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Cuando se celebra un contrato nace una primera obligación para cada una de las
partes, la de cumplir la prestación prometida. Cuando no se cumple o se cumple mal,
se crea un nuevo vinculo obligacional: la obligación para el deudor, autor del
incumplimiento, de reparar el perjuicio que se ocasiona. Pero también como
contrapartida, el derecho del acreedor de la obligación de exigir la reparación de los
daños y perjuicios que ese perjuicio haya ocasionado. Puede existir incumplimiento de
una obligación contractual sin que necesariamente por ese hecho se comprometa la
responsabilidad contractual. Como por ejemplo el caso del vendedor que se obliga a
entregar la cosa vendida en un plazo de 1 mes y que pasado este plazo no lo haya
entregado debido a una fuerza mayor.
1- Un contrato valido
Para que la responsabilidad sea contractual es necesario que el contrato del cual se
derive el incumplimiento de la obligación haya sido concluido entre el autor del daño y
la víctima del daño. Esto es una aplicación del artículo 1165 del Código Civil, según el
cual los contratos solamente surten efectos entre las partes contratantes y no
perjudican a los terceros ni les aprovechan sino en el caso del artículo 1121 del mismo
código, que se refiere a la estipulación en beneficio de un tercero. Sin embargo,
cuando el autor del daño sea un subordinado de una de las partes contratantes, por
aplicación de la representación, la responsabilidad caería dentro del plano contractual.
La responsabilidad comprometida por una persona que ha sido contratada por quien
debe suministrar un servicio cae en el ámbito de la responsabilidad contractual. De ahí
que cuando el deudor de la obligación principal involucrada a terceros para el
cumplimiento de sus obligaciones, ese deudor es responsable frente a su acreedor por
los daños ocasionados, sea por la inejecución o la prestación del servicio defectuoso
por parte del tercero contrato.
El artículo 1734 establece que, si hay muchos inquilinos, son todos solidariamente
responsables del incendio, a no ser que se pruebe que el incendio comenzó en la
habitación de uno de ellos, porque entonces este solo será el responsable. También
cuando algunos prueben que no pudo tener principio en su casa, pues entonces
estos no son responsables.
Un incendio en un local alquilado es susceptible de causar daños: al propio inquilino en
cuanto a sus propios bienes, así como los bienes de los vecinos.
Hay que tomar en cuenta que lo más probable es que conjuntamente con los daños
que el incendio ocasiona en el local alquilado, se extienda y cause daños a los vecinos,
en este caso la responsabilidad civil del inquilino no se va a regir por los artículos 1733
& 1734, relativos a la materia contractual, sino por los artículos 1382 y siguientes del
mismo código, relativos a responsabilidad civil delictual o cuasi delictual.
La cláusula penal es aquella por la cual, las partes fijan de antemano la suma que
tendrá que pagar el deudor si no ejecuta su obligación o si la ejecuta tardíamente.
1. La cláusula deber recibir una aplicación exacta e íntegra, no dependerá del juez
moderarla o agravarla, por enorme o mínima que sea la suma estipulada.
Art. 1226.- La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para asegurar la
ejecución de un convenio, se obliga a alguna cosa en caso de faltar a su cumplimiento.
Art. 1233.- Cuando la obligación primitiva, contratada bajo una cláusula penal, es
divisible, no incurre en ella sino aquel de los herederos del deudor que ha contravenido
a esta obligación, y por la parte solamente en que estaba obligado en la obligación
principal, sin que haya acción contra los que la hayan ejecutado. Esta regla tiene su
excepción, cuando la cláusula penal ha sido agregada con la intención de que el pago
no pueda hacerse parcialmente, y un coheredero ha impedido la ejecución de la
obligación en cuanto a la totalidad. En este caso, la pena entera puede exigirse contra
él y contra.
-La cláusula penal consiste en una suma, indemnización, o prestación fija, que no
puede ser aumentada por el acreedor ni disminuida por el deudor. Sólo el juez puede
disminuirla en los casos de incumplimiento parcial.
Las astreintes no son una cláusula penal, porque no tienen función resarcitoria y sólo
comparte con aquélla la función compulsiva: compele al deudor renuente a cumplir la
resolución judicial y por ende el derecho del acreedor.
“La cosa perece para el deudor”. Los riesgos de pérdida de la cosa los soporta
el deudor de la entrega. V. Riesgo.
1- La falta de la victima
De la única forma que la falta de la victima constituye una causa liberatoria total de
responsabilidad en favor del demandado es cuando sea falta exclusiva del daño.
Cuando la falta de la victima concurre con la falta del demandado (imputado) en la
realización del daño, el demandado no puede ser exonerado totalmente de
responsabilidad, a no ser que se trate de una falta intencional de la víctima, implicativa
de que esta ha querido el daño o cuando la falta del demandado pueda quedar
absorbida por la falta de la víctima.
El caso fortuito o fuerza mayor constituye otra causa que libera totalmente al
demandado de toda responsabilidad civil.
Para que el caso fortuito o de fuerza mayor constituya una causa liberatoria de
responsabilidad civil es preciso que el acontecimiento señalado como tal constituya un
hecho cuyos efectos sean absolutamente imposibles de prever o sea un hecho
imprevisible e inevitable. Imprevisible en el sentido de que no se haya podido prever, e
inevitable de que no haya podido ser evitado.
3- El hecho del tercero
Para que el hecho de un tercero constituya una causa eximente de responsabilidad civil
para el demandado es preciso que es hecho se manifieste frente al demandado con las
mismas características de la falta de la víctima, del caso fortuito o fuerza mayor.
A) El hecho del tercero no debe ser imputable al demandado, ósea que debe ser
ajeno al demandado. Este requisito no se cumple si el demandado ha
provocado el hecho del tercero;
B) El hecho del tercero debe ser culposo. Si el tercero se ha conducido como
debía, el demandado que haya incurrido en una falta no puede invocar el hecho
del tercero.