Está en la página 1de 3

Capítulo 1

•──•─•──•✦•──•─•──•

LA BIENVENIDA
Después de todo lo que me había sucedido en aquella casa y todas las visiones,
decidí dormir en un hotel. Me hospedé cerca de unos dos meses, en donde me tomé
un descanso, hice yoga y medite en algunas veces en mi cuarto, a solas con mi propia
conciencia. Tenía miedo de volver, en ese tiempo no me pasó nada extraño, todo era
tranquilidad y paz. Para mi ese tiempo pasó muy fugaz, pero tuve que volver.
De regreso a mi casa en una tarde muy soleada, el sol golpeaba mi cara tapando un
poco mi vista, iba manejando mi auto y se me dificultaba un poco conducir, pero al fin
llegue, todo allí era completa tranquilidad, sobre una calle silenciosa. Me di cuenta de
que al frente de mi casa estaban construyendo otra vivienda, muy parecida a la mía.
Estaba casi terminada, solo faltaban las vallas, pero tenía un jardín muy bonito, lleno
de plantas y pasto con un color verde vivo.
Me adentre a mi casa, todo era suspenso de que algo me sorprendiera estando ahí,
pero había mucha tranquilidad y me dio mucho más valor. Pasé por el pasillo que
conducía a mi cuarto y por donde estaba la cocina. Aquella intriga sobre la niña
asesinada se volvía nuevamente a mis recuerdos, dejé mis maletas sobre la cama de
mi habitación, y salí para verificar mi casa que no se hayan robado nada, aunque esa
era propiedad privada.
En el patio de mi casa tengo una piscina, llena de pasto a los alrededores. Al ver la
piscina comenzó a moverse el agua, como si tales le hubieran colocado la denotada
“Bomba” que hace al agua moverse fuertemente y provocar olas. Pero en mi casa no
había nadie que lo pusiera si no fuese yo mismo. Me estremecí sobre el suelo,
cayendo sentado en él y al tomar un poco de conciencia noté que había dos objetos
votados ahí.
Las tomé, uno de ellos era una caja de cigarrillo vacía y las otras era una hoja de
papel que traía dos cosas inscritas, una de ellas eran unas coordenadas de un lugar, y
la otra era un número de teléfono, me di cuenta de que era un número porque traía la
salida de un país (+55 6258…). Al verlas me sorprendí excesivamente, pero me
levanté del suelo y seguí caminando a mi cuarto en el cual me acosté a dormir, la
noche había sido relajante, una que jamás haya tenido en toda mi vida, me sentía muy
bien.
Al levantarme de mi cama, y ver por la ventana, observé que fuera de mi casa un tigre
de bengala se encontraba rodeando mi casa, era muy alto y me asusté. De inmediato
llamé a Control de Animales, les resultó muy extraño lo que había visto y creyeron que
era una broma de mal gusto. Pasaban las horas y el tigre no se iba, yo no podía salir
por el miedo a ser comido por un animal así, esta obra de arte que tengo de cuerpo no
puede ser comida por cualquier animal…
Tan pronto llegó la noche, y el tigre no se miraba por ningún lado, pero escuché unos
ruidos en mi patio. Salí cuidadosamente por el pasillo que conducía al patio, pero al
llegar no vi nada, solo una mochila negra, corrí lo más rápido que pude a mi cuarto, y
al cerrar la puerta, escuche a alguien meterse a la casa, me asombré más cuando
escuche que recargaban un arma. Venían directo a matarme pensé, pero yo sabía que
sería así porque ¿Quién va a entrar sin avisar con un arma?, cuando de repente un
grito se escuchó al otro lado de mi puerta.

- Sé que estás ahí, sal no quiero hacerte daño – gritó con mucha fuerza.
Era la misma voz que se me había presentado en aquel sueño. Me atemoricé el doble.
Respondí a lo que había dicho.
- ¿Quién eres y qué haces en mi casa? Esto es propiedad privada, la policía
llegará pronto. – grité con valor para ver si se podía ir de ahí.
- Soy Frank, tú no me conoces. Solo vengo a matarte, va a ser una muerte sin
dolor. – lo dijo un poco suave, con voz espeluznante.
Describió lo que me iba a hacer si salía o entraba a mi cuarto.
- Quiero disparar sobre tu cuerpo, una bala que vaya directamente hacía tu
cabeza y otra a tu corazón, luego cortaré la piel de tu estómago y sacaré todos
tus órganos y los comeré sabrosamente. Llegaré a tu cuello y lo cortaré con
mis propias uñas, beberé tu sangre. – gritando con mucha fuerza.
Pero en el momento de que él me decía esas cosas, mandé un mensaje a la
Policía… “Hay alguien que quiere matarme, está dentro de mi casa”
Le pregunte de inmediato: - ¿Eres el papá de la niña, cierto?
- Frank: Sí, (con una risa malévola). No hagas este trabajo más difícil, más
doloroso para ti.
- Christ: ¿Por qué quieres matarme? (con una voz temblorosa).
- Frank: Ya sabes quién soy, conoces donde me refugio. Mi única opción es
matarte, para seguir con mi venganza.
- Christ: Estas loco…
- Frank: Sí, si lo estoy…
- Christ: Yo creía que solo existías en mis pensamientos y sueños.
- Frank: Pues ya ves que no…
- Christ: ¿Todo lo que soñé, pasó en realidad?
- Frank: Claro que pasó, asesiné a esa niña por haber matado a mi esposa… a
la mujer de mi vida…
Cuando de pronto, se escuchan las sirenas policiacas, él comienza a disparar, pero yo
ya estaba debajo de mi cama, lo cual ninguna de las balas me pegó. Él salió corriendo
porque la policía escuchó los balazos, pero al entrar en la casa Frank ya no se
encontraba allí. Yo ya estaba llorando a mares, al ver mi vida pasar en esos segundos
que para mí fueron como horas.
La policía llegó y me dijo si me encontraba bien, a lo cual yo respondí con un seco
“Sí”. Me ayudaron a salir de la cama y pasados unos minutos se fueron, después de
haber tomado mi declaración de los hechos.
Me pidieron descansar, pero no pude dormir por el temor a que volviera a regresar esa
persona. Un policía quedó vigilando fuera de mi casa. Y yo recordé que tenía cámaras
de seguridad… las cuales habían captado los sucesos que viví. Mi asombro fue al
saber quién era el hombre que había estado a punto de matarme.

También podría gustarte