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La sabiduría: Es la facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia o acierto.
Conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la
experiencia.
*La sabiduría es una cualidad atribuida a quien posee una gran cantidad de conocimientos y
se distingue por usarlos con prudencia y sensatez.
*La sabiduría se desarrolla con el tiempo, a partir de las experiencias propias y ajenas, y de la
observación y la reflexión sobre la vida.
*La verdadera sabiduría no es rígida, ni insensible, está dispuesta a escuchar, desea
aprender, adiestrarse, y sabe cuándo hay que ceder.
Tipos de Sabiduría:
1)La sabiduría humana. (Santiago 3:14) Pero, si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades
en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende
del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y
rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.
Las características de la sabiduría humana la podemos desglosar de la siguiente manera:
A) Tiene celos amargos. B) Contención. C) Jactancia. D) Mentir a la verdad.
La fuente de esta sabiduría: (Santiago 3:15) Esta no es la sabiduría que desciende de lo alto,
sino que es terrenal, animal y diabólica.
2)La sabiduría que viene de Dios. (Santiago 3:17) Sin embargo, la sabiduría que proviene del
cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los
demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y
siempre es sincera.
Las características de la sabiduría que proviene de Dios las podemos desglosar de la siguiente
manera:
A) La verdadera sabiduría es pura. B) La verdadera sabiduría es pacífica.
C) La verdadera sabiduría es amable. D) La verdadera sabiduría es benigna.
Nada bueno puede crecer cuando hay oposiciones, donde hay rencores, amarguras, celos, la
semilla de justicia no podrá crecer. Toda persona que vive según su propia justicia no podrá
cosechar la paz que no es más que mantener una correcta relación con Dios primeramente y
con los hombres.