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Redacción
6 horas
Cada vez más elefantas están naciendo sin colmillos en el Parque Nacional de Gorongosa, en
Mozambique.
Y un estudio recién publicado en Science apunta a que se debe a una respuesta evolutiva a la
brutal matanza a la que estos animales fueron sometidos por su marfil durante 15 años de
guerra civil.
Es que la caza furtiva para obtener colmillos financió parte de las actividades de los dos bandos
enfrentados y llevó a la especie al borde de la extinción.
Los expertos en elefantes que trabajan en el parque empezaron a notar el fenómeno tras el fin
del conflicto en 1992.
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Vieron que, antes de la guerra, alrededor de un 18,5% de elefantes hembra nacían sin
colmillos, y desde que terminara ese porcentaje aumentó hasta un 33%.
Poblaciones masacradas
Pie de foto,
La guerra civil de Mozambique acabó con el 90% de la población de elefantes de ese país.
De la misma forma que heredamos el color de ojos o el grupo sanguíneo, los genes son
responsables de que un elefante herede los colmillos de sus progenitores.
En la guerra, aquellos elefantes sin colmillos eran ignorados por los cazadores, lo que condujo
a más probabilidades de que estos transmitieran esos genes a sus descendientes.
Gen "perjudicial"
Hacía tiempo que los investigadores sospechaban que el nacimiento sin colmillos, solo visto en
elefantes hembra, estaba vinculado al género.
Tras secuenciarse los genomas de elefantes con y sin colmillos, los análisis revelaron que
estaba vinculada a una mutación del cromosoma X que resultaba fatal para los machos, que no
podían desarrollarse debidamente en el útero, y que era dominante en las hembras.
Esto retrasaría la recuperación de esta especie, de la que hay unos 700 ejemplares en el
parque nacional.
"Nacer sin colmillos pudo ser ventajoso durante la guerra, pero tiene un costo", dice Pringle.
Otro posible efecto es el impacto en el paisaje, ya que el estudio también revela que los
elefantes con y sin colmillos comen plantas diferentes.
Reversible
Sin embargo, Pringle enfatiza quepuede ser reversible, a medida que las poblaciones se
recuperen y dejen de estar al borde de la extinción.
"Por lo tanto, esperamos que este síndrome disminuya, siempre que el panorama de
conservación continúe siendo tan positivo como ha sido recientemente", dice el profesor.
"Hay una gran tormenta de noticias deprimentes sobre la biodiversidad, los seres humanos y el
medio ambiente. Creo que también es importante enfatizar que hay algunos puntos
brillantes", completa.
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