Alanis Soriano Camila Bizancio Areal2

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Imperio Romano de Oriente

Bizancio
Constantinopla fue fundada en el año 324 por el emperador Constantino y con su
fundación comenzó la separación de los Imperios occidental y oriental. Con la división
imperial de Teodosio a finales del siglo IV, se podría decir que comenzó el mundo
bizantino, aunque muchos afirman que hubo una continuidad cultural que con el paso del
tiempo adquirió una personalidad propia hasta definir lo que se conoce como arte
bizantino. Este arte se definió por tres elementos fundamentales, a saber, la influencia
paleocristiana (cristianismo antiguo) oriental, el arte oriental no cristiano y la influencia de
Roma. Bizancio se consideró heredero directo de las tradiciones del mundo griego y
continuó un estilo de larga duración hasta la toma por los turcos en 1453.

El estudio del arte bizantino se ha dividido en varias etapas, la primera edad de oro (siglo
VI-VII), el período iconoclasta (año 726-843), la segunda edad de oro (siglo IX-XII) y la
tercera edad de oro (finales del siglo XII hasta el año 1453).

La primera edad de oro corresponde a la continuidad con el arte paleocristiano. La obra


maestra de este período fue la basílica de Santa Sofía, fundada anteriormente por el
emperador Constantino, siendo destruida en el 532. Desde allí comenzó su reconstrucción
y sus arquitectos fueron Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto (griegos). Su intención
buscaba crear una obra grandiosa con más innovaciones técnicas, en ella se representa la
síntesis entre la tradición clásica y oriental. Se concibe como la gran iglesia del emperador
y contiene todos los elementos de la magnificencia cortesana a la vez que unifica todas las
tradiciones arquitectónicas de la Antigüedad: la tradición oriental de la arquitectura
mesopotámica, persa y siria se funde con las tradiciones constructivas griegas, romanas y
paleocristianas, además de las adiciones musulmanas. A su vez, Santa Sofía va a ejercer
una gran influencia en la arquitectura posterior del Románico y del Renacimiento.
El edificio es una planta cuadrada con una gran nave central, naves laterales más
estrechas, cabeceras semicirculares y un atrio. Asistimos a una revaloración de la cúpula y
de las estructuras abovedadas con un carácter simbólico religioso.

La cúpula se convierte en el elemento principal de las iglesias, es el centro y el culmen de


la construcción. Se utiliza para cubrir el corazón del edificio en las plantas centrales, pero
también en los tramos de las naves centrales y laterales en otros tipos de plantas. Es
semiesférica como la romana y puede ser mostrada al exterior o no. Representa el
espacio celestial sobre el cual reina Cristo, que a menudo aparece en su clave como
Pantocrátor bendiciendo. La luz que ingresa por su tambor o por la misma curvatura de la
cúpula crea un efecto mágico como si estuviera suspendida flotando sobre nuestras
cabezas.

Se destaca un espacio interior con una impresionante decoración de mosaicos y mármoles


a la altura de un gran emperador. En contraposición con un exterior de una destacada
sobriedad donde se coloca la atención en el juego de volúmenes dominado por la gran
cúpula central. Los arquitectos supieron transmitir la grandeza del gobernante con un
monumental edificio de gran perfección técnica y armoniosa.

El legado que nos deja el imperio bizantino lo podemos encontrar en la basílica de Santa
rosa de Lima.

http://eclecticabuenosaires.blogspot.com/2010/11/presencia-bizantina-en-
balvanera.html?m=1

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