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IX

DEDUCCIÓN NATURAL

O b je tiv o s.-

• Comprender y usar las reglas de deducción natural (RDN) como


aquellas que permiten transferir la verdad de unas proposicio­
nes a otras.
• Ejecutar deducciones directas y por reducción al absurdo (RAA)
adquiriendo destreza en el manejo de 21 reglas de Gentzen.
• Manejar las RDN como procedimiento no algorítmico de carác­
ter heurístico.
• Resolver problemas cuya solución requiere del ejercicio del pen­
samiento hipotético deductivo.
Cuestionario 9
Deducción natural

Instru cciones

I. Justifique las siguientes deducciones propuestas por Irving Copi


en su libro Symbolic Logic

1.(1) (O - > ~ P ) a ( ~ Q - > R )


(2) ( S - » T ) a ( ~ U - » ~ Z )
(3) ( ~ P - > S ) a ( R - > ~ U )
(4) ( T v ~ Z ) —» ( W a X )
(5) O v ~ Q / \ W a X
6. ~ P v R
7. S v ~ U
8. T v ~ Z
9. W a X

2.(1) [(Av ~ B )V C ]-> [D (E


(2) ( A v ~ B ) —» [ ( F « * G ) - > H]
(3) A [ ( E <-> F ) - » ( F G )]
(4) A / \ D —» H
5. Av ~B
6. (Av~ B )v C
7. D ( E « * F )
8. ( E « * F ) - > ( F <- >G)
9. D —» ( F <H> G )
10. (F <->G)->H
11. D —» H

[147]
3.(1) A -» B
(2) C -> D
(3) ~ Bv~ D
(4) ■ A
(5) ( E a F ) - » C / \ ~ ( E a F)
6. (A->B) a (C->D)
7. ~A v ~C
8. ~C
9. ~ (EaF)

4.(1) ( G - » H ) - » ( I <-» J )
(2) K v ~ ( L -> M )
(3) ( G -> H ) v ~ K
(4) N -> ( L -> M )
(5) ~ (I o j ) / \~N
6. ~ ( G -> H )
7. ~K
8. ~ ( L -> M )
9. ~N

5.(1) H -> ( I -» J )
(2) K -» ( I - > J )
(3) ( ~ H a ~ K ) - > ( ~ L v ~ M )
(4) ( ~ L - » ~ N ) a ( ~ M ~O)
(5) ( P - > N ) a ( Q - » O )
(6).~(I-> J ) / \ ~ P v ~ Q
7. ~ H
8. ~ K
£ ~H a ~K
10. ~ L v ~ M
11. ~ N v —O
12. ~ P v ~ Q

II. Ejecute las siguientes deducciones o pruebas formales. Los ejer­


cicios 4 y 5 deben ser resueltos por reducción al absurdo

1.(1) F v ( G v H )
(2) ( G - > I ) a ( H - > J )

148
(3) ( I v J ) - » ( F v H )
(4) ~ F / H

2.(1) K -» L
(2) M -> N
(3) ( O -» N ) ÍJ ( P -» L )
(4) (~Nv~L)a(~M v~0) / (~Ov~P)a(~ M v ~K)

3.(1) Q -> ( R - > S )


(2) ( R -» S ) -> T
(3) (S aU)->~P
(4) ~P ->(R ~W )
(5) ~ T v ~ ( R < - > ~ W) / ~ Q v ~ ( S a U)

4.(1) ( 0 - » ~ P ) a ( P - » Q )
(2) Q - > O
(3) ~ R -> P / R

5.(1) X - » (Y -> Z )
(2) X -» ( A -» B )
(3) X a (Y v A)
(4) ~ Z / .‘. B

6 .( 1) C - » ( D - > ~ C )
(2) D/ ~ C a ~D

7.(1) J v ( ~ K v J )
(2) K v ( ~ J v K ) / (JaK )v (~ J a~ K )

8.(1) ( L v M ) v ( N a O )
(2) ( ~ L a O ) a ~ ( ~L a M ) / ~La N

III. Resolver aplicando la RDN, de prueba condicional, las siguien­


tes deducciones

1.(1) ( A v B ) - > ( C a D)
(2) ( D v E ) - » F / A -» F

149
2.(1) (EvF)-> G
(2) ( J - > ~ G ) a ~ H
(3) J v K / /. E K

3.(1) Q - > P
(2) T v S
(3) Q v ~ S / ~(Pv R)-> T

4.(1) A - > ( B - > C )


(2) B -» ( C -> D ) / /. A —> ( B —> D )

IV. A continuación se presenta un conjunto de premisas y un con­


junto constituido por conclusiones, algunas de las cuales se si­
guen lógicamente desde las premisas y otras no. En otras pala­
bras, algunas de las conclusiones propuestas completan las *
premisas de manera tal que configuran con ellas un razonamien­
to o argumento lógicamente válido, mientras que otras no se
comportan así. El ejercicio consiste en decidir mediante tablas
de verdad, en cada caso, si la conclusión propuesta se sigue
lógicamente o no desde el conjunto dado de premisas. Además,
debe construirse una deducción sólo para los casos en los que el
argumento es lógicamente válido.

a)Premisas

1) La lógica es difícil o no le gusta a muchos estudiantes.


2) Si la matemática es fácil, luego la lógica no es difícil.

Conclusiones propuestas ¿Se sigue lógicamente?


C . La matemática no es fácil si a muchos
estudiantes les gusta la lógica.____________________________

C2. A muchos estudiantes no les


gusta la lógica si la matemática
no es fácil._______________________________________________

C3. La lógica no es difícil o la


matemática es fácil._______________________________________

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Conclusiones propuestas ¿Se sigue lógicamente?
C„.La matemática no es fácil
o la lógica es difícil._______________________________________

C5. La lógica no es difícil o la matemática


no es fácil.________________________________________________

C6. La lógica es difícil o la matemática


no es fácil._______________________________________________

Cr Si a muchos estudiantes les gusta la lógica,


Luego la matemática no es fácil o la lógica
no es difícil.______________________________________________

151
LECCIÓN 9
Deducción natural

9.1. La deducción de Gentzen


Las reglas conocidas como de Deducción Natural fueron propues­
tas en 1934 por el investigador Gerhard Gentzen. Desde entonces
se conocen diversas variantes de ellas que algunos textos de lógica
presentan como reglas para construir deducciones o pruebas for­
males. A nosotros nos parece más adecuado respetar su denomi­
nación original de Reglas de Deducción Natural, aunque la versión
que presentamos ya no sea la de Gentzen sino una versión más in­
tuitiva y pedagógica. Esto al propio tiempo quiere decir, desde el
punto de vista lógico, un conjunto más recargado de reglas puesto
que la facilidad pedagógica hace recomendable que se usen como
si fueran reglas necesarias, algunas que realmente son omitibles por
aplicación reiterada de otras reglas básicas. Sin embargo, si obvia-
ramos las reglas que no son básicas, las deducciones serían más sim­
ples si se considera que se utilizaría un número menor de reglas,
pero serían menos pedagógicas y más laboriosas si se considera la
mayor longitud de las deducciones resultantes.

9.2. Transferencia de la verdad


Para entender el sentido fundamental de las Reglas de Deducción
Natural (RDN) es necesario tener presente que la función esen­
cial, de cualquiera de estas reglas, es la transferencia de la ver­
dad de unas proposiciones a otras. A las proposiciones que se usa

[1531
como condiciones iniciales para este proceso de transferencia se
les conoce como premisas y a las proposiciones que reciben la ver­
dad transferida o que «heredan la verdad», por así decirlo, se les
denomina conclusiones o consecuencias lógicas. Esta idea se pue­
de graficar (Fig. 1) a través de un modelo de caja negra que con­
cibe a las reglas de deducción como una máquina, la que cada
que entra información verdadera en sus unidades de procesamien­
to, emite o produce como salida, necesariamente, información ver­
dadera. Adicionalmente, la máquina no proporciona garantía al­
guna cuando la información que ingresa es falsa, pues no está di­
señada para procesar entradas falsas.
Recíprocamente, la máquina sí está diseñada para asegurar­
nos que si la salida emite información falsa, entonces está ingre­
sando, necesariamente, información falsa. Esto se puede graficar
(Fig. 2) mediante el mismo modelo de caja negra añadiendo un
circuito de feed back o de retroalimentación.

Fig. 1 V V
Entrada Salida

Entrada Salida F
Fig. 2
F
Feed back.
------------- <-----------

9.3. Deducción e im plicación


La siguiente cuestión a tenerse en cuenta es que si desde un con­
junto de premisas Px, P2, P n hemos deducido, aplicando correc­
tamente las Reglas de Deducción Natural, la conclusión o conse­
cuencia lógica C, entonces podemos decir que las referidas pre­
misas implican a la conclusión y que, por tanto, el condicional

( P j A P j a , .........., a P ) C

es lógicamente válido. Ahora, si las premisas y la conclusión es­


tán escritas en el lenguaje de la Lógica proposicional, de PM, por
citar un ejemplo, entonces el esquema anterior debe ser una tau­
tología.

154
Esto último puedé suscitar en el aprendiz la siguiente pre­
gunta: Y para qué necesitamos las RDN si con la sola aplicación
de tablas de verdad podemos decidir si las premisas implican o
no a la conclusión. La respuesta es que, por un lado, cuando las
fórmulas que constituyen las premisas exhiben cinco variables
proposicionales o más, resulta mucho más breve y elegante apli­
car las RDN, pero, por otro lado, existen muchos casos que exce­
den a los lenguajes proposicionales en los que la construcción de
una tabla de verdad para decidir si las premisas implican a la
conclusión, no es posible, pues el método de las tablas de verdad
sólo tiene lugar en los casos elementales. Por ejemplo, cuando se
parte de premisas que contienen predicados diádicos, usuales en
aritmética, como «...mayor que...», «...menor que...», «..igual a...»
la construcción de tablas de verdad es, en principio, imposible
debido a la existencia de pares de cuantificadores universales y
existenciales variando sobre un conjunto infinito.

9.4. Esquemas de fórmulas

Escribiremos las RDN numerándolas y en forma de quebrado, de


tal manera que en el lugar del numerador aparecen las premisas
y en lugar del denominador aparece la conclusión. En este caso,
las premisas y la conclusión no son fórmulas, en sentido estricto,
de la lógica proposicional, sino esquemas de fórmulas que perte­
necen al metalenguaje de la lógica proposicional porque su fun­
ción es prescribir lo que está permitido hacer con las fórmulas.
Estos esquemas proporcionan la estructura común a una multi­
tud de fórmulas y el hecho de estar escritas en forma de quebra­
do nos dice que las fórmulas que aparecen en el numerador im­
plican a las que aparecen en el denominador. Por ejemplo, las fór­
mulas de la lógica proposicional siguientes:

pv^q
(p A q ) v ~ ( r v s )
pv ~ ( q a t )

tienen en común el ser de la forma A v ~ B, o en otras palabras, el


corresponder a dicho esquema.

155
En el caso de las reglas, que establecen equivalencias o dobles
implicaciones, hemos preferido escribirlas horizontalmente ligándo­
las por la abreviatura sss que corresponde a la expresión 'si y sólo si7
que a su vez corresponde a la lectura castellana del bicondicional.
En el caso de las reglas, que no conducen a una única conclu­
sión, hemos escrito al costado derecho el mismo esquema acom­
pañado de la conclusión alternativa. Asimismo, es conveniente
enfatizar que las reglas que son equivalencias funcionan propia­
mente como reglas de reemplazo, pues autorizan a reemplazar
una fórmula de cierta forma por su equivalente, cualquiera que
fuera el lugar donde ésta aparezca.
También es oportuno señalar que el dar las reglas en forma de
esquemas y el construir deducciones con letras esquemáticas ( A, B,
P, Q,...) tiene la ventaja que de este modo se hace alusión a conjuntos
infinitos de casos particulares que son válidos por simple inspección
en el caso de que su estructura corresponda a alguna de las 2 1 RDN
a continuación proporcionadas. En la versión que presentamos in­
cluimos a la regla de la Prueba condicional y a la de Demostración
por reducción al absurdo, las mismas que a menudo son omitidas y
tratadas como si sólo fueran estrategias deductivas. Lo real es que lo
son, pero su legitimidad reposa en las reglas 20 y 21.

9.5. R eglas de d ed u cció n n atu ral p ara u n len g u aje


proposicional

1. A -» B
A Modus Ponens (MP)
B
2. A -» B
~B Modus Tollens (MT)
.'.-A
3. A -> B
B -» C Silogismo Hipotético (SH)
..A ->C
4. A v B
-A Silogismo Disyuntivo (SD)
B

156
5. A —» B
C -> D Dilema
A vC Constructivo (DC)
• B vD
6. A-> B
C -> 1) Dilema
-B v ~D Destructivo (DD)
-A v~ C
7. P a Q y también P a Q Simplificación
.P Q (Simp.)
8. P p
Q y también Q Conjunción
PaQ .Q a P (Conj.)
9. P V también P Adición (Ad.)
..P v Q ■Qv P
10. ~ ( P a Q) sss ~P v ~ Q Regla de
-(P v Q ) sss ~P a ~ Q De Morgan
(DM)
11. ( P a Q) sss ( Q a P) Conmutatividad
(P v Q ) sss (Q v P ) (Conm.)
12. P A (Q A R) sss (PaQ)aR Asociatividad (As.)
P V (Q V R) sss (P v Q )v R
13. P a (Q v R) sss (PaQ)v(PaR )Distributividad
(Dist.)
P v (Q a R) sss (Pv Q ) a (Pv R)

14. P sss —P Doble negación (DN)


15. A ->B sss ~B —> ~A Transposición
(Trans.)
16. A ^ -B sss ~A v B Definición de 4— por ‘v ’

157
17. A o B sss (A —» B) a (B —» A) Definición
d e 'o '

18. A<-»B sss (A a B ) v (-A a ^B) Definición


de ' o '
(A a B)-^ C sss A -^(B^C) Exportación
(Exp.)

19. A sss A aA Idempotencia (Idemp.)


A sss Av A

20. 1.A
Prueba condicional
n. B
n + 1. A - > B

21. A —> ( B a ~ B ) Reducción al


~A absurdo (RAA)

9.6. Aplicación de las reglas RDN


En lo que sigue presentamos ejemplos de deducción natural que
prueban que una fórmula denominada conclusión se deduce de
otras fórmulas que son, en cada caso, las premisas. Es importan­
te enfatizar que las fórmulas en sí mismas no son ni conclusiones
ni premisas y que estas denominaciones hacen referencia a la fun­
ción específica que cumplen en una situación determinada. Di­
cha función podría ser muy distinta en otro contexto. Al respec­
to, mencionamos que hay otro tipo de deducciones, denomina­
das axiomáticas, y semiaxiomáticas que no abordaremos en esta
sección.
Cada deducción está constituida por una secuencia de líneas
numeradas, en cada una de las cuales está escrita una fórmula.
Las líneas con los números entre paréntesis son las premisas y las
Otras son las consecuencias lógicas de las premisas obtenidas por
la aplicación de las RDN. La última línea debe ser necesariamen­
te la conclusión que se pretende deducir.
En términos descriptivos, una deducción o prueba es una
secuencia finita de líneas que por aplicación de los RDN transfor­

158
ma unas fórmulas denominadas premisas, en otras fórmulas hasta
obtener una deseada, denominada conclusión.
A la derecha de cada línea, por razones pedagógicas, hemos
escrito unas abreviaturas que corresponden al nombre de la regla
que nos ha permitido obtener la respectiva fórmula. También apa­
recen, unos números que corresponden a las líneas anteriores a
las que hemos aplicado las reglas, para obtener la transformación
deseada. A estas inscripciones o anotaciones se les conoce como
justificaciones de las líneas de deducción.
Una presuposición válida y comprensible es que la forma­
lización de algún argumento que no hace falta especificar, ha dado
lugar a la construcción de las premisas y de la conclusión pro­
puesta. El sentido de la prueba es establecer que desde las premisas
se deduce la conclusión, más no que las premisas sean, en efecto,
verdaderas, cuestión que como sabemos, no concierne a las re­
glas de deducción lógica.
A continuación proporcionaremos un ejemplo explicativo del
mecanismo de construcción de una deducción, conocida también
como prueba formal. Nos valdremos nuevamente de un ejemplo
tomado del libro de Irving Copi titulado Symbolic Logic.

1. (1) ( A a B ) -> [ A -» ( D a E ) ]
(2)( A a B ) a C / .*. D v E
3. A a B Simp. (2)
4. A - > ( D a E) MP (1), 3
5. A Simp. 3
6. D a E MP 4, 5
7. D Simp. 6
8. D v E Ad. 7

Este ejercicio está constituido por ocho líneas de demostración


o prueba. Las dos primeras (1) y (2) son premisas y desde la línea 3.
a la número 8. tenemos seis líneas deducidas desde las premisas
aplicando las RDN. Al costado de la línea (2) y después de un seg­
mento diagonal, sucedido por tres puntitos, se encuentra escrita la
conclusión que se pretende obtener o probar. Por tanto, la parte
que está a la derecha de los tres puntitos no es parte de la deduc-

159
ción sino sólo una ayuda para que el aprendiz tenga presente a
dónde quiere llegar con los pasos demostrativos.
Las líneas (1) y (2) no requieren justificación porque la verdad
de las premisas se presupone o postula. La línea 3. ha sido deduci­
da de la linea (2) por la RDN N.° 7, de simplificación, debido a que
( A a B ) a C tiene la forma del esquema de fórmula P y\Q. La línea
4. ha sido obtenida por aplicación de la RDN N.°l (MP) a las líneas
(1) y 3, debido a que ( A a B ) —> [ A —> ( D a E ) ] tiene la forma de
A -> B , de tal manera que ( A a B ) es A. La línea 5. se ha obtenido
por una nueva aplicación de la regla de simplificación a la línea 3.
La línea 6. se ha obtenido por una nueva aplicación de la regla 1.,
MP, a las líneas 4. y 5. La línea 7. se ha obtenido por aplicación, una
vez más, de la regla de simplificación a la línea 6. Finalmente, la
línea 8. se ha obtenido por aplicación de la RDN N.° 9, de Adición,
a la línea 7. De este modo se ha deducido la conclusión propuesta
desde las premisas numeradas con (1) y (2).
Es claro que en cada deducción, cada línea tiene sólo dos
posibilidades: O es una premisa o es consecuencia de una o más
premisas obtenida por algunas de las RDN. Asimismo, es com­
pletamente lícito aplicar la misma regla tantas veces como se juz­
gue necesario. El ejercicio que hemos realizado se denomina de
justificación de las líneas de deducción.

9.7. Las RD N no constituyen un algoritmo


A continuación desarrollamos un ejemplo, también de I. Copi,
muy similar al anterior. Este tiene la peculiaridad de contener 7
letras variables distintas. Esto significa, que si alguien deseara pro­
ba? por el método de las tablas que la conclusión se deduce de
las premisas, tendría que construir una tabla con un margen de
128 arreglos que es el valor de 27. Asimismo, el uso del método
indirecto para decidir si una fórmula es una tautología también
sería laborioso. Por ello, una deducción de 9 líneas resulta un pro­
cedimiento breve y elegante que muestra las virtudes de las RDN.
La limitación de las reglas que estamos presentando es que no
constituyen un algoritmo porque no garantizan que, en un núme­
ro finito de pasos, decidiremos si la conclusión se sigue o no de
las premisas. Podría ocurrir que la decisión debiera ser positiva

160
pero que carezcamos del ingenio suficiente como para construir
la deducción adecuada. Pero podría ser que la decisión debiera
ser negativa y que carezcamos de ingenio para probar que la con­
clusión no se deduce de las premisas. Sólo tenemos garantías ple­
nas en un caso: cuando somos capaces de construir la deducción.
Si es así, sabemos que la conclusión se deduce de las premisas
como en el ejemplo que sigue.

(1)(~Xv ~ Y )-> [A -> (P a ~Q)]


(2)(~Xa ~ R )-> [(P a ~Q)->Z]
(3)(~Xa ~ R ) a ( ~ Z v A) / .*. A - ^ - Z
4. ~ X a ~ R Simp. (3)
5. ( P a ~ Q ) - > Z MP (2), 4
6. - X Simp. 4
7. ~ X v - Y A d.6
8. A - > ( P a ~Q) MP (1), 7
9. A - * Z SH 8 ,5

Es importante puntualizar que los problemas lógicos y mate­


máticos tratables algorítmicamente son los más elementales. En
lógica todos ellos se reducen, en última instancia, a la construcción
de tablas de verdad o a su equivalente. En matemática, sólo son
algoritmizables las funciones que se reducen a sumas. Empero los
problemas relevantes en lógica y matemática plantean la creación
de deducciones, lo que excede en mucho el nivel algorítmico.

9.8. Prueba condicional


Ahora introduciremos un ejemplo que ilustre el manejo de la RDN
20, conocida como regla de la prueba condicional. Teóricamente,
esta regla es muy importante porque expresa con claridad la idea
de consecuencia lógica y es, además, irreductible a las diecinue­
ve anteriores. Destacaremos, inmediatamente, este segundo aspec­
to señalando que de las diecinueve reglas anteriores, diecisiete son
redundantes en el sentido de que son omitibles al costo de hacer
mucho más laboriosas las deducciones. Se trata de reglas que son
derivables con ayuda de las no-omitibles que son el Modus Po­
nens, la definición que figura como RDN 16, la Prueba condicio­

161
nal y la RDN 21, que es la regla de deducción o demostración por
reducción al absurdo. Por tanto, las reglas omitibles cumplen la
función de abreviaciones deductivas, las mismas que tienen un
obvio interés desde el punto de vista pedagógico.
Para comprender de qué manera esta regla da expresión al
concepto de consecuencia lógica, podemos referir el hecho de que
hay deducciones, lógicamente válidas, que sólo son posibles si se
usa la regla de la prueba condicional (PC). Por ejemplo, la fórmu­
la A —> ( A a B ) se deduce desde la fórmula ( A -> B ). Sin embar­
go, la demostración correspondiente sólo se puede realizar, den­
tro del sistema de Gentzen, usando PC. La razón de ello, es que es
la única regla que nos permite incrementar nuevas premisas para
«ayudar» a las que ya disponemos, las mismas que pueden ser
insuficientes. Sin embargo, esas premisas adicionales son una es­
pecie de «muletas» que una vez que nos permiten lograr el objeti­
vo deseado, podemos desecharlas, eventualidad que en el papel
no se puede representar de manera muy intuitiva porque la refe­
rida «muleta» está escrita de la misma manera que las premisas
propiamente dichas. A causa de ello se introduce una simbología
especial prescrita por las reglas que a continuación especificamos.

rcl. La regla PC está indicada en las deducciones en las que la


conclusión a deducir tiene la forma condicional A —> B.
rc2. Debe añadirse a las premisas dadas, como una premisa adi­
cional, la fórmula que sea antecedente de la conclusión busca-
da,y escribirse a su derecha Pr. ai., que es la abreviatura de
Premisa adicional.
rc3. Üsando las premisas dadas y la premisa adicional, aplicando
fes RDN, deben hacerse las transformaciones que permitan de­
ducir la fórmula que figure como consecuente de la conclusión,
lo cual se alcanza en el paso n de la deducción, al que lo llama­
remos línea Ln.
rc4. En la línea siguiente, en Ln + 1 , constrúyase una fórmula con­
dicional que tenga como antecedente a la premisa adicional y
como consecuente a la fórmula obtenida en la línea Ln. Escríba­
se a la derecha de la línea Ln + 1 , como justificación, la abrevia­
tura PC, con el número correspondiente a la línea de la premisa
adicional y el número correspondiente a Ln.

162
rc5. Después de aplicada la regla anterior, trácese una flecha en L de
tal manera que nazca al costado izquierdo del número de la línea
de la premisa adicional y termine como si subrayara la fórmula de
Ln. El sentido de esta flecha es precisar que la fórmula de Ln + 1 ,
que es la conclusión buscada, no depende de la premisa adicional
sino solamente de las inicialmente dadas. Es el paso que marca el
abandono de las «muletas» y es de uso muy importante cuando se
aborda deducciones no muy elementales, las que escapan al alcan­
ce de este manual. Sin embargo, sería un error omitir esta regla.

Nuestro ejemplo estará constituido por las fórmulas que ci­


tamos antes, por ser particularmente ilustrativas.

(1) A - > B / A —> (A a B )


2. A Pr. ad. Por rc2
3. B MP en (1) y 2 . Según rc3
4. A a B Conj. en 2 y 3 .Según rc3
------------------------ >
5. A ^ ( A a B) PC en 2, - 4 según rc4

Un ejemplo adicional lo proporciona el siguiente ejemplo,


tomado con algunas adaptaciones, del libro de Suppes titulado
Introducción a la lógica matemática.

(1) S a ( ~ P v M)
(2) M - > ( Q v R ) / :. P -> (~ Q -> R)
3. P Pr. ad.
4. ~ P v M Simp. en (1)
5. — P DN en 3
6. M SD en 4, 5
7. Q v R MP en 2, 6
8. — Q v R DN en 7
9. ~ Q ^ R ^ RDN 16 en 8
10. P - > ( ~ Q - > R ) PC en 3, 9

9.9. Demostración por reducción al absurdo

La regla RDN 21 (RAA) es conocida desde la antigüedad en ma­


temática y la usó Euclides en su famosa obra Elementos. Consiste
en postular o suponer que la conclusión no se deduce de las pre-
misas, para luego rechazar esta postulación debido a que condu­
ce a una contradicción de la forma A a ^ A.
La aplicación de la deducción por reducción al absurdo es un
caso particular de la deducción por PC. La variante radica en que
se añade como premisa adicional la negación de la conclusión
buscada. Luego, a partir de las premisas dadas y de la adicional,
se deduce una fórmula contradictoria, se aplica PC y se niega (re­
chaza) la premisa adicional aplicando RDN 21. Finalmente por
RD N 14, doble negación, se demuestra que la negación de la pre­
misa adicional es la conclusión buscada. En breve, la hipótesis
básica de esta estrategia demostrativa es que toda postulación
que conduce a contradicción es absurda y, por tanto, debe ser
rechazada.
Un ejemplo dará operatividad a esta explicación.

( 1 ) A - > ( B a C)
(2) ( B v D ) -> E
(3) D v A /.-. E
4. ~E Pr. Ad.
5. ~( B v D ) MT en (2), 4
6. ~B a ~ D DM en 5
7. ~D Simp. en 6
8. A SD en (3), 7
9. B a C MP en (1), 8
10. B Simp. en 9
11. ~B Simp. en 6
12. B a ~B Conj. en 10, 11
13,. ~ E —» ( B a ~ B ) PC en 4, - 12
14. — E RAAen 13
1'5. E DN en 14
Los textos frecuentemente dan por concluida la deducción
en la línea 12, cuando se deduce la contradicción. Eso es una abre­
viación. La idea completa es como se muestra en la deducción
¿nterior.

164

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