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La psicología social en la clínica

Esquema.

1. Establecimientos de Juicios Clínicos.


1.1. Correlaciones ilusorias
1.2. Retrospección y exceso de confianza.
1.3. Diagnósticos auto confirmatorios.
1.4. Predicción clínica frente a la predicción estadística.
2. Cognición social en las conductas problemas.
2.1. Cognición social y depresión.
2.2. Cognición social y soledad.
2.3. Cognición social y ansiedad.
3. Rompiendo círculos viciosos.
4. Apoyo social y bienestar.
4.1. Relaciones cercanas y salud.
4.2. Relaciones cercanas y bienestar.
5. Relación entre la psicología social y la clínica.
1. Establecimientos de Juicios Clínicos.

1.1. Correlación ilusoria.

Algunos estudios evidencian que los individuos pueden sobreestimar la


correlación que existe entre dos factores que son distintivos y diferentes de los
demás, entendiéndose entonces la correlación ilusoria como aquel fenómeno en el
cual se percibe la relación entre variables tales como como personas,
acontecimientos o conductas, incluso cuando es inexistente esta relación entre
factores, lo que genera desarrollar estereotipos negativos hacia algunos grupos
según lo postulado por Mullen y Johnson (1990) . Además es uno de los errores
que se cometen frecuentemente al aplicar el heurístico de disponibilidad ya que
según lo explicado por Tversky y kahneman en 1973 En este caso aquella
información disponible recordada con mayor facilidad representan una fuerte
asociación de los sucesos lo que a su vez conlleva al sujeto a sobreestimar la
frecuencia con la que ocurre. Siendo este mecanismo de correlación ilusoria el
origen de los estereotipos en función de diversos estudios como el de Hamilton y
Rose (1980) al describir que los estereotipos pueden llevar a la gente a esperar
ciertos grupos y rasgos a encajar entre sí, y luego a sobreestimar la frecuencia
con la que ocurren realmente estas correlaciones.

Por otra parte, este término fue acuñado originalmente por Chapman y Chapman
(1967) para describir las tendencias de las personas a sobrestimar las relaciones
entre los dos grupos cuando se presenta la información distintiva e inusual. El
concepto fue utilizado para cuestionar las afirmaciones sobre el conocimiento
objetivo en psicología clínica a través de refutación Chapman de muchos de los
clínicos ampliamente usados signos Wheeler de la homosexualidad en las
pruebas de Rorschach.

1.2 Retrospección y exceso de confianza.


El sesgo de retrospección de Rosy designa la tendencia de los agentes a valorar
los eventos y situaciones pasadas como mejores de lo que realmente han sido, y
como cualitativamente mejores a los eventos del presente. Haciendo referencia al
refrán de que “todo tiempo pasado fue mejor”, no obstante, que un individuo ha
experimentado experiencias vitales pelinificantes o placenteras en el pasado no
corrobora que el tiempo histórico en el que se hayan vivido, entendido como un
todo, sea cualitativamente mejor que la época presente.

De este modo, recordamos tiempos pasados como si fueran mejores que los
actuales, remitiéndonos a momentos concretos y no a un cómputo global del
bagaje de nuestras vidas. Además, tendemos a magnificar dichos momentos, por
el efecto de congruencia con el estado de ánimo de tal manera que los
recordamos más bellos de cómo los vivimos en el pasado. De hecho, este sesgo
es llamado también efecto color de rosa, pues nuestra visión de estos recuerdos
está teñida de un filtro carmesí que es típico de las expresiones relativas a dicho
color.

1.2. Diagnósticos autoconfirmatorios.

Para introducirse en este tema primero se debe remontar a la década de 1960,


cuando el psicólogo cognitivo Peter Cathcart Wason realizó una serie de
experimentos con los que demostró que las personas tienden de forma natural a
buscar información que confirme sus creencias existentes. Lo que representa un
impedimento u obstáculo la para la percepción objetiva del mundo.

Un ejemplo empírico de ello podría ser el siguiente: una persona mantiene la


postura de que aquellos infantes que reciben lactancia materna presentan una
inteligencia mayor en relación de aquellos que fueron alimentados con leche
artificial. De modo que en cada caso que un niño obtenga altas puntuaciones
académicas destacará esta evidencia que respalde su creencia, y obviara la
presencia de todos los niños que obtengan el mismo nivel de puntuaciones
sobresalientes que hayan sido alimentados con leche de sustitución. Este
individuo incluso podría buscar pruebas científicas que respalden aún más este
pensamiento, mientras descarta los ejemplos que no respaldan la idea.

Esto es un sesgo de confirmación, un tipo de sesgo cognitivo que implica la


tendencia a buscar y considerar de forma más intensa y selectiva aquella
información que confirme lo que ya se cree. Por lo tanto, se interpreta únicamente
aquellos hechos que básicamente respalden nuestras opiniones previas. Se trata
de un prejuicio cognitivo que nos incita a seguir de acuerdo con nuestras
creencias para así evitarle al sujeto entrar en contradicción consigo mismo.
Causando como consecuencia: la falta de criterio, la búsqueda de información de
forma sesgada, tendencia al prejuicio, recuerdos selectivos, y provoca que una
persona sea mas frecuente a emitir un juicio erróneo

Es por ello que la presencia de este sesgo en un ambiente de evaluación


psicológico, es sumamente grave ya que la emisión de cualquier diagnostico se
verá totalmente descreditado por la ausencia de un juicio objetivo, tal como lo dicta
la ciencia del comportamiento, donde la búsqueda de información será
condicionada por la atención del psicólogo entorno a esos detalles que de alguna
manera corroboren la teoría previa que tiene sobre el padecimiento del
consultante, estableciendo una relación inexistente, e incluso los recuerdos sobre
la consulta llevada a cabo también se verán manipulados por este sesgo. Por lo
cual este análisis será errado a través de la influencia de la subjetividad del
evaluador al emitir un diagnostico e incluso un método de abordaje que en la
realidad empírica no guardan ninguna relación con el paciente.

1.4. La predicción clínica frente a la predicción estadística.

“La predicción es una de las cogniciones que entraña mayor complejidad. Se


requieren, por ello, diversas condiciones. En primer lugar, activar la capacidad de
representación mental. En segundo lugar, disponer de la suficiente flexibilidad
como para cambiar de opinión en función de la nueva información recibida. Y en
tercer lugar, disponer de la complejidad cognitiva suficiente para incorporar
múltiples variables, interrelacionarlas e integrarlas, así como inferir intuitivamente
proyecciones útiles para la predicción de comportamientos futuros” (Ibáñez y
Maganto, 2009).

De este modo, se considera que independientemente de las metodologías


utilizadas, tanto las alternativas de actuación pronostica desde el plano clinico
como desde el plano estadístico, ofrecen procedimientos y técnicas que pueden y
deben ser utilizados de forma complementaria evidenciándose la interrelación
existente entre la predicción clínica como la estadística, de modo, y siguiendo
la idea planteada en el párrafo anterior, la información debe ser interpretada de
forma integral y global para emitir una predicción acertada.

De forma tal que los conocimientos administrados por medio del área de las
matemáticas tales como la probabilidad, son relevantes en los procesos de
estudios de la psicología, con el fin de lograr cumplir sus objetivos científicos tales
como la predicción de la conducta humana. Es decir, para que la psicología pueda
en su momento predecir y/o controlar la conducta es necesario que sea capaz de
hacer que todos los datos particulares que obtiene mediante la investigación sean
capaces de ser generalizados y de ahí poder inferir, con una tasa de certeza
suficiente, un comportamiento, acción o situación requieren de la probabilidad para
poder inferir resultados.

2. Cognición social en las conductas problema.


2.1. Cognición Social y Depresión.

Es importante no ignorar los factores sociales que podrían ser cruciales para el
desarrollo de una depresión. El estrés, por ejemplo, puede ser definido como el
conjunto de demandas sociales y presiones del medio que sobrepasan la
capacidad del individuo para ajustarse a las mismas. Dichas imposiciones
estructurales limitan la capacidad de acción y suponen una amenaza al equilibrio
psicológico, generando así un desbalance que traería consecuencias.

De igual forma, es importante tomar en cuenta factores como la alienación y la


autoestima. Un individuo alienado está despojado de su capacidad de influir sobre
su medio, ya que actúa en un vacío normativo, simbólico e interpersonal. La falta
de expectativas para transformar las circunstancias y sucesos adversos, la
incapacidad para predecir el futuro, la no existencia de normas sociales, la
ausencia de significado y propósito en la vida personal, así como el sentimiento de
separación y distanciamiento con respecto a sus ideas, acciones y sentimientos,
sujetos al control o decisión de otros, hunden sus raíces en las condiciones
sociales de existencia fijadas por la posición social.

Asimismo, la autoestima, como valoración de la identidad personal, depende de


las actitudes de los otros significativos: la autoimagen no se da en un vacío social,
sino que es a través de la interacción con otros como tomamos conciencia de
nosotros mismos. La identidad del yo y la autoimagen se dan en el proceso de
interacción simbólica entre las personas, el cual nos remite a las posiciones
sociales de los sujetos que interactúan y a la estructura social de la que forman
parte.

2.2. Cognición Social y Soledad.

​ Como los deprimidos, las personas crónicamente solas parecen verse envueltas
en un círculo vicioso de cogniciones sociales y conductas sociales
autoderrotadoras. Tienen algunos elementos del depresivo, y de esta forma
perciben sus interacciones como algo que provoca una pobre impresión en los
demás, se culpan a sí mismas por sus pobres relaciones interpersonales y ven la
mayor parte de las cosas como algo que está fuera de su control. Así mismo,
perciben a los demás de forma negativa. Se puede resumir en que la soledad, la
depresión y la timidez se retroalimentan. Estas visiones negativas pueden anublar
el panorama así como también la experiencia de la persona solitaria. La creencia
de que su inhabilidad social prevalece lo lleva a tener pensamientos y actitudes
pesimistas sobre los demás y además inhibe a la persona a actuar en función de
reducir su soledad, es decir que mediante estas series de creencias y
pensamientos que son correspondientes a la cognición social, generan como
resultados múltiples consecuencias, y una de las más frecuentes puede ser la
soledad en la vida del sujeto.

2.3. Cognición Social y Ansiedad.

Basándose en el planteamiento de que todo aquellas creencia o cogniciones


sobre un elemento determinado, representado en este caso por la sociedad, son
generadoros de ansiedad, es posible asegurar que la cognición social seria la
principal causa de estrés, siendo dos factores que se interaccionan y tienen una
influencia directa sobre el otro, ya que al conceptualizar la ansiedad como un
factor de adaptador defensiva, este elemento debe incorporarse como parte del
proceso general del estrés, cuyo proceso se caracteriza por desencadenarse tanto
a nivel biológico como psicológico, causado por demandas ambientales, bien sea
una pandemia o un reto profesional, exceden los recursos que tiene el individuo
para solventarlas, ocasionado danos en el caso de no satisfacer estas demandas.

​Si bien hay emociones positivas ligadas a determinados tipos de estrés, como el
entusiasmo ante un desafío con posibilidades de obtención de beneficios, las
emociones en el proceso de estrés son predominante negativas, como el enfado,
la culpabilidad o la ansiedad. De entre éstas, la ansiedad al ser el elemento mayor
caracterizado por la percepción de amenaza en la valoración de la relación
demandas-recursos es considerada como la más representativa del proceso de
estrés

En este proceso hay dos factores antecedentes: por un lado, las demandas
ambientales, que constituyen los estresores; por otro, el rasgo de ansiedad, como
característica psicológica individual ante las demandas. El proceso se
desencadena a partir de la valoración cognitiva responsable de analizar las
demandas y los recursos, y determinar las posibilidades de responder
satisfactoriamente, evitando daños. Cuando las demandas se valoran como
elevadas o excesivas para los propios recursos disponibles, se produce la
reacción de estrés, que se convierte en estado de ansiedad cuando la valoración
conlleva la anticipación de peligro. De esta forma, es importante resaltar que dicha
valoración se verá basada en las creencias que tengamos de la sociedad, es decir,
se puede concluir que todo aquello del ambiente de lo cual se haya construido una
creencia de amenaza por diferentes aspectos sociales, provocara algún grado
ansiedad.

3. Rompiendo círculos viciosos.


La vida se caracteriza por no ser un ciclo repetitivo, sino por encontrarse en
constantes cambios que son inevitables, ante los cuales frecuentemente el
comportamiento de los sujetos suele ser estrictamente rígida, ocasionando la
presencia de estrés y crisis, originado ante la ausencia de habilidades de
adaptación al resistirse al cambia. Este singular comportamiento al volverse
tornarse tan frecuente convirtiéndose en un habito suele conocerse como
“círculo vicioso”, el cual se define como un un esquema o patrón de
comportamiento fijo, caracterizado por la repetición de conductas que tienen
resultados perjudiciales predecibles, la presencia de excusas que sostienen la
conducta problemática, y una clara resistencia de esa conducta a ser
modificada.

Estos “círculos viciosos”, o conductas limitadoras repetidas tienden a aparecer


o producirse en contextos de gran importancia como las relaciones de pareja y
familia, y en el ambiente laboral, por lo que terminan afectando el rendimiento
óptimo del hombre en las diferentes áreas de funcionamiento, afectando su
capacidad para adaptarse a la sociedad al resistirse ante los cambios
permanentes.
4. Apoyo social y Bienestar.

El apoyo social es el conjunto de recursos humanos y materiales con que cuenta


un individuo o familia para superar una determinada crisis ya sea una enfermedad,
malas condiciones económicas, rupturas familiares, etc. Asimismo, es la
percepción de pertenecer a un grupo social en el cual se puede requerir ayuda
para superar alguna situación conflictiva y que el sujeto cuente con la certeza de
que será proporcionada.

La sensación de individuo de contar con algún tipo de apoyo, promueve el


mantenimiento de niveles óptimos para el bienestar emocional y también en el
plano físico, evitando a su vez el desarrollo de alteraciones a nivel psicológico
tales como la depresión, ansiedad o estrés. Evidenciando que al ser solventada
esta necesidad del ser humano al pertenecer a un grupo, por el cual se sienta
apoyado, provoca una serie de consecuencias positivas en dicho sujetos como
una mayor autoestima, e incluso, a través de estudios se ha demostrado que
puede generar una recuperación más veloz y satisfactoria tras una enfermedad.

5.1. Relaciones cercanas y salud.

La investigación psicosocial ha puesto de manifiesto la importancia de las


relaciones interpersonales como fuente de recursos esenciales para la promoción
de su salud y bienestar, a través de la movilización e intercambio de diversas
modalidades de apoyo social. Fundamento mediante diversos estudios indican
que existe un impacto significativo del apoyo social sobre indicadores de salud, lo
cual demuestra que un estado de salud deficiente es más probable en aquellas
personas que carecen de apoyo o lo perciben como deficiente, aumentado las
posibilidades de desarrollar algún tipo de enfermedad ya sea orgánica o
psicológico.
Actualmente, se evidencio que, además de las influencias genéticas, las familias
pueden afectar a la salud de sus miembros mediante dos niveles, el
psicofisiológico y el conductual:

▪ Punto de vista psicofisiológico, se hace referencia a los factores familiares


relacionados con el estrés. Es decir, los estresores que ocurren en una familia
afectan al estado emocional de los miembros dando lugar a cambios que
predisponen a la enfermedad. Si existe un buen funcionamiento en la familia, ésta
se convierte en el principal centro de apoyo social (por ejemplo, una mayor
cohesión, una mayor adaptabilidad y un menor conflicto se asocian, en general,
con una mejor salud física y psicológica) pero, ante la existencia de conflictos
familiares, constituye un estrés adicional para el sujeto provocando malestar.

▪Desde el punto de vista conductual, la familia es una agencia de socialización que


ejerce gran influencia en el individuo, especialmente en los primeros años de vida.
Mediante diversas estrategias como premios, aprobación, castigo, se transmiten
normas, actitudes y pautas de comportamiento. Así, algunos comportamientos
relacionados con la salud como pueden ser las dietas, el ejercicio, fumar o el uso
del alcohol son, en parte, aprendidos y mantenidos dentro de la familia., asimismo,
este factor que tiene una influencia sumamente importante en la rehabilitación de
alguna enfermedad o adicción, así como en la promoción de cambios en estilo de
vida de una persona. .

5.2. Relaciones cercanas y felicidad.

Aunque la felicidad es un concepto sumamente subjetivo, el cual es descrito de


diversas formas según la persona que lo define. Se conoce una serie de
elementos generales involucrados para alcanzar aquel equilibrio en la vida de un
ser tan complejo como el ser humano, entonces uno de los elementos posibles
son los hábitos saludables, conformados por la alimentación o ciclo de sueno
garantizando el mantenimiento de la energía, ritmos de trabajo, y desenvolverse
satisfactoriamente a nivel físico o motor, otro factor puede ser el cumplimiento de
constante de objetivos impuestos, así como las capacidades adaptativas del sujeto
para sobreponerse ante los cambios y poseer las habilidades o herramientas para
superar y enfrentar situaciones conflictivas.

Otro componente al que se le otorga una gran relevancia en términos de la


felicidad, es al entorno en el cual se desenvuelve el individuo, es decir, el
establecimiento de vínculos afectivos con otras personas, así como una
integración placentera en los diferentes ambientes dentro de los que se ve
involucrado, juegan un papel realmente significativo, ya que uno de los motivos de
consulta más frecuentes en el ejercicio profesional del psicólogo clinico, son los
conflictos para adaptarse a su ambiente, al no sentirse el paciente parte de un
grupo social, promueve un malestar real el cual expone en consulta. Por ello es
indudablemente recomendable el mantenimiento de relaciones que estimulen
emociones positivas en el paciente o cualquier individuo promedio, que tanto la
pareja, familia y amigos representen una fuente de gratificación promoviendo la
sensaciones de afecto, amor, y aceptación por el otro. Recordando que el humano
es un ser integral que necesita y que tanto su pensamientos, opiniones e incluso
concepciones de sí mismo, ya sean agradables o no se encuentran influenciadas
por su ambiente social.

En conclusión, los vínculos afectivos, la interrelación del sujeto con su entorno así
como la integración en el mismo, es uno de los competentes principales para
promover la felicidad. Haciendo importante de considerar que más allá de la
cantidad de amigos o relaciones, debe priorizarse la continuación de aquellas que
le proporcionen una sensación de bienestar a la persona, al sentirse comprendido
y valorado por otros.

5. Relación entre la psicología social y la clínica.

el humano es un ser biopsicosocial al cual es imposible estudiarlo como un ente


aislado, puesto que posee una gran diversidad de dimensiones que convergen
entre sí para constituir la psique del sujeto. En el ámbito clínico se busca estudiar
la conducta de los individuos a través de diferentes corrientes de investigación,
para comprender su comportamiento haciendo posible a través de una perspectiva
específica realizar un análisis y posteriormente emplear un método de abordaje
terapéutico que responda a las exigencias del paciente, siempre buscando su
bienestar.

Por lo tanto, es indudable la influencia que tiene el entorno en la construcción del


ser como sujeto apoyado por Alport 1954 " prácticamente todo comportamiento
humano es susceptible de alguna forma de influencia social ya sea actual,
imaginada o implícita", de tal modo que las condiciones ambientales pueden
determinar la adquisición y manteniendo de ciertos tipos de conductas o
determinar la instauración de rasgos de personalidad y características
individuales. De hecho, existen corrientes psicológicas que conciben el
comportamiento meramente como un producto de los estímulos externos. Por lo
que aspectos cómo la cultura, educación, tradiciones, así como el estilo de vida
dominante en una sociedad se encuentran involucrados en el moldeamiento de la
percepción, entiéndase como la forma de ver el mundo desde su propia
subjetividad, de toda una población. Por ello y aún más razones es necesario que
la psicología clínica adopte conocimientos proporcionados por el área social,
haciendo por dé más importante que todo psicoterapeuta posea algún tipo
formación en el área de la psicología social, por lo que dichos conocimientos no
pueden omitirse por cuánto forman parte de una de las múltiples de dimensiones
del ser humano, el cual involucra aspectos cómo la interrelación, la adaptación al
entorno, en dónde en muchos casos se transforman en las causas de los
conflictos manifestado por el paciente.

Además, para ser posible que el psicólogo diagnostique alguna conducta como
"anormal" debe observarse todas las características pertinentes al entorno en el
cual se desenvuelve diariamente ese individuo, para determinar si cumple o no
con el criterio sociocultural. Una conducta es considerada normal o anormal desde
el contexto que se esté observando, ya que en una cultura lo que es plenamente
aceptable puede ser anormal, evidenciando nuevamente la relación existente
entre ambas ramas de la ciencia del comportamiento humano. Por lo que se
puede concluir en que no existe una discrepancia significativa en cuanto al objeto
de estudio, de modo que los hallazgos generados en una especialidad específica
apoyan al desarrollo del trabajo en otras áreas.

Critica que se encuentra fundamentada por el autor por el psicólogo social David
G. Myers 9 (2003), al explicar ‘’La psicología clínica se apoya en los conocimientos
generados por la psicología social para el logro de sus metas de estudio, ya que
esta última se avoca a la explicación de conductas debidas al ambiente social y
cultural presente, como lo constituye el tipo de grupo al cual se pertenece
(sociedad y familia), en tanto que la primera se ocupa del diagnóstico y tratamiento
de los trastornos conductuales de los individuos en particular y no de un grupo o
una sociedad’’

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