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z ¥ 7 vayyiw® ABAHIs7, cx, e Co ? ge) a Mes Director: Cartos ANTONIO AGUIRRE Rojas Comité de Redaceién: AMERICA BUSTAMANTE PIEDRAGIL VANDARI MANUEL MENDOzA Sous Cantos Atsento Rios Gorpitio Karina VAZQUEZ BERNAL Nornerto ZORIGA MeNpoza Responsable de Difusin y Relaciones: Laura Tort VELASCO. Comité Cientifico Internacional: Bolivar Echeverrfa Andrade (UNAM) Carlo Ginzburg (UCLA | Sienna), Immanuel Wallerst Universita di in (Yale University / Fernand Braudel Center), Edeliberto Cifuentes Medina (Universidad de San Carlos de Guatemala), Miguel An- gel Beltrén (Universidad de Antioquia), Jurandir Malerba (CNPQ, Brasil), Claudia Wasserman (Universidade Federal de Rio Grande do Sul), Dario G. Barriera (Uni- versidad Nacional de Rosario) Pacheco (Centro de Investigacién y Desa rrollo de la Cultura Cubana “Juan Marinello'), Francisco Vazquez. (Universi- dad de Cadiz), Ofelia Rey Castelao (Uni- versidad de Santiago de Compostela), Ri- cardo fa Carcel (Universidad Auténo- ma de Barcelona) Massimo Mastrogregori, (Revista Storiografia), Steffen Sammler (Leipzig Universitaet), Maurice Aymard, (Maison des Sciences de Homme), Lorina Repina (Instituto de Historia Universal, Academia de Ciencias de Rusia), Chen Qineng (Instituto de Historia Universal, CContrahistoras. La otra mirada de Co Revista semestal, No.1, septiembre 2003-febreto 2008. Ema: contahisteiasBhotmall-S04n-z @>z4Z00 b>-204u-t @ >e450u para Adriano S En [a sexta de las Lettres philosophiques . ren una gran tina en nom- f zi bre del Padre, del Hijo y del Espiritu San es Wolesiredpuuicadas €0.1724, an: . 5 msentras otro hace que le ccrten eli que escritas algunos afios antes) se en- pucio a su hijo y hace pronunciar sobre su cuentra una pagina famosa: bebé palabras judias que no entiende: al tiempo que otros van a su Iglesia a espe- ar la inspiracién divina con el sombr sobre la cabeza, y todos son felices. Si entramos en la Bolsa de Londres, en este lugar mas respetable que muc! Cortes reales, veremos alli reunidos representantes de todas las naciones, que Sobre este texto se detuvo largamente Brich se retnen para el beneficio de todos 10s Auerbach en su gran libro titulado Mimeuit, pue hombres. Aqui el judio, el musulmén y el ' ‘ lo en 1946, Su anillsis « a cristiano discuten juntos como si profe- _licado en 1946. Su andlisis comenzaba con una i in de Voltaire no tiene aran la mist religion, y no consideran advertencia: la descrip, infiel sino a aquél que cae en bancarrota: _intenciones realistas. La frase no es obvia, ast como aqut el presbiteriano confia en el anabap~ no era obvia para Auerbach la nocién de realis- tista, y el anglicano toma por buenalapro- mo, Enere las muchas variantes de este realismo mesa del cuiquero. Saliendo de estas lizad Mimesis ss cea uiniches pact OAMIPaetince van a analizadas en Mimesis encontramos el realismo Sinagoga y otros a beberi este va a ha~ moderno, ejemplificado por las novelas de Balzac CN AS " Este ensayo fue publicado originalmente en italiano, en la revista Quaderni Storici,afio 37, rim. 1, de abril de 2002. La traduccidn de italiano al espaol es de Pedro Pablo Rojas Lopez. * En 1999 he diseutido una versién anterior de este texto, en inglés, con mis estudiantes de la UCLA, y con los participantes cen el European History & Culture Colloquium (Department of History, UCLA), con Pier Cesare Bori, con Alberto Gajano, con Francesco Orlando y con Adriano Sofri. Esta versién italiana ha tenido en cuenta las observaciones de todos ellos, y también algunas erfticas que me han sido planteadas por David Feldman, Mi agradecimiemto a todas estas personas. * Cf. Voltaire, Lereres philosophiques, en Mélanges a cargo de J. VAN HEUVEL, Paris, 1961, pp. 17-18: «Entrez dans la Bourse de Londres, cette place plus respectable que bien des cours; yous y voyez rassemblés les députés de toutes les nations pour l'utilité des hommes, [a le juif, le mahométan et le chrétien traitent l'un avec l'autre comme sil étaient de la méme religion, et ne donnent le nom d'infidéles qu’a ceux qui font banqueroutes la le presbytérien se fiéa anabaptiste, et anglican regoit la promesse du quaker. Au sortir de ces pacifiques et libres assemblécs, les uns vont & la synagogue, es autres vont boire, cclui-ci va se faire bapriser dans une grande cuve au nom du Pere par les Fils au Saint-Esprit;celui-la fait couper le prépuce de son fils et fait marmotter sur Venfant des paroles hebraiques qu’il n’entend point; ces autres vont dans leur églse attendre inspiration de Dieu leur chapeau sur latte, et tous sont contents» * E, AUERBACH, Mimesis. IT realismo nella leteratura occidentale, trad. it. (modificada). A. ROMAGNOLI, H. HINTER- HAUSER, Turin 1964,11, pp. 161-66, en particular p. 163. A. COMPAGNON, Le démon de la chéorie, Parts, 1998, p. 103, afirma que en Mimesis «la nocién de realismo es evidente». Aunque en la conclusién del libro (IL. p. 342) Auerbach escribio: «dado que tampoco la expresién ‘realistico’ es univoca». En el plano estrictamente factual la descripcién de Voltaire era tal vez bastante precisa. Un plano de la Bolsa de Londres fechado «Agosto y septiembre de 1784» (Ecole des Ponts et Chaussée, ms 8, Manuscript of Le Sage, 1784) indica que para algunas minorias religiosas estaban asignados determinados sectores («Plaza de los Cudqueros, «Plaza de los Judios»). Esta clasificacién aparentemente se entrecruzaba con otra basada en as profesiones en el sector de actividades comerciales (sPlaza de los Paftrose, «Plaza de Jamaica», etc). Agradezco enormemente a Marga- ret Jacob por haberme mostrado el plano y por haberme dado una reproduccidn del mismo. Contrahistorias, y Stendhal, y en las cuales los acontecimientos y experiencias particulares se entrelazan con fuerzas’ histéricas impersonales.* Una de estas fuerzas es el mercado mundial, evocado por Voltaire en la pé- gina citada sobre la Bolsa de Londres. Pero Auer- bach prefirié, al contrario, subrayar las caracteris- ticas intencionadamente deformantes de una des- cripcién que, al extraer y separar los rasgos parti- culares de las distintas ceremonias religiosas de sus respectivos contextos, las convierte en algo absur- do y cémico. Se trata, observaba Auerbach, de una «técnica del reflector» (Scheinwerfertechnik) tipi- ca de la propaganda: Especialmente en las épocas agitadas, el piiblico cae siempre en esta trampa, y to~ dos tenemos en mente un buen numero de ejemplos del pasado mas reciente[...] Cuando una forma de vida o un grupo so- cial ha caducado, e incluso cuando sola~ mente ha perdido simpatfa o apoyo, cual- quier cosa adversa lanzada en contra de esa forma o ese grupo, por la propagan- da, es saludada con sadica alegria.° La referencia implicita al nazismo aflora inme- diatamente en una observacién amargamente ird- nica sobre Gottftied Keller: «este hombre feliz no podia concebir ningiin cambio politico importante que no fuese al mismo tiempo una expansién de Ia libertad», Mimesis, escribié retrospectivamente Auerbach, «fue, conscientemente, un libro escrito por un hombre determinado, en una situacién de- terminada, en los inicios de los afios cuarenta en Estambuls®. Con estas palabras Auerbach ratifica- ba su propia fidelidad al prospectivismo critico que habia claborado al reflexionar sobre La Ciencia Nueva de Vico? Desde la publicacién de Mimesis han pasado mas de cincuenta afios. La cita de Voltaire en la pagina comentada por Auerbach, resuena hoy més fuerte que nunca. Aunque para leer adecuadamente esa pagina debemos utilizar una perspectiva do- ble, bifocal, que tenga en cuenta tanto a Voltaire como a su agudisimo lector. dD El juego de palabras sobre la palabra in- £2¢ fiel, asi como en general la pagina de Vol- taire sobre la Bolsa de Londres, podrfan haber sido inspiradas por el célebre elogio de la libertad inte- lectual y religiosa de Amsterdam contenido en el Ultimo capitulo del Tractatus theologico-politicus de Spinoza de 1670: Tomese por ejemplo la ciudad de Ams~ terdam, que para gran provecho y admi- racion de todos los pueblos experimenta los frutos de esa libertad. En este Estado floreciente, en esta ciudad sin par, hom= bres de cualquier proveniencia y de cu quier secta viven en la maxima armonia, y antes de confiar sus bienes a alguien, solo wren saber si es rico o pobre, y si ac tia habitualmente de buena o de mala fe (num bona fide, an dolo solitus sit agere).* Las tiltimas palabras, en la anénima traduc- cién francesa del Tractatus theologico-politicus pu- blicada en 1678 y difundida bajo tres portadas di- ferentes, reproducen muy de cerca el original lati- C—O * AUERBACH, Mimesis cit, 11, pp. 220-68 (capitulo «En el Hotel dela Mole», sobre Stendhal, Balzac, Flaubert). Auerbach no aclaré nunca de manera explicita las relaciones entre los distintos_tipos de realismo. Esta reticencia ha sido interpretada, equivocadamente, en una clave antitedrica: fr. R. WELLEK, Auerbach Special Realism, en «The Kenyon Reviews, 16 (1954), pp. 299-307. * Auerbach, Mimesis cit. UL, p.165. & «Epilegomena zu Mimesiss, citado por A. RONCAGLIA en su introduccién a Mimesiscit., 1, p. XX; he corregido una leve imprecisién en la traduccién, En la portada del libro se le: «escrito en Estambul entre mayo de 1942 y abril de 1945». Cf. la Intraduccién de J. M. ZIOLKOWSKI y E. AUERBACH, Literary Language and its Public in Late Latin Antiquity and in the Middle Ages, Princeton 1993, p. XXII. ” Véase del autor de estas mismas Iineas, Ojazos de Madera. Nueve reflexiones sobre la distancia, Barcelona, Peninsula, 2000, pp. 183 - 205. "B. DE SPINOZA, Ticrasus cheologico-politicus, cap. XX: «urbs Amstelodamum exemplo sit, quae tanto cum suo incremen- to, et omnium nationum admiratione hujus libertatis fructus experitur; in hac enim florentissima Republica, et urbe pracs- tantissima omnes cujuscunque nationis et sectae homines summa cum concordia vivunt, et ut alieui bona sua credant, id ‘ancum scire curant, num dives, an pauper sit, et num bona fide, an dolo solitus sit agere» (Opena, ed. C. GEBHARDT, III, pp. 245 - 46). no: «s'il est homme de bonne foi ou accoutumé 4 tromper*(si es un hombre de buena fe o alguien acostumbrado a engafiar). En los escritos de Spinoza la palabra «fides» tiene, dependiendo de los contextos, significados diferentes, algunos religiosos y otros no: creduli- dad, prejuicio, piedad, lealtad y asf por el estilo”. El trdnsito desde el Ambito religioso hacia el polt- tico es explicito en el dltimo capitulo del Tractarus theologico-politicus. «Finalmente, si tenemos en cuenta el hecho de que Ja devocién de un hombre hacia el Estado, como también la que tiene hacia Dios, puede conocerse solamente a través de las acciones.... (Quod si denique ad hoc etiam attenda- mus, quod fides uniuscujusque erga rempublicam, sicusi erga Deum, ex solis operibus cognosci po- test...)»!, En estas palabras resuena el eco de uno de los autores preferidos de Spinoza. En los Dis- cursos sobre la primera década de Tito Livio, Ma- quiavelo habfa sostenido que una repiblica bien ordenada necesita de un vinculo religioso, de una religién cfvica comparable a la de la antigua’ Roma'?, Aunque en.el elogio de Amsterdam y de sus libertades, «fides» —mds precisamente, la no- cién jurfdica de «bona fides-— significa confiabi- lidad comercial"’. Spinoza parece haber allanado el camino a la broma de Voltaire sobre la banca- rrota como una forma de infidelidad, Y esta tlti- Image @) Mundi ma la teencontramos nuevamente, transformada en una declaracién solemne, en la parte trascra de los billetes norteamericanos, que dicen: «in God we trust»!*, La comparacién entre el elogio de Amsterdam y la descripcién de la Bolsa de Londres refuerza la hipétesis, ya formulada sobre una base muy dife- rente, acerca de que Voltaire habla conocido el Tractatus theolagico-politicus antes de publicar sus Lessres philosophiques'®, Aunque el tono de los dos pasajes es diferente, Para Spinoza, Amsterdam era la demostracién viviente de la tesis de que la liber- tad de pensamiento no es peligrosa desde el punto de vista politico, y que més bien contribuye a la felicidad general a través de la prosperidad del co- mercio. Voltaire, més de medio siglo después, de- jaba entender que en Londres la prosperidad del comercio habia convertido a las divisiones religio- sas en algo completamente irrelevance. En la bata- la histérica entre razén e intolerancia religiosa Inglaterra era para Voltaire un modelo: Quoi! n’est-ce donc qu’en Angleterre Que les mortels osent penser? (jVamos! ¢Es que acaso es s6lo en Inglaterra que los mortales se atreven a pensar?) Estos versos, que deformaban agresivamente el significado de un pasaje de Horacio (Ep. I, 2, 40, y ° {B. DE SPINOZA] Traitté des ceremonies supertiicuses des Juifi tant Anciens que Madernes, Amsterdam 1678, p. $27. He consultado otro ejemplar con una portada distinta: La clef du sanccuaire par son spauans homme de notre sitele, Leyden, 1678. " B. DE SPINOZA, Tractatus cheologico-politicus, pref: «fides jam nihil aliud sit quam credulitas et pracjudician; cap. XIV: «Superest jam, ut tandem ostendam, inter fidem, sive theologiam, et Philosophiam, nullum esse commerciums; cap. XK: «fides ejusque fundamentalia determinanda sunt; quod quidem in hoc capite facere constitui, simulque fidern Philosophia separare, quod totius operis praecipuuum intencum uit (Opens, IIL, pp. 8, 179, 275-76). Véase sobre todo esto E. GIANCOTTI BOSCHERINI, Lexicon Spingzanum, La Haye, 1970, pp. 423-27. 4 Spinoza, Opens cit., p. 243. "2 G, PROCACCI, Machiavelli nella cultura europea dell'cid moderna, Basi 1995, pp. 275 - 76. © L. LOMBARDI, Dalle «fidess alla «bona fideo, Milin, 1961; G. FREYBURGER, Fides. Enude stmantigue et religieuse depuis les orginesjusgu'a Vepague augustéenne, Pats, 1986. En 1584 JOHANNES MOLANUS, profesor en Ja Universidad de Lovanio, publicé una obra intitulada Libri quingue de fide hacretics servanda, res de fide rebellibus servanda, cft. B. PROSPERI, Fede, giuramento, inguisicione, en Glaube und Eid, 2 cargo de B PRODI, E. MULLER-LUCKNER, Munich, 1993, pp.157-71. \! Me lo ha sefialado Pier Cesare Bori, a quien se lo agradezco. La tesis propuesta con argumentos muy convincentes por A. HIRSCHMAN en The Passion and the Interests (Princeton 1977) puede ser también aplicada a la religién, Hacia 1833 STENDHAL hizo una alusién despectiva a la «joven América en la que todas las pasiones, o casi, se reducen al culto del dolar» (esbozo de introduccién a las Chroniques Italiennes, Romans et nowselle, éd. El. MARTINEAU, Paris 1947, p. 544). 'S PB VERNIERE, Spinoza et la pensée francaice avant la Révolution, Il., Paris, 1954, pp. 498 - 99. R. POMEAU, La religion de Voltaire, nueva ed. Paris, 1969. p. 54, n. 82 sostiene en cambio que en ese tiempo Voltaire conocta la obra de Spinoza sélo indirectamente, Cf. también C. PORSET, Notes sur Voltaire et Spinoza, en Spinoza ax XVIile site, a cargo de 0. BLOCH, Paris, 1990, pp. 225 - 40. etry a ove mieus de io E13] de ome mira he hn trahi: Contrahistorias, ad Lollium) tcansformando el «ser sabio» en «pen- sar», forman parte de un poema escrito por Vol- taire en ocasién de la muerte.de la actriz Adrienne Lecouvreur. Medio siglo después, Kant escogié las mismas palabras de Horacio, en la misma acep- cién deformada, para su famosa definicién de la Tustracién: Sapere, aude!"®. Para explicar la irrelevancia de las diferen- SS. cias religiosas Voltaire recurte al extrafia- miento, es decir al procedimiento literario que transforma algo familiar —un objeto, un compor- tamiento, una institucién— en algo extrafio, in- sensato, ridiculo. Sklovsky, que fue el primero que identificé y analiz6 este procedimiento, sefiald que los philosophes habian hecho un uso abundante del mismo. Y en el libro de las Lettres Philosophiques se le encuentra a cada paso. He aqui como Voltai- re describe en la primera carta stu encuentro con un anénimo cudquero: Habja mas gentileza en la fisonomia abierta y humana de su rostro que en su forma de mover una pierna detras de la otra y de tomar en la mano eso que esta hecho para cubrir la cabeza.” Con una perffrasis complicada, deliberadamen- te tosca, Voltaire invita al lector a compartir el des- precio de los cudqueros por los ritos sociales. Un poco después el desprecio se extiende también a Jos ritos religiosos, «Somos cristianos —dice el cua- quero— y perseguimos ser buenos cristianos; aun- que no creemos que el cristianismo consista en echar agua fifa sobre la cabeza, junto a un poco de sal.'* Después del bautizo, la guerra. Sirviéndose del mismo procedimiento del extrafiamiento el cud- quero describe, y condena, el servicio militar: Nuestro Dios, que nos ha ordenado amar a nuestros enemigos y sufrir sin lamenta- ciones, claro que no quiere que atravese- mos el mar para ir a degollar a nuestros hermanos, simplemente porque unos ase- sinos vestidos de rojo con un gorro de dos pies de alto enrolan ciudadanos haciendo ruido con dos bastoncitos sobre una piel de asno bien tensa.!” El procedimiento literario utilizado por Vol- tare tiene detris de si una larga tradicién que nos lleva hasta Marco Aurelio.” En sus Recuerdos, Mar- co Aurelio dijo del laticlavio que usaban los sena- dores romanos; «Esta vestimenta orlada de puir- pura no es otra cosa que lana de oveja impregnada de la sangre de un pescado». Voltaire proyecté so- bre los comportamientos sociales una mirada milar, reduciendo a las personas y a los aconteci- mientos a sus componentes esenciales. Los solda- dos no son més que «unos asesinos vestidos de rojo con un gorro de dos pies de alto»; en lugar de ha- cer retumbar el tambor ellos hacen «ruido con dos bastoncillos sobre una piel de asno bien tensa». Incluso los gestos mas obvios se vuelven extrafios, opacos, absurdos, como si estuviesen siendo vistos a través de los ojos de un extraiio, de un salvaje, 0 As qe "¥axSe atreven a pensar, expresiGn subrayables, observé R. POMEAU a propésito del pasaje de Voltaire (Les «Lerres philoso- phigques: e projet de Volare, en «Studies on Voltaire and the Eighteenth Centurys, 179 (1979), pp. 11-24, en particular p. 12), La importancia de Horacio para Voltaire ha sido subrayada por I. O. WADE, The Intellectual Development of Voltaire, Princeton 1969, pp. 15 - 18. Sobre «Sapere Aude», véanse las bellas paginas de F VENTURI, Contributi a un dizionario storico, 1: Was ist Aufklirung? Sapere audelo, en «Rivista storica italiana», LXX1 (1959), pp. 119-28; ID., Utopia e riforma nlliluminisme, Tatin 1970, pp. 12 18 (y véase también, del autor de estas lineas, Lalo ei baso in Miti emblem spe, ‘Turin 1984, pp. 107 - 32). Voltaire poseia un ejemplar de la edicién de Horacio traducida por DACIER (Amsterdam 1727), ena que el pase es correetamente interpretado en una acepcién moral, no intelectual: eayer e courage d'éve vertueuxs: cfr VENTURI, Contributi cit, p. 120. Descubrir que la distorsién de las palabras de Horacio se remontaba a Voltaite habria seguramente complacido a Venturi. ‘ly avait plus de poliresse dans Pair ouvert et humain de son visage qu'il ny en a dans usage de tirer une jambe derrigre autre et de porter la main ce qui est fait pour couvrr la tee» (VOLTAIRE, Lettres philosophiques, en Mdlanges cht. p. 1). ' «Nous sommes chrétiens, et tichons d’étre bons chréticns; mais nous ne pensons pas que le christianisme consiste & jeter de eau froide sur la téte, avec un peu de sel» (Ibid, p. 2). «Notre Dieu qui nous a ordonné d’aimer nos ennemis et de soufir sans murmure ne veut pas sans doute que nous passions la mer pour aller égorger nos fiézes, parce que des meurtriers vétus de rouge avec un bonnet haut de deux pied entolene des citoyens en faisanc du bruit avec deux petits bicons sur une peau d’ine bien tendue» (Ibi, p. 4). ® Ginzburg, Ojazes de Madera ci., pp. 18-20. cio S14] de un filésofo ignorante, como Voltaire se autode- finié en un escrito posterior. Aunque el modelo de Voltaire era inglés. En uno de sus cuadernos de apuntes, redactado du- rante el exilio londinense (1726-28) Voltaire plas- mé ya allf un acercamiento que anticipaba el con- tenido principal de la Sexta Carta Filoséfica: «In- glarerra es el punto de encuentro de todas las reli- giones, asf como la Bolsa es el punto de encuentro de todos los extranjeros. ¥ en otro pasaje, Voltai- re anoté, en su incierta grafia inglesa, una versién mis elaborada de la misma idea: Donde no hay libertad de conciencia ra~ ramente se encuentra libertad de comer- cio, porque la misma tirania impide el co- mercio y la religion. En las repiblicas y en los otros paises libres el nimero de las religiones que se encuentran en un puer- to de mar esta a la par del numero de los navios. El mismo Dios es adorado en for- mas diversas por judios, islamicos, paga- nos, catélicos, cudqueros, anabaptistas, que escriben obstinadamente los unos, contra los otros, aunque al mismo tiempo. comercian libremente, con animo confia~ do y pacifico, similares a valientes acto- res que después de haber escenificado con gusto sus respectivos papeles, combatién- dose sobre la escena, pasan el resto del tiempo bebiendo juntos. El titulo colocado a este pasaje —Tale of a Tub— ha sido juzgado como un titulo «engafio- so» por el editor moderno de los cuadernos de apuntes de Voltaire.”* Pero en realidad ese titulo nos dice a través de que vias la técnica del extrafia- miento se integré como parte del proceso de ela- boracién de las Lettres philosophiques. En A Tale of Imago ¢ Mundi @ Tub (1704), Swift habia contado, con continuas digresiones, la historia de tres hijos que peleaban por el testamento de su padre: una paribola que simbolizaba las disputas entre la Iglesia de Roma, la Iglesia de Inglaterra, y los disidentes protestan- tes. Entonces, ctiticando dsperamente tanto a los catélicos como a los entusiastas, Swift declaraba abiertamente que los puntos de acuerdo entre es- tos grupos de cristianos eran mas importantes que sus divergencias.** En sus apuntes, Voltaire regre- 86 a la fuente de la pardbola de Swift, a la historia de los tres corderos que un viejo padre deja a sus hijos: aunque, ampliando la referencia original, para incluir ahora a los cristianos, a los judfos, y a los islimicos, incluyendo también a los paganos. En la versi6n final, ambientada en la Bolsa de Londres en vez de en un puerto de mar, los pa- ganos desaparecian y el mensaje deistico resuled mds atenuado. Aunque la deuda de Voltaire hacia Swift es mas amplia, A Tale of a Tub anunciaba la inminente publicacién de otros escritos de su anénimo au- tor, y entre ellos «Un viaje en Inglaterra de una persona eminente de Tierra incdgnita traducido del originaly: una idea que reaparecié algunos afios después en forma invertida en el libro de los Via- jes de Gulliver (1726). Sin estos Viajes de Gulliver, Voltaire no se habria convertido jams en s{ mis- mo.” Asf que podemos imaginar el entusiasmo con el que leyé el inventario de los objetos contenidos en los bolsillos de Gulliver, escrupulosamente re- dactado por dos mimisculos habitantes de Lilli- put. Entre esos objetos habfa: Una gruesa cadena de plata que contro- laba una maquina verdaderamente mara~ SE As 2 «England is meeting of all religions, asthe Royal exchange of conscience, there is seldom li the render vous of al foreigners; «Where there is not liberty ty of trade, the same tyranny encroaching upon the commerce as upon Religion. In the Commonwealths and other free contrys one may see in a sce port, as many religions as shipps. The same god is there differently worship by jews, mahomerans, heatbens, catholiques, quackers,anabaprists, which write strenuously one against another, but deal together freely and with trust and peace; like good players who after having humour their parts and fought one against another upon the stage, spend the rest of ther time in drinking together» (Voltaire Novebooks, a cargo de ‘TH. BESTERMAN, I, II ed. Ginebra, 1968 (Les acuures completes de Voltaire, 81}, pp. 51 ~ 65. Ibid, p43, n.2 ® J. SWIFT, A Tle of a Tib..., a cargo de AC, GUTHKELCH, DN. SMITH, Oxford, 1920, p. 139, Ibid, pp. 345 - 46, Cft. también J. SWIFT, Journal to Stella, a cargo de H. WILLIAMS, Oxford, 1948, 1, Abril 14, 1711, pp. 254 - 55. R. POMEAU, La religion de Voltaire, nueva ed. Paris, 1969, pp. 131 - 32, afirma erréneamente que hasta 1756 Voltaire toma en cuenta a Swift solamente como autor de Gulliver. Pomeau cita WOLFF, Elementa matheseo: univerite, como posible fuente de Micromégas, sin mencionar los J viaggi di Gulliver (VOLTAIRE, Romans et contes, Paris, 1966, p. 125). ‘Aunque véae también IO. WADE, Volare «Micromégas:A Study inthe Fusion of Science, Myth, and Art Princeton, 1950, p. 28. (15) * c - Contrahistoriag villosa. Habiéndole ordenado extraer lo que estaba unido a la cadena, vimos apa- recer un globo hecho, mitad de plata y la otra mitad de un metal transparente. So- bre de ella estaban trazados en circulo algunos signos extrafios [...]. El nos arri mo a los oidos esa maquina: ella hacia un ruido continuo similar al de un molino de agua. Nosotros suponemos que se trata de un animal de una naturaleza nueva, 0 quiza mas bien de una divinidad que el adora; aunque esta iltima hipdtesis es la mas verosimil.” Swift transforma un objeto cotidiano en algo sagrado; Voltaire transforma un acontecimiento sagrado en algo cotidiano: «Celui-ci va se faire baptiser dans une grande cuve (...] (este va a bau zarse en una gran tina...)» ®, En ambos casos ve- mos desplegarse la misma estrategia desfamilia zante, La mirada asombrada del extrafio destruye el aura generada por la costumbre o por la reve- rencia, De este modo ya ninguna aura envuelve los cambios comerciales que se desarrollan en la Bolsa de Londres: su racionalidad es obvia. la seccién de las Lettres philosophiques dedi- cada a Swift («Vigésima segunda carta: Sobre el Sr. Pope y algunos otros poetas famosos») no se mencionan los Viajes de Gulliver. Aunque en la edicién ampliada, publicada en 1756, Voltaire in- serté un largo pasaje sobre A Title ofa Tub, identi- ficando sus fuentes en la historia de los tres corde- ros y en Fontenelle. Y concluyé: Entonces casi todo es imitacién. La idea de las Cartas persas deriva de la idea de La Espia turca, Boiardo ha imitado a Pul- ci, y Ariosto ha imitado a Boiardo. Las mentes més originales toman prestado las unas de las otras. [...] En los libros suce~ de lo mismo que sucede con el fuego de nuestros fogones: se le va a pedir al ve- cino, luego se le enciende en la propia casa, después se le da a los otros, y asi ese fuego pertenece a todos.” Una espléndida confesién encubierta. Lo mis verosimil es que Auerbach no ha- 4. bia lefdo el ensayo de Sklovsky sobre el * extrafiamiento™. Pero en cambio, las ideas de Sklovsky, a través de la mediacién de Sergei Tret}jakov, habfan tenido una influencia decisiva sobre la obra de Bertold Brecht, la que sin duda Auerbach conocia muy bien. El Verfiemdung-Effe- kt (efecto de extrafiamiento) de Brecht, tan pro- fundamente emparentado a la tradicién de la Ilus- tracién, nos recuerda muy cercanamente a la «téc- nica del reflector» usada por Voltaire”. De esta tiltima técnica, Auerbach subraya solamente los riesgos, pero no el potencial critico: un juicio uni- lateral que sorprende. Aunque es verdad que los procedimientos artisticos o literarios son meros instrumentos, que pueden ser usados para fines diferentes ¢ incluso hasta opuestos. Ast, un arma (y también el extrafiamiento es un arma) puede servir lo mismo para asesinar a un nifio, que para impedir que un nifio sea asesinado. Pero si exami- namos mds de cerca la funcién del extrafiamiento en los escritos de Voltaire, yeremos que emerge una historia mas complicada, que esclarece tanto la descripcidn de la Bolsa de Londres, como tam- bién —indirectamente— Ia lectura que de ella hace Auerbach. La publicacién de las Lettres Philosophiques (1734) coincidié con la redaccién del Traité de J) % J, SWIFT, 1 viagei di Gulliver, . de A. VALORI, Génova, 1913 (Gulliver Travels, eds. P. DIXON, J. CHALKER, Harmondsworth, 1967, p. 70: sa grea silver chain, with a wonderful kind of engine at the bottom. We directed him to draw ‘out whatever was at the end of that chain; which appeared to he a globe, half silver, and half of a transparene metal; for on the transparent side we saw certain figures circularly drawn [...- He put this engine to our ears, which made an incessant tnoise like chae of a warermill, And we conjecture ic is either some unknown animal, or the god that he worships»). Y véase G. CELATI, Jntrodusione a J. SWIFT, I viagei di Gulliver, Milin, 1997, p-XIX. ” «Ainsi presque tour est imitation. Lidge des Lettres peruanes est prise de celle de I’Eipion ture. Le Boiardo a imité le Pulei, I'Arioste a imité le Boiardo. Les esprits les plus originaux empruntent les uns des autres. (. | Ilen est des livres comme du feu dans nos foyers; on va prendre ce feu chez son voisin, on Yallume chez soi, on le communique a d'autres et il appartient & tous» (VOLTAIRE, Mélanges cit, p. 1394). ® R. LACHMANN, Die «Verfremdung» und das «Neue Schen» bei Viktor Sklovskij, en «Poetica», III (1969), pp. 226 - 49. ® Cli, E ORLANDO, dluminismo e retorica frewdiana, Turin, 1982, p. 163. 16) Métaphysique, reclaborado hasta 1738", En esta obra inconclusa, que no estaba destinada al puibli- co y que fue publicada sdlo después de su muerte, Voltaire exploré a fondo las potencialidades sub- versivas de la mirada extrafante que él habia diri gido sobre la sociedad inglesa. En la in- troduccién («Dudas sobre el hombre») es- cribi Pocos tienen una nocién amplia de lo que es el hombre. Los campesinos de una parte de Europa tienen de nuestra especie esta idea tnica? que se trata de un animal con dos pies, con la piel oscurecida, capaz de arti- cular unas pocas palabras, que culti vala tierra, y que paga, sin saber por qué, ciertos tributos a otro animal lla~ mado rey, que vende sus propios pro- ductos lo mas caro posible, y que se reiine ciertos dias del ano pé tar plegarias en una lengua que no entiende.”! a can- Sélo treinta afios después Voltaire se arriesgé a publicar este pasaje, en forma reclabo- rada, en la pseudénima Philosophie de Ubistoire, luego reimpresa como Introduccién a su libro Fs- sai sur les moeurs®, En la nueva versién la descrip- cidn extrafiada de la sociedad francesa venia atr buida, de manera claramente mas plausible, al pro- pio Voltaire. En el Traitdé de Métaphysique, en cam- bio, el punto de vista de los campesinos servia como introduccién a una répida sucesién de las opiniones, igualmente parciales, de un rey, de un “ VOLTAIRE, Mélanges ci 87-129, 1 «Peu de gens sa nnt d'avoir une notion bien érendue de font guére d’autre idée de notre espéce que celle d’un animal 3 deux pieds, cultivane la ter plus cher quils peuvent, e poino» (VOLTAIRE, Mélanges cit., p. 157) GCoGo He aT ayant, sans savoir pourquoi, certains tributs & un autre animal quiils appellent ri, vent sassemblant certains jours de Pannée pour chanter des prigres dans une langue quils r’entendent Imago @) Mundi joven parisino, de un joven turco, de un sacerdo- te, y de un filosofo. Para trascender todas estas perspectivas limitadas Voltaire imaginaba a un ser venido del espacio: una invencién de tipo swiftia- no que sera luego retomada en el texto de Micro- ‘megas®. Habiendo partido a la btisqueda del hombre, ese viajero del espacio ve «al- gunos simios, algunos elefantes, algunos negros, que parecian tener todos ciertos rastros de una razén imperfecta». Y sobre la base de estas experiencias declara: bltaire aa ge \ibombre es un animal negro que tie~ e ne lana sobre la cabeza, que camina Vieeeaeme sobre dos pa derecho casi como un simio, aunque menos fuerte que los otros animales que tienen sus mis mas dimensiones, con un poco mas de ideas que ellos y una mayor capa~ cidad de formularlas: y sometido a las mismas necesidades que los otros animales, nace, vive, y muere ex: tamente como los otros. Ca a ingenuidad del viajero venido del espacio lo hace caer, por un lado, en una generali- zacién ridicula, pero por el otro (y en virtud de una ambivalencia que le gustaba a Voltaire) le per- mite distinguir una verdad decisiva: los seres hu- manos son animales. Poco a poco, el viajero des- cubre que todos esos seres pertenecen a especies diferentes, cada una de las cuales tiene un origen independiente y un lugar preciso en la grandiosa jerarquia del cosmos: 4 pp. 157 ss. Para la fecha de la obra eft. I. O. WADE, Studies on Voltaire, Princeton, 1947, pp. fi. también la edicidn a cargo de H. TEMPLE PATTERSON, Manchester, 1937. ce que est que homme. Les paysans d une peat bis, art c partie de "Europe lane quelques paroles, int leur denrées le ® VOLTAIRE, La philosophie de Uhistoire, a cargo de J.H. BRUMFITT, segunda ed. revisada [The complete works of Volai- 1,59], Ginebra, 1969, p. 109. Sobre ls versiones ulteriotes de este pasaje vease GINZBURG, Qjczas de madera cit. pp. 31 -32. “WADE, Voltaire: «Micromégase cit., p. 28, sosticne que el texto publicado manifiesta indicios de una més antigua versién petdida, intitulada Voyage du baron de Gangan (1739). W. H. BARBER, The Genesis of Voleaires «Micromégas», en «French Studiess, XI (1957), pp. 1 = 15, rechaza la mayor parte de las argumenta derivacién de la idea originaria de Micromégas re fiones de Wade, aunque concuerda con que ki icos de Voltaire del decenio de 1730 - 40. * Des singes, des éléphants, des négres, qui semblene tous avoir quelque lucur d'une raison imparfate(..). homme est un intereses cient animal noir qui a de la laine sur la téte, marchant sur deux pattes, presque aussi adroit qu'un singe, moins fort que les autres animaux de sa talle, ayant un peu plus d'idées qu’eux, et plus de facilité pour les exprimer; sujet d’ailleurs & toutes les mémes nécessités, naissant, vivant, mourant cout comme eux» (VOLTAIRE, Mélanges cit. pp. 159 - 60). Contrahistorias, Finalmente veo unos hombres que pare~ bras «racismo» y «racista» no existfan en esa épo- cen superiores a los negros, asi como los ca, parece absolutamente legitimo preguntarse negros me parecen superiores a los si- ela ® par p (como se ha hecho tantas veces) si Voltaire era 0 mios, y los simios son superiores a las os- as noha tras y a los otros animales de la misma no era racista’”. Sin embargo, podrfa ser ticil dis- sapstie= tinguir de manera preliminar entre racismo en sen- tido amplio y racismo en sentido estricto. El pri- mero sostiene que a) las razas humanas existen, y b) estén dispuestas en una escala jerdrquica. El se- gundo, ademds de suscribir a) y b), sostiene que c) Ia jerarquia entre las razas no puede set modifica- da ni por la educacién ni por la cultura. Voltaire, que era sin duda un racista en sentido amplio, no se adhitié nunca plenamente al racismo en senti- lamembrana mucosa de los negros, de co- 9 estricto: aunque si llegé a acercarse mucho cada lornegro y causa de su propio color, prue- vez que se refirié a los negros. «La mayor parte de ba de manera evidente que en cada espe- __ Jos negros, y todos los caftes, estén sumergidos en cie humana, asi conto en las plantas, hay Ja misma estupidess, escribié en su Philosophie de MOBENI aia a ene Uhiswaire. Y pocos afios después, en 175, agregé: A este principio, la naturaleza ha subor- Ve iccciealiporiaaelis tigiapovtll dinado los diferentes grados del caracter ee ee eon Pom de los pueblos y esos caracteres que ve~ Para subrayar la diversidad entre las especies de humanos Voltaire las equiparé con los diversos tipos de drboles, Y veinte afios después, esa analo- gfa fue retomada y desarrollada en el Essai sur les moeurs (cap. CXIV). También en este tiltimo tex- to, los negros tenfan en la argumentacién de Vol- taire una importancia decisiva: mos mutar tan raramente. Este es el mo- -__La aproximacién de Voltaire frente a la tivo por el cual los negros son esclavos cuestién de la raza, y mas especificamente de los otros hombres. Una multitud de es~ respecto del tema de los negros, era algo tos negros, comprados sobre las costas :. del Africa como besti y transplantados que compartia ampliamente con todo el vasto og en nuestras colonias americanas, sirven en po de los philasophes®. Aunque un dato personal tonces a un pequeno niimero de europeos.” puede haber contribuido a reforzarla. Desde jo- ji eae ven, Voltaire habfa invertido fuertes sumas en la Voltaire pensaba que la historia humana se habla desarrollado dentro de la jerarquéa consti- Compatifa de las Indias, que estaba muy involi- i i ; * crada en el comercio de esclavos". De este hecho tuida por las diferentes especies humanas; hoy di : Voltaire, que como ha sido sefialado tenfa un gran Hlamos, de las diferentes razas. Y aunque las pala- : z olfato para los negocios, estaba sin duda al cortien- % ibid, p. 180, Che. §, LANDUCCI, I filowof ei seloaggi, Bati, 1972, pp. 80 ss. % La membrane muqueuse des négres, reconnue noire, et qui est la cause de leur couleur, est une preuve manifeste quill ya dans chaque espéce hommes, comme dans les plantes, un principe qui les dfférencie. La nature a subordonné & ce principe ces différents degrés de genie et ces caractéres des nations qu'on voit si rarement changer. C'est par a que les négres sont les cesclaves des autres hommes, On les achéve sur les cdtes d'Afrique comme des betes, et les multitudes de ces noirs, transplantés dans nos colonies d'Amérique, servent un trts petit nombre d’Européens» (VOLTAIRE, Essai sur les moeurs, éd. R. PO- MEAL, Paris, 1963, IL, p. 335). Cft, M, DUCHET, Anthropologie et Histoire au Sigcle des Lumiéres, Paris, 1971; C. HUNTING, The Philesophes and Black slavery: 1748-1765, en «Journal of the History of Ideas», julio - sept. 1978, pp. 405 - 18. Cfr. también G. GLIOZZI, Poligenismo ¢ razzismo agli albori del secolo dei Lumi, «Rivista di filosofiae, LXX (1979), pp. 1 - 31. % La pluspare des négres, tous les Cafres sont plongés dans la méme stupidité» (La Philosophie de Uhistoire, p. 96); «Ex y croupiront longtemps» (ibidem). Véase también el comentario racista contenido en Les Lettres d'Amabed (VOLTAIRE, Romans et contes, a cargo de F. DELOFFRE, J. VAN DER HEUVEL, Paris, 1979, pp. 507 -08). C. HUNTING, ThePhile- sophe, p. 47, n. 16, sostiene, de manera no convincente, que el pasaje queria poner en ridiculo las opiniones corrientes sobre Jos negtos. De opinién contraria DELOFFRE, Les Lertres d’Amabed cit., p. 1136 nota. Lo niega HUNTING, The Philosophes, aunque véase A. BURGIO, Razzismo e lumi. Su un spanidosor sorico, en «Studi settecenteschir, 13 (1992-1993), pp. 293 - 329. © Véase el articulo, bastante apologético, de E. PB. ABANIME, Voliaire antisclavagisre, en «Studies on Voltaire and the Eighteenth Century», 182 (1979), pp. 237 -52. 18] * te. Y en cualquier caso, la trata de esclavos era un elemento importante del sistema econémico del que Voltaire canté las alabanzas en el pequefio poema Le mondain (al que le sigue la Defense du mondain ou Uapologie dis luxe, de 1736): Le superflu, chose trés nécessaire, A réuni I’un et l'autre hémisphére Voyez-vous pas ces agiles vaisseaux Qui du Texel, de Londres, de Bordeaux S’en vont chercher, par un heureux échange, Des nouveaux biens, nés aux sources du Gange, andis qu’au loin, vainqueurs des musulmans, Nos vins de France enivrent les sultans?*! (Lo superfluo, es una cosa muy necesaria, que ha reunido a un hemisferio con el otro éNo ven acaso esas giles naves Que desde Texel, desde Londres, desde Burd Van a buscar, por un feliz intereambio, Nuevos productos nacidos en las fuentes del Gan Mientras a lo lejos, vencedores de los musulmanes, Los vinos de Francia embriaga 0S, a los sultanes?) El tono frivolo de este poema rococé contrasta con la importancia de su contenido. Una de las mercancfas que habia contribuido a unificar los dos hemisferios eran los «animales negros» vendi- dos como esclavos. Fl lujo estimula el progreso, habfa explicado Mandeville en la Fabula de las abe- jas. Aunque la paradoja de Mandeville sobre los, vicios privados que generan a las virtudes pibli- cas, se referfa tinicamente a los Estados europeos. El parafso terrestre evocado en la euférica conclu- sién del Le Mondain («El paraiso terrestre esta don- de estoy yo») era el fruto del saqueo sistemético del planeta. 6 Las rafces correspondientes al siglo XVIII ) » de las ideologtas racistas mds tardias a estas Imago @ Mundi fechas, si bien replanteadas constantemente, estén fuera de discusién. Pero no creo que ellas expli- quen el acercamiento entre Voltaire y la propa- ganda nazista propuesto por Auerbach, Aunque no se puede excluir que Auerbach se haya sentido personalmente ofendido por el comentario sarcés- tico de Voltaire sobre los ritos judios. La persecu- cién nazi habfa convertido a Auerbach en un ju- dio y también en un exiliado®. El verso de Mar- vell colocado como epigrafe en el libro de Mimesis («Had we but world enough and time...») alude irénicamente a las imitaciones histéricas y geo- grificas que habfan condicionado la génesis de ese mismo libro, Pero esa ironfa escondfa otra ironia, mas amarga: Marvell continua el verso, asegurin- dole a su reluctante amada que si quiere puede resistirsele «hasta la conversién de los judios (till the conversion of the Jews)»."* Aunque la intole- rancia mezclada con la admiracién que Auerbach manifiesta en su confrontacién con Voltaire tenia implicacio- nes mas amplias. Al inicio de su exilio en Es- tambul Auerbach escribié algu- nas cartas a Walter Benjamin, con quien tenia evidentemen- te relaciones de amistad. En una de ellas, fechada el 3 de enero de 1937, Auerbach ha- bl6 de sus primeras impresio- nes sobre Turquia: Gs aR Tem Cato Tay el resultado [de la politica de Kemal Atatirk] es un nacionalismo fanaticamente hostil a la tradiciOn; un re~ chazo de toda la herencia cultural mahometana: la construccién de una relacion imaginaria con una identi~ Ce Ca OIL Toe nce ne Nee One ane Tones nes teeters ernest " VOLTAIRE, Mélange: its p. 203, ® Cf. A. MORIZE, Liapologie du luxe au XVilleme sitcle et «Le mondain» de Voltaire, Pais, 1909; WADE, Studies on Voltaire cit, pp. 22 - 49; A. O. ALDRIDGE, Mandeville and Voltaire, en Mandeville Studies, a cargo de I. PRIMER, The Hague, 1975, pp. ~ 56, Wade sostiene que VOLTAIRE conocié The Fable of theBees slo hasta 1735, cuando escribié La Défense du Mondain: pero nétese que Wade mismo ha mostrado que Le Mondain habia sido influenciado por MELON, Eis polit- «que sur le commerce (1736) a su vez influenciado por Mandeville ® No existe hasta hoy en dia una biografia de Auerbach. Muchas informaciones titiles en H. U. GUMBREC Pathos of the Earthly Progress, Literary History and the Challenge of Philolegy. a cargo de §. LERER, Stanford, 1996, pp. 13 - 35. “ Los versos estin citados en ¥. H. YERUSHALMI, Assimilation and Racial Anti-Semitism: The Iberian and the German Models, en «The Leo Baeck Memorial Lecture», 26 (1992), pp. 21 - 22. ty" minds Contrahistorias, dad originaria turca, y una modernizacion. tecnolégica en el sentido europeo [...]. El sultado es un nacionalismo extremo, acompanado de la destruccién simultanea del caracter nacional historico. Este cua- dro, que en paises como Alemania, Italia, e incluso Rusia (?) no es visible a todos, aqui aparece con plena evidencia. Y segufa una prevision: Para mi es cada vez mas claro que la ac~ tual situacion internacional no es otra cosa que una astucia de la providencia [List der Vorsehung], encaminada para llevarnos, a través de un sendero tortuoso y san’ griento, hacia una Internacional de Ia tri- vialidad y hacia un esperanto cultural. Una sospecha de este tipo me habia asaltado ya en Alemania y en Italia, viendo la tre- menda inautenticidad de la propaganda de «sangre y suelo»: aunque solamente aqui las pruebas de esta tendencia me han pa- recido completamente claras.*® Las dictaduras nacionalistas (y aqui el término de «Rusia», aunque esta acompafiado por un sig- no de interrogacién, es sintomético) eran enton- ces una etapa de un proceso histérico que habria terminado con la cancelacién de todos los trazos especificos, incluidos los rasgos nacionales, para llevarnos hacia la afirmacién de una civilizacién indiferenciada a escala mundial. Esta trayectoria paraddjica sugeria a Auerebach la expresi6n «astu- cia de Ja providenciay: un término que era una fusién, inspirada tanto por una observacién de Benedetto Croce, sobre la providencia de Vico, como por Ia idea de la astucia de la razén de He- gel. Auerbach no tenia dudas, en cuanto a que este proceso habria significado una gran pérdida en el plano cultural. La misma preocupacién re- aparece, después del final de la segunda guerra mundial, en el ensayo Filologia y literatura mun- dial (Philologie und Weltiteratur) (1952). La gue- rra frfa, que habia dividido al mundo en dos mo- delos contrapuestos aunque {ntimamente pareci- dos, tendia a producir una estandarizacién, una pérdida de la diversidad, una uniformidad que afectaba a todas las tradiciones individuales y na- ionales. La continuidad evidente entre la carta a Ben- jamin de 1937 y el ensayo de 1952 arroja nuevas luces sobre un texto cronolégicamente interme- dio, el del capitulo de Mimesis que analiza la pigi- na de Voltaire sobre la Bolsa de Londres. En esa pagina Auerbach leyé la anticipacién de una so- cdad de masas culturalmente homogénea, regu- Jada por las leyes racionales del mercado. De modo que no obstante sus enormes diferencias, la Ilus- tracién y el nazismo le parecian como una suerte de etapas, de un proceso histérico larguisimo, que habria reducido las particularidades (religiosas 0 de otro tipo) a elementos pintorescos ¢ irrelevan- tes, antes de eliminarlos definitivamente. Una tesis muy similar fue propuesta por Theo- dor Adorno y Max Horkheimer en su libro Dialé- ctica del Huminismo (publicado en 1947, aunque escrito en 1944). Las répidas anotaciones de Auer- bach en la carta a Benjamin no pueden ser com- paradas con la elaborada complejidad de los «frag- mentos filoséficos» de Adorno y Horkheimer. Pero tampoco resulta demasiado dificil imaginar un dialogo de exiliados entre Estambul y Santa Mé- nica, al inicio de los afios 40, sobre la ambivalen- cia de dicho Iluminismo. 7 Esta ambivalencia fue expuesta desde la pro- + pia Introduccién del libro Dialéctiea del Ihe- minismo. «La critica presentada en el primer ensa- yo, escriben ambos autores, aspira a preparar un concepto positivo (del iluminismo] que lo libere =) qe “ K. BARCK, Walter Benjamin and Erich Au b: Fragments of a correspondence, en «Diacrtics», 22 (invierno de 1992), trad. A. REYNOLDS, pp. 81-83 (se trata de una versign abreviada de 5 Briefe Erich Auerbachs an Walter Benjamin in Paris, ‘en «Zeitschrift fir Germanistiko, 9 [1988], pp. 688 ~94). Debo el conocimiento de estas cartas a Stephen Greenblatt, a qui aagradezco enormememt. “B. CROCE, La filowfla di Giambastista Vico, Ul ed. revisada, Bari, 1922, p. 254. Auerbach tradujo al aleman la Scienza Nuova (1925) y la monografia de Croce sobre Vico (1927, en colaboracién con Th. Liicke).. © E, AUERBACH, Philology and Welliteratur, en «The Centennial Review», 13 (1969), pp. 1 - 17 (publicado originalmente como Philologie der Weltlieratur, en Weltliverasur. Fesgabe flir Fritz Strich, a cargo de W. HENZEN, W MUSCHG, E. STAIGER, Berna, 1952, pp. 39 - 50). Véase también una alusién de ZIOLKOWSKLI en la Jntroduccién cit + PEXXV,

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