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XIX CONGRESO LATINOAMERICANO DE HIDRÁULICA – CÓRDOBA 2000

ESTUDIO EXPERIMENTAL Y TEORICO


DE UNA PROTECCION DEL LECHO DE UN RIO DE MONTAÑA

José Daniel Brea, Angel N. Menéndez, Sergio Loschacoff


INA, Ezeiza, Argentina

Gustavo Salerno & Gabriel Amores


INMAC S.A., San Isidro, Argentina

RESUMEN
Se presentan los estudios experimentales y teóricos de una obra de protección para un
tramo del lecho del río Medina (Prov. de Tucumán, Argentina). Se trata de un río de
montaña, atravesado por un mineroducto proveniente del yacimiento Bajo La Alumbrera,
cuya construcción provocó la remoción de la coraza natural de protección. La obra,
consistente en mantas formadas por bloques de hormigón, fue ensayada en modelo físico
para determinar la configuración que ocasionara la menor erosión aguas abajo. La
variante seleccionada fue luego analizada teóricamente, validándose una metodología de
cálculo que permite estimar la profundidad máxima de erosión.

ABSTRACT
The experimental and theoretical studies about protection works for a stretch of Medina
River (Tucumán Province, Argentina) are presented. The problem is about a mountain
river, traversed by a mineral-carrying duct coming from Bajo La Aumbrera deposit, which
construction produced the remotion of the natural protección armour. The woks consists of
carpets made out of concrete blocks. They were tested in a physical model to determine
the configuration causing the minimum erosion downstream. The chosen variant was later
analyzed from a theoretical point of view, from which a methodology was validated that
allows estimating the maximum erosion depth.
INTRODUCCIÓN

La empresa INMAC S.A. fue encomendada con la tarea de diseñar e implementar una
obra de protección, frente a erosión generalizada durante las crecidas, para un tramo del
lecho del río Medina (Prov. de Tucumán, Argentina), por debajo del cual (a
aproximadamente 1,50 m) cruza un mineroducto proveniente del yacimiento Bajo La
Alumbrera. La coraza natural de protección del lecho había sido removida, precisamente,
durante los trabajos de tendido del mineroducto, de modo que comenzaron a observarse
fenómenos de erosión. INMAC S.A. desarrolló la idea del tipo de obra de protección y
contrató al INA para llevar a cabo los estudios básicos que garantizaran su
funcionamiento y, al mismo tiempo, que permitieran establecer una metodología de
cálculo para el diseño de este tipo de obras.

El ancho del cauce en la zona de estudio alcanza, durante las crecidas, alrededor de 500
m, transportando caudales máximos del orden de los 3000 m3/s. La obra de protección
consta de una manta formada por bloques de hormigón, de 0,75 m de lado, vinculados
entre sí por cables de acero (figura 1). Cada manta tiene una longitud de 8,60 m en la
dirección del flujo y 31,3 m en la dirección transversal (colocándose las necesarias para
cubrir todo el ancho del cauce). Se ubican dos mantas en serie en la dirección
longitudinal, sin vinculación entre sí.

Figura 1 Esquema de la manta de protección

ESTUDIO EXPERIMENTAL

En el LHA del INA (Loschacoff & Brea 1999) se llevaron adelante estudios en modelo
físico a fondo móvil para determinar la forma más adecuada de protección. Al ser el
fenómeno en estudio típico de una obra en ríos, con predominio de las fuerzas de
gravedad e inercia, se trató de un modelo froudiano, con una escala de longitudes igual a
25. Asimismo se representaron sin distorsiones los procesos de inicio de arrastre y
transporte sólido de los elementos del material del lecho y de los de protección, a partir de
establecer la igualdad de los números de movilidad en prototipo y modelo, y de trabajar
con distribuciones granulométricas similares.

El caudal máximo a ensayar fue de 3000 m3/s en el río, que corresponde a una velocidad
media del escurrimiento cercana a 5 m/s.

Se analizaron cuatro variantes de rpotección:

1. Dos mantas apoyadas directamente sobre el lecho (figura 2).


2. Idem 1, con el agregado de un umbral ubicado a 8 m aguas abajo del borde de la
segunda manta (figura 3).
3. La primera manta (que cubre el conducto) en igual posición que en la configuración 1,
y la segunda se empotrada, de modo que su parte superior quede a nivel del lecho
(figura 4).
4. Idem 3, pero se reemplazaron las mantas por otras en las cuales los bloques sólo se
usan para conformar un marco y su interior se rellena con enrocado de diámetro medio
de 0,65 m (figura 5).

Para todas las variantes se produjo un foso de erosión al pie de la protección, salvo para
la segunda, en la cual el foso de erosión se generó aguas abajo del umbral. Además, en
todos los casos se elevó el nivel del lecho aguas arriba de la primera manta, hasta
alcanzar la cota superior de los bloques.

Figura 2 Condición inicial y final para la Variante 1 Figura 3 Condición inicial y final para la Variante 2

Figura 5 Condición inicial y final para la Variante 4


Figura 4 Condición inicial y final para la Variante 3
En el caso de la variante 1 la erosión condujo a un descalce de la segunda manta (figura
2). La profundidad máxima final del foso de erosión (referida al nivel superior de la primera
manta) fue de 3,90 m. Para la variante 2 prácticamente no hubo cambio en el lecho hasta
la ubicación del umbral (figura 3), pero la profundidad máxima de erosión llegó, en
algunos sectores, prácticamente hasta la profundidad de hinca. La variante 3 mostró
estabilidad a lo largo de toda la zona de protección (figura 4). La erosión máxima final
(referida al nivel superior de la segunda manta) fue de 1,70 m. Finalmente, la variante 4
condujo a resultados similares a los de la anterior, con una profundidad máxima de
erosión (también referida al nivel superior de la segunda manta) menor, de 1,42 m (figura
5). Pero se produjo una extracción de las piedras que rellenaban el interior de los marcos
y una consecuente erosión de alrededor de 0,70 m.

A partir de estos resultados se concluyó que las variantes 3 y 4 mostraban un


comportamiento estable, en el sentido de generar erosiones locales controladas, es decir,
sin descalce de la protección y con profundidades máximas tolerables. De entre las dos,
la variante 3 fue elegida como la más adecuada, debido a la menor necesidad de
mantenimiento, e implementada entonces en el prototipo. En la figura 6 se presenta una
vista de la obra luego de finalizada la construcción del 50%.

Figura 6 Vista de la obra desde margen derecha

ESTUDIO TEORICO

Dada la posible utilización de este tipo de protección en casos similares, se consideró


conveniente proceder a un análisis teórico del problema de erosión local asociado, de
modo de contar con metodologías de cálculo probadas.

Profundidad de erosión para aguas claras

Se analizaron una serie de fórmulas para la profundidad de erosión de equilibrio en aguas


claras, correspondientes a casos que guardan cierta similitud con el funcionamiento del
sistema de protección de la variante 3, es decir, en los cuales los fenómenos físicos en
juego pueden asimilarse a los del caso estudiado. Es pertinente remarcar que no existe
una fórmula universal de erosión, capaz de abarcar los diferentes tipos de flujo aguas
abajo de estructuras hidráulicas (Hoffmans & Verheij, 1997).

En primer lugar, la variante 3 de protección puede ser asociada al problema de una


estructura hidráulica de baja caída; más específicamente, a un umbral de cresta ancha,
en la cual la primera manta juega de umbral y la segunda de protección efectiva, tal como
se ilustra en la figura 7.

En el caso de erosión al pie de estructuras de baja caída, se han desarrollado fórmulas


para la profundidad de erosión de equilibrio en base a experiencias en modelos físicos, de
pequeña escala, casi siempre limitadas a sedimentos gruesos. La falta de datos de campo
ha limitado el uso de estos resultados con fines prácticos (Breusers & Raudkivi 1991).
Dietz (Hoffmans & Verheij 1997) propuso la siguiente expresión para la profundidad de
erosión de equilibrio ym,e:

y m ,e ωU 0 − U c
= (1)
h0 Uc

donde ho es el tirante inicial, U0 la velocidad media de flujo incidente, Uc la velocidad


media crítica de erosión y ω un coeficiente de turbulencia, que puede expresarse como

ω = 1 + 3r0 (2)

donde r0 es la intensidad relativa de la turbulencia. En el presente problema se tiene que


h0 = 1,2 m y U0 = 5 m/s. Además, el diámetro medio del sedimento (d50) es de 8,5 cm.
Para ese tamaño, el valor crítico del parámetro de Shields para inicio del arrastre vale θc =
0,55 (van Rijn 1993), de donde surge que la velocidad de corte crítica es u*c = 0,28 m/s.
Tomando el valor del coeficiente de rugosidad de Manning n = 0,032 (Loschacoff & Brea
1999), se llega entonces a Uc = 2,91 m/s. Para calcular la intensidad relativa de la
turbulencia y, en consecuencia, el coeficiente de turbulencia ω, se dispone de la siguiente
fórmula, obtenida por Hoffmans & Booij (1993) para flujo subcrítico:

−2 −1, 08
⎛ D⎞ ⎛ L − 6D ⎞ g
r0 = 0,0225⎜⎜1 − ⎟⎟ ⎜⎜ + 1⎟⎟ + 1,45 (3)
⎝ h0 ⎠ ⎝ 6,67h0 ⎠ C2

donde C es el coeficiente de Chezy de la protección, D la altura del umbral, g la


aceleración de la gravedad y L la longitud de la protección. La fórmula vale cuando L > 6D
(que es la distancia típica de re-adherencia del flujo luego de la separación aguas abajo
del umbral). Para el presente problema se tiene que D = 0,75 m y L = 8,75 m (> 6D).
Figura 7 Esquema del flujo sobre un umbral

Para calcular la resistencia hidráulica que presenta la protección, se tuvo en cuenta que
está compuesta por bloques cuadrados de 0,75 cm. Si se usa este valor como
representativo de la altura de rugosidad en la fórmula de Strickler (van Rijn 1993), se
obtiene un valor del coeficiente de Manning de 0,030, muy similar al del cauce, de donde
surge que C = 32. Aplicando, entonces, la ecuación (2.5) al presente problema, se llega a
que r0 = 0,34 y, entonces, ω = 2,02. Reemplazando los valores obtenidos en la ecuación
(1) se llega a ym,e = 3,08 m.

En segundo lugar, el problema puede ser asimilado al de un chorro que, luego de


atravesar una manta de protección, se pone en contacto con un fondo móvil (figura 8,
Mohamed & McCorquodale 1992).

Figura 8 Esquema del flujo de un chorro sobre un fondo móvil

Bormann & Julien (Hoffmans & Verheij 1997) realizaron una investigación teórica sobre
estructuras de control de niveles (“grade-control structures”), para las cuales el resalto
hidráulico que se forma es del tipo sumergido. En base a la difusión del chorro en dos
dimensiones y la estabilidad de las partículas, obtuvieron la siguiente expresión para la
profundidad de erosión de equilibrio:

K b q 0,6 U 1 sin θ
y m ,e = − Dp (4)
(2 g∆) 0,8 d 90
0, 4

donde Dp es la caída de la estructura de control, U1 la velocidad del chorro, θ el ángulo del


chorro (con respeto a la horizontal) cerca de la superficie, g la aceleración de la gravedad
y ∆ la densidad relativa. El coeficiente Kb es función de θ y del ángulo de reposo del
material φ :
0 ,8
⎛ sin φ ⎞
K b = c d ⎜⎜ ⎟⎟
2
(5)
⎝ sin (φ + θ ) ⎠

siendo cd = 1,8. La fórmula (4) ha sido calibrada experimentalmente con ensayos a gran
escala. Para el presente problema se tiene que Dp = 0 m, U1 = U0 = 5 m/s, ∆ = 1,65 m/s, θ
= 30º y φ = 25º, con lo cual la ecuación (4) da ym,e = 1,51 m.

La expresión de Fahlbusch (Hoffmans & Verheij 1997) para predecir erosiones aguas
abajo de presas es:

y m ,e = c 2v q U 1 sin θ / g − ht (6)

Esta fórmula ha sido verificada con datos de modelo y prototipo. Sobre el banco de datos
disponible (100 mediciones, aproximadamente), el autor determinó un valor promedio c2v
= 2,79, mientras que para la envolvente de máximos el valor resulta de 3,92. Aplicada al
presente problema, la ecuación (6) da, respectivamente, ym,e = 2,25 m e ym,e = 3,65 m.

Hoffmans modificó levemente la expresión anterior (Hoffmans & Verheij 1997),


proponiendo la expresión c2v = 20 / λ, donde el parámetro λ depende de d90. Con esta
corrección, la profundidad de erosión de equilibrio para el presente problema resulta un
valor intermedio entre los dos anteriores, a saber ym,e = 2,44 m.

Nótese que las fórmulas para chorros involucran siempre el ángulo θ, cuya determinación
a priori es incierta. En la siguiente tabla se resumen los resultados obtenidos:

Problema Fórmula Profundidad de


erosión
de equilibrio (m)
Umbral Dietz 3,08
Chorro Bormann & Julien 1,51
Chorro Fahlbusch/medio 2,25
Chorro Fahlbusch/máximo 3,65
Chorro Fahlbusch-Hoffmans 2,44

Nótese la diversidad de valores obtenidos. Además, se observa que, salvo por la


envolvente de máximos de Fahlbusch, los resultados correspondientes a chorros predicen
una menor profundidad de erosión de equilibrio que el asociado al umbral. La elección de
la fórmula más adecuada dependerá, entonces, de cuál provea el mejor valor de partida
para el método de reducción, que se desarrolla a continuación.

Profundidad de erosión para lecho vivo

La profundidad máxima de erosión para lecho vivo se calcula, a partir de la profundidad


máxima de erosión para aguas claras, mediante el método de reducción (Hoffmans &
Verheij, 1997). El método se aplica a la profundidad máxima instantánea ym, de modo que
parte de una fórmula para la evolución temporal de esa profundidad máxima en el caso de
aguas claras, a saber:
ym ⎡ ⎛ h0 ⎞⎛ t ⎞ ⎤
γ

= 1 − exp ⎢ln⎜1 − ⎟⎜ ⎟ ⎥ (7)
y m ,e ⎣⎢ ⎝ y m ,e ⎟⎠⎝ τ ⎠ ⎥⎦

válida cuando ym,e > h0, donde τ es un tiempo característico (para el cual ym = h0) y γ un
coeficiente que, para el caso bidimensional, tiene un valor medio de 0,38 de acuerdo a
Breusers (el rango experimental va de 0,25 a 0,40). El tiempo característico se calcula de
acuerdo a la fórmula

h0 K 1 ∆a
τ= (8)
U 0 α ub Fr c Re d

donde Fr = U0/(gh0)½ es el número de Froude del flujo incidente, Re = U0h0/ν el


correspondiente número de Reynolds (ν es la viscosidad cinemática del agua), ∆ = 1,65 la
densidad relativa del sedimento, αu ≡ α - Uc/U0, siendo α un coeficiente que, para el caso
bidimensional, puede expresarse, de acuerdo a Jorissen & Vrijling, como

α = 1,5 + 4,5r0 (9)

válida para condiciones de flujo hidráulicamente rugoso. Para el resto de los coeficientes
de la ecuación (8) Dietz propone: K1 = 107, a = 1,5, b = 4,0, c = 2,5 y d = 0,5.
Reemplazando los valores correspondientes al presente problema se obtiene τ = 16,9
segundos. Con este resultado se completan los parámetros para calcular la evolución de
la profundidad máxima instantánea de erosión para aguas claras, ecuación (7). La figura 9
muestra la solución. Se observa que se produce una etapa de evolución rápida seguida
de otra de evolución lenta, que para tiempos del orden de 100τ (≈1800 segundos) aún no
llega al valor límite.

1.0

0.9

0.8

0.7

0.6
ym / ym,e

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

0.0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
t / tau

Figura 9 Evolución de la profundidad máxima de erosión para aguas claras


Ahora bien, para el caso de estudio existe un transporte total de sedimentos que,
expresado como caudal sólido volumétrico por unidad de ancho, vale (Loschacoff & Brea
1999) qs = 0,011 m3/s/m. Para transformar los resultados obtenidos para aguas claras a
soluciones válidas para lecho vivo, se utiliza la ecuación

dVlv dVac qs
= − (10)
dt dt (1 − p)

donde V es el volumen instantáneo de la fosa de erosión, por unidad de ancho, los


subíndices lv y ac indican condiciones de lecho vivo y aguas claras, respectivamente, t es
la coordenada temporal y p la porosidad del material del lecho. Además, se plantea la
siguiente relación geométrica entre el volumen, por unidad de ancho, y la profundidad
máxima instantáneos de la fosa de erosión:

V = βy m2 (11)

donde el coeficiente de forma β vale aproximadamente 6 para el caso de aguas claras y


se eleva a aproximadamente 20 para el caso de lecho vivo. En rigor, el coeficiente de
forma varía durante la evolución, pero dado que la primera etapa es relativamente corta,
se despreciará esa variación en lo que sigue. Para el presente problema la porosidad se
estimó en p = 0,4. Utilizando la ecuación (11), la ecuación (10) puede discretizarse como:

β lv
(y m ,lv ) − (y )
( n +1) 2 ( n) 2
m ,lv
= β ac
(y m , ac) − (y )
( n +1) 2 (n) 2
m , ac

qs
(12)
∆t ∆t (1 − p)

donde el supraíndice (n) indica el paso de cálculo y ∆t es el paso temporal de


discretización. Si en el miembro derecho de la ecuación (11) se reemplaza ym,ac por la
expresión dada por la ecuación (7) y se impone la condición inicial ym,lv(o) = 0, puede
calcularse la evolución de la profundidad máxima instantánea de erosión para lecho vivo.
En la figura 10 se muestran los resultados obtenidos (utilizando un paso temporal ∆t =
0,5τ ≈ 8,7 seg) utilizando distintos valores de profundidad de erosión de equilibrio para
aguas claras, de acuerdo a lo determinado en el capítulo anterior. Se observa que los
basados en la fórmula de Dietz y en la de Fahlbusch/máximo dan los mejores resultados
para la profundidad de erosión de equilibrio, en comparación con el valor medido 1,7 m, a
saber ym,e = 1,59 m y ym,e = 1,86 m, respectivamente. El resto producen fuertes
subestimaciones.
2.0

1.8

1.6

1.4

1.2
ym (m)

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.0
0 200 400 600 800 1000 1200 1400 1600 1800
t (seg)

Muller Fahlbusch & Hoffmans Dietz Fahlbusch máximo

Figura 10 Evolución de la profundidad máxima de erosión para lecho vivo

De entre las dos fórmulas validadas, la de Dietz resulta la más apropiada por su
independencia del incierto parámetro relacionado con el ángulo del chorro.

CONCLUSIONES

La configuración identificada como 3 ha mostrado, a partir de los ensayos en modelo


físico, ser adecuada como protección del lecho, en el sentido de no mostrar descalces y
alcanzar profundidades máximas de erosión tolerables.

Por otro lado, la metodología de cálculo basada en una combinación de la fórmula de


Dietz para erosión en aguas claras y el método de reducción ha mostrado ser adecuada
para predecir la profundidad máxima de erosión en situaciones de lecho vivo. Es
interesante destacar que esta metodología ha funcionado satisfactoriamente a pesar de
haber sido desarrollada para caudales específicos mucho menores que el del presente
problema y para condiciones de flujo subcrítico.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

(1) Breusers, H.N.C. & Raudkivi, A.J. (1991), Scouring, Balkema, Rotterdam.
(2) Hoffmans, G.J.C.M. & Booij, R.J. (1993), "The Influence of Upstream Turbulence on
Local-Scour Holes", Proc. 25th IAHR-Congress, Tokyo.
(3) Hoffmans, G.J.C.M. & Verheij, H.J. (1997), Scour Manual, Balkema, Rotterdam.
(4) Loschacoff, C.S. & Brea, J.D. (1999), "INMAC – Estudio de protección del
mineroducto en el río Medina (Pcia. de Tucumán)", Informe LHA-INA.
(5) Mohamed, M.S. & McCorquodale, J.A. (1992), "Short-term local scour", Journal of
Hydraulic Research, vol. 30, Nº 5.
(6) van Rijn, L.C. (1993), Principles of Sediment Transport in Rivers, Estuaries and
Coastal Seas, Aqua Publications, The Netherland

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