telenovela.
Aquí también se han hecho apuestas como Metástasis.
$tflrtPffiflIltililfffl
IOffilll
Prr0illlr[lffrrnilü
IPffiIÜIIIR
Ut{ I)IRECIOR, UilA PRODUCTORA, Uil IJBRETISTA
Y UI{ CRíTICO, CUAIRO PESOS PESAD(}S DE I.A II{DtJSTRIA
Eil C0l0ilBtA, HABtAt{ DE t0s RET0S ot,E Ei{FRENTA
I.A CA'A BOBA (Y DE I.OS OIJE I,IO) ANTE EL RECIEilTE
0E r.A TErEt'tsróH pon 0EltAl¡0A. ¡0tlE collENcE
EL
Pff$hrr Il[[0$
&ry At{Dt BAtZ (CALt, 1975)
Director. Estudió producción y
dirección de cine en la Univer-
sidad de NuevaYork. Entre sus
películas están Satanás QooT),
La cara ocuha (zoru)y Roa
(zory). Fue uno de los directo-
res de Metástasis, la adaptación
colombiana de Breaking Bad. En
la actualidad, coproduce y diri-
ge la serie Narcos, de Netflix.
Nuestro país ha sido vanguardista en términos de
melodramay telenovelas. Fue de los primeros en in_
tegrar la comedia a este género y en utilizar exteriores
vlocaciones reales para no limitarse a foros de graba-
ción, como sucedía en México yVenezuela. y sí, se
han hecho productos novedosos que se han salido del
molde. No obstante, lo de "serie,,es más un concepto
de mercadeo que otra cosa, pues pretende marcar una
distancia con un género desprestigiado que es Ia teleno-
rela. Sus diferencias de fondo, sin embargo, no son tan
patentes: se trata de una especie de cadáver exquisito
una producción inusual dentro de la televisión nacional
por los riesgos que toma -aunque haya sido una adap_
tación más bien literal de BreahingBad-. pero hay un
problema de fondo con la forma en que se hacen series
televisivas en Colombia, y tiene que ver con la dificultad
para que el director llegue a consolidarse como autor.
En Colombia, se tienen que rodaq enpromedio,
7o
episodios de una serie en cerca de seis meses, así que las
productoras contratan a dos directores principales y a
otro sustituto (director asistente), para que reemplace a
los principales cuando estén ausentes yiendo locaciones
y no interrumpir nunca la grabación. Entonces, como
directoS te vuelves responsable de las virtudes y fallas de
los otros, porque no diriges episodios específicos, como
sí suele pasar en la televisión rcalizadaen los Estados
Unidos. En Colombia, en cambio, cada directo¡ debe
rodar simultáneamente escenas de distintos episodios.
AUGE La unidad narrativa ya no es el capítulo sino la escena No
puedes imbuirle tu visión a un capítulo entero, mucho
DEBATE!
menos tienes el tiempo y la libertad para involucrarte
en la posproducción, Io cual es primordial. El especta_
dor ve un episodio y no sabe cu¿fl de los tres di¡ectores
reaTizí cuáI escena, el producto se lrrelve homogéneo, sin
carácter,ypara rematar, tu trabaio suele perder aún más
identidad en la sala de edición.
Entre mis pecuüaridades como autoq ustedes señalan
que los prot4gonistas de mis producciones suelen se¡
psicópatas (Satantis, zooT),magnicidas (Roa, zory) o
narcotraficantes. ¿Por qué? pues bien, las decisiones que
uno toma respecto a las temáticas o personajes que le in_
teresan no siempre son tan conscientes, pero creo que es
porque me atraen los antihéroes yese lado de naí:u:aleza
humana en general. Me gusta e4plorar Io que nos hace
seres contradictorios. Por eso prefiero el desafío de que
la audiencia I ogre empaúzar con una personalidad com-
pleja, fallida incluso. Me gusta destapar, revelar, en vez de
cubrir. Me gusta cuestionaryhacer refeionar, mucho
más que responder preguntas o difundir algún mensaje
con mis obras. Intento ser lo menos moralista posible.
Lo de la empatía se suele confundir, yNarcos con
frecuencia es criticada por glorificar a criminales, una
objeción que siempre oímos en torno a las narcoseries.
Pero no se trata de exaltación, sino al contrario, de alcan_
zar complejidad y de ponernos en los zapatos del ot¡o.
Como actoS §Tagner Moura sabe del daño que pablo
Escobar, su personaje, Ies hizo a tantas personas y al país.
Sin embargo, al interpretado tiene que hallar humanidad
en él: qué 1o conecta o separa del resto de nosotros, tratar
 I{(l SE TRAIA t)E UI{ PROBIEIIA
pERo cuAt{oo
DE RECUR'o" ,, ,O'. y se cuidan mucho más los
detalles que se reproducen en
HE HEcHo leuvls¡ót ilActot{Al, pantalla.
ltE HE T0PAD(} cot{ ALGUI{AS pERS0ilAS E1 me gusta de trabajarcon este
olJE ptEilsAt{ formato, pues
me
QU¡ EL PRODUCT(I ES
permite alcanzar unacomplejidad
S(lIIl PARA IAL O CIJAL SEG}IEI{TO que muchas veces la
posLqclóil, televisión abierta colombianá,
DE r¡ cor{ ur{os REcuRsos gcotóulios ,¡.r¿_¿" fm mismos
temas, no consigue. No se
¡sp¡ciflcos, y trata de un problema de recur_
ouE poR Eso DEBEs cRrnR, nctuaR, sos: los ha¡r pero cuando
he hecho ,"t*iri¿rr rrrcional,
EDITAR Y iIUSICAUZAR DE me he topado con algunas
U}¡A FORI{A BUNON Y VUIGAR. personas que piensan que el
ctAstFtcAR n ms púgucos producto es solo para tal o
Es tRRESpETARt¡s cual ,.g.rr..r,á i;la pobla_
ción, con unos recursos económicos
específicos, y que
por eso debes crear, actuar,
editarymus icalizarde una
de entender los motivos detrás ,:'T1.!"ú r vutgar, demasiado .'br;. ¿;;, puede que
de sus actos, más allá de
el público de plataformas
justificarlos. Ahí comienza tipo rv..ni" y Ji i"
el trabajo ¿a ár.
EI trabajo
hoy sean distinios. p"r" .r¿, "l.rJ,¿"
del di¡ector es encaminarlo por
la ,.rra" A. iu-rraturali_ ¡olomli-ana
inevitabte que la teleüsión
Ali;;;;;r"
dad, enconrrar el objetivo de mute hr.i" i;;i;;aformas
los guronlstas con é1, infundirle
cada .r."";;;.;;;, por demanda. El hecho
' de poder ver .rr*áo, .o_o y
el subtexto .r...r-io
para que cada escena tenga donde quieras, sin comerciales,
solo con una'conexión a
creación de la obviedad.
sutilezas y matices, y t^ iri; un dispositivo cuatquiera, _,"
:r..:T:I_a:sde
incluso
rrp.r_
ANarcos también se le c¡itica al cable por suscripción, qr. "
.u_nier;#;
su inexactirud históri_ qe pauta.
ca, aunque sea una serie
bastante fiel a los hechos y con
gran rrgor investigativo. Sí, Además de eso, clasificar a los
una serie te pued , uyuáu, públicos es, de cierta
manera, irrespetarlos; hay que
entender Ia tragedia de un país,
p.ro .rá no es lo único^ ,ruru ulos espectadores
que hace de Narcosunase¡ie por igual y dar herrainientas
exiiosayadictiva. Lo qug a los líderes crelti_ros
¿e
conecra a los espectadores cada producción (escritores,
es Ia riquáza emocional directores, editores,
áelos músicos y directores de fotografíay ".rJ..r,
está ta diferencia entre to
q". hr;;;;'" ¿. _a.) p*u qr.
fi::*i.r.|.hí
nosotros y eI género
exploren su material, sin tener
siempre en mente qué
periodístico, que debe brindarte
es lo que quiere o no cierto
u¡ análisis objetivo de los hecho"
y d.;u de ser juicioso
,.g*..ra ¿.-t-u-po¡tr.iO,
si recurre a la dramaturgia. -o sin las presiones del tipo ,,esto
no u.rrd. i*ao,, o ,,.,
En.r.r.ra- .rro, .r, tiU.rOa demasiado sofisticado para
en cuanto al sustrato de la la audiencia,,_. Eso se llama
realidad ., ne..sr.i"; es Io que
confranzacreariva, un ingrediente
hace la narratiya emor .
se les deba más importante que los tiempos
que, u.rrlf*..., .,
exigirlo mismo, r.o;:i:il:';.1::"'no y,;;r;rr; ;i esra no
EnNarcos el uso de material existe, Ia c¡eación audiovisual
de archivo es fascinante se conüerte án un traba¡o
y junto alavozen off de algunos corporativo. Además d,
r.,
"g.",.I;_. i;""
a.
::*i","."*: 1il_"' Jilün:;H::ffi":T,.*u,
DEA, suple dé forma muy eñciente lr r..Iri¿r¿ de dar para crear algo innovador,
contexto. Asi Ios guionistas pueden sofisticado y con personali_
.orr..rrrr"rr. .r, lo, dad; también
personajes y en sus arcos involucrarme en las .rrp", y
dramáticos, lo que desean, sus
de preproducción y posproducción.
iLirior",
conflictos y obsesiones. Esainmersiá"
h;;; [,r. prru qo. .iáir...o,
.:r:rrg:res pueda rener una vo r.ni^etapa
!r imposible no .rr"*orur.ros
sea
de este
de
sonoro son elementos fundamentales
.üu" ri.r diseño
espejo ficticio que inyentamos, para iejarse de la
de este reflejo subjetivo
de la realidad. mediocridad.
El cuidado de lo singular separa Ya habrrín escuehado esta frase
aNarcosde series de cajón: el teatro¡s
del actor, el cine del director
coyT
lcobat;
elpatróniel nat,il; *;;;;;;, En la telwisión que hacen
y la televisián áel producto..
i_nformativa. Me parece Netflix, Amazonl, *ruo,
,más que en Cd._b;i;;;i",
hirl -
otras, todos esos roles tienen
basadas en hechos .
la misma impitancia,"rra."y
hayuna comunicación fluida."
h q;;;;i;;
üüilJ.}', ;;'.:?:;:'Ífi,,.
apunran a una mirada
y la visión del director. pu^
h calidad
de ¡¡ista más concreto.
cúro, los g"-"i;;;tán escri_ hrrr, ñorrlr,-r.fo.r.rur".on
dire.*ores cuyas películas twieran
biendo muchos episodios .r,
on plrro *ry .*.o y po.
iJ"rrffi.r, rrrgr.
eso muchas escenas suelen d,edirectores con experiencia
se. i.iormatirras y repetitivas. solo en televisión. FIasta
anora, hemos trabajado con
pro duccione s ilh;, siete directores en las tres
l: ":,_::1.:-io,
tras srguen
ra s

en menos episodios ura

;; .emp ora_ temporadas emitidas; todos
vienen de hacei cine de au_
dramaturgia con más tor. Ahora bien, hay unas lí1e1
peso e intriga, toman más
riesgos dramáticofr, formales,
quieres respetar para no quitarle
.rre,r.r, ;; d;;;;;;;.
.o.rtirrríd"á a Ia serie

-28+
 esta ao pierda su sello. En el caso de Narcos,
líneas es no tener reglas. La única es tratar
convencional, de brindarle un lenguaje fflmico
icnto de las escenas errvez de uno meramente
yaburido. El director tiene a su disposición
Mu berr:amientas técnicas necesarias para dade
mrisión. De cualquier modo, entre directores hay
i¡s estilísticas que cada uno va introduciendo
uul sril v oue son bienvenidas. Quizá son percep-
unhre todo para el ojo entrenado. Es cuestión de
como las diferencias que existen, digamos, entre
ffim cuanto a las referencias y la mirada propia que
imcoqporándole a la serie, es muybonito el trabajo
@to con los directores de fotografía. Amí, por
me gusta hacer alusiones aI cine estadounidense
ú6 sesenta y setenta: Sidney Lumet, Roman Po-
5m Peckinpah, Costa-Gavras, William Friedkin
irx
Scorsese y Coppola, que son referentes
al estar lidiando con un mundo de gánsteres.
h anterioq creo que una serie como esta es
al cine que a la televisión. De hecho, en ese
iento al cine hay otra diferencia con respecto a
rc colombianas, que reducen todo al melodrama,
q¡¡e ver con la formay el contenido desde la crea-
ümfiimsm Ia posproducción: el abuso del close-up, el uso
ineo de tres cámaras o los violines que se elevan
d resto de la música cuando hayun beso.
tlto que la calidad deNarcos, que es la serie más
de Netfix, tiene mucho que ver con estos crite-
Gmbién, con que mezcla el inglés y el español de
¡rmoniosa. Por primera vez en Estados Unidos
identes están leyendo subtítulos, eso nunca
h¡nsado, es un hito. La combinación entre actores
icanos y latinos se hizo de manera honesta y
it= v la gente se dio la oportunidad de ver una serre
darlenguas. Por supuesto, también infuye que se haya
ifudo en locaciones reales en Colombia, en escenarios
mr illh,mqdvos y con actores de mucho talento.
Aunque estoy involucrado desde la primera tem-
U m dr la tercera temporada fue muy importante para
mri,porque se desarrolla en Cali. Yo soy caleño yviví esa
tm¡rq- Entonces, podía sugerides a los escritores ideas y
5¡um mejor Ia filmación. Tirmbién significó una participa-
ffi ery€cial en la banda sonora, pues me gusta mucho la
üxr En ese sentido, mi trabajo e¡Narcos como produc-
mcs absolutamente activo. No solamente dirijo mis
qú§rrdios, también estoy involucrado en la elección de
&n rmres y en la elección de las locaciones; opino sobre
fuocomes de cada episodio y acompaño a los demás di-
úErrores en el proceso. Es mi responsabilidad hablar con
&m, escritores para aportarle a la serie la autenticidad que
429-
ellos no siempre logran darle, por ser todos de Estados
Unidos. Además, tenía un compromiso muy grande con
la historia que se estaba contando.
Lo más importante para mí es qu,e enNarcos puedo
hacer escenas que me identifican como auto! como ar-
tista. Estoy orgulloso de mis episodios, como si se tratara
de haber dirigido una película. Solo por citar un ejem-
plo, la escena de la tercera temporada en la que Pacho
Herrera está bailando "Dos gardenias" con su amante es
un momento icónico, que rompió varios paradigmas. En
mi opinión, esa libertad que los corporativos de Netfix
les entregan a los realizadores posibilita lograr escenas de
este calibre, que dejan una huella de alto contenido esté-
tico, político y poético en el mundo del entretenimiento.
itt$ IIRII
ilu$[Pr
JUAIIA tJRIBE (BOGOTÁ)
Escritora de cine y televisión del
Centro Studi Comunicazioni de Roma.
Alo largo de suvidaprofesional ha
sido escritora, productora y ejecutiva.
Fue gerente creativa y de producción
de ceNnno, ücepresidenta creativa
de ncNTeleüsión, y actualmente es
vicepresidenta de canales de Caracol
Teleüsión. Entre sus creaciones y
producciones se destacan: De pies a
cabeza, La baby sister, El inútil , La niña
y Escobaq elpatnin del mal.Hoy porhoy
escrTbe Bolíaar. Es socia de Producciones
ENMente.
¿Que la televisión por demanda nos va a obligar a
cambiar? No. Nosotros arrancamos a cambiar desde
antes, cuando decidimos hacer series más cortas, gsñ
óptica de cine y cámaras sueltas para grabar. ert$ ,.
grababa a tres cámaras conectadas, lo que implicaba que
el mundo dramático y formal fuera de r8o grados, casi
teatral. Ahora, como en el cine, las cámaras se liberan y
la misma escena se graba desde varios ángulos: el mundo
adquiere 36o grados con una gran resolución y con perso-
najes más complejos. En nuestro país esto comenzó con
un spin-off de La ruujer del presidente, una serie muy corta,
y luego conEscoba4 el patnín del mal. Esto le permitió a la
serie ser adquirida por Netfix, viajar por todo el mundo
 y mostrar que tenía temática universal y de gran interés.
Luego hicieronN¿rco¡. Sí, no dudo que Netfl* se inspiró
en nuestro Erco bar. Hay qure dade reconocimiento a
la
teleüsión colombiana, cuyas producciones son más auda_
ces que las de Ia mayoríade países latinoamericanos.
La televisión abierta de los gringos también ha venido
cambiando desde hace mucho tiempo. Sus programas
solían tener capítulos semanales con historias que queda_
ban cerradas y seguían la típica estructura po[c1al: surgía
un caso, se resolvíaypare de contar. por ello, podían emi_
tirse_ en desorden, ya que los personajes eran
estables y no
cambiaban. Esto dio paso a las historias cuyos casos evo_
Iucionaban más que los personajes, como en ER o La
ley
y el orden; a estructuras como Ia de Grey'sAnatomy, enlas
que los casos médicos hacen evolucionar a los personajes.
Bienvenidos al melodrama. para ellos, ese ha sido el
gran
aprendizaje: lograr contar desde las emociones, perder
ese pudor conpersonajes más complejos. No solo
los de
la televisión abierta, también ha sucedido en personajes
del cable, como Tony Soprano.
¿euién se iba a imaginar
antes a un mafioso que sintiera ataques de pránico?
La
nueva gran estructura es la de historias que impactan
a los personajes haciéndolos ayanzar, volviéndolos
más
complejos. Muy complejos para el cable, un poco menos
p ar a la teleüsión abierta.
La telenovela colombiana tenía una forma bastante
fija: episodios de media hora con estructura determinada
en tres actos por los cortes a comerciales. Esto cambió "
hace rato (aunque algunos escritores no'se han dado
cuenta). Yo no escribo bajo esos parrímetros. Tirmbién
se acabaron las escenas de relleno, Ias peripecias
que no
llevan a nada. En cuarito a la narración, soypartidaria
de
arrancar con una historia central y luego ir abriéndola
en rariras, como hemos hecho con La niña ycon nues_
tra próxima producción, Bo lívar. Antes se podía partiq
desde el comienzo, con siete Iíneas argumentales yla
historia se volyía una narración pesada que requería
de
toda la atención del espectador. Nuestra materia prima
son las emociones, y el vehículo son los personajes.
Indis_
pensable, la claridad. No hayposibilidad de no ser
claros,
lo que no quiere decir no ser complejo s. Game ofTbrones
no tiene posibilidades en una televisión abierta porque
requiere demasiada atención, aunque eso ha tenido
la
ventaia de ir fidelizando a su audienciay de convertirla
en una especie de clan de entendidos.
Netflixy otras plataformas se han dado cuenta de
que es difícil saciar a todo el mundo a punta de
series
de trece capítulos, porque haypersonas que quedan
huérfanas después de un par de semanas. po.
po.o
I a niña (g4"
poco se han ido abriendo espacio series como "ro,
capítulos de 6o minutos)y La esclazta blanca. Con
estos
parámetros seguimos haciendo series que estarán
presen_
+30+
tes en Netflix. Ahívamos, tratando de coordinar
ambos
mundos. Lo que sí ha hecho Ia televisión por demanda
ha
sido modificar los hábitos de consumo de pe.ronas que
ahora se ven üna serie de un tirón en una ra*".ru, ao-o
un alud, y que al sentarse frente a la televisión abierta
se
impacientan. Son como adictos, necesitan más historias
y
más rrípido. Es claro que son dos mundos distintos, pero
uno sí está determinando al otro: por eso, la lentitud
no sobrevive en la televisión, ypor supuesto la escritura
también ha tenido que cambiar. Es más exigente.
Antes, el mismo conflicto duraba rzo capítulos; ahora
se plantean series de 6o capítulos, acelerando las situa_
ciones al doble o mucho más. Si alguien dice *me voy
a
casar", pues se casa en el siguiente capítulo. Además,
los
personajes tienen más dimensiones, ya no se trata
solo de
la bonita tonta y el feo malo. Tiene que haber personajes
mejor construidos. No podemos echarle más agua a la
sopa; hay que ponérle carne: crear personajes,
situacio-
nes, lo que implicaun mayor trabajo creativo.
En términos de contenido televisivo, Colombia
siempre va dos pasos adelante que el resto de la televisión
en español. Cuando estaba en RCNynos embarcamos
en
Betty lafea, el canal, y el país, estaban en una situación
de crisis económicayno teníamos con qué producida
bien. Intentamos lograr una coproducción con Glevisa
y les e4plicamos que se trataba de una noyela sobre
una
fea. Nos sacaron corriendo, para años más tarde
comprar
la lata y los libretos por muchísimo dinero.
No logrartn
ver lo innovador de la propuesta. Les sigue pasando
Io
mismo: mientras nuestro público ya está dejando las
nar_
coseries e incluso las biopics, en Estados Unidos
van en la
cuarta temporada de El Señor de los Cielos,y en la tercera
de Sin tetas no bay paraíso. Los mexicanos, que por
mucho
tiempo se cerraron a este tipo de producciones, hoy
están enloquecidos con el tema. Es un público
enorme
que pesa más que el nuestro y obviamente, la industria
no puede dejar de atenderlo. por eso nos siguen
pidiendo
cosas de narcos,
Algunos empresarios de la televisión, como en
otras
industrias, cometen el error de buscar fórmulas. pero,
en
la televisión, la fórmula es que no hay fórmulas,
el oficio
consiste en anticipar las tendencias: hay que ser
el prime_
ro en dar el siguiente paso, como lo hizo ,ro .on
Game of
Tbrones y con La innovación está en entender
Los Soprano.
el momento, en lanzarse yque los demás te sigan:
hubo
mucha gente que quiso hacer la vida de Escobar. pero
fue
Caracol quien se atrer¡ió. y antes se había atrevido conEl
cartel de los sapos y Sin tetas no bay paraíso. Ahora,
afuera ha_
cen El Chapo, El Señor de los Cielos y muchas
más. Cuando
Ia fórmula se agota, es doloroso y costoso inventar
otra.
Por eso, algunos creen que Io correcto es quedarse
en
teffeno conocido.
 ImrYíA FALTA ilUCHo PARA QUE LA TV
mfiDA n QIJITE EL PÚBUC0 A r.A ABIERTA.
I.AS SERIES PRODUCIDAS E)(CLUSII/AI,IE1'|TE
M il CERRADA SOI{ EI,IIIIDAS EN Tl/
m $cEDlÓ cott tÁRc0s, us HA tDo l,tuy ltAL.
NTNmo iltl cO}¡EcTÓ cott I.A FORI.IA DE IIARRAR,
Tfl IOS ACIORES DOBI.ADOS,1'|O SE
I.A VEROSI}IIUTIJD
bms está pasando ahora con las pqgpics musicales
han tenido un auge impresionante, ya están
-
zu ciclo, o Io van a cumplir muypronto.
bmungénero!, como dijo Dago García. Creo que
peosar en la nueva generación de historias. Avan-
ahí eternamente.
thc es una apuesta a una nueva variación de la
órica. Este es un Bolívar que, como persona-
v"
se propone ser universal (ojalá más de lo que
siendo Pablo Escobar). Por supuesto, hayun
melodramático en nuestra historia: un
ie que pierde a su padre a los dos años, a su
a los nueve, y de ahí en adelante vive una serie de
que lo van marcando. Es al tiempo un guerrero,
mrrñ¡¡nna¡io y un líder. Se trata de una historia emotiva
q:mbién pasa por la guerra y por las innumerables
l&r?¡< de amor. Es una producción con locaciones a
lMcdelcontinente, es decir, costosa; no vamos a decir
i¡nmlospresupuestos deThe Croam, que son envi-
rffiflr.s, prs¡s sí muy costosa p¿rra nuestros parámetros.
ill ¡íq óeBolívar, estamos buscando en la televisión
p'dpm¡nda coproducciones que nos permitan mejorar
lhcrli"|od 66teniendo el control. Llevamos tres series
] ücidas de esa forma (La esclava blanca, La niña y
e jJ), sin contar otras que ya firmamos yvienen en
mino. Tenemos un pie allá y otro acá.
AI principio, la extensión de nuestras series era un
-sbh'ne para ese otro tipo de televisión. Y si bien
W*rot r elpatrdn deimallacantidad de episádigs
de grabación han bajado, estos siguen siend.g
Hg*.
uriadustriales para lo que se hace afuera. Actualmente
fr¡noe oeho episodios aI mes, en contraste con los
ao qne grabábamos antes. Esto se debe a los hábitos del
msumidor: la televisión abierta gringase carlcteriza
pr lo que se denomina una "parrilla vertical": cada díade
hsemana se emite un pro gratnadiferente. Nosotros, en
mbio, usamos una "parrilla horizontal" con programáó
qa se emiten de lunes a viernes. P.or mucho tiempo, en'
Üolombia la telenovela fue un evento que se veía en fa-
¡nilia, y todavía queda algo de eso; por talrazín,preten-
der que la gente espere hasta el siguiente lunes para ver
otro capítulo es bien fregado. Tirmbién es una cuestión
económica. Hacer series de trece capítulos por tempo-
rada implica tener detrás una fuerza empresarial muy
ABIERTA, grande, pero las consumiríamos en dos semanas y media,
con un esfuerzo de mercadeo yproducción enorme. En
todo caso, todavía falta mucho para que la televisión por
demanda le quite todo el público a la abierta. Cuando las
L(¡GRO
series producidas exclusivamente para televisión cerrada
son emitidas en televisión abierta, como sucedió con
Narcos,les ha ido muy mal. El público no conectó con la
forma de narrar, con los actores doblados, no se logró la
vegosirnilitud. El otro tema de la televisión por deman-
da es la conectividad, el acceso a internet. La teleüsión
¡Se abierta es y seguirá siendo el lugar donde los televidentes
se encuentran como colectividad, bien sea en el fritbol,
las noticias o en la televisión enyivo. Eso entre muchas
otras razones.
El nuevo boom de la telenovelaüene deTurquía.
Estas tienen una estructura de serie, zo capítulos que
terminan en un minifinal (producto de la financiación
por paquete). Lo interesante de estas novelas, como pasa
en las series de contenido bíblico que han sido un éúto
en Brasil, es que tiefren un componentg anacrónico de
prohibiciones y tabús que ya no opera entre nosotros, (al
menos en teoría). Aquí a nadie le importaya si una mir¡er
es virgen o no, ó si es prostituta, o si un pobre se casó con
un rico. Entre nuestra realidad y las narconovelas se han
encargado de romper esas estructuras sociales que aún se
conservan en la sociedad turca. El eje central de estas his-
torias sigue esas antiguas reglas de juego, juntándolas con
subtramas muy modernas y formando un dúo exitoso. En
Argentina incluso las ponen enprine time. Así que lo que
se está haciendo enTurquía es laversión más moderna de
la telenovela.Junto con nuestras biopics, claro. Nuestro
trabajo es hacer contenido y agregarvalor. En eso tene-
mos que concentrarnos: en mejorar cadavez el contenido
yla producción. Así el negocio cambie de forma, siempre
se necesitará quien entienda el contenido, quien lo anti-
cipe, quien dé el siguiente paso para que otros lo sigan.
+3I+

tltPilfl$t II[[[
AilDRÉS BURGoS (ilEDELLit{, lg73)
Escritor, guionista y director. Cineasta
de la Escuela Internacional de Cine y
Televisión de SanAntonio de los Baños
en Cuba. Debutó en cines como director
con la película Sofia y el terco (zorz);ha
escrito guiones de series como Lyncby
Autogol,y de telenovelas como Hasta que
la plata nos separe. Acttalmente escribe y
dirigeAmalia la seretaria. Ha sido cola-
borador de El Malpensante.
Para mí, la literatura y el cine empezaron más o
menos al tiempo: antes de publicar, filmé. La televisión
fue un accidente muy posterior en mi vid a.IJno feliz.
Tenía3o años, regresaba a Colombia después de viür en
Estados Unidos y llevaba seis meses sin trabajo. Estaba
quebrado y Fernando Gaitán, no sé por qué, me buscó
para que escribiera una telenovela con é1, que se llamó
Hasta que la plata nos sepdre. Me cambió la vida. Encon-
tré un trabajo que me divetíay del que podíavivir.
En esas, recibí el encargo de adaptar Breaking Bad.
Fue como emprender cualquier otro producto co-
mercial para televisión abierta; bueno, más o menos.
Me pidieron hacede una propuesta a Vince Gilligan,
creador de la serie, para una adaptación hipotética. Sin
pensarlo mucho y sin tomármelo muy en serio, dije que
respetaría los inicios y finales de cada capítulo, y que
apenas tocaríalo que fuera necesario para situada en
otra geografía. Le sonó, pero tampoco es que me diera
tanta libertad para adaptar. Entonces el reto, más que
de contenido, fue de tiempo; empecé aadaptar sin que
hubiera salido al airela quinta y última temporada de la
serie original. Para que me alcanzarael tiempo, tuve que
ver los últimos capítulos en una páginapirata.
En realidad, no hay tanta diferencia entre trabajar
para una productora extranjera y para una colombiana,
pero sí entre trabajar para una productora que tenga
presupuesto y tiempo, y para una que no los tenga. De
eso hay en todas partes.
Las series premium, como BreakingBad, nohan
tenido mucha acogida en el público masivo colombia-
no. No es que no se compren o que no se haya querido
emitidas. Los canales nacionales lo intentaron, pero sus
espectadores las rechazaron. Adaptarlas tampoco ha
funcionado mejor. Hay componentes latinoamericanos
o colombianos, como el melodrama o las historias de
amo! que son cosecha local y que siguen siendo lo que
- 32+
más penetración consigue. Incluso en otras
Sin embargo, en la teleüsión colombiana ya no s€
hacen telenovelas en el sentido clásico. Lo que ahora
llama "serie" en nuestro mercado es un producto
en el que sigue prevaleciendo el melodrama, pero
se haapostado por modernizar los confictos e i
contar otras historias, en especial en las líneas
secundarias. Pero series, en el sentido gringo o
se hanproducido pocas. Con el éxito de nuevas
mas seguramente van a aumentaf. creo que la pio
el cable premium fiie Lyncb, deJuliana Barrera,
da por Movie City
Por otro lado, las series autóctonas pa-ra teleüsión
cerrada todavía no han arrancado en Colombia v me
encantaría que lo hicieran pronto. Haypaíses lati
ricanos donde ya ha habido algunas, como es el caso de
Club de Cuervos en México. Pero es verdad que ha sido
proceso más lento de lo que se pensaba. Sin embargo,
muchos productores yplataformas que están buscando
hacer series de este tipo. Est:ín apostando aver quién
rompe laprñata.
Lo mismo pasa con las "series de autor": las hay pem
son menos de las que se piensa. Antes había también
autores en las telenovelas; basta mirar las de Fernando
Gaitán,Julio Jiménez o MónicaAgudelo. Lo que pasa
es que lo autoral en el campo audioüsual implica un
concepto más amplio, que incluye eltrabajo en equipoy
la capacidad de guiar a Ia multitud que representa hasta
elcreu más pequeño.
Lo que facilita adaptar una serie es que ya viene
concebida con el lenguaje propio de la televisión y con
los parámetros de producción definidos. Aun libro, en
cambio, generalmente hay que buscarle la vuelta. por mi
experiencia, hablando de estructuras narrativas, siento
que las series se parecen más a una novela que al cine.
En mi caso, cuando he escrito al mismo tiempo una
historia como novela y como guion, por ejemplo en Sofía
y el terco, he intentado no redundar, que no parezca que
vacié un argumento cinematográfico entre las tapas de
un libro. Por eso, en lo literario me enfoco más en el
lenguaje, en la digresión, en los antecedentes de los per-
sonaies, en historias paralelas. La idea con la literatura es
aprovechar la libertad que solo existe allí. Ni la escritura
del guion más libre y personal puede compararse con el
albedrío que tiene uno cuando se enfrenta a la literatura:
en la primera siempre habrá un ancla a la realidad, es
decir, a las condiciones de producción.
Cada libro es un uniyerso, y su potedcial o los logros
que se puedan obtener en su adaptación cambian con
cada título. Yo celebro lo que está pasando con las adapta-
ciones de Margaret Atwo od.. Tbe Handnaidrs Thle es una de
las novelas que más me ha¡ sacudido en laüda.
 ffi¡oese rntido ,paramísonmemor'ables las series que
me parecen (incluso sonyauna forma de
el ruido de su momento de
-)yqo. trascienden (Jndcr, siempre; Mad Men,y
Lu bprano y Six Feet
imos años mis favoritas han sido Tbe Knich, Far-
Dreadfulylaprimera temporada de Tbe Missing.
€stoy empezando a ver Tbe Handmaid's Tale y me
la cabeza de lo mucho que me gustó. Me falta ver
trre. que para muchos es la mejor serie de todas. Me
irera temporada de Ozark y también me gustó
Es que hay demasiada cosa paraver. IJno ya no
rc siente culpable de no estar leyendo lo suficiente,
ahora también está el cargo de conciencia por
riendo suficiente televisión.
il ttffil$lil,lt
fftt$Pilillu$
oilAR RtilCóN (mRtpi, BoYAcÁ, lgol)
Ensayistay crítico de televisión. Colum-
¡ista de El Tiempo, candidato a doctor
en ciencias humanas y sociales de la
Universidad Nacional de Colombia. Es
profesor asociado y director del Centro
de Estudios en Periodismo (crpBn) de la
Universidad de los Andes, y consultor en
comunicación paraAmérica Latina de la
Fundación Friedrich Ebert de Alemania.
Profesor invitado enArgentina, Chile y
España, entre otros países.
[ú un ritual sencillo. Llegas a casa, dejas el cerebro
cr la mesa de noche, prendes la televisión y entras en
úmodo de descanso por una o dos horas. (Incluso los
hipsters que desprecian el aparato lo hacen, ¡solo que
dbsven fiitbol en lugar de melodramas!) La televisión
Si€rta seguirá existiendo de por vida porque respon-
& auna necesidad que las otras pantallas no suplen: la
rdaiación. Hace décadas hubo un camino truncado para
[etelevisión porque los programadores pensalon que
debía ser educativa y cultural. Es cultural y educativa
como fenómeno, pero no porque exhiba manifestaciones
foklóricas ni porque pretenda instruir. Su gran valor ha
sido el entretenimiento y para la audiencia popular 1o
hsv nada mejor que eso.
En ese sentido, la televisión abierta nacional no est{
en decadehcia frente a la televisión por demanda. Co-
+ 13+
eústen, pese a la multitud de esnobs en los medios que
anuncian su muerte yproclaman lavictoria de Netfix,
diciendo que esta o aquella serie de la plataforma fue un
éxito. Yo no me creo ese cuento, a mí que me lo demues-
tren con núrheros. Las únicas pruebas que tenemos a la
mano son que esa empresa produzca más temporadas
de sus series y la velocidad con que lo haga. Por ejemplo,
Netfl ix asegu r a que Narc os fu e exitosa; tal v ez en España,
porque allá creen que América Latina es como la pintan
en ese programa. Pero lo concreto es que se demoraron
mucho en hacer la segunda y la tercera temporada- House
of Cards sí que fue exitosa: tres temporadas rapidísimo.
La ctartafracasó porque, ¿para qué ver House of Cards si
en la vida real tenemos aTiump, que es más divertido?
Miremos el caso de Orange Is the NewBlack: tres tempo-
radas y la cuarta fracasó. SenseS les gustó a pocas personas
y las temporadas sucesivas llegaron a regañadientes,
años después de la primera. Netflix acumula derrota tras
derrota, sin darnos datos certeros. Dice que en Colom-
bia hay roo.ooo suscriptores, 1o que está lejos de ser un
fenómeno de ventas.
Netflix está llevando a cabo un experimento*de
guetos: después de asegurar sus primeros espectadores,
empezó a hacer propuestas muy diversas para seguir
sumando suscriptores con gustos disímiles' Pero ese
crecimiento se estancará, porque ya nos tienen a los que
estábamos dispuestos apagaf y aentrar en la dinámica de
su formato. Ese experimento de guetos está basado en la
relación directa con el espectadoq propiciada por los al-
goritmos de la plataforma. Gracias a los datos recogidos
crearon StrangerTbings, que nos gusta a quienes tenemos
un recuerdo de nr y amamos a'§Tinona Ryder. Con la
teleüsión por demanda aparece un televidente que será
capaz de determinar su consumo. Pero lo irónico es que
el otro díavino al país un representante de esta compa-
ñía a decirnos que aquí no teníamos un buen cuidado de
lo que sería auténtica "experiencia" Netflix-porque los
colombianos y los pobres de América Latina, como siem-
pre, dañamos todo eso-. La idea es que la plataforma vaya
descifrando tus gustos y te haga propuestas. Pero aquí
les prestas tu cuenta a diez amigos' a tu mamá y tu prima
para que entren y el psb¡s algoritmo no logra determinar
qué es 1o que supuestamente le gusta al cliente- Es una
forma de resistencia: yo me suscribo a HBo, tú a Netflix,
el otro aAmazol, compartimos, yya está! Organizados,
pagamos menos.
Sin embargo, el algoritmo, como el rating, logra
leer un dato inequívoco: los colombianos queremos ver
biopics. Entonces nos ponen en laplatafotmaaEscobat; el
patrón del maly a eso le va superbién enAméricaLati-
na -creería que mejor quLe aNarcos-. Entonces deciden
mandar a hacer esas biopics al gusto y estilo de Miami y
cometen un error. El problema no es el contenido, es la
fo¡ma cultural en la que se inscribe: la estética, la estruc-
tura, el tipo de narrativa. Escoba4 el patruín del mal es ut
tipo de biopic que yo llarnaríatragieómico: nadie lave
para sufriq uno se muere de la risa todo el tiempo. Los
malos son muy divertidos y don Pablo es como un papá
cualquiera, rígido, que nunca tiene sexo pese a tener a
VirginiaVallejo al lado. ¡lámpoco mata a nadie! El tipo
da órdenes por un radio y luego vemos en la televisión
dentro de la teleüsión la noticia que informa sobre un
homicidio. Las sociedades latinoamericanas son hiias
de la cultura oral, eso es importante tenerlo en cuenta.
Nunca se ven balaceras, porque nuestro tipo de narración
es contarnos el cuento, no vivirlo. En cambio, enNarcos
están los buenos (os gringos de la one) y los malos (los
sudacas que hablamos indistintamente sin importar si
somos mexicanos, brasileños, argentinos, peruanos). En
esta serie, Pablo Escobar es un tipo dedicado a repartir
plomo -unavisión más bien ingenua de lo que es ser nar-
co-, ypara rematar, ¡también es un polvazo que se come
las modelos en ocho posiciones!
Los gringos no se han dado cuenta de que si quieren
conquistarAmérica Latina, Africao el mundo árabe, tie-
nen que narrar desde las lógicas locales; son estas las que
se lrrelven globales, como pasó en la literatura con García
Márquez. Los de Netflix contratÍuon aI caleño AndyBúz
para que le pusiera aNarcos ese toque exótico y auténtico
con la músicay no sé qué otras cosas. No obstante, ellos
plantean la estructura narrativa del guion, siguiendo
el modelo y el formato gringos. Un buen realizador es
aquel que parte de tradiciones bastardas, roba de muchos
padres culturales, para enunciar siempre desde lo local.
La clave está en lamezcla, como lo han sabido los o¡ que
trabajan con cumbia.
Lo que sí es cierto es que para entender a los Estados
Unidos de hoy más vale ver series que leer elNeutTorkTi-
n es o-ver cNN, Estas se hanvuelto un espacio de opinión
pública. Si las leemos desde ahí, el problema de las drogas
'Vire;
y el del racismo institucional aparece ¡ e¡ Tbe el
tema de Tlump afora con Frank Underwood; el de la mu-
jer en la sociedad norteamericana se nota en Scandal y en
Homeland,y actualmente en las series basadas en novelas
de Margaret Atwood; el asunto de las cárceles está retra-
tado en Orange Is tbe New Black;la conspiración del mal
contra el hombre prometido del capitalismo, enBreahing
Bad.Estame interesa más, porque a mí me prometieron
una vida así: si estudio tendré un trabajo decente, una
esposa, un hijo, un segundo trabajo para mis lujos... pero
entonces me cascanyme quiebro. El hombre bueno se
','uelve un cabrón y todos estamos con é1.
En cierta medida, eso pasa con nuestra televi-
sión, cuyo invento más maravilloso ha sido labiopic:
- 14+
la telenovela sobre el ascenso de una persona que se
convierte en ícono popular de la música, el deporte o el
narcotráfico. Aquí somos muy pocos los que vamos a la
universidad, porque la educación es costosay elitista.
Entonces, parece que la única forma que queda de salir
adelante es la que muestran esas producciones. Aunque
sería bueno que i¡cluyerarr una nueva modalidad muy
idiosincrática: ser corrupto, ¡sería buenísima una biopic
sobre corruptos con sentimientos!
Por ahí va 1o interesante de una telen ovela como La
Cacica, centrada en la exministra de Cultura, Consuelo
Araújo Noguera, con el ruido delvallenato por delante
pero con el tema político por detrás. Nunca había üsto
una telenovela lo suficientemente atrevida como para
incluir a García Márquez como personaje, ¡llega adonde
Rafael Escalona como librero!; también aparece el cacha-
cazo deAlfonso López Michelsen como embajador de
la música costeña en Bogotá; salen figuras .o*o Álrr.o
Castaño Castillo yÁvaroAraujo, e incluso se cuenta el
golpe de Estado de Rojas Pinilla a Laureano G6mez, o
las vicisitudes del papá de la Cacica, al que agarraron a
bala por peleas de poder. Hayuna clase política puesta en
escena; todos estos señores, que veíamos como de otro
cielo, convertidos en personajes de melodrama, ¡es buení-
simo! Ese es el irrespeto que tenemos en Colombia: aqrú
nadie tiene el cielo programado.
En estas biopics de cierta forma aparece la opinión
pública nacional. El relato de nación es diverso, asoma
un país qu,e gozaa lo costeño y peca a lo paisa. Esto re-
afirma una frase contundente deJesús Martín-Barbero,
que parafraseo: Colombia está meior contada en la
ficción que en los noticieros. Estos, por ejemplo, deci-
dieron que no pueden informar y que les conviene más
hacer crónica roja, periodismo vampiro. Así les va muy
bien -como ese curioso experimento que es el noticiero
de la Policía Nacional, ¡una delicia!-. El sensacionalismo
vende. Lo mismo pasa con el deporte ylos eventos en
vivo. Caracol y ncN se van a meter en la pelea del siglo
por los derechos de transmisión de los partidos de la
selección de fiitbol durante el Mundial, porque eso es
billete alalata. La televisión en directo es el camino que
queda; de hecho, este apÍuato nació para contar lavida
de esa manera.
tmbién está clarísimo que los concursos populares y
los realities funcionan muy bien. Así los televidentes no
se irán haciendo más selectivos. El contenido va encon-
trando sus nichos. Uno de estos es YouTübe, diseñado
para la peor televisión del mundo, que responde a necesi-
dades más allá de la forma: serun tutorial de lavida. Allí
no importa mucho la estética y eso le da a cualquiera la
posibilidad de comunicar su mensaje. Los que critican
los productos que ahí se encuentran, por la calidad de su

NS ERIIIGOS }IO SE HAN DADO CUENTA
lrtf s¡ QulEREtl C0NQUISTAR AilÉRICA LATlNA,
|m ouE ilARRAR DESDE LAS Úetc¡s t0cAtES;
Í$rs us olJE sE VUELVEN Gt0BAlrs, c0lt0 PAso
mu uIERATURA CoN GARCIA UÁnQUrz. t,N BUEN
PARTE DE IRADICIOI'IES BASTARDAS PARA
MTR SIEIIPRE DESDE I-O MCAL. I.A CI'A'/E ESIA
CoN CU}lBlA
ElCLA, C0l{0 uls uJ QUE IRABNA}I
de
son personas mediocres que no tienen ni idea
ilriin, ¡¡ por eso le echan la culpa a la técnica'
-
kotro lado, a la televisión por cable sí laveo muer-
del
!nm es necesaria. Todo el mundo debería salirse
si Cla¡o los deja, Por supuesto'
En palabras de mi guru -que tiene 13 años y es un
ü>: *La teleüsión, como la conocemos, murió' Ya no
hablar de televisión, sino de entretenimiento
m-f*¡ expandido". El ecosistema de pantallas cam-
* ' -, toro una expansión y una multiplicación' Ahora todo
m,metenimiento. Los miembros del ecosistema mrgran
tuu¡c tormatos y digamos que las adaptaciones entran en
,tmacetegoía. En Colombia se han hecho experimentos
h:nos v malos al respect o: Mettístasis,la adaptación de
ñ,wúiag Bad,fu e lamentable. Pobres Diego Tiujillo y los
4iil¡ás i.ro..r, condenados a actuar en español con el
miumo guiony exactamente los mismos planos de una
*¡. extranjera. Limitarse a traducir y no adaptar fue el
üru[. porque los referentes de la serie ni siquiera existen:
@ les fJtó trasladar la casa rodante de'\X'alterYrhite
oBogotd El púbtico quedó desconcertado' En televisión
h,@ica del reconocimiento es muy importante' uno ve
try.U" con 1o que se identifica culturalmente' Pero' ¿y
hr colombianos que sí vimos y disfrutamos Bre akingBail
F{oo identifrcamos con ella porque somos ciudadanos
$obaliz¿dss, pop, nuestra gran ventaia sobre las mamás'
l[i -tmárre telenovelas yyo veo series mundiales'
porque se parez-
Ias adaptaciones buenas no lo son
cm. a la seri,e original, sino por tener éxito local' Aquí
rbo casos que fueron eitosísimos como Los Reyes o
lfujera asesinas.Petola mejor de todas fuelade Grey\
abierto'Alcanzó el
-'llaatorny,que aquí sellarlrl A corazón
p"ime.irgar en rating. Los amantes de la serie original
odiaban estaversiónyvociferaban en su contra' pero
como el 99Vo decolombianos no habíaüsto el modelo
y los
no hubo problema. Adaptaron bien el sexo, el amor
de
referentes; transformaron el imaginario de las salas
emergencia. La clave fue "moiigatizar" la historia'
Nosotros transformamos las series gringas en eso' y
co¡El
está bien. La telenovela clásica nació en la radio
-J5+
a eso le
dtrecbo a ndcer,la lectura de tabaquería en Cuba;
que
sigoió Los ricos también lloran, enMéxico, dos títulos
.ri"rraurt. dos de las premisas más importantes del género'
Luego el formato fue perfeccionado porTelevisa
(una
compañía que supo estandatizat una Coca-Cola senti-
ma-
mental) y tiene tres principios básicos, tres promesas
ravillosas que datan de la Revolución francesa: encontra-
narconovela
rás el amor, la justicia y el ascenso social' La
y las biopics cumplen solo dos de esas aspiraciones: la
justicia {por -r.ro propia) y el ascenso social; pero no im-
portu amor' no importa nada más, ni siquiera laVirgen
"l
ie Guadalupe, solo escalar como se pueda' En esa medi-
son revolucionarias. Hacen parte de un lado
oscuro de
da
la sociedad, elgo con matices de revancha de clase'
mal furciona bajo esos paráme-
Escobat; el patnín del
y
tros, y hace evidente una de las brechas entre series
telenovelas: el sistema de emisión' La estructura dra-
al
mática principal del programa es la de una serie, pero
un
emitirse diariamente, como las telenovelas, se "rrelve
La distancia con
híbrido que no es ni una cosa ni la otra'
la telenovela clásica está en que su estructura es
abierta'
que
no tiene un final asegurado, el amor no es la clave
rige la historia y la moral que retrata es posmoderna'
Las producciones nacionales intentan no centrar
su
en
trama en el amor, sino tenerlo como un componente
la ecuación, para aiustars e cadavez más al formato serie'
produc-
Se dieron..rlr." de que Netfix está comprando
ciones como loco y este formato les da mayor posibilidad
de lograr laventa internacional' Las telenovelas,
por
hacer la
,,, ., se venden como guion' En el género,
prl
versión local es la tendencia en todo el mundo'
Y es que la telenovela colombiana tiene inventos
espectaculares. El primero son las mujeres guerreras:
ya ninguna es tonta, todas son unas berracas echadas
p"t*I"; los hombres, en cambio, son una manada de
la
hrr.rrrr. El segundo es que se cuenta todo con humor;
El ter-
comedia r"ct.tal fue absorbida por la telenovela'
como
cero es que busca ser pretenciosamente profunda
Pero'
la brasileñay melodramática como la mexicana'
volviendo al primer punto, y para recalcarlo, la principal
innovación colombiana es mostrar a los hombres como
seres patéticos. Enunaproducción mexicana, el hombre
toda la
entra por una puerta y la casa tiembla; aquí llega y
familia ríe. Somos un chiste, hasta para actuar: nuestros
galanes son extranieros' nuestras actrices no'
Por otro lado, hemos tenido inventos rarísimos como
el de una chica
Tbdos quierencon Marilyn.El argumento es
prostituta que había follado muchasveces pero que nun-
ca había hecho el amor, ¡fabuloso! ¿O qué talPedro
el esca-
moso? iPedro es puro! Las muieres toman trago' se acues-
tan con todos y é1 quiere es hacer el amor con la persona
wa
de sus oios. Es rarísimo. ¿O qué tal Pecados capitales?
especie de realityficcionado en el que Frank Ramírez
ponía a su tamilia a disputarse en juegos de niños para
ganar una herencia. Si miras con detenimiento, verás la
extraírezay atdacia de muchas de nuestras producciones;
cómo somos de atrevidos en cuestiones de moralidad
y formato.
Hay una invención que se le debe a Pasión dc gavilanes,
para mí, la telenovela más importante en Colombiay el
mundo. El guionistaJulioJiménez hizo dos innovaciones.
Por un lado, dividió tanto al héroe como a la heroína en
tres personajes, con la consecuencia de que una escena
que se demoraría cinco minutos -el típico "voy avisitar
a mi novia, a quien no me dejanver"- duraba quince,
porque las tres parejas debían representarla, cada hom-
bre actuando su rol particular: el romántico, el atdazy
el chistoso. La segunda gran revolución fue establecer
que los protagonistas masculinos debían desnudarse con
frecuencia. Hasta el momento eso solo había pasado con
las actrices. (Aquí un paréntesis: Dago García cuenta que
uno de sus grandes errores fue desnudar aAmparo Grisa-
les en una de sus producciones. Buscando el rating, anun-
ció el desnudo y su telenovela, que teníazo puntos de
rating, ese día tuvo 40, pero después bajó a ro sin volver a
subir más. La audiencia se sintió traicionada: el desnudo
no tenía nada que ver con la historia y la moral no estaba
para eso.) En cambio, en Pasión de gaoilanes siempre se
BORRfftllO§
{0r0MBrff}I0§
Borrachos orerordldendes
* §25.OOO
+ 36+
desnudaban los hombres. Los tres estaban buenísimos,
llegaban a la casa y se quitaban la camisa y desfilaban por
ahí. Eso es hoyun recurso de toda telenovela. Porque sír
porque no, los tipos se van quitando la camisa.
La telenovela colombiana cosificó al galán, risible v
sexy, y dignificó a Ia mujeS guerrera y tenaz, en medio
del melodrama. Todo esto tiene mucho de realidad. ¿No
somos los tipos una manada de pusilánimes? Esto no
tiene nada que ver con que lamayoría de la audiencia
sean mujeres. En México también lo son, y sin embar-
go las telenovelas siguen siendo más machistas que las
nuestras. Hay una explicación interesante sobre esta
mirada de género: como los hombres se dedicaron a Ia
guerra y a la corrupción, las mujeres son quienes han
construido el país; mientras unos peleaban y los otros
robaban, ellas hacían la vida. Por eso, no es el padre
sino la madre el ejemplo máximo de sabiduría. Es un
espejo de nuestra sociedad. Lo que me recuerda otro
espejo, talvez la única serie gringa que recomiendo a
diestra y siniestra: Black Miror. Cinematográficamen-
te, es excelente. Pero más allá de eso, cuenta historias
contemporáneas, cotidianas y reales que son el verdade-
ro terror que acecha nuestra época. Es la mejor forma
de encontrar un refejo de 1o que estamos produciendo
como sociedad. El nombre, además, es espectacular: el
espejo negro de las pantallas. Z!
Honrando la creencia
üRfft{0I§ -nada falsa- de que los
colombianos somos tan
alegres y melancólicos
como borrachos, este libro
celebra, con desenfado y
botella en mano, la borrosa
rorosrncrasra oe una regron
que solo el alcohol en ¡usto
exceso hace posible.
libfOS Línea gratuita:01 8000 120105
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Bosotá:320 0120 ext, 112
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