sospechó que el hijo del vecino se la había robado. Cuando veía pasar al niño, el niño tenía apariencia de haber robado un hacha; cuando escuchaba sus palabras, oía a un niño que había robado un hacha. Todos los actos y modales del niño indicaban que era el ladrón.
Más tarde, mientras cavaba una zanja, el
hombre encontró el hacha perdida. Al día siguiente vio de nuevo al hijo del vecino, pero en sus actos y modales no había rastros del niño que había robado un hacha. El niño no había cambiado, sino el hombre. Y el único motivo de ese cambio radicaba en su sospecha.
(Cuento tradicional chino)
Versión de Warren Horton Stuart Moraleja: Sin pruebas no debemos sospechar.
------------------------------------- La injusticia de la mera sospecha
Un hombre perdió un hacha. De inmediato
sospechó que el hijo del vecino se la había
robado. Cuando veía pasar al niño, el niño tenía
apariencia de haber robado un hacha; cuando
escuchaba sus palabras, oía a un niño que había
robado un hacha. Todos los actos y modales del
niño indicaban que era el ladrón.
Más tarde, mientras cavaba una zanja, el
hombre encontró el hacha perdida.
Al día siguiente vio de nuevo al hijo del vecino,
pero en sus actos y modales no había rastros
del niño que había robado un hacha. El niño no
había cambiado, sino el hombre. Y el único
motivo de ese cambio radicaba en su sospecha.
La injusticia de la mera sospecha
Un hombre perdió un hacha. De inmediato sospechó que el hijo del vecino se la
había robado. Cuando veía pasar al niño, el niño tenía apariencia de haber robado un hacha; cuando escuchaba sus palabras, oía a un niño que había robado un hacha. Todos los actos y modales del niño indicaban que era el ladrón. Más tarde, mientras cavaba una zanja, el hombre encontró el hacha perdida. Al día siguiente vio de nuevo al hijo del vecino, pero en sus actos y modales no había rastros del niño que había robado un hacha. El niño no había cambiado, sino el hombre. Y el único motivo de ese cambio radicaba en su sospecha. (Cuento tradicional chino) Versión de Warren Horton Stuart Moraleja: Sin pruebas no debemos sospechar.
Cuando en el pueblo de iping una ciudad inglesa donde una serie de incidentes criminales han sucedido en las casas de los habitantes los testigos afirman que no logran ver nada mientras que llega un hombre misterios durante