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Casa de paz.

“Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
les serán añadidas.” – Mateo 6:33

¿Qué tiene que ver con esto de ser un discípulo de Jesús? Es claro que Jesús nos
enseñó a ser buenos administradores con nuestras vidas y con los recursos que nos
ha dado. Sin dudas necesitamos la guía y dirección de Jesús para poner en práctica
los temas que hemos estado hablando en los últimos seis meses de el libro
SÍGUEME – La Invitación de Jesucristo. Aprender a estar con Jesús, Aprender a
escuchar, Aprender sobre sanidad, Aprender a influir en los demás, Aprender a
amar y Aprender a orar. El último tema es “Aprender a administrar” porque si no hay
cambios en esta área no podremos generar cambios en los demás. Aprenderemos
sobre cómo administrar en las siguientes áreas:

I. GOBIERNA TU MENTE
La palabra pensar en griego quiere decir “calcular, evaluar, considerar, reflexionar,
dejar que tu mente medite”. Es decir, te convertirás en lo que piensas que serás.
Los pensamientos en los cuales meditas, son vitales para tu caminar con Cristo. Es
vital tomar la decisión de no permitir que nuestros pensamientos se arraiguen en
nuestra mente y corazón. Pablo escribió en Filipenses 4:8 -“Por último, hermanos,
consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o
merezca elogio.” Aprender a manejar nuestra mente es una manera de adoración
que honra a Dios. El deseo de Dios para sus hijos es que tomemos el control y
llevemos nuestros pensamientos cautivos a Él.

II. ADMINISTRA TU DINERO


Nuestra perspectiva del dinero influencia nuestra perspectiva de las riquezas. Si no
podemos confiar en Dios cuando no poseemos nada o cuando tenemos poco,
entonces será más complicado confiar en Él cuando tengamos bastante. Jesús nos
enseñó en MATEO 6:19-21- “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la
polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien,
acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los
ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu
corazón.” Caminar con Jesucristo es confiar en Él en cada área de nuestra vida. Tu
corazón se inclinará a donde esté tu tesoro.

III. CUIDA TU CUERPO


Lo primero que hay que tener en cuenta es que Dios nos creó, no evolucionamos
por un largo tiempo de una forma de vida anterior. Él creó a cada persona diferente
y especial. Si quieres convertirte en la persona que Dios diseñó, debes permitir que
sus pensamientos sobre ti gobiernen tu vida. Deuteronomio 6:5 “Ama al Señor tu
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Todo lo que
haces con tu cuerpo es un acto de adoración a Dios o a ti mismo. Cambiar lo que
haces con tu cuerpo es un proceso. La mayoría de las personas empiezan los
cambios en un área específica y luego pasan a la siguiente. Debemos recordar que
Dios nos hizo a su imagen. Génesis 1: 27- 28 dice -“Dios creó al ser humano a su
imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas
palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a
los peces del mar y a las aves del cielo,y a todos los reptiles que se arrastran por el
suelo.”

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