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Biografía:
En 1863, Grieg fue a Copenhaguen, Dinamarca, y permaneció allí por tres años.
Conoció entonces a los compositores Daneses J. P. E. Hartman y Niels Gade. También
conoció al compositor Noruego Rikard Nordraak (compositor del Himno nacional de
Noruega) quien se convirtió en un gran amigo y en una fuente de inspiración para Grieg.
Nordraak murió poco después, y Grieg compuso una marcha fúnebre en su honor. Grieg
tenía lazos cercanos con la Orquesta Filarmónica de Bergen (Harmonien) y fue director
Musical de la orquesta desde 1880 hasta 1882.También vio a Franz Liszt en dos
ocasiones en Copenaguen.
Pero mientras la vida profesional de Grieg crecía, su vida personal se deterioraba cada
vez más: En 1875 fallecían sus padres, lo que deja a Nina y a Edvard sin una casa a la
que retornar en Bergen. Luego Grieg deja a Nina, pero al año siguiente se reconcilian y
vuelven a vivir juntos.
Música
Entre las obras más conocidas encontramos el Concierto para Piano en La menor, la
Suite Holberg (para orquesta de cuerdas, y diez volúmenes de piezas líricas (para
piano). Él también es conocido por su música incidental, compuesta por pedido de
Henrik Ibsen para su obra literaria Peer Gynt.
La Mañana fue un favorito de Carl Stalling, quien a menudo lo usó para algunos cortos
en Warner Bros; esta obra al contrario de lo que muchos piensan, fue creada para
representar un amanecer en el desierto del Sahara, y no uno en los fiordos de Noruega.
La obra En la gruta del rey de la montaña fue utilizada en 1931 para la película "M, el
vampiro de Düsseldorf", de Fritz Lang. Otra versión de la misma obra está incluida en
el álbum The Circus del dúo británico de synthpop Erasure del año 1987. Además, la
banda finlandesa Apocalyptica hizo un cover de esta en su álbum del 2001 Cult. El
primer movimiento del concierto para piano de Grieg es usado en el films Lolita de
Adrian Lyne en 1997.
Homenaje
Biografía 2:
Compositor noruego. Fue el más importante de su país durante el siglo XIX. Nació en
Bergen el 15 de junio de 1843. Estudió piano con su madre, pianista profesional, y más
tarde en el conservatorio de Leipzig. Fue el compositor danés Niels Gade quien le
animó en la labor de componer. El noruego Rikard Nordraak despertó su interés por la
música folclórica noruega. Con él, dijo, "aprendí a conocer los cantos del norte y mi
propia naturaleza". Entre 1866 y 1876 Grieg vivió en Cristianía (hoy día Oslo), donde
fue profesor de música y director de la Sociedad Filarmónica. En 1867 contrajo
matrimonio con su prima, la soprano Nina Hagerup. Su defensa de la escuela basada en
la música folclórica noruega originó el enfrentamiento con músicos conservadores y
críticos, por lo que sus propias obras tardaron en ser apreciadas.
El primer músico de talla internacional que alabó su trabajo fue el compositor húngaro
Franz Liszt. En 1874 el gobierno noruego le concedió un salario anual que le permitió
dedicarse por entero a la composición. Se hizo famoso por su música incidental para el
drama poético Peer Gynt (1875), de Henrik Ibsen. En 1885 se aisló en un estudio de
Lofthus y en 1885 mandó construir la villa Troldhaugen, cerca de Bergen, donde vivió
el resto de sus días. Murió el 4 de septiembre de 1907.
El reconocimiento del extranjero tardaría más en llegar. Dos inviernos pasados en Roma
(1865-70) le habían puesto en contacto con Liszt; pero hasta 1879, con su propia
ejecución de su excelente Concierto para piano en Leipzig, no comenzó a extenderse su
fama. Después apareció frecuentemente como director de sus propias obras e hizo
frecuentes visitas a Inglaterra, donde gozó de gran popularidad. La Universidad de
Cambridge le otorgó el grado de doctor en música en 1894. Finalmente, en 1885 se
estableció definitivamente cerca de su nativa Bergen, donde, con excepción de cortas
giras de conciertos, vivió y trabajó con tranquilidad hasta su muerte.
En la música de Grieg hay algo de la palidez de la luz del sol septentrional. Carece de
esplendores fulgurantes o pasiones desgarradoras y aparece como un fluir tranquilo y
gracioso. No existía ninguna tragedia o calamidad nacional que agitara las almas y
pidiese expresión épica. Él mismo reconoció la verdadera naturaleza de su estilo en la
insistencia con que aplica el nombre de piezas líricas a las series de composiciones de
piano publicadas sin tregua a lo largo de su vida.
Las dos suites de Peer Gynt constituyen una selección de piezas breves compuestas para
una representación de la obra de Ibsen y fueron publicadas originalmente en versión a
cuatro manos, salvo la Danza de Anitra, que tiene un marcado sabor oriental; están
impregnadas de un intenso sentimiento nacional que tiende a desaparecer en sus obras
más extensas. Aunque hábil orquestador, con frecuencia se limita a los instrumentos de
cuerda, como en Dos melodías elegíacas y la Suite de Holberg, en que consiguió bellas
sonoridades.
Su creación más brillante fue el Concierto para piano, cuya popularidad continuó
aumentando después de su muerte. Aunque la deuda de Grieg con Schumann a este
respecto no ha sido suficientemente notada, las semejanzas de los primeros tiempos de
estos dos «piano concerti», ambos en la menor, son sorprendentes, especialmente en sus
temas y exposición.
”El Chopin del Norte” es como algunos han dado en llamar a Edvard Grieg, compositor
noruego nacido en 1843 en la ciudad de Bergen. Y, en efecto, Grieg tiene en común con
el maestro polaco una veta de inspiración que los hizo particularmente únicos: un
especial don por convertir la música en la más exquisita poesía.
Su madre, notable pianista, fue quien inculcó en Edvard el amor por la música y quien
le diera sus primeras lecciones de música. Muy pronto, el joven artista empezó a
mostrar sus brillantes cualidades, y fue gracias a la recomendación del violinista Ole
Bull, que fue enviado al Conservatorio de Leipzig en 1858. Allí tuvo el privilegio de
aprender contrapunto, composición y piano con Richter, Reinecke y Moscheles. Más
adelante, en 1863, se trasladó por un corto período a Copenhague para proseguir
estudios con el compositor danés Niels Gade. Fue justamente en Copenhague donde
entabló relación con dos artistas que habrían de marcar su estilo composicional: Hans
Christian Andersen y Rikard Nordraak. Este último despertó en Grieg el interés por
buscar las raíces del folklore escandinavo como veta de inspiración musical.
Grieg es recordado por la mayoría de los amantes de la música por dos de sus obras más
significativas: su Concierto en la menor Op. 16 para piano y orquesta, y las dos suites
de la música incidental para el drama Peer Gynt de Henryk Ibsen, escrita por encargo
del propio autor. Sin embargo, nos encontramos ante un compositor sumamente
prolífico; autor, entre otras obras, de un vasto repertorio de piezas para piano,
instrumento que -al igual que para Chopin- era su medio vital de creación. La música de
Grieg está intensamente relacionada con la cultura nórdica, en especial la de su natal
Noruega: el paisaje, los fiordos, las danzas populares, los personajes. Su ideal era el de
crear un estilo nacional que pudiera conceder a su pueblo una cierta identidad. No en
vano sus obras reflejan, por así decirlo, un dialecto musical propio e inconfundible pero,
ante todo, un lenguaje artístico cargado de un lirismo que proviene de lo más profundo
de las entrañas de su autor.
Quizás por su personalidad más bien introspectiva, no era Grieg un compositor con
grandes aspiraciones de fama y reconocimiento. Como la mayoría de los compositores
románticos, se sentía más a gusto dándole vida a pequeñas miniaturas o piezas de
carácter que a obras de más envergadura como sonatas, sinfonías o conciertos. De allí la
gran producción de obras pianísticas como las diez colecciones de Piezas Líricas, las
Danzas Noruegas o las Humorescas, así como sus numerosas canciones, mayormente
dedicadas a su esposa y eterna compañera, la cantante Nina Hagerup. No obstante, sus
intentos por crear obras de formato mayor no resultaron para nada infructuosos. Con
excepción de su Sinfonía en Do menor, obra de juventud que ha quedado prácticamente
en el olvido, composiciones como sus tres Sonatas para violín y piano, su Sonata en mi
menor y la Balada Op.24 para piano solo, su Cuarteto para cuerdas en sol menor y la
Suite Holberg son obras de una calidad excepcional y de una belleza indiscutible. Y, por
supuesto, su Concierto para piano se ha convertido en una obra obligada dentro del
repertorio pianístico, y que nunca dejará de cautivar –tanto a quien la escucha como a
quienes la interpretan- por lo sublime de su inspiración.
El origen familiar del apellido Grieg procede de Escocia, de donde proviene el nombre
de “Greig”. Su bisabuelo se había asentado en Noruega alrededor de 1770, ejerciendo
como próspero comerciante en Bergen, por lo que Edvard Hagerup Grieg nace en dicha
localidad el 15 de junio de 1843. Hijo del cónsul de Inglaterra en dicha ciudad y de
madre pianista, el músico crece en un ambiente proclive al desarrollo cultural.
Los primeros pasos artísticos del pequeño son alentados por su madre, Gesine, su
primera profesora de piano, intérprete de talento, quien le permitió actuar en diferentes
ocasiones como solista con la Orquesta de Bergen.
En el verano de 1858 Grieg conocerá al violinista noruego Ole Bull, buen amigo de la
familia. Bull descubre pronto las cualidades del joven (15 años) y propone enviarle al
Conservatorio de Leipzig, donde estudiará contrapunto, composición y piano con
Richter, Rinecke y Moscheles. Comienza pronto a destacar como intérprete en
numerosos recitales y conciertos ofrecidos en Leipzig. Sin embargo, el entonces neófito,
no se siente identificado con las enseñanzas del Conservatorio, discrepando bastante de
los métodos de enseñanza aplicados a las disciplinas allí impartidas.
Su fama crece y se extiende cada día. Comienza a prodigarse como director de sus
propias obras, realizando diversos viajes a Inglaterra, donde gozó de gran popularidad.
Las universidades de Cambridge y de Oxford le conceden el título honorario de Doctor
en Música en 1894. Así mismo es nombrado miembro de la Academia Francesa de las
Artes. Durante su actuación en el Festival de Leeds, al que había sido invitado como
director, cae gravemente enfermo, ingresando en el Hospital de Bergen, donde
manifiesta haber llegado a su final. Después de un largo periodo de convalecencia,
muere mientras dormía el 4 de septiembre de 1907, a los 64 años de edad. Sus restos
mortales fueron sepultados junto a los de su esposa en una tumba de una montaña
cercana a su casa, Troldhaugen. A su funeral oficial asistieron personalidades de todo el
mundo, y una gran multitud se congregó en las calles de Bergen para despedir
silenciosamente al ídolo musical de los corazones noruegos.
Ya desde sus primeros trabajos que incluyen una Sinfonía en do menor y una Sonata
para piano en mi menor opus 7, observamos la descripción de un lenguaje muy
intimista y personal. Su discurso comunica fácilmente con el oyente a través de
recurrentes elementos compositivos que permiten recrear imágenes y sensaciones. Grieg
posee un encanto especial en la naturalidad de su fraseo. Sus melodías son frescas,
tiernas, convincentes. No menos sugerentes resultan sus originales armonías y timbres,
combinados hábilmente en un camino constante de búsqueda.
Entre sus piezas más valiosas hallamos sus Sonatas para piano, violín y violonchelo,
compuestas con verdadera maestría. Su creación se inclina hacia las formas menores,
aquellas piezas de breve duración en las que su inspiración se esparce de principio a fin.
Tal es el caso de sus bellísimas Canciones, claro ejemplo de espiritualidad sonora.
Nuevamente en ellas está presente el alma del pueblo noruego. La calma y la exquisitez
rubricadas por Grieg añaden a su catálogo autenticidad.
La vigencia de sus notas y de sus ideas es hoy una realidad, por lo que es recordado con
fuerza en pleno siglo XXI. Considerado uno de los más importantes embajadores del
arte noruego, su música continúa despertando interés en la actualidad. Este es uno de los
principales retos propuestos en el aniversario del maestro. Otro de los interesantes
propósitos que plantea esta conmemoración será el acercamiento de su figura no sólo
desde la faceta biográfica o compositiva, sino también desde un ámbito humanístico y
social, que nos permitirá comparar su obra con tendencias y estilos contemporáneos.
Grieg 07 es una empresa fundada por la ciudad de Bergen en mayo de 2006. Será la
encargada de coordinar y llevar a cabo las celebraciones y los eventos programados a lo
largo del año 2007. Su junta directiva de nueve miembros está presidida por Herman
Friele, el alcalde de Bergen. La Directora Ragna Sofie Grung Moe y el Coordinador del
Proyecto Are Frode Sholt constituyen el equipo administrativo.