencia se cumplió en la Plaza Mayor del Cuzco, ante una multitud que lloró la
muerte del inca, el 22 o 23 de septiembre de 1572.
La cabeza del inca fue colocada en una picota, pero cuando la gente empezó a rendirle
culto y a creer que la cabeza del inca no se deterioraba, el virrey ordenó que la retiraran.
No contento con todo esto, el virrey persiguió a los miembros de la familia imperial
cuzqueña para evitar cualquier asomo de reivindicación incásica. Así ordenó el destierro
de sus miembros, el que incluyó al propio hijo de Túpac Amaru, que contaba con tan sólo
tres años de edad, y los envió a México, Chile y Panamá, aunque posteriormente les
permitió su regreso al Perú.
Los incas rebeldes extendieron luego el mito del virrey como un gobernante virreinal
sanguinario, cruel y detestable, frente a la juventud, inocencia y timidez del último
descendiente de los reyes incas. El Inca Garcilaso de la Vega, años más tarde, se encargó
de amplificar y difundir esta imagen. En realidad, Álvarez de Toledo creyó estar
cumpliendo su deber de gobernante y por eso actuó sin remordimientos de conciencia.
Expedición a Chile
Atendiendo al pedido de los pobladores de Chile que enfrentaban la hostilidad de los
indios araucanos, fue enviado a esa región un ejército de 250 soldados al mando del
general Rodrigo de Quiroga, ya experimentado en esas lides. Este partió del Callao en
abril de 1572, pero no logró ninguna victoria decisiva sobre los indios. Quiroga fue
después nombrado Gobernador de Chile, cargo que mantuvo hasta su muerte, en 1580.
Desde su creación hasta 1571 el rector era el prior de la orden dominica. Pero durante este
tiempo se fueron sumando profesores de otras órdenes religiosas, clérigos y laicos que
tuvieron puntos de vista diversos al de los dominicos.
Al mismo tiempo los dominicos obtuvieron del papa Pío V el breve Exponi Nobis, dado el
25 de julio de 1571, por el cual la universidad era también Universidad Pontificia. Dicho
en otras palabras, mientras que la Universidad de la Ciudad de los Reyes fue Universidad
Real estuvo dirigida por los frailes dominicos, en cambio, cuando se transformó en
Universidad Real y Pontificia, se laicizó y quedó sometida de manera plena a la autoridad
del monarca.24
El virrey Álvarez de Toledo instaló sus aulas en un local apropiado, primero en un amplio
terreno situado al lado de la Iglesia de San Marcelo, en 1574, y colocó –por sorteo– a la
universidad bajo el patrocinio del evangelista San Marcos, el 20 de noviembre de 1574,
llamándose desde entonces Real y Pontificia Universidad de San Marcos.25
El virrey, como fiel representante del renacimiento español, supo combinar sus
obligaciones tanto hacia con su patria, su rey y su Dios.
Dado que fue un hombre profundamente creyente que fue influenciado fuertemente por
su fe católica, se ocupó que esa religión fuese transmitida eficazmente a los indios.
Consideró fundamental que para la catequesis de los naturales se utilizara el idioma
quechua que el Incario había impuesto a las poblaciones indias, solicitud que fue
aprobada por el rey quien también autorizó su pedido para la impresión del catecismo en
la lengua inca. Recién en 1583, dos años después de la terminación de su mandato, el
Tercer Concilio Limense dispuso la edición del “Catecismo de la Doctrina Cristiana, en
quechua y aymara”.
Asimismo creó en la Universidad de San Marcos la cátedra de quechua, la que contó con
la correspondiente autorización regia. Asimismo exigió a los alumnos universitarios el
cursado de cierto tiempo en la mencionada cátedra a fin que se tuvieran conocimientos
sobre esa lengua general para la obtención de los títulos de grado de bachiller y
licenciado.
Fundación de poblaciones
El virrey Álvarez de Toledo llevó a cabo su idea de poblamiento del extensísimo Virreinato
del Perú fundamentado en un claro objetivo que era el de lograr que las provincias
tuvieran conexidad y anexión de forma tal que ellas se encontraran protegidas de
levantamientos, con el convencimiento que una provincia se encontrara en condiciones
de ir a auxiliar o socorrer a la otra, y viceversa.27
Cumpliendo con ese ideario de estado el virrey se dedicó también a fundar numerosos
poblados y ciudades como:
Ante estos actos de corso el virrey Álvarez de Toledo proveyó la fortificación de la costa y
el incremento de los navíos de guerra. Creó la Armada del Mar del Sur con la finalidad de
otorgar la protección naval de la plata de Potosí. Patrullaba toda la costa del Pacífico,
desde Tierra de Fuego a Centroamérica. Estaba formada por dos galeones y cuatro
embarcaciones menores y tenía como base el puerto de El Callao.28
Obra escrita
Toledo, Francisco de: Informaciones de Francisco de Toledo, Virrey del Perú.29
Notas
1. En comparación con el ateniense Solón quien al igual que Álvarez de Toledo realizó
una labor reformadora y legisladora.
2. Roberto Levillier: Don Francisco de Toledo, supremo organizador del Perú. Su vida,
su obra [1515-1582]. Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1935-1942.
3. Luis E. Valcárcel: El virrey Toledo, gran tirano del Perú: una revisión histórica. Lima,
Imprenta del Museo Nacional, 1940. Sin embargo, el punto de vista de este
historiador peruano no debería interpretarse como opuesto al del argentino Levillier,
sino como complementario.
4. Francisco de Toledo, El Virrey de Perú (http://historicaltextarchive.com/sections.php?a
ction=read&artid=632)
Archivado (https://web.archive.org/web/20131109173110/http://historicaltextarchiv
e.com/sections.php?action=read&artid=632) el 9 de noviembre de 2013 en la
Wayback Machine. por Debbie Wells.
5. León Gómez Rivas ha dedicado un libro (1994) a estudiar la peripecia vital de don
Francisco antes de su viaje al Perú.
6. Esta fecha de su muerte ha sido ya definitivamente fijada, pues una versión antigua la
fechaba en el año 1581 y otra el 26 de septiembre de 1584, datos erróneos que se
siguen consignando en diversas webs y enciclopedias electrónicas.
7. En el Parador Museo de Oropesa, en 1960, se ubicó una lápida de cerámica en su
homenaje que fue promovida por el historiador argentino Roberto Levillier.
http://www.parador.es/museo_es/parador-oropesa-francisco-de-toledo
8. Concurso para una escultura en Oropesa (Toledo) (http://www.apintoresyescultores.e
s/concurso-para-una-escultura-en-oropesa-toledo/), Asociación española de Pintores
s/concurso-para-una-escultura-en-oropesa-toledo/), Asociación española de Pintores
y Escultores.
9. José A. Fuertes: Creación de la Villa Imperial de Potosí (http://books.google.com.bo/b
ooks?id=9qV74OE5OcgC&pg=PA40&lpg=PA40&dq=creaci%C3%B3n+de+la+villa+im
perial+de+potosi&source=bl&ots=V7d4ZEjH-M&sig=PW1crSy-OPmZfNsPnoMPQ4G
Mj9w&hl=es&sa=X&ei=lrp_U6n0He7jsASql4HoCA&ved=0CI0BEOgBMAs#v=onepag
e&q=creaci%C3%B3n%20de%20la%20villa%20imperial%20de%20potosi&f=false)
En Google Books.
10. Capoche, Luis (1547-?) (http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=capoch
e-luis)
11. La Casa Real de Moneda. Historia de su construcción (https://books.google.com.bo/b
ooks?id=saVcAAAAMAAJ&q=casa+real+de+moneda.+historia+de+su+construcci%C
3%B3n&dq=casa+real+de+moneda.+historia+de+su+construcci%C3%B3n&hl=es^)
12. Embajada de Bolivia en Brasil: Cultura. Arte. Período Virreinal. Arquitectura: el
Renacimiento. (http://www.embolivia.org.br/nota.php?idn=3)
Archivado (https://web.archive.org/web/20150402104920/http://www.embolivia.org
.br/nota.php?idn=3) el 2 de abril de 2015 en la Wayback Machine.
13. Levillier, Roberto (1921). Gobernantes del Perú.
14. Leviller, Roberto (1921). Gobernantes del Perú.
15. Documentos inéditos para la historia de España tomo XCIV - 1889. (http://www.archiv
e.org/stream/coleccindedocu94madruoft#page/432/mode/1up)
16. Es la versión que nos ha transmitido el Inca Garcilaso en su Segunda parte de los
Comentarios Reales, más conocida como la Historia General del Perú (http://www.scri
bd.com/doc/11715154/Inca-Garcilaso-de-La-Vega-Historia-General-Del-Peru-Complet
o) Libro VIII, capítulo XX (Lisboa, 1614). La muerte de Túpac Amaru I ocurrió sin el
consentimiento expreso del rey de España, tan dado a respetar los fueros e
instituciones incásicas aunque se tatase de un inca rebelde.
17. Castillo Martos, Martos & Lang, Mervyn F. Grandes figuras de la minería y metalurgia
virreinal. Universidad de Cádiz. 2006. P. 54. ISBBN-13: 978-84-9828-069-2.
18. Guillermo Lohmann Villena citado en http://www.identidad-peru.com/wp-
content/uploads/2013/b/francisco-toledo.pdf
19. http://www.identidad-peru.com/wp-content/uploads/2013/b/francisco-toledo.pdf
20. Mario Hernández Sánchez-Barba. Los Álvarez de Toledo en América. Capítulo del
libro Los Álvarez de Toledo. Nobleza Viva. Junta de Castilla y León. Consejería de
Educación y Cultura. María del Pilar García Pinacho, Ed., España, 1998, p. 158.
21. La primera Casa de Moneda. (http://www.bolivian.com/cnm/1acasa.html)
22. Renard-Casevitz, France-Marie; Saignes, Thierry; Taylor, Anne-Christine, "Al este de
los Andes", pág. 139.
23. No se conoce la fecha exacta de la ejecución de Túpac Amaru I, y lo más probable es
que se cumpliera entre el 22 y 23 de septiembre, según se desprende de la fecha y
los términos de esa carta (Roberto Levillier: Don Francisco de Toledo, supremo
organizador del Perú. Su vida, su obra [1515-1582]. Buenos Aires, Espasa-Calpe,
organizador del Perú. Su vida, su obra [1515-1582]. Buenos Aires, Espasa-Calpe,
1935-1942).
24. Fundación de la universidad de Lima (12 de mayo de 1551) (http://sisbib.unmsm.edu.
pe/bibvirtual/libros/historia/San_marcos/Fund_Uni_Lima.htm), San Marcos
25. «Antecedentes históricos de la Real Universidad de San Marcos».
26. El historiador alemán Yacin Hehrlein (1992), quien ha examinado la confrontación
político-religiosa que opuso a Álvarez de Toledo y los frailes dominicos de
pensamiento lascasiano sostuvo que uno de los puntos de la contienda fue
precisamente la secularización de la universidad.
27. "Las calles de Salta y sus nombres": Virrey Francisco de Toledo (http://www.elintransi
gente.com/notas/2013/2/6/las-calles-salta-sus-nombres-virrey-francisco-toledo-16956
6.asp)
Archivado (https://web.archive.org/web/20130727054007/http://www.elintransigent
e.com/notas/2013/2/6/las-calles-salta-sus-nombres-virrey-francisco-toledo-169566
.asp) el 27 de julio de 2013 en la Wayback Machine., Ricardo F. Mena. El
intransigente.com.
28. Navíos de la Armada siglo XVI (http://www.armada15001900.net/SIGLOXVI.htm)
29. Informaciones de Francisco de Toledo, Virrey del Perú (http://kuprienko.info/informaci
ones-de-don-francisco-de-toledo-virey-del-peru-1570-1572/)
Bibliografía
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Consejería de Educación y Cultura. María del Pilar Gracía Pinacho, Ed. España,
1998.
Hampe Martínez, Teodoro: La caída del imperio inca y el surgimiento de la colonia.
Primer tomo del Compendio histórico del Perú. Editorial Milla Batres. Tercera Edición.
Lima, 2005. ISBN 9972-58-108-X
Inca Garcilaso de la Vega: Historia general del Perú. Tomo 3. Lima, Editorial Universo
S.A., 1972.
Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 16.
TAB-UYU. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-165-0
Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Tomo II. Virreinato (1551-1596).
Editor: Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1981. ISBN 84-499-4813-4
Varios autores: Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN
9972-625-50-8
Varios autores: Historia General de los peruanos. Tomo 2. Parte Quinta: Iconografía
de los gobernadores y Virreyes del Perú (2016-2018). Obra editada con el auspicio
del Gobierno Revolucionario del Perú. Lima, 1973.
Merluzzi, Manfredi: Politica e governo nel Nuovo Mondo: Francisco de Toledo viceré
del Perú (1569-1581), Roma: Carocci Editore - Università Roma Tre, 2003 (prol. de
Francesca Cantù).
Enlaces exteriores
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Francisco de
Toledo.
Predecesor: Sucesor:
Lope García de Castro Martín Enríquez de
Virrey del Perú
Gobernador y Presidente Almansa
1569 – 1581
de la Audiencia Virrey del Perú
1564-1569 1581-1583
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