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Edward Grieg

Edward Hagerup Grieg (15 de junio de 1843 - 4 de septiembre de 1907), pianista y


compositor noruego. Se destacó principalmente por sus obras Concierto para piano en
La menor, y por su música incidental encargada por Henrik Ibsen para su drama Peer
Gynt

Biografía:

Edvard Grieg nació en Bergen, en 1843, descendiente de una familia de Escoceses


(cuyo apellido original era "Greig") -después de la Batalla de Culloden, en 1746, su
bisabuelo había inmigrado por varios lugares, para finalmente asentarse como
comerciante en Bergen, Noruega, alrededor del año 1770-.

Edvard creció en un ambiente musical. Su Madre, Gesine, fue su primera profesora de


piano. Más tarde, en el verano boreal de 1858, Grieg conoció al legendario violinista
Noruego Ole Bull, quien fue un amigo de la familia y cuñado de Gesine. Bull descubre
el talento del muchacho de 15 años y convence a sus padres de enviarle al
Conservatorio de Leipzig para que desarrolle su talento.

Grieg ingresó en el conservatorio concentrándose en el piano posteriormente en 1858, y


pronto encontró recompensa en los numerosos recitales y conciertos dados en Leipzig.
Sintió bastante aversión a la disciplina impartida en el conservatorio, así y todo alcanzó
muy buenos resultados en la mayoría de las áreas, con excepción del órgano, el cual era
obligatorio para los estudiantes de piano. En la Primavera de 1860, contrajo una
peligrosa enfermedad pulmonar. Un año después, hizo su debut como concertista de
piano, en Karlshamn, Suiza. El año siguiente finalizó sus estudios en Leipzig, y realizó
su primer concierto en su ciudad natal de Bergen donde ejecutó algunas obras complejas
técnicamente, incluyendo Pathétique de Beethoven.

En 1863, Grieg fue a Copenhaguen, Dinamarca, y permaneció allí por tres años.
Conoció entonces a los compositores Daneses J. P. E. Hartman y Niels Gade. También
conoció al compositor Noruego Rikard Nordraak (compositor del Himno nacional de
Noruega) quien se convirtió en un gran amigo y en una fuente de inspiración para Grieg.
Nordraak murió poco después, y Grieg compuso una marcha fúnebre en su honor. Grieg
tenía lazos cercanos con la Orquesta Filarmónica de Bergen (Harmonien) y fue director
Musical de la orquesta desde 1880 hasta 1882.También vio a Franz Liszt en dos
ocasiones en Copenaguen.

El 11 de junio de 1867, Grieg contrajo matrimonio con su prima hermana, Nina


Hagerup, quien había conocido también en Copenaguen. El matrimonio entre primos
era muy común en aquella época; no lo era tanto que estuviesen realmente enamorados,
como era en este caso. El año siguiente, nació Alejandra su única hija. El verano
siguiente, Grieg escribió su famoso Concierto para piano mientras estaba de vacaciones
en Dinamarca. Edmund Neupert dio un concierto de su primer trabajo en Copenague.
Grieg no pudo asistir debido a los compromisos de dirección que tenía en Christiania
(Oslo).

En el verano boreal de 1869, mientras Grieg se encontraba de paso en Bergen,


Alejandra enfermó de meninigitis y posteriormente falleció, cuando tenía apenas 13
meses de edad. Una vez que Edvard y Nina se restablecieron medianamente de la
pérdida, fueron a Roma incentivados por el gobierno noruego, y fueron invitados a una
reunión con Franz Liszt, quien expresó su aprecio por el Concierto para piano en La
menor de Grieg. Liszt, que estaba tocando un piano, entonces ejecutó la partitura
orquestal y la línea de piano en tiempo real (lo cual es un enorme desafío musical y
técnico). Él posteriormente criticó muy favorablemente su trabajo y le dijo: "Siga firme
en su camino. En verdad le digo, usted tiene capacidad. Y sobre todo, no se deje
intimidar". Esto fue un aspecto muy importante en la carrera de Grieg. Liszt también
escribió un testimonial a los directores Noruegos, lo que condujo a Grieg a una beca.

Pero mientras la vida profesional de Grieg crecía, su vida personal se deterioraba cada
vez más: En 1875 fallecían sus padres, lo que deja a Nina y a Edvard sin una casa a la
que retornar en Bergen. Luego Grieg deja a Nina, pero al año siguiente se reconcilian y
vuelven a vivir juntos.

Edvard Grieg falleció en el otoño de 1907, a los 64 años de edad, en el hospital de


Bergen, víctima de fatiga crónica. El funeral condujo a miles de personas a las calles de
su ciudad natal para honrarlo, y conforme a su deseo, la marcha fúnebre que había
compuesto para Rikard Nordraak fue interpretada por una orquesta, que contaba entre
sus miembros a su amigo Johan Halvorsen; también fue ejecutada en la ceremonia la
marcha fúnebre compuesta por Frédéric Chopin. Sus cenizas y las de su esposa fueron
sepultadas en una tumba de una montaña frente a un lago, situado cerca a su casa, en
Troldhaugen.

Música

Grieg es considerado como un compositor Nacionalista, reflejando la inspiración de la


Música folclórica Noruega. Sus primeros trabajos incluyen una “Sinfonía en do menor”
y una “Sonata para piano en mi menor Op. 7”. Él también escribió tres sonatas para
violín y piano, y muchas pequeñas obras para piano — por esto algunos lo llamaron el
Chopin del Norte — , a menudo inspirado en danzas y canciones populares de Noruega,
los fiordos y paisajes de su país y el dialecto Hadangar.

Entre las obras más conocidas encontramos el Concierto para Piano en La menor, la
Suite Holberg (para orquesta de cuerdas, y diez volúmenes de piezas líricas (para
piano). Él también es conocido por su música incidental, compuesta por pedido de
Henrik Ibsen para su obra literaria Peer Gynt.

La Música de Grieg en la cultura popular

La Mañana fue un favorito de Carl Stalling, quien a menudo lo usó para algunos cortos
en Warner Bros; esta obra al contrario de lo que muchos piensan, fue creada para
representar un amanecer en el desierto del Sahara, y no uno en los fiordos de Noruega.
La obra En la gruta del rey de la montaña fue utilizada en 1931 para la película "M, el
vampiro de Düsseldorf", de Fritz Lang. Otra versión de la misma obra está incluida en
el álbum The Circus del dúo británico de synthpop Erasure del año 1987. Además, la
banda finlandesa Apocalyptica hizo un cover de esta en su álbum del 2001 Cult. El
primer movimiento del concierto para piano de Grieg es usado en el films Lolita de
Adrian Lyne en 1997.
Homenaje

Debido a la trascendecia de su obra, en conmemoración del centenario aniversario de su


fallecimiento, se realizarán en diversos países ceremonias en su honor, entre las que se
incluyen una serie de conciertos en Bergen y en Troldhaugen (ciudad donde residía);
una gira de la Orquesta filarmónica de Bergen por Estados Unidos en noviembre de
2007; un concierto[1] en mayo de 2007 en la embajada noruega de Dar es Salaam,
Tanzania; y una serie de representaciones musicales de sus obras en Quebec, Montreal y
Saskatoon, en Canadá, entre muchas otras.

Biografía 2:
 Compositor noruego. Fue el más importante de su país durante el siglo XIX. Nació en
Bergen el 15 de junio de 1843. Estudió piano con su madre, pianista profesional, y más
tarde en el conservatorio de Leipzig. Fue el compositor danés Niels Gade quien le
animó en la labor de componer. El noruego Rikard Nordraak despertó su interés por la
música folclórica noruega. Con él, dijo, "aprendí a conocer los cantos del norte y mi
propia naturaleza". Entre 1866 y 1876 Grieg vivió en Cristianía (hoy día Oslo), donde
fue profesor de música y director de la Sociedad Filarmónica. En 1867 contrajo
matrimonio con su prima, la soprano Nina Hagerup. Su defensa de la escuela basada en
la música folclórica noruega originó el enfrentamiento con músicos conservadores y
críticos, por lo que sus propias obras tardaron en ser apreciadas.

El primer músico de talla internacional que alabó su trabajo fue el compositor húngaro
Franz Liszt. En 1874 el gobierno noruego le concedió un salario anual que le permitió
dedicarse por entero a la composición. Se hizo famoso por su música incidental para el
drama poético Peer Gynt (1875), de Henrik Ibsen. En 1885 se aisló en un estudio de
Lofthus y en 1885 mandó construir la villa Troldhaugen, cerca de Bergen, donde vivió
el resto de sus días. Murió el 4 de septiembre de 1907.

Aunque su música está influida por la de los compositores románticos, especialmente


Robert Schumann y Frédéric Chopin, Grieg adaptó sus propias melodías basándose en
el estilo del folclore noruego y fue el maestro de los fundamentos armónicos que evocan
la atmósfera de su tierra. De su producción musical destacan Heridas de corazón, La
última primavera (inspiradas en un poema noruego), y la suite En tiempos de Holberg,
para orquesta de cuerda; El retorno al país y Olav Trygvason, para coro y orquesta, un
cuarteto de cuerda y numerosas obras para piano, entre ellas una balada en sol menor y
el famoso Concierto para piano y orquesta en la menor. Sus canciones han tenido una
especial difusión.

(Edvard Hagerup Grieg, 1843-1907) Compositor noruego, nacido y fallecido en Bergen,


donde su padre fue cónsul inglés. Su madre, pianista excelente, le dio sus primeras
lecciones de música. Por recomendación de su compatriota, el eminente violinista Ole
Bull, fue enviado al Conservatorio de Leipzig (1858), donde estudió contrapunto,
composición y piano con Richter, Reinecke y Moscheles. Al terminar en 1862 sus
estudios, se presentó como pianista y compositor en su ciudad natal y al año siguiente
marchó a Copenhague para un breve período de estudios con el compositor danés Gade.
Todos estos profesores aparecían dominados por las ideas de Mendelssohn, que Grieg
empezaba a repudiar.

Fue su íntima amistad con su compatriota R. Nordraak, como él mismo manifestó, la


que le reveló su «propia naturaleza», su profundo amor por la música popular vernácula
y el fuerte deseo de fundar una escuela de música noruega, libre de la «afeminada
mixtura de escandinavismo Gade-Mendelssohn». Con tal fin los dos jóvenes músicos
trabajaron juntos hasta el prematuro fallecimiento de Nordraak en 1866, tras el cual
Grieg continuó solo en la brecha hasta fundar en Copenhague la sociedad de conciertos
Euterpe, destinada a presentar obras de jóvenes compositores. Más tarde formó en
Cristianía la Unión Musical, que dirigió hasta 1880.

La apreciación de sus esfuerzos por parte de sus compatriotas y el reconocimiento en


forma de honores comenzaron a manifestarse: en 1872 fue nombrado miembro de la
Real Academia de Música de Suecia; en 1873 fue condecorado con la orden de Olaf y al
año siguiente favorecido con una renta anual de 1600 coronas concedidas por el
Parlamento noruego, suficiente para que pudiera dedicarse a la composición sin
preocupaciones económicas.

El reconocimiento del extranjero tardaría más en llegar. Dos inviernos pasados en Roma
(1865-70) le habían puesto en contacto con Liszt; pero hasta 1879, con su propia
ejecución de su excelente Concierto para piano en Leipzig, no comenzó a extenderse su
fama. Después apareció frecuentemente como director de sus propias obras e hizo
frecuentes visitas a Inglaterra, donde gozó de gran popularidad. La Universidad de
Cambridge le otorgó el grado de doctor en música en 1894. Finalmente, en 1885 se
estableció definitivamente cerca de su nativa Bergen, donde, con excepción de cortas
giras de conciertos, vivió y trabajó con tranquilidad hasta su muerte.

En la música de Grieg hay algo de la palidez de la luz del sol septentrional. Carece de
esplendores fulgurantes o pasiones desgarradoras y aparece como un fluir tranquilo y
gracioso. No existía ninguna tragedia o calamidad nacional que agitara las almas y
pidiese expresión épica. Él mismo reconoció la verdadera naturaleza de su estilo en la
insistencia con que aplica el nombre de piezas líricas a las series de composiciones de
piano publicadas sin tregua a lo largo de su vida.

Como muchos de los compositores nacionalistas de otros países, poseía la capacidad de


crear melodías tan semejantes a la música popular de su país que transmitía la atmósfera
de éste a sus oyentes. Aun en sus obras más extensas, incluso sus sonatas para piano,
violín y violonchelo, el encanto melódico y armónico compensan en gran manera otras
deficiencias. Dominaba mejor las formas menores, como las canciones, muchas de las
cuales son bellísimas. De éstas, Ich liebe dich y Ein Schwan son probablemente las más
conocidas.

Las dos suites de Peer Gynt constituyen una selección de piezas breves compuestas para
una representación de la obra de Ibsen y fueron publicadas originalmente en versión a
cuatro manos, salvo la Danza de Anitra, que tiene un marcado sabor oriental; están
impregnadas de un intenso sentimiento nacional que tiende a desaparecer en sus obras
más extensas. Aunque hábil orquestador, con frecuencia se limita a los instrumentos de
cuerda, como en Dos melodías elegíacas y la Suite de Holberg, en que consiguió bellas
sonoridades.
Su creación más brillante fue el Concierto para piano, cuya popularidad continuó
aumentando después de su muerte. Aunque la deuda de Grieg con Schumann a este
respecto no ha sido suficientemente notada, las semejanzas de los primeros tiempos de
estos dos «piano concerti», ambos en la menor, son sorprendentes, especialmente en sus
temas y exposición.

”El Chopin del Norte” es como algunos han dado en llamar a Edvard Grieg, compositor
noruego nacido en 1843 en la ciudad de Bergen. Y, en efecto, Grieg tiene en común con
el maestro polaco una veta de inspiración que los hizo particularmente únicos: un
especial don por convertir la música en la más exquisita poesía.

Su madre, notable pianista, fue quien inculcó en Edvard el amor por la música y quien
le diera sus primeras lecciones de música. Muy pronto, el joven artista empezó a
mostrar sus brillantes cualidades, y fue gracias a la recomendación del violinista Ole
Bull, que fue enviado al Conservatorio de Leipzig en 1858. Allí tuvo el privilegio de
aprender contrapunto, composición y piano con Richter, Reinecke y Moscheles. Más
adelante, en 1863, se trasladó por un corto período a Copenhague para proseguir
estudios con el compositor danés Niels Gade. Fue justamente en Copenhague donde
entabló relación con dos artistas que habrían de marcar su estilo composicional: Hans
Christian Andersen y Rikard Nordraak. Este último despertó en Grieg el interés por
buscar las raíces del folklore escandinavo como veta de inspiración musical.

Grieg es recordado por la mayoría de los amantes de la música por dos de sus obras más
significativas: su Concierto en la menor Op. 16 para piano y orquesta, y las dos suites
de la música incidental para el drama Peer Gynt de Henryk Ibsen, escrita por encargo
del propio autor. Sin embargo, nos encontramos ante un compositor sumamente
prolífico; autor, entre otras obras, de un vasto repertorio de piezas para piano,
instrumento que -al igual que para Chopin- era su medio vital de creación. La música de
Grieg está intensamente relacionada con la cultura nórdica, en especial la de su natal
Noruega: el paisaje, los fiordos, las danzas populares, los personajes. Su ideal era el de
crear un estilo nacional que pudiera conceder a su pueblo una cierta identidad. No en
vano sus obras reflejan, por así decirlo, un dialecto musical propio e inconfundible pero,
ante todo, un lenguaje artístico cargado de un lirismo que proviene de lo más profundo
de las entrañas de su autor.  

Algunos podrán considerar que la música de Grieg adolece de un problema estilístico, y


es que la mayoría de sus obras tienen una sonoridad bastante parecida. Esta
característica no ha sido infrecuente en la historia de la música; recordemos por ejemplo
casos similares en las obras de Antonio Vivaldi o, más recientemente, en Joaquín Turina
o Astor Piazzolla. Sin embargo, Grieg logró involucrar, como ningún otro compositor,
la música popular de Noruega en sus miniaturas, algo que la Historia de la música le
debe reconocer.  

Quizás por su personalidad más bien introspectiva, no era Grieg un compositor con
grandes aspiraciones de fama y reconocimiento. Como la mayoría de los compositores
románticos, se sentía más a gusto dándole vida a pequeñas miniaturas o piezas de
carácter que a obras de más envergadura como sonatas, sinfonías o conciertos. De allí la
gran producción de obras pianísticas como las diez colecciones de Piezas Líricas, las
Danzas Noruegas o las Humorescas, así como sus numerosas canciones, mayormente
dedicadas a su esposa y eterna compañera, la cantante Nina Hagerup. No obstante, sus
intentos por crear obras de formato mayor no resultaron para nada infructuosos. Con
excepción de su Sinfonía en Do menor, obra de juventud que ha quedado prácticamente
en el olvido, composiciones como sus tres Sonatas para violín y piano, su Sonata en mi
menor y la Balada Op.24 para piano solo, su Cuarteto para cuerdas en sol menor y la
Suite Holberg son obras de una calidad excepcional y de una belleza indiscutible. Y, por
supuesto, su Concierto para piano se ha convertido en una obra obligada dentro del
repertorio pianístico, y que nunca dejará de cautivar –tanto a quien la escucha como a
quienes la interpretan- por lo sublime de su inspiración.  

La producción de Grieg, solamente en obras para piano, es vasta. Es lamentable que su


música no se ejecute con la frecuencia debida, ya que contiene un sinnúmero de
hermosas gemas musicales. La Balada en Sol menor Op. 24 es sin duda su obra
pianística de mayor envergadura. El crítico alemán Walter Niemann la describía como
“la más perfecta unión entre Noruega y su gente, de su agónica melancolía por luz y sol
y, al mismo tiempo, la más perfecta unión entre Grieg, el hombre, y su música.” Las
colecciones de Piezas Líricas, compuestas entre 1867 y 1901, consisten en sesenta y
seis piezas de carácter que ofrecen una enorme variedad de estados de ánimo, desde lo
ligero y caprichoso hasta lo melancólico y elegíaco. Muchas de ellas retratan diferente
facetas del paisaje noruego; otras son simplemente obras sentimentales y reflexivas.
Entre ellas, algunas de las más conocidas son “Mariposa” (Op. 43 n.º 1), “Marcha de los
gnomos” (Op. 54 n.º 5), “Nocturno” (Op. 54 n.º 3) y “Día de Boda en Trollhaugen”
(Op. 65 n.º 6).  

Grieg escribió alrededor de 150 canciones. Sus primeras obras en el género se


identifican con la cultura alemana, en el estilo de Schumann, e incluso están basadas en
poemas de Heine y Chamisso. Más adelante, el estilo noruego se apoderó también de
sus canciones, y encontramos obras inspiradas en poemas de Ibsen y Andersen, entre
otros. Entre ellas sobresalen la “Canción de Solveig” (extracto de Peer Gynt), “El
Cisne” y “Jeg elske dig” (Te amo).  

A pesar de su condición enfermiza, Grieg no dejó de componer, tocar el piano y dirigir a


lo largo de toda su vida. Edvard Grieg dejó este mundo el 4 de setiembre de 1907 en la
misma ciudad que le vio nacer. Invito al lector, en el año del centenario del
fallecimiento de este gran compositor noruego, considerado como un héroe nacional en
su país, a escuchar más de su música y a apreciar la poesía que emana de sus
composiciones.

En el año 2007 celebramos el centenario de la muerte del compositor Edvard Grieg (4


de septiembre de 1907). Este acontecimiento musical nos brinda una magnífica ocasión
para recordar su trayectoria biográfica y apreciar la calidad de su ingenio.

El origen familiar del apellido Grieg procede de Escocia, de donde proviene el nombre
de “Greig”. Su bisabuelo se había asentado en Noruega alrededor de 1770, ejerciendo
como próspero comerciante en Bergen, por lo que Edvard Hagerup Grieg nace en dicha
localidad el 15 de junio de 1843. Hijo del cónsul de Inglaterra en dicha ciudad y de
madre pianista, el músico crece en un ambiente proclive al desarrollo cultural.

Los primeros pasos artísticos del pequeño son alentados por su madre, Gesine, su
primera profesora de piano, intérprete de talento, quien le permitió actuar en diferentes
ocasiones como solista con la Orquesta de Bergen.
En el verano de 1858 Grieg conocerá al violinista noruego Ole Bull, buen amigo de la
familia. Bull descubre pronto las cualidades del joven (15 años) y propone enviarle al
Conservatorio de Leipzig, donde estudiará contrapunto, composición y piano con
Richter, Rinecke y Moscheles. Comienza pronto a destacar como intérprete en
numerosos recitales y conciertos ofrecidos en Leipzig. Sin embargo, el entonces neófito,
no se siente identificado con las enseñanzas del Conservatorio, discrepando bastante de
los métodos de enseñanza aplicados a las disciplinas allí impartidas.

Su ritmo de trabajo empieza a ser muy intenso, dedicando gran atención al


perfeccionamiento de su carrera musical. Pero en 1860 contrae una pleuresía,
enfermedad pulmonar que dejará secuelas en su salud. Poco tiempo después, hacia
1861, realiza su debut como concertista de piano en Karlshamn, Suiza. En 1862 se
gradua con premio extraordinario, actuando por vez primera en su ciudad natal de
Bergen, incluyendo para tal recital un repertorio de complejidad técnica y brillantez.

En 1863 el músico se instala en Copenhaguen, Dinamarca, permaneciendo allí durante


tres años. Traba contacto entonces con algunos compositores daneses de relieve como
J.P.E Hartman y Niels Gade. Pero quien realmente influye en su pensamiento musical
durante este período será el compositor noruego Richard Nordraak 1, (autor del Himno
Nacional de Noruega) defensor de una música noruega genuinamente nacional, gran
amigo y fuente de inspiración constante para Grieg. Su admiración por la música
popular vernácula y el fuerte deseo de fundar una escuela de inspiración noruega,
constituye su máxima aspiración. Con tal objetivo ambos creadores colaboraron juntos
hasta la prematura desaparición de Nordraak en 1866 (fallece antes de cumplir los
veinticuatro años), tras la cual el joven Grieg continúa en solitario el camino hasta
conseguir fundar en Copenhaguen la Sociedad de Conciertos Euterpe, destinada a
presentar estrenos de artistas noveles. Más tarde formó en Cristianía la Unión Musical,
que dirigió hasta 1880.

El 11 de junio de 1867 contrae matrimonio con su prima hermana, Nina Hagerup, a


quien había conocido también en Copenhaguen. Al año siguiente nacerá su única hija,
Alejandra, que fallecerá cuando apenas tiene trece meses de edad. A pesar del inmenso
dolor y la debilidad física, Grieg produce algunas de sus mejores páginas musicales,
entre ellas su famoso Concierto para piano y orquesta, estrenado más tarde por el
propio compositor como solista en Roma.

Grieg es considerado en el campo musical uno de los principales impulsores del


nacionalismo noruego.

Llegan entonces los primeros reconocimientos por parte de sus compatriotas,


sucediéndose los honores y las distinciones como premio a su labor compositiva: en
1872 es nombrado miembro de la Real Academia de Música de Suecia; en 1873 se le
condecora con la orden de Olaf; y al año siguiente es favorecido con una renta anual de
1600 coronas concedidas por el Parlamento noruego, lo que supone una gran estabilidad
económica para el artista, volcado por completo en su tarea creadora.

El maestro había tenido ocasión de conocer al compositor húngaro Franz Liszt en


Roma, alrededor del año 1865, quien había alabado las virtudes de una de sus piezas
más interesantes: La Sonata para violín. “Su obra- explica Liszt- demuestra un gran
talento para la composición; un talento que es reflexivo, inventivo y provisto de un
excelente material, que solamente necesita dejarle seguir su propia inclinación”.
Definitivamente, el artista noruego recibe el prestigio internacional gracias a la difusión
y popularidad que logra obtener su Concierto para piano y orquesta, elogiado en
numerosas ocasiones por Liszt, cuyos comentarios favorables hacia la célebre partitura
le brindan el apoyo definitivo en su trayectoria profesional.

El poeta y dramaturgo Henrik Ibsen le propone escribir la música de su poema Peer


Gynt, para cuya realización Grieg se entrega ilusionadamente. La espléndida página
orquestal se estrena en Oslo en 1876, obteniendo un apoteósico éxito hasta alcanzar las
treinta y cinco representaciones durante el año. Las dos suites que integran la obra
constituyen una selección de piezas breves que fueron publicadas originalmente en
versión para piano a cuatro manos, salvo la Danza de Anitra, que posee un acentuado
sabor oriental. Se recoge en la atmósfera de la composición un marcado sentimiento
nacional que tiende a desaparecer en sus producciones más extensas.

Su fama crece y se extiende cada día. Comienza a prodigarse como director de sus
propias obras, realizando diversos viajes a Inglaterra, donde gozó de gran popularidad.
Las universidades de Cambridge y de Oxford le conceden el título honorario de Doctor
en Música en 1894. Así mismo es nombrado miembro de la Academia Francesa de las
Artes. Durante su actuación en el Festival de Leeds, al que había sido invitado como
director, cae gravemente enfermo, ingresando en el Hospital de Bergen, donde
manifiesta haber llegado a su final. Después de un largo periodo de convalecencia,
muere mientras dormía el 4 de septiembre de 1907, a los 64 años de edad. Sus restos
mortales fueron sepultados junto a los de su esposa en una tumba de una montaña
cercana a su casa, Troldhaugen. A su funeral oficial asistieron personalidades de todo el
mundo, y una gran multitud se congregó en las calles de Bergen para despedir
silenciosamente al ídolo musical de los corazones noruegos.

Grieg es considerado en el campo musical uno de los principales impulsores del


nacionalismo noruego. Su estilo, delicado y poético, ha contribuido a considerar su
legado artístico como uno de los más valiosos patrimonios culturales de su país.
Podemos afirmar sin duda que su estética se adscribe a la corriente postromántica, con
connotaciones impresionistas, acercándose con rigor a los cantos populares autóctonos.
El tratamiento del folclore noruego adquiere una nueva panorámica con la belleza
sonora de sus composiciones.

En su música encontramos la serenidad y el encanto de un paisaje nevado. El lirismo de


sus elegantes melodías nos sumerge en un ambiente sonoro de gran expresividad, desde
donde se puede apreciar la luminosidad de su escritura, ciertamente soñadora. Con
frecuencia sus compases ofrecen contraste y variedad, mostrando al mismo tiempo la
añoranza de un recuerdo lejano y la alegría del espíritu de baile. Todas estas
características son reconocibles en los diez volúmenes de Piezas Líricas para piano,
publicados sin tregua a lo largo de su vida. Aunque hábil orquestador, insiste en la
plantilla dedicada a instrumentos de cuerda, como vemos en Dos melodías elegíacas y
la Suite Holberg, logrando en ambas bellas sonoridades.

Ya desde sus primeros trabajos que incluyen una Sinfonía en do menor y una Sonata
para piano en mi menor opus 7, observamos la descripción de un lenguaje muy
intimista y personal. Su discurso comunica fácilmente con el oyente a través de
recurrentes elementos compositivos que permiten recrear imágenes y sensaciones. Grieg
posee un encanto especial en la naturalidad de su fraseo. Sus melodías son frescas,
tiernas, convincentes. No menos sugerentes resultan sus originales armonías y timbres,
combinados hábilmente en un camino constante de búsqueda.

Entre sus piezas más valiosas hallamos sus Sonatas para piano, violín y violonchelo,
compuestas con verdadera maestría. Su creación se inclina hacia las formas menores,
aquellas piezas de breve duración en las que su inspiración se esparce de principio a fin.
Tal es el caso de sus bellísimas Canciones, claro ejemplo de espiritualidad sonora.
Nuevamente en ellas está presente el alma del pueblo noruego. La calma y la exquisitez
rubricadas por Grieg añaden a su catálogo autenticidad.

La vigencia de sus notas y de sus ideas es hoy una realidad, por lo que es recordado con
fuerza en pleno siglo XXI. Considerado uno de los más importantes embajadores del
arte noruego, su música continúa despertando interés en la actualidad. Este es uno de los
principales retos propuestos en el aniversario del maestro. Otro de los interesantes
propósitos que plantea esta conmemoración será el acercamiento de su figura no sólo
desde la faceta biográfica o compositiva, sino también desde un ámbito humanístico y
social, que nos permitirá comparar su obra con tendencias y estilos contemporáneos.

Grieg 07 es una empresa fundada por la ciudad de Bergen en mayo de 2006. Será la
encargada de coordinar y llevar a cabo las celebraciones y los eventos programados a lo
largo del año 2007. Su junta directiva de nueve miembros está presidida por Herman
Friele, el alcalde de Bergen. La Directora Ragna Sofie Grung Moe y el Coordinador del
Proyecto Are Frode Sholt constituyen el equipo administrativo.

El aniversario cuenta con un presupuesto de 12 millones de coronas noruegas, y está


financiado principalmente por el Gobierno Noruego, la Ciudad de Bergen y las
Autoridades de la Provincia de Hordaland. El Ministerio de Asuntos Exteriores da su
apoyo y trabaja junto con Grieg 07 sobre los aspectos internacionales de las
celebraciones.
Con seguridad el Aniversario Grieg 2007 ha acertado en la elaboración y confección de
su programa, contribuyendo a potenciar el carácter y la capacidad expresiva de la
personalidad del compositor. Somos muchos quienes asistiremos a su puesta en escena,
que confirmará la singularidad y valía del inolvidable “Chopin del Norte”. 2

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