Está en la página 1de 7

Gaceta del Senado

Del Sen. Hugo Antonio Laviada Molina, del Grupo Parlamentario del Partido
Acción Nacional, la que contiene punto de acuerdo por el que se exhorta al
Ejecutivo Federal a dar a conocer la información para poder analizar la situación
sanitaria que se ha generado en el país por la utilización del asbesto, en todas sus
variantes, debido a las propiedades cancerígenas de éste.

SE TURNÓ A LA COMISIÓN DE SALUD.

SEN. CARLOS NAVARRETE RUIZ


PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA
DEL SENADO DE LA REPÚBLICA.
PRESENTE

Quien suscribe, HUGO ANTONIO LAVIADA MOLINA, Senador del Grupo


Parlamentario del Partido Acción Nacional de la LXI Legislatura, con
fundamento en lo dispuesto por los artículos 58, 59 y 60 del Reglamento para el
Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos,
somete a la consideración del Pleno de esta Soberanía, la siguiente proposición
con punto de acuerdo de urgente y obvia resolución por el que el Senado de
la República exhorta al Ejecutivo Federal para que a través de la Secretarías
correspondientes se de a conocer la siguiente información para
poder analizar la situación sanitaria que se ha generado en el país por la
utilización del asbesto, en todas sus variantes, debido a las propiedades
cancerígenas de éste, al tenor de las siguientes:

CONSIDERACIONES

Se le denomina asbesto a un grupo de minerales del tipo silicato que son


separados en fibras. Durante muchos años, el asbesto fue considerado uno de los
mejores aislantes descubiertos por el hombre. Sus particularidades lo hacen
resistente al calor, la tracción y a algunas sustancias químicas.

Sin embargo, se observó que aquellos trabajadores que lo habían utilizado en sus
labores diarias comenzaron progresivamente a enfermarse de las vías
respiratorias. Su respiración se dificultó, algunos presentaron cáncer y otros
murieron.

Los científicos se percataron que las fibras ingresan en las vías respiratorias y,
como el organismo no puede disolverlas, se depositan en los pulmones. Tras un
período de latencia, el mineral provoca desde inflamaciones crónicas hasta cáncer
de pulmón, mesotelioma y asbestosis (fibrosis pulmonar), así como placas,
engrosamientos y derrames pleurales. También se ha demostrado que provoca
cáncer de laringe y, probablemente, otros tumores malignos[1].

De todas estas enfermedades el mesotelioma maligno es un tipo de cáncer de la


pleura causado por las fibras del asbesto, es una de las más graves, y su
tratamiento de los más costosos.

El contacto con la población, en general, se tiene principalmente a través de la


utilización de aparatos domésticos y dentro los materiales para la construcción,
desconociendo su condición de sustancia cancerígena; pero además el riesgo
aumenta cuando los asentamientos humanos colindan con las fábricas que
utilizan asbesto en sus procesos de producción.

Por cuestiones ambientales, el asbesto no se explota en nuestro país, por lo que se


importa de otros países para ser maquilado. Las industrias del asbesto llegaron a
México en 1970, a raíz de que Estados Unidos empezó a cerrar sus plantas
debido a las demandas millonarias que interpusieron los trabajadores por daños a
la salud.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, México importa asbesto o amianto en


fibra y en roca, de cuatro países: Brasil, Canadá, Zimbawe y Sudáfrica. Después,
los productos hechos se exportan principalmente a Estados Unidos[2].

El asbesto es utilizado para manufacturar más de tres mil productos, según


información de la Coordinación de Minería, perteneciente a la referida
dependencia federal. Desde la fabricación de balatas, láminas y tinacos, textiles,
guantes, impermeabilizantes, elaboración de las cubiertas para cables eléctricos y
sellos para la industria manufacturera, así como en la industria refinadora de
azúcar, en las cubiertas de las calderas de miles de fábricas, aeropuertos, hasta en
talleres de carpintería, utilizan este material[3].

La Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene identificado el asbesto como


un elemento cancerígeno desde 1986, y estima que sus efectos arrojarán en poco
menos de 20 años miles de enfermos.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 100.000 personas


mueren cada año a causa de trabajos vinculados a la exposición al asbesto[4].

En los países en desarrollo no se tiene cuantificado el daño de la exposición a las


fibras de asbesto, según informes de la OIT, esto es debido a la ineficiencia o la
inexistencia de mecanismos en materia de registro y notificación de los
accidentes y las enfermedades del trabajo, así como el hecho de que la gran
mayoría de los trabajadores se encuentran en el sector informal de la economía,
sobre el cual, debido a su naturaleza, se dispone de muy pocos datos.

Actualmente existe la tecnología para sustituir el asbesto en los procesos de


fabricación, a través de fibras vegetales y sintéticas, como por ejemplo el
fibrocemento o la fibra de vidrio. No obstante, la industria transformadora se
rehúsa a ello al sostener que ello elevaría costos y produciría pérdida de
utilidades y por tanto de empleos.

Ante esta realidad, se han realizado a nivel internacional varias declaraciones y


recomendaciones. Así, el Criterio de Salud Ambiental N° 203/98 de la OMS,
señala que el asbesto es nocivo para la salud, y sus efectos crónicos son
independientes de la dosis; el Convenio N° 162/86 de la OIT, recomienda que
siempre que sea posible el asbesto debe ser sustituido por tecnologías menos
nocivas, y su Convenio N° 139/74, se refiere a la “prevención y control de los
riesgos profesionales causados por agentes cancerígenos”; el veredicto de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), respecto una disputa entre Canadá y
Francia, por las medidas impuestas por ésta, para la prohibición del amianto y de
los productos que contienen amianto, incluida la prohibición de las importaciones
de esos productos, ha validado que “…los Miembros de la OMC tienen derecho a
determinar el nivel de protección sanitaria que consideren apropiado para una
situación dada…”; además la Declaración de Dresde en el año 2004 señala “el
asbesto sigue siendo la mayor sustancia tóxica cancerígena en los lugares de
trabajo”.

En este sentido, más de 40 naciones han prohibido su uso[5], incluidos la


totalidad de los miembros de la Unión Europea, la variedad anfiboles en 1991 y
resolvió terminar con la crisotilo para 2005; y en América Latina, Chile lo hizo a
través del Decreto N° 656, en el 2000; Argentina en el 2001, Uruguay dos años
después, y otros países han iniciado procesos de consulta para conseguir dicha
prohibición. Caso paradigmático es el de Brasil, uno de los principales
exportadores de asbesto, en donde los Estados de Sao Paolo y Mato Grosso del
Sur, habían prohibido su utilización, pero el Supremo Tribunal de Justicia
declaró ambas leyes inconstitucionales pues la facultad es del ámbito federal. En
dicho país, la batalla continúa.

En México, la Norma Oficial Mexicana, NOM-125-SSA1-1994 Que establece


los requisitos sanitarios para el proceso y uso de asbesto, posibilita la utilización
de estas fibras en cualquiera de sus variantes, aún después de reconocer quela
“fibra mineral que puede provocar daños a la salud de la población expuesta, por
sus características fisicoquímicas, nivel de concentración y tiempo de exposición,
la cual es capaz de contaminar el medio ambiente…”, que “se incluye además
dentro de los carcinógenos químicos comprobados ocasionando carcinoma
broncogénico y mesotelioma pleural ”, así como, que es posible que el riesgo se
traslade a “…la población circunvecina a los establecimientos que procesan con
fibras de asbesto.”

Y aún cuándo dicha norma oficial exige unos estándares de sanidad en los
establecimientos, además de un seguimiento clínico de los trabajadores, recientes
investigaciones indican que ni los primeros ni los últimos son cumplidos por los
empresarios o sancionados por la autoridad responsable[6].

Según las investigaciones de un grupo de especialistas[7], el número de muertes


por mesotelioma pleural en México de 1979 a 2005 es de 1346 casos, el 64%
(860) en hombres y 36% (477) en mujeres; y de 1998 a 2000 se duplicaron los
casos con respecto a los años anteriores con un incremento de más de 120 casos
por año a partir del 1998.

En base a un estudio de 2004-2007 calcularon que existe un subregistro de casos


de mesotelioma en los certificados de defunción del 70%, es decir al año
deberían estarse reportando alrededor de 500 casos a nivel nacional[8].De los
cuales un 80% son atribuidos a exposición ocupacional al asbesto, y sólo 4 se han
reconocido como cánceres ocupacionales en los últimos 25 años por parte del
IMSS. El restante 20% de estos casos está relacionado con una exposición
ambiental al asbesto (como son poblaciones que viven aledañas a las industrias
del asbesto o usandiferentes productos con asbesto) y en la exposición indirecta o
paraocupacional de las familias de los trabajadores que se llevaban las ropas de
trabajo a sus casas para su lavado.

En México, en el 2005, se calculó que el costo médico directo durante el primer


año de tratamiento fue de $90, 625 pesos, con un valor mínimo de $5,531 pesos y
un máximo de $368,236 pesos. Lo que significa que por 500 casos de
mesotelioma estimados por los investigadores en el año 2005, los costos de la
atención médica al año atendidos en el sector salud a costos del 2005 fueron de
$45, 312,500 pesos.

Los resultados de sus estudios señalan contundentemente un incremento de la


mortalidad por mesotelioma pleural relacionada con la importante elevación de la
utilización del asbesto en México desde los años setentas, por lo tanto, el
gobierno mexicano tiene la responsabilidad de enfrentar esta catástrofe médica.
En las naciones anteriormente señaladas, los procesos de prohibición han sido
graduales, para permitir a la industria la sustitución paulatina evitando pérdidas
económicas. Y en todas ellas, los beneficios son evidentes, por cuanto se elimina
el riesgo de exposición de trabajadores, familiares y ciudadanos en general, pues
si bien ningún sustituto tiene la versatilidad del asbesto, continuar con su uso se
paga con vidas humanas y costos sociales y en salud de la población expuesta.

Por todo ello resulta necesario realizar un análisis sobre la situación sanitaria en
la que el país se encuentra, una proyección sobre los efectos en la población y en
la estructura sanitaria estatal, para proponer las estrategias que pudiesen
desplegarse desde el aspecto regulatorio, jurisdiccional y político con miras a
conseguir la prohibición del uso en el país del asbesto y sus derivados.

Por todo lo anteriormente expuesto, se somete a la consideración del Pleno de


esta Soberanía, el siguiente:

Punto de acuerdo de urgente y obvia resolución por el que el Senado de la


República exhorta al Ejecutivo Federal para que a través de la Secretarías
correspondientes se de a conocer la siguiente información para
poder analizar la situación sanitaria que se ha generado en el país por la
utilización del asbesto, en todas sus variantes, debido a las propiedades
cancerígenas de éste:

Primero.- El Senado de la República solicita al Ejecutivo Federal, a través


de la Secretaría de Economíaun listado respecto a las importaciones de
asbesto a México, que indique la cantidad en kilos o toneladas por año y
precio de compra. Así como los países a los que México les compra, el listado
de las empresas que importan asbesto a México y el promedio anual de
trabajadores empleados por estas empresas en la última década.

Segundo.- El Senado de la República solicita al Ejecutivo Federal, a través


de la Secretaría de Economía, un listado respecto de las exportaciones de
productos manufacturados con asbesto, de  México a otros países, refiriendo
el tipo y cantidad de  productos; así como cuáles son los países a los que
México les exporta, el listado de las empresas instaladas en México que
exportan productos con asbesto y promedio anual de trabajadores
empleados por estas empresas en la última década.

Tercero.- El Senado de la República solicita al Ejecutivo Federal, a través de


la Secretaría de Salud, información relativa a la mortalidad por
mesotelioma pleural o tumores de pleura.
Cuarto.- El Senado de la República solicita al Ejecutivo Federal, a través de
la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, un listado
de las empresas que manejan o manejaron asbesto con licencia de
funcionamiento y de aquéllas que importan asbesto, y el promedio anual de
trabajadores empleados por estas empresas en la última década.

Quinto.- El Senado de la República solicita al Ejecutivo Federal, a través de


la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, las medidas o planes diseñados
para prevenir daños y proteger la salud de la población laboralmente
expuesta a fibras de asbesto, los estándares internacionales que se siguen al
respecto, el listado de las empresas del asbesto que han sido inspeccionadas,
y la periodicidad con las que se realizan estas inspecciones, de 1979 a la
fecha.

SEN. HUGO ANTONIO LAVIADA MOLINA

Pleno del Senado de la República, a 24 de marzo de 2010

1 OMS, Environmental Health Criteria 203: Chrysotile Asbestos, Geneva, World


Health Organization; 1998. OMS, Environmental Health Criteria 53: Asbestos
and Other Natural Mineral Fibres, Geneva, World Health Organization, 1986.

2 NIETO, Fabiola, Fortuna: Negocios y


Finanzas, http://revistafortuna.com.mx/opciones/archivo/2005/diciembre/htm/asb
esto_bomba_tiempo.htm (consultado el 9 de septiembre de 2009).

3Idem.

4 OIT, Asbesto una amenaza


latente, http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Media_and_public_informatio
n/Feature_stories/lang--es/WCMS_076581/index.htm (consultado el 9 de
septiembre de 2009).

5 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Eliminación de las


enfermedades relacionadas con el amianto, Document Production Services de la
OMS, Ginebra, Septiembre, 2006, p. 2.

6 De igual manera, la NOM-010-STPS-1999, Condiciones de seguridad e higiene


en los centros de trabajo donde se manejen, transporten, procesen o almacenen
sustancias químicas capaces de generar contaminación en el medio ambiente
laboral, establece límites máximos permisibles de exposición a contaminantes del
medio ambiente laboral, y las connotaciones pertinentes que se relacionan con los
apartados de clasificación de carcinógenos, sustancias de composición variable,
límites máximos permisibles de exposición para mezclas, y partículas no
especificadas de otra manera.

7 AGUILAR MADRID, y otros, Globalization and the transfer of hazardous


industry: Asbestos in Mexico, 1979-2000,International Journal of Occupational
and Environmental Health, Vol 9, No 3 (2003).

8 El Instituto Nacional de Cancerología, se ha pronunciado en el mismo sentido.


Citado en http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=200610

También podría gustarte