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U4 Clinica Psicologica Sistemica Familia Disfuncional.
U4 Clinica Psicologica Sistemica Familia Disfuncional.
Unidad 4
Documento de cátedra.
La Familia.
Familia disfuncional.
Crisis familiares.
Una visión sistémica de la familia, para este autor implica el abordaje de varios
niveles, es decir los hechos que ocurren en las familias no se consideran al azar
sino que se los piensa y mira en forma circular, relacional e interactiva.
Para ellos, la familia incluye reglas y pautas de interacción que regulan las
relaciones entre los integrantes del sistema, tanto de modo explícito como
implícito. Las reglas suelen estar en conexión con los valores y el sistema de
creencias compartidos, y juntos regulan las diversas necesidades, la
comunicación, la comunicación, así como la determinación de conductas
esperables y de aquellas sancionables.
Para explicar esta última propiedad de los sistemas familiares estos autores, se
remiten a la teoría de Bronfenbrenner (1987, citado en Espinal, 2006,2). Para este
autor, el desarrollo humano, se enmarca en una serie de sistemas relacionados
unos con otros, escenarios de diversas interacciones con el ambiente:
Los conceptos que se estudian para considerar si una familia es funcional o no,
son aquellos que se han abordado previamente en relación a la descripción de las
familias como sistemas abiertos, a continuación se mencionan algunos:
Complejidad
Estructura
Funcionamiento
Termodinámica
Cibernética
Cultura y contexto
Virginia Satir, considera que las familias que funcionan bien resuelven los
problemas de modo “exitoso” (si se permite este término), evitan paralizar o fijar
procesos de interacción, y los conflictos para dichas familias pueden tener un
efecto positivo pues estimulan los cambios necesarios para su evolución. La
autora considera a la comunicación como un aspecto fundamental en la temática
que se está abordando, en este sentido la comunicación estará asociada a la
funcionalidad en la medida que la familia se relacione con mensajes claros, tengan
conciencia de sí mismos y de cómo son percibidos por los otros integrantes de la
familia, puedan expresar opiniones, sentimientos y pensamientos, y asimismo,
puedan respetar entre sí la diversidad. En las familias funcionales la hostilidad y
los conflictos son reconocidos, y abordados, no se niegan o evaden. Respecto a lo
conductual, en estas familias las actitudes y conductas son coherentes con los
mensajes que se envían, son capaces de visualizar diversas conductas en las
situaciones que se les plantean, son capaces de aprender de la experiencia, se
rechaza lo caduco, obsoleto o ineficaz, y las transacciones que se inician son
terminadas.
En estas familias el eje proximidad- distancia, está alterado, bien existen apegos
excesivos, en los cuales prima la confusión relacional, dificultad para diferenciar
roles y funciones, incapacidad para estructurar las relaciones; o bien desapego
familiar, aislamiento, distancia en la cual los límites están marcados rígidamente.
Afirma que el ser humano no es amo de su destino, sino que opera dentro de
un contexto social, y es ese contexto el que define las restricciones de su
repertorio de conductas. Además sostiene que la vida psíquica , no es
enteramente un proceso interno, hay una interacción sin fin entre el individuo y
su contexto, que se afectan mutuamente. Este contexto posee una estructura,
que pueden ser flexibles o rígidas, y en la estructura misma puede encontrarse
la patología estructural.
En las triadas desviadoras, los padres toman al hijo como chivo emisario, este
presenta una conducta perturbada y entonces los padres se unen para
gobernarlo, la otra configuración es que los padres se unan enmascarando sus
conflictos para sobreproteger a un hijo designado como enfermo, estas
configuraciones se advierten en las familias psicosomáticas.
Período de galanteo: Etapa en que los jóvenes novios comienzan a realizar sus
aprestos para la selección de pareja. Problemas que pueden suscitarse en esta
etapa:
Matrimonio y sus consecuencias: Inicia con un ritual que cada vez los jóvenes
realizan menos, el casamiento civil y/o religioso. Mito cultural que colabora en la
construcción de nuevas pautas relacionales. Dicha ceremonia modifica de forma
impredecible la naturaleza personal y relacional de cada uno. Será importante el
modo de encarar los desacuerdos. Será típico de esta etapa la evitación de las
discusiones y la intención de perpetuar un clima amoroso ideal. Sin embargo con
el tiempo los desacuerdos, las controversias se generan, se intensifican y el clima
se tensiona. Existe una gran influencia de las perspectivas de las familias de cada
cónyuge. Será un desafío mantener cierta autonomía, independencia respecto a la
influencia parental. A pesar de ello, diversas razones mantienen ciertos lazos
difusos con las familias de origen y serán esperables e inevitables los conflictos en
la búsqueda del equilibrio entre la autonomía de la joven pareja y las familias de
los mismos.
El destete de los padres: La emancipación de los hijos implica una crisis familiar
de vital importancia. Se debe sobrevivir al encontrar el nido vacío. Implica un
fuerte desafío para la pareja que deberá re- encontrarse frente a frente, volver a
ser dos, como antes del nacimiento de los hijos, con la complejidad de todas las
vivencias que transitaron como familia. Puede que descubran que hay poco por
decirse, que dejaron mucho de lado con la llegada de los hijos.
Luego de la descripción de las diversas etapas del ciclo vital familiar, resulta
fundamental, en consonancia con uno de los objetivos de esta investigación,
conocer las diversas crisis que pueden transitar las familias a lo largo de su ciclo
vital.
Para conocer qué son las crisis, cuáles son sus características, y adentrarse en
una posible clasificación de las mismas, se realiza un abordaje de las crisis
familiares desde diversos autores, que pueden considerarse parte de un mismo
enfoque en la temática: la crisis como oportunidad para el cambio.
Su definición de crisis expresa: “Se produce una crisis cuando una tensión afecta
a un sistema y requiere un cambio que se aparta del repertorio usual del sistema.
Ese estado de crisis es señalado por cambios no específicos en el sistema”.
Pittman, F (1990, 25).
Dicho autor, considera que lo que caracteriza a estas crisis es que son causadas
por sucesos inesperados que generan crisis imprevisibles o accidentales. Los
miembros de la familia quedan expuestos, por el hecho de vivir, de ser un grupo
enlazado por el afecto, y por tener disponibilidad personal y familiar para resolver
problemas que se presenten y de realizarlo en una comunidad que nos incluye a
todos y a los cambios que atravesamos.
b) Crisis de desarrollo: Son universales, previsibles. Debido a que están
vinculadas con el ciclo vital familiar deberían ser manifiestas, pero en
ocasiones pueden haber algunos aspectos ocultos. Según el impacto
que tengan en el sistema familiar, y su funcionamiento pueden
representar verdaderos cambios al status y rol de los miembros de la
familia (a la posición o lugar que ocupan y las tareas que se espera que
ellos cumplan en el sistema).
En cada etapa de la vida familiar hay crisis inevitables, la familia tendrá el trabajo
de adaptarse a su capacidad funcional y de respuesta a las situaciones y
demandas que cada estadio de su desarrollo requiera.
Los problemas más habituales en este tipo de crisis surgen cuando algunos
miembros aceptan la crisis y otros la niegan o evaden su responsabilidad en
afrontarla. También puede ocurrir que alguno de los miembros tenga la necesidad
de precipitar el devenir del cambio, generando presiones para los que el resto aún
no está preparado.
c) Crisis estructurales:
Algunos ejemplos son: las familias que tienen un miembro alcohólico, violento o
adúltero.
d) Crisis de desvalimiento:
Pittman (1990, 42) afirma: “La crisis por desvalimiento más típica y obvia se
origina en el trato con personas cuya incapacidad física o mental es reciente y aún
no ha sido del todo aceptada”
Fernández Moya (2010), plantea que se desarrolla una relación especial entre el
cuidador y el paciente, por lo que para el primero surge una obligación- presión-
por la cual pierde toda esperanza de llevar a cabo proyectos personales
postergados.
Antes de pasar a otros autores que trabajan las crisis, se esbozan algunas
consideraciones más respecto a la temática, continuando con la obra de Pittman
(1990). Para dicho autor definir la tensión es acaso sencillo, evidente. Expresa que
para que se desate una crisis debe haber un nivel de tensión tal que requiera un
cambio y cierta inflexibilidad que lo impida u obstaculice. Establece algunos puntos
de tropiezo posibles:
1- Obstáculos en la comunicación;
Son tan variados los puntos de tensión que resulta difícil determinar qué
elementos forman parte de la crisis actual, y cuáles de una pauta familiar, producto
de interacciones propias de la familia. Lo crucial es determinar cuáles
inflexibilidades son las que impiden la solución o acaso la aceptación y posterior
abordaje de la crisis actual. Dichos impedimentos se adquieren por lo general de
la familia de origen, la gente recibe mandatos, adopta metas, normas, creencias…
valores y difícil resulta que los cuestionen. Además la cultura familiar está formada
por influencias de su etnia, religión, clase social, entre otros.
Las influencias culturales son fundamentales debido al impacto que tienen sobre
los modos de ser y de hacer de las familias, y fundamentalmente debido a que
actúan de modo subyacente, y la familia no es del todo consciente del modo en
que los influye, o acaso condicione. “Hay personas que no cuestionan nunca sus
razones para creer en lo que creen”, afirma Pittman (1990, 52).
Se vincula estas crisis con las mencionadas tareas de desarrollo, pues son
aquellas que la familia tiene que atravesar para crecer y madurar. La transición por
este tipo de crisis depende de la flexibilidad de los integrantes de la familia para
reorganizar sus funciones e incluso su propia estructura.
2. Crisis paranormativas: Son la expresión de que la dinámica familiar como
todo proceso no es lineal. Más bien las familias se ven afectadas por
situaciones que introducen cambios intempestivos, pues no están
relacionadas con los períodos del ciclo vital familiar, sino con hechos
situaciones o accidentales.
El evento familiar, por sí solo, no genera crisis, depende siempre del significado
que le otorga la familia, y su repercusión va a estar relacionada, tanto con la
capacidad adaptativa de la familia, como con el resto de los recursos con que
cuenta la misma. Las acciones de prevención estarían orientadas
fundamentalmente a fomentar la capacidad adaptativa de la familia”. González
Benítez (2000, 4)
Otras crisis que describen son las para- normativas, las que advienen con
sucesos accidentales, generando desorganización. Se caracterizan por impactar
de modo desagradable en el sistema familiar, en su dinámica.
Los sistemas familiares asumen estilos para afrontar sus conflictos. Cada
familia podrá enfrentar dichas crisis según sus propios recursos. Algunas con
mayor éxito que otras. Las mencionadas autoras, consideran que el
Funcionamiento Familiar, es la forma en que esa determinada familia enfrenta la
crisis. Puede evaluarse según la implementación de diversos mecanismos
estabilizadores, la forma en que se expresan los afectos, el crecimiento personal
de cada miembro, así como sus interacciones, el respeto entre ellos y el espacio
otorgado o no al otro. Además dicho funcionamiento puede evaluarse por la
comunicación, la distribución y desempeño de roles, el área afectiva (respuesta
afectiva, expresión afectiva, involucramiento afectivo), el área conductual, su
flexibilidad para adaptarse a los cambios, la estructura de autoridad.
De este último enfoque es posible destacar el hecho que algunas familias en que
alguno de sus miembros padece una enfermedad, puede dicha familia perder su
capacidad para funcionar, por tanto se afectan sus interacciones, es decir el
sistema como un todo:
“Desde que el individuo nace hasta que muere, desde que enferma hasta que se
recupera requiere del apoyo de este grupo primario; y de éste depende una
evolución mejor y más rápida. En el seno familiar se valora la enfermedad, se
toman decisiones y se coopera en el tratamiento”. (Pérez Sánchez et al 2009, 68).
4. Anomalía: porque no soy igual que los demás y no puedo realizar lo que los
demás.
5. Temor al dolor, es uno de los aspectos más importantes del ser humano.
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