Cuando ellos sonríen, baja la ansiedad, se resuelve el
conflicto, caen los prejuicios, se diluyen los argumentos, se acortan las distancias, se entrelazan los pensamientos .El mundo mira hacia otro lado, pero ellos siguen sonriendo. Cuando ellos sonríen, se agranda la empatía, se ahuyentan los miedos, se juntan las manos, la soledad sale corriendo, la gravedad no es tan grave, no se escuchan los lamentos. Los mentirosos se quedan mudos, reflexionan los tiranos, los ambiciosos están satisfechos, la policía se queda sin balas y los poderosos preguntan que está sucediendo. Cuando ellos sonríen un tipo juega al quini y consigue 6 aciertos, algunos precios bajan, los impuestos vuelven al pueblo, un laburante vive un mes solamente con su sueldo, los adictos resignifican, los esquizofrénicos no se brotan, los maníacos están tranquilos y los depresivos más contentos. Cuando ellos sonríen, nadie se burla del otro, todos ayudan a un compañero, la libertad se siente a salvo y yo me miro en un espejo. Nadie esconde sus emociones, todos disfrutan el viaje, la violencia no es necesaria, dos carceleros liberan un preso. Los pasos forman un rumbo, a nadie le falta alimento, la imaginación controla todo y la memoria le roba la última palabra a la muerte para que todos sigan viviendo. Entonces pienso y deseo que, aunque cueste mucho, mucho, mucho, pero mucho trabajo…quiero vernos sonriendo. Gastón Bustamante