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Así mismo el libro habla sobre la importancia de orientar el interés, hacia las situaciones

que generan emociones, y no simplemente lo que se siente en un momento dado. De allí


que tener presente las expectativas permite una planeación sobre lo que se quiere lograr
consiente que es por las expectativas como se motivan las decisiones.

Nos comenta el autor además sobre las expectativas básicas que generan emociones en la
vida del ser humano, dentro de las que están el aprecio visto como la valoración que
merece la persona por sus cualidades y valores; la afiliación vista como el ingreso de una
persona a una institución o a una empresa, la autonomía como el hecho de tomar
decisiones según su criterio, el estatus como la posición social de la persona en una
comunidad y el rol que es la función que desempeña una persona en su trabajo o espacio
donde continuamente está en relación con sus semejantes.

Del mismo modo el libro nos muestra la importancia de las emociones positivas en nuestra
vida, en la relación que se establecen con cada una de las personas con quienes
compartimos en el trabajo, en la casa y a nivel general en la sociedad.

No siempre el ser humano presenta emociones positivas, pues en la vida encontramos


altibajos como el hambre, la sed, las enfermedades, la falta de empleo, entre otras que
hace que veamos la vida de manera negativa, haciendo que las expectativas hacia lo bueno,
lo bonito, lo atractivo cambien su rumbo, entrando en juego en este espacio el carácter de la
persona para no sucumbir sino por el contrario convirtiendo esas dificultades en grandes
fortalezas para la formación personal y profesional.

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