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Accidentes y enfermedades del trabajo

Habíamos hablado la clase pasada de la ley 24.557, que es el marco jurídico

referencial, dicha norma tiene una reglamentación muy amplia, porque, tanto el

ministerio de trabajo, pero, especialmente, la superintendencia de riesgos del

trabajo, tiene facultades delegadas en cuanto a la reglamentación de la norma, de

allí que es muy profusa la reglamentación que ha dictado hasta la fecha la

autoridad administrativa del trabajo. Esta ley se complementa con algunos

decretos y algunas leyes posteriores, vamos a hacer referencia a los más

relevantes, como el decreto 1178 del año 2000, que mejoró las prestaciones

dinerarias incorporando las que se encuentran previstas en el artículo 11, inciso

4°. Luego, tenemos el decreto 1694 del año 2009, que también incorporó una

mejora sustantiva en las prestaciones de dinero, luego tenemos la ley 26.773 del

año 2012. Posteriormente, tenemos un decreto reglamentario 472 del año 2014, y

también tenemos el decreto 49 del 2014, que estableció el listado de

enfermedades profesionales y la tabla de incapacidades laborales, y la ley 7.748

del año 2017 que, como rasgo saliente en su articulo 1° estableció la instancia

administrativa previa y obligatoria para la sustanciación del tramite en los

accidentes y enfermedades profesionales. La ley 24.557 de riesgos del trabajo

pretendió ser una norma integral, porque las normas anteriores apuntaban casi

exclusivamente a la reparación de los siniestros una vez acaecido el hecho, en

esta oportunidad la ley 24.557 pretendio como objetivo central la prevención,

quería o pretendía reducir los accidentes y enfermedades profesionales mediante

la prevención, ese es el gran objetivo que, como dice Grisolia, la materia de


prevención siempre estuvo en manos de la policía del trabajo, pero por muchos

motivos siempre nuestro país ha sido muy deficitaria en lo que hace a la policía del

trabajo en cuanto al control del cumplimiento de las normas de seguridad e higiene

en el trabajo, que también esta es una norma que complementa a la ley de

accidentes de trabajo, que es la ley 19.587 de seguridad e higiene en el trabajo,

por dar una cuestión central que regula esta norma, esta norma regula que en

todos los ámbitos del trabajo se deben tomar las técnicas o aquellos procesos más

apropiados, adecuados para evitar que la persona del trabajador, en cuanto a su

capacidad física o psicofísica, no sufra algun menoscabo, o sea, por medio del

deber de seguridad, instaurado en el art. 75 de la LCT, y por esta norma en su art.

4° de la ley 19.587, se pretende que el trabajador ingrese sano al ámbito de

trabajo y también pueda egresar de la misma manera cuando termina su jornada

de trabajo.

Otro gran objetivo que tuvo la ley de riesgos del trabajo fue generar condiciones

en el marco de las convenciones colectivas de trabajo que propendan a la mejora

de las condiciones de trabajo y fundamentalmente de seguridad e higiene. Y,

obviamente, si no se pudo lograr la prevención y acaecido el siniestro, bueno, en

ese caso, la ley concurre a brindar la reparación correspondiente al trabajador

siniestrado o, en su caso, a los causahabientes, porque ustedes saben que en

algunos casos el trabajador fallece como consecuencia del siniestro. Ahora, en el

caso de aquellos trabajadores que sufran algún tipo de incapacidad, la ley también

pretende su rehabilitación, brindarle terapias para que, posteriormente, puedan

incorporarse al mercado de trabajo, la ley incluye la rehabilitación del trabajador


siniestrado y también promueve la recalificación y la recolocación, o sea, es un

proceso que pretende que el trabajador conserve su trabajo, o en su defecto

dotarlo de determinada destreza para poder desenvolver otra labor y sea un

miembro útil a la sociedad.

Con respecto al ámbito personal de aplicación de la ley, la misma está dirigida al

universo de trabajadores del sector privado, es decir, todos aquellos que están

vinculados por un contrato o relación de trabajo en el ámbito del comercio, de la

industria y los servicios. Pero, también tiene su ámbito de aplicación a los

trabajadores y funcionarios de la administración pública nacional, provincial y

municipal, también involucra o comprende a aquellas personas que realizan

servicios catalogados como de carga pública.

Mencionábamos la clase anterior que están dentro de estas categorías aquellas

personas que son autoridades de mesa en los comicios, hablábamos de los

censistas, también podemos mencionar a los bomberos voluntarios. Una ley

posterior, la ley 26.844, que es la del servicio de personal de casas particulares,

así se denomina ahora, a quienes prestan servicios en el ámbito de una familia,

antes eran los trabajadores domésticos, ahora la ley lo denomina a partir del año

2012, personal de casas particulares, también los dadores de trabajo están

obligados a contratar una ART. También, el Poder Ejecutivo nacional puede incluir

a personas que realizan servicios que no están calificados como un vinculo de

naturaleza laboral, por ejemplo, las pasantías, respecto de los pasantes, también

hay que contratar una ART en el marco de la ley 24.557, y todas aquellas

vinculaciones que no están regidas por la ley de contrato de trabajo, como podrían
ser las becas, pasantías, que tienen como propósito la formación teórica práctica

de los futuros profesionales, de manera que puedan adquirir los conocimientos y

las habilidades que le permitan desenvolverse con idoneidad cuando tengan que

desarrollar su profesión.

Todos los empleadores tienen la obligación de contratar un seguro que cubran los

riesgos derivados del trabajo. Ahora, aquellos empleadores que tienen solvencia

financiera pueden auto asegurarse, quienes están auto asegurados asumen la

obligación de prestar por sí o por terceros las prestaciones que están instauradas

en la ley de riesgos de trabajo, llámese prestaciones médicas, prestaciones

sanatoriales, prótesis, ortopedia, atención médica, kinesiología, cirugía, entre otras

prácticas médicas. Ahora, aquellos empleadores que no contraten una ART y que

tampoco se auto aseguren, de acuerdo a la ley, tienen la obligación legal de

brindar directamente las prestaciones, o sea, que responden patrimonialmente con

esa obligación respecto de sus trabajadores.

Con respecto a la aseguradora de riesgo del trabajo, las aseguradoras de riesgos

del trabajo son personas de derecho público, que están organizadas como

sociedades comerciales, concretamente la mayoría son sociedades anónimas,

que tienen fines de lucro, y que tienen como único objeto (dice la ley) el

otorgamiento de las prestaciones de la ley de riesgo, las prestaciones que están

previstas en los artículos 14, 15 y 20 de la ley. Las aseguradoras de riesgo del

trabajo, son entidades profesionales que tienen a su cargo la gestión del sistema y

en ese ámbito tienen varias funciones o varias obligaciones, algunas de ellas

están mencionadas en el articulo 4° de la ley. Este artículo 4° nos dice respecto a


las aseguradoras de riesgos del trabajo, nos dice el inciso 2, “tienen que realizar

visitas periodicas de control de cumplimiento de las normas de prevención de

riesgos del trabajo y del plan de acción elaborado, en cumplimiento de este

artículo”. No esta previsto en la ley la cantidad o la periodicidad de visitas que

deben realizar las ART, para verificar el cumplimiento de las normas de seguridad

e higiene, para que el establecimiento pueda adecuar sus instalaciones a la

normativa, establecer recomendaciones, establecer un plan de acción, y verificar

el cumplimiento de ese plan de acción. No obstante, al no decirlo la ley, esto tiene

que ver, en gran medida, con el índice de siniestralidad porque una empresa que

tenga una gran cantidad de siniestros impacta negativamente en los números de

las ART, entonces las ART, en esos casos, van a tener un interés mayor en

brindar esta capacitación, asesoramiento, verificar el cumplimiento de las normas

de seguridad e higiene. Y, el otro parámetro mencionado por Grisolia, que toman

en cuenta las ART para las visitas, es la importancia del cliente (empleador), el

cliente (empleador) que tiene muchos empleados, o que significa un cliente de

prestigio, entonces, en este caso, van a apersonarse con mayor frecuencia.

“También, las ART deben hacer la evaluación periódica de los riesgos existentes y

su evolución, la definición de las medidas correctivas que deberán ejecutar las

empresas para reducir los riesgos y la siniestralidad, la ART y los empleadores

estarán obligados a informar a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo o a las

administraciones del trabajo provinciales, según correspondan, la formulación y el

desarrollo del plan de acción establecido en el presente artículo”. Es importante

este tema de que si la ART verifica incumplimientos, los debe documentar y ante

la reiteración o la persistencia en el incumplimiento, para salvar su


responsabilidad, tiene que poner en conocimiento de la Superintendencia de

Riegos del Trabajo, que es una entidad estatal que ejerce el poder de policía y que

puede aplicar sanciones porque ¿Qué pasa? En los juicios la ART dice sobre su

asegurado: Yo hice las visitas, hice las recomendaciones, pero resulta ser que no

tengo poder de policía, no puedo sancionar los incumplimientos, entonces, yo

estoy exento de cumplir la normativa. Ahora, hay un fallo de la Corte que dice que,

las ART para eximirse de la responsabilidad por el incumplimiento de parte de su

asegurado de las normas de seguridad e higiene, tiene que realizar la

denuncia ante la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, solamente esta

denuncia lo desvincularía a la ART de la responsabilidad civil por sobre todas las

cosas.

Con respecto a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, es una entidad

autónoma que funciona en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y

Seguridad Social de la Nación, que tiene varias funciones, primero, por ejemplo,

es el que lleva el índice de siniestralidad, elabora estadísticamente estos índices

de accidentes ¿Para qué se utilizan estos índices de accidentes? Tiene que ver

con las primas que posteriormente se fijan para que las ART cobren a sus

aseguradas, lo elaboran conjuntamente con la Superintendencia de Seguros de la

Nación, la Superintendencia de Seguros de la Nación aparte controla los aspectos

económicos y financieros de la ART, y es la que, en conjunto con la

Superintendencia de Riesgos del Trabajo, fija las primas. En una actividad donde

hay mucho siniestro, obviamente, la prima va a ser alta, la prima más alta se cobra

en la industria de la construcción, 7,2% es la nomina del personal. El comercio


tiene algo así como 2,2% y la actividad de servicios el 1,2%, la actividad

administrativa es una actividad que tiene poca producción de hechos dañosos en

la persona del trabajador. También, la Superintendencia tiene a su cargo el control

de la Comisión Médica, controla la comisión médica, que es también un organismo

central, que ha sido muy cuestionado desde el punto de vista constitucional, pero

que ha recobrado una vitalidad y una vigencia en estos últimos tiempos,

principalmente a partir de la sanción de la ley 27.348, por cuanto en su artículo 1°

ha establecido el carácter previo y obligatorio de toda persona que sufra un

siniestro o una enfermedad profesional, la ley exige que transite por la via

administrativa ante la comisión medica. Esto ha sido muy discutido y muchos

órganos jurisdiccionales han declarado su inconstitucionalidad, pero la Corte

nunca ha declarado su inconstitucionalidad. Ese artículo 1° que establece el paso

previo por la instancia administrativa y que viene, nuevamente, a generar una

nueva controversia porque, en este momento que nosotros desarrollamos la clase,

hay muchos casos que estan con planteo de inconstitucionalidad en la Corte

porque dicen que la comisión medica es un tribunal administrativo, integrado por

médicos que entienden en cuestiones de derecho, respecto de los cuales son

absolutamente ignorantes.

La Superintendencia de Riesgos del Trabajo también, por delegación del

Congreso, del Ministerio de Trabajo, dicta resoluciones, es enorme la cantidad de

resoluciones que ha dictado la Superintendencia en relación a la ley 24.557.

Nosotros, básicamente, en materia de accidente tenemos 3 leyes: la 24.557, la

26.773 y la ley 27.348, pero en materia de resoluciones dictadas por los


organismos administrativos, especialmente por la Superintendencia de Riesgos

del Trabajo, es enorme la cantidad. Yo no creo que los abogados laboralistas

sepan o conozcan la totalidad de estas resoluciones, por eso, cuando van a

plantear un caso de accidente de trabajo, por favor, bajen toda la biblioteca y

miren minuciosamente porque se van a encontrar con muchas sorpresas, porque

hay un decreto 410 del 2001, que establece cuál es el tramite administrativo que

se debe seguir ante la Comisión Médica.

La Comisión Médica fue creada por la Ley 24.241 de Jubilaciones y Pensiones,

actualmente denominada S.I.P.A. (Sistema Integral Previsional Argentino), para

dictaminar las incapacidades en materia de jubilaciones por invalidez. La lógica de

la Ley 24.557 ha sido, básicamente, la de sacar del ámbito de los jueces naturales

el tramite de los accidentes y enfermedades profesionales, ha llevado su tramite

ante este organismo administrativo, cuya función esta prevista en los artículos 21 y

22 de la Ley 24.557, básicamente, el artículo 21 habla de las competencias de la

Comisión Médica, que dice: “Determinarán la naturaleza laboral del accidente o

profesional de la enfermedad, el carácter y grado de la incapacidad, el contenido y

alcance de las prestaciones en especie”. Por ejemplo, si el trabajador requiere una

prótesis: para lo cual se debe tratar de colocar al trabajador en la mejor posición

que estaba anteriormente de sufrir el siniestro, entonces, se le debe proveer la

mejor prótesis que le dé la mayor funcionalidad, de mejor calidad. Pero, esas

prótesis tienen un tiempo de vida útil, entonces, hay que renovarlo con cierta

periodicidad. La Comisión Medica no solamente va a determinar cuál va a ser la


prótesis, el tipo, sino también el tiempo en el cual el trabajador va a requerírsele,

se le debe proveer el recambio de este bien.

También, la Comisiones Medicas revisan el carácter y el grado de la incapacidad,

resuelve cualquier discrepancia que pudiere surgir entre la ART y el damnificado,

o los derecho-habientes, lo que pasa muchas veces, es que la denuncia por el

accidente de trabajo o enfermedad profesional se realiza ante la ART, muchas

veces pasa que la ART rechaza porque aclara que se esta en presencia de una

enfermedad inculpable, vaya a que lo trate la obra social, porque esto no tiene

cobertura en la ley 24.557, entonces, el trabajador ¿Qué hace? Plantea la revisión

de este proceder de la ART ante la Comisión Médica para que la Comisión Médica

fije una audiencia donde asisten las partes, donde se hace un examen al

trabajador y se acompañan todos los estudios médicos anteriores y los que en ese

momento se piden y se realizan, y se hace una nueva evaluación para verificar si

es o no es una enfermedad profesional o una enfermedad inculpable como dice la

ART, si se declara que es una enfermedad profesional, derivada del trabajo, o del

ambiente del trabajo, se va a determinar las prestaciones, y si es permanente la

incapacidad, se va a determinar el grado de incapacidad y las prestaciones

dinerarias que tiene que abonar la ART. También, otra función es la de establecer

los procedimientos a observar ante las comisiones (o sea, que tienen también

facultades reglamentarias) en todos los casos el procedimiento será gratuito para

el damnificado (el trabajador que sufre el accidente), incluyendo también los

traslados y estudios complementarios, por ejemplo, una tomografía, una


resonancia, que es un estudio complejo y caro, son gratuitos para el trabajador,

están a cargo de la ART.

También, la ART puede actuar verificando nuevamente si la incapacidad que tiene

el trabajador sufre un incremento. “En lo que respecta específicamente a la

determinación de la naturaleza laboral del accidente y siempre que quedare

planteada la divergencia, la comisión, garantizando el debido proceso, deberá

requerir, conforme se establezca, por vía reglamentaria, un dictamen jurídico

previo para expedirse”. Esta es una cuestión también que ha degenerado en

muchas quejas y muchos planteos acerca de la falta de adecuación de la ley a los

parámetros del debido proceso, porque el texto originario de la ley no establecía

un asesoramiento del trabajador, esto se ha revertido con la Ley 27.348, es decir,

el trabajador recurre la instancia de la comisión medica con un patrocinio letrado,

y, a su vez, la comisión medica tiene que requerir un dictamen jurídico previo a

expedirse. Se acuerdan que les dije que eran médicos que deben decidir si el

accidente es o no es derivado del trabajo; de las condiciones en que se prestan, si

es o no laboral, en definitiva; si tiene causa o origen al trabajo realizado, entonces,

requiere la interpretación de normas jurídicas. Esto ha sido muy criticado porque la

Comisión Médica, como su nombre la indica, está integrado por miembros del arte

de curar que son neófitos en la materia jurídica, pero, no obstante, la ley lo ha

establecido así, ahora ha mejorado un poco esta falta de coherencia con el debido

proceso que se exige no solamente en el ámbito judicial por aplicación estricta del

artículo 18 de la C. N. y de las normas del artículo 75, inciso 22, especialmente la

Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa


Rica), que en su artículo 8° y 25, dan pautas muy estrictas en relación a lo que se

debe entender por acceso a la jurisdicción. En el proceso administrativo se deben

cumplir, básicamente, 4 etapas: tiene que haber una denuncia, tiene que haber la

producción de pruebas, alegatos y una decisión fundada. Incluso la administración

y máxime cuando esta en tela de juicio derechos, se debe expedir por medio de

una resolución fundada y previamente debe oír a la víctima, en este caso, al

trabajador, debe permitirle que produzca pruebas, tiene que valorarse esta prueba

con el mayor rigor, y se debe expedir a través de una resolución fundada, que no

sea el producto del capricho o la arbitrariedad de los funcionarios de turno, tiene

que tener en cuenta las constancias del expediente, conforme a las normas

vigentes.

Fíjense, como se ha realzado el valor de la Comisión Médica, que el dictamen que

emite la Comisión Médica, paso obligado, previo, conforme la ley 27.348, tiene los

alcances del articulo 15 de la LCT que es la homologación, o sea, el artículo 15

nos dice que dentro de una controversia del ámbito del derecho del trabajo, tanto

los jueces, como los encargados de aplicar la ley (en este caso, el Ministerio de

Trabajo o Delegaciones del Trabajo), las partes pueden ante la autoridad llegar a

un acuerdo transaccional o liberatorio, que permita poner fin a una controversia,

pero el juez o el administrador previamente deben verificar que el trabajador lo

haya ratificado en forma personal, y tiene que emitir un acto administrativo o una

resolución judicial (depende de quien emite el acto), expresando que se ha

producido una justa composición de derechos e intereses entre el trabajador y el

empleador. Entonces, la Comisión Médica tiene esta facultad en la actualidad, de


homologar su dictamen con lo que esto implica, porque, tanto en el ámbito

administrativo, como en el ámbito judicial, los actos que no son recurridos y

transcurre el termino establecido por la Ley, pasa en autoridad de cosa juzgada, la

cosa juzgada es una cualidad que se pregona, principalmente de la sentencia

judicial, que ha quedado firme, ya sea porque no ha sido objeto de recurso, o

porque siendo objeto de recurso, se han desestimado los agravios y la decisión

judicial proviene de la máxima autoridad jurisdiccional.

Lo que sí ahora la Ley 27.348, que ha sido generosa porque el tramite

administrativo ante la Comisión Médica fue declarada inconstitucional por la Corte

en el caso Castillo Ángel c/ Cerámicas Alberdi en septiembre del año 2004, porque

contrariaba el artículo 75 inciso 12 de la C.N. que establece que el dictado de los

Códigos de procedimiento es una competencia no delegada al gobierno federal,

por lo tanto, es una facultad propia e inherente a las provincias, la Corte en ese

fallo hace un cuestionamiento y dice que la ley 24.557 no ha federalizado la

materia de accidentes de trabajo, es más, no existe razón para ello porque

estamos ante una controversia, una discusión entre privados, el trabajador y la

ART, son personas de derecho privado, o sea, no hay justificación en razón de la

materia, en razón de los sujetos, para que sea detraída la competencia de los

jueces locales, y dice la Corte que ese articulo 46, apartado primero, que declaro

inconstitucional, de la ley 24.557, produce dos consecuencias contrarias a la

Constitución, primero porque no le deja al juez provincial cumplir con su cometido,

fíjense que toda materia de derecho común, el principio general es que es juzgado

por los jueces provinciales conforme a las normas de procedimiento provincial, y


dice que el otro efecto pernicioso que ha producido es el de convertir al juez

federal en un juez ordinario ¿Por qué dice esto? Porque una vez que se expedia la

Comisión Médica, el trabajador que estaba disconforme con lo que decidio la

Comisión Médica, tenia dos posibilidades de recurrir, una a la Comisión Médica

central, que es la jefa inmediata de todas las comisiones medicas que tienen su

sede en todo el territorio nacional, o podía ir via recurso de apelacion ante el juez

federal de cada provincia. Bueno, esto fue tachado como inconstitucional, esto fue

reformado y en la actualidad, esa norma invita a las provincias a adherirse al

artículo 1° de la ley 27.348, y de hecho y de derecho la Provincia de Misiones se

ha adherido a que los accidentes y enfermedades profesionales sean tramitados

por esa via previa de carácter administrativo que además tiene la entidad de ser

obligatoria y excluyente de toda otra intervención. El único supuesto que queda

para que el trabajador pueda iniciar el tramite directamente planteando la

demanda ante la justicia ordinaria provincial es en el caso de aquel trabajador que

no se encuentra registrada su relación laboral, eso dice el artículo 1° de la Ley

27.348, y el otro supuesto es plantear la inconstitucionalidad de este artículo 1°

que muchos lo han planteado y a nivel Capital Federal ya han obtenido

pronunciamiento incluso de la Cámara, y se encuentra ante la Corte en varios

planteamientos en este sentido la Corte todavía no ha dicho todavía si esta

delegación de facultades que hacen las provincias en órganos administrativos

nacionales, es o no constitucional, eso todavía esta por verse. Pero, me parece a

mí que va a tener una declaración o un respaldo de la Corte porque hay un caso,

Fogonza, dictamen del Procurador General en el caso Fogonza, el procurador

general, que si bien la opinión de él no es vinculante, se ha expresado por la


declaración de constitucionalidad de este artículo 1° de la Ley 27.348, siguiendo

antecedentes de la propia Corte Suprema en un caso famoso de tinte

administrativo en el caso Fernández Arias c/ Poggio, que es de la década del 60, y

otros mas recientes, entre ellos Ángel Estrada del año 2005, en donde la Corte en

Fernández Arias reconoce a los tribunales administrativos, la facultad para poder

emitir pronunciamientos, siempre y cuando este sujeto a un control judicial ulterior

suficiente, y ¿qué entiende la Corte por control judicial suficiente? Que sean los

jueces del Poder Judicial quienes entiendan ante los recursos que interpongan los

interesados ante las decisiones administrativas, es decir, que la entidad

administrativa nunca tenga la ultima palabra, que no dicten decisiones finales, que

la decisión final siempre lo tengan los jueces, salvo, dice la Corte, que existiendo

opción legal, los interesados se priven de la via judicial y opten por la via

administrativa, obviamente este control tiene que ser amplio, esas es una cuestión

que me parece a mí que va a generar mucha disputa, hasta que la Corte se expida

porque hasta ahora así como está diseñado el sistema, el trabajador que esta

disconforme con la decisión de la Comisión Médica, que puede ir vía recurso de

apelación ante el juzgado de primera instancia provincial laboral, es un recurso y

como todo recurso, el juez va a pronunciarse con las pruebas que ya se han

incorporado al expediente administrativo, o sea, es muy poco lo que puede hacer

el juez, salvo que dicte una medida para mejor proveer y pida una nueva junta

medica con médicos del Poder Judicial y que emitan una pericia medica de

carácter científico, para verificar si la decisión que tomo la comisión medica se

ajusta o no a derecho.
Si el trabajador recurre vía recurso de apelación ante la Comisión Médica central,

tiene un segundo recurso de apelación ante la alzada provincial ¿Qué es esto de

lo de la alzada provincial? Puede irse con un recurso ante la Cámara de

Apelaciones, con competencia en materia laboral, para seguir discutiendo que lo

decidido en la instancia administrativa no tiene respaldo en la ley.

Las Contingencias cubiertas, este es un tema que solemos preguntar en los

exámenes ¿Cuáles son las contingencias cubiertas por la Ley de Riegos de

Trabajo? Las contingencias cubiertas son: accidentes de trabajo, accidentes in

itinere y enfermedad profesional. Con respecto a la enfermedad profesional,

solamente se indemnizan aquellas que están en el listado de enfermedades

profesionales que elabora y revisa periódicamente el Poder Ejecutivo a través de

un organismo consultivo, que esta previsto en el artículo 40 de la Ley de Riesgos

de Trabajo. Ahora, como esto también fue objeto de mucha discusión, el decreto

1278 del año 2000, estableció un inciso b al articulo 6° de la Ley de Riesgo de

Trabajo, en aquellos casos de enfermedades que son producto del trabajo, las

comisiones, el ambiente, la manera en cómo el trabajador presta el servicio,

aquella enfermedad que no estuviese contemplado en ese listado cerrado, puede

el trabajador hacer una presentación ante la Comisión Médica jurisdiccional (así lo

llama la ley aunque no es un órgano judicial), acompañando todos los

antecedentes médicos que tiene, y esa presentación debe estar firmado por un

médico especialista en medicina del trabajo o médico legista, entonces, la

Comisión Médica ante esa situación va a fijar, dentro de los 10 días de la

presentación del trabajador, una audiencia, se va a hacer en esa audiencia un


nuevo examen del trabajador, con la presencia del trabajador, del empleador y la

ART, a quienes se los cita en forma fehaciente para que concurran día y hora a

esa audiencia, tras lo cual se va a expedir la Comisión Médica, si la comisión

medica dice que es una enfermedad derivada del trabajo pero que no esta en el

listado previsto en el decreto 49 del año 2014, obliga, ordena que se otorgue las

prestaciones en especie y las prestaciones dinerarias previstas en la Ley de

Riegos, e inmediatamente debe elevar a la comisión medica central para que la

comisión medica central ratifique o rectifique ese dictamen de la comisión medica

jurisdiccional. Si la comisión medica central, que tiene su sede en Buenos Aires,

ratifica el dictamen, establece ya el grado de incapacidad y determina las

prestaciones que deben ser cumplidas por la ART. Ahora, si rectifica y deja sin

efecto el dictamen ulterior de la comisión médica jurisdiccional, en este caso,

cesan a partir de ese momento, en que se notifican las partes, las prestaciones

médicas, las prestaciones en dinero.

¿Cuáles son las contingencias que están excluidas del ámbito de aplicación de la

ley 24.557? Aquellos accidentes o enfermedades preexistentes, es decir, previos

al inicio de la relación laboral, de allí la importancia del examen medico

preocupacional establecido en la Ley de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Ley

19.587). Por medio de ese examen preocupacional, que lo debe realizar el

empleador con sus médicos, no lo hace la comisión médica, la ART tiene la

obligación, en el estado en que se encuentre lo tiene que afiliar, lo tiene que recibir

y tiene que otorgarle la cobertura al trabajador, pero no responde por esa

enfermedad preexistente que esta documentado en el examen preocupacional.


Tampoco va a responder la ART o el empleador por aquellos accidentes o

enfermedades profesionales provocadas por dolo o fuerza mayor, es decir, en

aquellos supuestos en que se probó que el trabajador deliberadamente subió al

techo del establecimiento y se lanzo al vacío porque quería lastimarse. Y, tampoco

se va responder por aquellas enfermedades que no se encuentran en el listado

previsto por el decreto 49 del 2014 y que la comisión medica lo evaluó como una

enfermedad que no deriva del trabajo.

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