Al tocar la superficie de un objeto se determina su tipo de textura. El entrelazado y
orden de los hilos en un tejido también forman textura. Pero no solo las superficies externas poseen texturas. En música, se conoce como textura a la manera de combinar distintas líneas melódicas dentro de una composición. Las hay de distintos tipos: Monódica o monofónica. Textura simple, sin ningún acompañamiento o armonía. Todas las voces o instrumentos ejecutan la misma melodía. Bordón. Es una de las formas de acompañamiento más antigua. Su sonoridad es grave y prolongada a partir de un solo sonido sobre el cual se desarrolla una línea melódica. Polifónica. Es la interpretación melódica de dos o más voces que suenan al mismo tiempo. Pueden ser vocales o instrumentales. Por su estructura, se dividen en polifonía homofónica y contrapuntística.
a) Homofónica. Superposición de dos o más voces que se ejecutan
simultáneamente con distinta altura tonal, pero con idéntica estructura rítmica.
b) Contrapuntística. Superposición de dos o más voces con distinta estructura,
tanto rítmica como tonal.
Melodía acompañada. Melodía con acompañamiento armónico, ya sea vocal o
instrumental. Es la textura más común de la música actual.
Texturas mixtas. Resulta de la combinación de diferentes tipos de textura.
Texturas contemporáneas. No poseen melodía determinada. El compositor o la
compositora experimenta con el sonido y crea obras musicales complejas. A este tipo de música se le denomina experimental o de vanguardia.
La textura es un componente tan importante en la música como el ritmo, la
melodía y la armonía. En la música, la textura está en estrecha relación con las voces o partes que la conforman, con los nexos que entre ellas se forman y con el sonido general que establece el entramado en todos los elementos. Las texturas sonoras se pueden presentar visualmente para facilitar su comprensión.