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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y ECONOMICAS

CARRERA:
ECONOMÍA

TEMA:
“La incidencia y efecto de la base monetaria del Ecuador y su evolución
en el año 2020.”

TAREA #2

ASIGNATURA:
POLÍTICA MONETARIA

CURSO:
SEPTIMO NIVEL “B”

DOCENTE:

EC. DANIELA URETA


ESTUDIANTE:

MOREIRA VILLAMAR MARIA LISBETH

PERIODO:

JUNIO2020-OCTUBRE 2020
Análisis

La incidencia y efecto de la base monetaria del Ecuador y su evolución en

el año 2020.

En particular se quiere mencionar que cada vez que algún país de América Latina

atraviesa por una severa crisis económica, expresada en hiperinflación, hiperdevaluación,

recesión y desempleo masivo, los gobiernos recurren a políticas monetarias como medida de

última instancia para contener el deterioro y la inestabilidad.

Se espera que estas actúen como herramienta importante en la búsqueda de

crecimiento, estabilidad y equilibrio económico y fiscal. Los orígenes de muchas de esas

crisis no fueron ni los desastres naturales, ni las guerras con otros países, ni las

confrontaciones internas o guerras civiles; fueron principalmente crisis provocadas por

políticas económicas aplicadas por sus respectivos gobiernos o fueron ocasionadas por

factores exógenos propios del mundo globalizado en el que se vive.

Varias han sido las políticas monetarias adoptadas; entre ellas cabe destacar la

devaluación (gradual o brusca), la convertibilidad y, en casos extremos, la dolarización. Este

régimen rígido, con el que los Estados renuncian a la soberanía monetaria, deja al país

limitado en política activa, reduciendo notablemente el papel del Banco Central como

prestamista local de última instancia.

Es así que con la dolarización, la cantidad de dinero en la economía depende

principalmente de la balanza de pagos. Se controla sensiblemente la inflación, que en el

pasado se originaba por la emisión monetaria para financiar los déficits fiscales o para ganar

en competitividad con las exportaciones.


Además, la dolarización hace desaparecer la devaluación que, junto con la inflación,

han sido verdaderos azotes de los pueblos en los últimos 40 años.

La dinámica de la expansión de la base monetaria y su correlato con la evolución del

tipo de cambio, desde 1927 hasta mediados de los años 80, el incremento de la base monetaria

es casi imperceptible con relación a lo que sucedió en los años posteriores.

La expansión de la base monetaria a partir de mediados de los años 80 fue de

proporciones nunca antes vistas en la historia económica del Ecuador y sería, además, la

antesala del fin de la moneda nacional. (BCE, 2018)

En tanto que se puede decir que, con la liberalización y el crecimiento descontrolado

del sistema financiero a mediados de los 90, la base monetaria, que había iniciado un periodo

histórico atípico de rápido crecimiento desde mediados de los años 80, dio paso a una senda

explosiva de expansión nunca antes vista que terminó disparando la inflación y el tipo de

cambio al punto de ocasionar la pérdida total de la confianza en la moneda nacional.

Antes de la dolarización oficial, en el año 2000, la economía ecuatoriana ya se había

dolarizado de facto. La gente huía del sucre y se refugiaba en el dólar para defender su poder

adquisitivo. Por lo tanto, la dolarización se puede explicar, en gran parte, como una

consecuencia de los choques externos y la política económica.

No toda la liquidez que circula en nuestra economía dolarizada corresponde a dólares

de los EE.UU. en estricto rigor (especies monetarias emitidas por la Fed o activos

convertibles a dichas especies).

La mayoría de la liquidez total no es más que registros contables y derechos de giro.

La dolarización, en su conjunto, funciona como un sistema de reserva fraccionaria que se


sustenta en la confianza del público respecto de que podrá, a voluntad, convertir sus depósitos

en efectivo (billetes y monedas) o en giros al exterior por pagos o trasferencias de cualquier

concepto. En este sentido, un esquema monetario como este sin duda requiere de cierto

respaldo o contingente que permita enfrentar situaciones adversas, si se presentan.

Muchas veces estas adversidades pueden ser simplemente un cambio en las

expectativas; de ahí que el respaldo o contingente, más que servir como una reserva material

de dónde tomar excedentes en caso de necesidad se constituye en realidad en un sistema de

control de expectativas, capaz de apaciguar aquellas de los agentes económicos que fueran

adversas.

En el caso concreto del Ecuador el 13 de marzo del 2000, se efectuó oficialmente el

dólar estadounidense, que se mantiene hasta la actualidad. “Ante las consecuencias de estas

circunstancias, el país adquirió una política fiscal a cambio de la pérdida de la política

monetaria, consiguiendo estabilizar a corto plazo la economía y el ciclo a través del saldo

presupuestario” (Cauttromo, 2020)

Es así que el Ecuador se enfrentó y continua con un obstáculo de no poder devaluar

su moneda, y ante esta problemática debe buscar soluciones para que ingresen divisas al país.

Las políticas fiscales se encargan del control de ingreso y gastos del gobierno, además

restringe la salida de divisas.

Sin embargo, a lo largo de los acontecimientos económicos en el país, una de las

estrategias que está implementando el país, ante esta situación es incorporar valor agregado

a los productos e invirtiendo en capacitaciones y educación para sus ciudadanos.


De modo que, el Banco Central determina la base monetaria y a partir de ahí, los

intermediarios financieros generan dinero bancario. Se observa la composición del balance

de un Banco Central, la base monetaria equivale al total de activos menos los pasivos no

monetarios. Entonces “si aumentan los activos del Banco Central (incremento de las reservas

de divisas, aumento del crédito al sistema bancario o al sector público) sin que aumenten los

pasivos no monetarios, lógicamente tendrá que aumentar el pasivo monetario (creación de

dinero)” (Chiriboga, 2018)

Por otro lado, si disminuyen los pasivos no monetarios, sin variación del activo,

necesariamente tendrá que aumentar el pasivo monetario. En el caso que disminuyan los

activos del Banco Central sin que se reduzcan los pasivos no monetarios, llevará a una

disminución de la base monetaria.

Hay variaciones en el balance del Banco Central, que afectan por tanto a la base

monetaria, que éste no puede controlar, son de carácter autónomo: Por ejemplo, un déficit (o

superávit) de la balanza de pago no es controlable por el Banco Central, sin embargo, influirá

en su nivel de reservas de divisas partida del activo.

Por citar un ejemplo en el 2016 la economía se encontraba ya plenamente afectada

por los choques exógenos del precio del petróleo y la apreciación del dólar, que surgieron a

partir de finales del año 2014, y por los desequilibrios económicos registrados en el sector

fiscal y externo, por no mencionar los efectos de la pugna política que también estaba en

auge en aquel momento.

Este cambio de comportamiento de la inflación, se ha acentuado hasta el presente con

registros deflacionarios reiterativos. Hasta entonces, durante el periodo de dolarización, la


preocupación había sido la presencia de inflaciones superiores al 5% en una economía

dolarizada, lo que llamaba la atención de los especialistas.

Pero, a partir de 2016, lo que debería preocuparnos, y mucho, es observar cómo

nuestra economía dolarizada presenta de manera persistente y reiterativa registros

deflacionarios.

Luego de casi dos décadas de que el Ecuador adoptó al dólar de los Estados Unidos

como moneda de curso legal, la dolarización ha demostrado que no se reduce a la simple

adopción de una divisa extranjera en reemplazo del numerario local. Su realidad supera con

creces la percepción generada desde los argumentos convencionales, muchas veces

resultantes de debates superficiales más inclinados a la confrontación de visiones políticas.

A esto se suma la complejidad operativa y particular de este esquema monetario que

no corresponde a los preceptos teóricos habituales derivados de análisis de economías con

monedas propias.

Un ejemplo claro en este sentido son las acciones realizadas en la gestión de la

dolarización en los últimos años frente a la aparente imposibilidad de realizar política

monetaria en un país dolarizado. Esta supuesta limitación es refutada por la práctica, que si

bien demuestra algunas diferencias con economías con sus propias monedas, abre el espacio

para implementar instrumentos novedosos que se complementan con muchos de los

tradicionales.

En una línea divergente frente a la creencia convencional, la sostenibilidad de la

dolarización se asienta sobre diversos mecanismos que no se limitan a la necesidad de


promover flujos positivos de dólares a la economía ecuatoriana, y que operan desde la

dinámica monetaria local en la que la demanda de dinero físico es un factor determinante.

En el Ecuador, el dinero de la economía, es decir la liquidez total, se calcula de

acuerdo con estándares internacionales como la suma de las especies monetarias en

circulación (monedas y billetes), los depósitos a la vista (cuentas corrientes), los depósitos

de ahorro y los depósitos a plazos. Esta adición, segundo nivel en el que se agregan los

diferentes elementos que conforman el dinero, se denomina también M2.

Es importante también considerar que desde que se adoptó al dólar en el Ecuador, la

relación entre el dinero físico, es decir las monedas y billetes, y la liquidez total ha fluctuado

entre un 20% y un 30%, ubicándose en este nivel en los últimos años. Esta proporción es

bastante elevada en comparación con otras economías. En Europa o en los Estados Unidos,

este valor puede ser menor al 10%. Esto significa que el 70% aproximadamente del dinero

en el Ecuador es dinero contable y no físico.

Entonces, cuando un banco otorga un crédito, lo hace principalmente a través de

cuentas bancarias, es decir asignando valores a los depósitos de los prestatarios, sin la

necesidad de una captación de depósitos recíproca y previa.

Estas asignaciones son netamente contables e individualmente independientes de los

depósitos (la correspondencia entre depósitos y crédito se realiza para cumplir proporciones

determinadas normativamente sobre valores agregados).


Generan, además, una ampliación del dinero en un sistema, ya que depositantes y

prestatarios pueden utilizar los recursos de sus cuentas al mismo tiempo para realizar

transacciones. Técnicamente no es siquiera necesario captar depósitos para generar crédito

De hecho, esa es la base de la operación de los bancos centrales para emitir dinero en

las economías con moneda propia. Es precisamente el dinero contable en la economía

ecuatoriana el que explica primeramente la evolución de la liquidez total sin la

correspondencia directa con los flujos externos, pero también su naturaleza define las

características del funcionamiento de la dolarización.

Además, es importante tener en cuenta otro aspecto: la naturaleza de las reservas

internacionales en dolarización y el arreglo institucional de su operación desde el BCE.

El principal pasivo en un banco central convencional es la emisión monetaria que se

sustenta en el nivel de reservas internacionales. En cambio, el BCE capta primeramente

depósitos del sector público financiero y no financiero, seguridad social y del sistema

financiero nacional, para generar luego los activos líquidos definidos como reservas

internacionales.

Con lo antes mencionado se puede plantear que el ecuador ha sufrido grandes cambios

en la estructura económica sin embargo ninguna crisis de impacto natural, endógena, o

interna de los gobiernos de turno ha sido como la que se está viviendo actualmente.

Es que cabe destacar que la pandemia que está afectando al mundo en general el

temido Covid-19, es el causante del confinamiento de los países así específicamente en el

Ecuador con respecto a la base monetaria, y en concordancia con todo lo que se ha


mencionado con anterioridad se puede decir que cómo la base monetaria está constituida por

todo el dinero legal en circulación, y actualmente hay poco circulante en el país, es decir,

billetes y monedas.

Por ende, los demandantes demandaran más dinero sin embargo, hay poco circulante

debido a que los locales, empresas, bares, cafeterías, restaurantes, sector turístico, hotelería

en fin las empresas hasta el momento no pueden operar con normalidad lo que encarece la

vida además afloran problemas sociales a la par con los económicos

En otras palabras, el dinero se vuelve más caro, lo cual se aprecia en la tasa de interés

que es la que le da más valor al dinero, ya que la base monetaria es que constituyen los

pasivos monetarios del banco central.


BIBLIOGRAFÍA

BCE. (2018). desventajas de la dolarizacion al largo plazo.

https://contenido.bce.fin.ec/documentos/PublicacionesNotas/Notas/Dolarizacion/Do

larizacion10anios.pdf.

Beltran, P. (2018). La politica monetariaen Ecuador con regimen cambiario.

https://cef.sri.gob.ec/pluginfile.php/16859/mod_page/content/97/RF10_1.pdf.

Cauttromo, J. (2020). Dolarización dos decadas despues . http://www.congope.gob.ec/wp-

content/uploads/2020/01/Vol-1.pdf.

Chiriboga, A. (2018). Indicadores e instrumentos monetarios.

file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/Dialnet-

IndicadoresEInstrumentosMonetarios-4834037.pdf.

UEES. (2015). Ecuador y la dolarizacion. Universidad de Especialidades Espíritu Santo:

www.uees.edu.ec: http://www.uees.edu.ec/dolarizacion/pdf/1/2-Conf-Cesar-

Robalino-190115.pdf.

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