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‘’Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


POLITICAS

DERECHO PENAL l

RETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL


Docente:
Dr. Thamer López Macedo.

Estudiantes:
 PEREZ VASQUEZ, Jeremy Anthony
 LOMAS YAICATE, Jessica
 RIVAS SILVA, Diana
.

Iquitos – Perú
2021

DEDICATORIA

A los adolescentes
que son el único pilar
para una mejor
Sociedad.
AGRADECIMIENTO

A Dios:

Agradecer a Dios, por permitirnos un día más de vida, e iluminarnos


en el sendero de nuestro camino profesional y cotidiano, y sobre
todo por alejarnos de todo mal.

A los padres:

A nuestros padres por ser nuestra principal razón de salir a delante


cada día, e inspirarnos a seguir estudiando, apoyándonos en todo lo
que es posible.

Al docente:

Por dedicarnos su valioso tiempo y enseñanzas, que a diario nos va


formando como excelentes profesionales para bien.
INDICE

I. INTRODUCCION...............................................................................................................5
II. RETROACTIVIDAD DE LA LEY............................................................................................5
III. FUNCION LESGILATIVA....................................................................................................6
1.1 Naturaleza de la Ley:.......................................................................................................6
1.1.1 CONSTITUCION DEL 1993 ANALISIS COMPARADO...............................................7
IV. PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y RETROACTIVIDAD................................................................8
V. PRINCIPIO DE RETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL POSTERIOR MÁS FAVORABLE. .10
VI. LA SEGURIDAD JURIDICA Y LA PROHIBICION DE RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES
PENALES........................................................................................................................11
VII. EL PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD EN EL MARCO DEL DERECHO PENAL..................12
VIII. IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES PENALES Y LAS SENTENCIAS DECLARATORIAS DE
INCONSTITUCIONALIDAD..............................................................................................13
IX. EXCEPCIONES DE LA IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY......................................................14
X. CODIGO PENAL..............................................................................................................15
XI. APLICACIÓN TEMPORAL................................................................................................15
XII. PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD................................................................................15
XIII. RETROACTIVIDAD Y ULTRACTIVIDAD.............................................................................16
XIV. Constitución Peruana y Código Civil:.............................................................................16
XV. CONCLUSION.................................................................................................................17
I. INTRODUCCION

Las leyes en el ámbito penal están vigentes, desde que entran en vigor hasta
que son derogadas, a raíz de una ley posterior o hasta la publicación de una
sentencia del Tribunal Constitucional declarándola inconstitucional, teniendo
este último supuesto algunas limitaciones en cuanto a sus efectos, ya que por
ejemplo los efectos de la declaración de inconstitucionalidad no son
retroactivos salvo que importen un beneficio para un sujeto al que haya sido
aplicada dicha ley durante su vigencia y al ser eliminada, desaparezca con ello
su responsabilidad o se reduzca la misma.
Lo expuesto en el párrafo anterior nos deja claro que la ley por carácter general
surte efecto únicamente durante su vigencia, lo que se traduce en la
irretroactividad de la ley como principio general. Pero hay excepciones a esta
regla de la ley penal en el tiempo, que permiten la retroactividad, y por ende su
aplicación a un caso que sucede mientras esta ley aún no estaba vigente, ante
determinados supuestos.
Hay situaciones donde una ley si puede aplicarse de forma retroactiva, aunque
los hechos sean anteriores a su existencia, en el supuesto en que su aplicación
sea más favorable para el sujeto que la ley que se encontraba vigente en el
momento en el que se comete el delito. Recogido tanto en la Constitución
española, como en el Código Penal español este principio está motivado con
base en la justicia y coherencia del ordenamiento

II. RETROACTIVIDAD DE LA LEY

Adentrándonos en materia, hay que decir que la problemática de la


retroactividad se plantea con la eterna pregunta estudiada de forma
pormenorizada en contadas ocasiones. Retroactividad en su sentido
etimológico significa
<retro agere>, accionar hacia tras, obrar hacia tras; de acuerdo con las fuentes
romanas se acude las siguientes expresiones: <retroagitur>, <reducitur > o
<res retrodicitur> a la hora de establecer una definición de retroactividad se
entiende que se produce – cuando a una relación jurídica conformada por una
norma jurídica de fecha anterior la es aplicada una ley nueva, de fecha
posterior, de modo que le afecte de modo sustancial.
Esta es, en oposición a la situación jurídica abstracta, la manera de ser una
persona determinada, derivada en un acto o de un hecho jurídico que ha hecho
actuar en su provecho o en su contra las reglas de una institución jurídica,

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confiriéndole al mismo tiempo y efectivamente, las ventajas o las obligaciones
inherentes al funcionamiento de esta institución.

La tercera de las teorías postula de forma concreta que la ley es retroactiva


cuando se aplica al pasado, ya sea para aprecia las condiciones de legalidad
de un acto, ya sea para modificar y suprimir los efectos de un derecho, efectos
que sean han realizado. ¨´la retroactividad existe cuando una disposición
vuelve al pasado, cuando rige o pretende regir situaciones ocurridas antes de
su vigencia retro-obrando con relación a las condiciones jurídicas que antes no
fueron comprendidas en la nueva disposición y respecto a los actos verificados
bajo una disposición anterior. Ahora bien, la constitución general de la republica
consagra el principio de la retroactividad, que causas perjuicio a alguna
persona de donde es reducible la afirmación contraria, de que pueda darse
efectos retroactivos a la ley, si esta no causa perjuicio, como sucede
frecuentemente, tratándose de leyes procesales o de carácter penal, sea que
establezca procedimientos o recursos benéficos o que hagan más favorable la
condición de los inicios de algún delito.

III. FUNCION LESGILATIVA

Naturaleza de la Ley:

Articulo 103.-pueden expedirse las leyes especiales porque así lo exige la


naturaleza de las cosas, pero no por razón de la diferencia de las personas.

Ninguna ley tiene fuerza o efecto retroactivo, salvo en materia penal, cuando
favorece al reo.

La ley solo se deroga por otra ley, también queda sin efecto por sentencia que
declara su inconstitucionalidad.

La ley no ampara el abuso de derecho.

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Se inspira en principios jurídicos de validez incontestable. Esto son: la
generalidad y condiciones de igualdad en la expedición de la ley; la
irretroactividad de la ley; la forma como se derogan las normas en virtud de la
seguridad jurídica, y la prohibición del abuso del derecho. Si bien es cierto que
en este tema la constitución de 1993 amplia algunos puntos que no estaban
ordenados en la misma manera en la carta que la precede -art 187-, también es
un hecho que se ha cercenado algunos principios generales que amparaba a
importantes sectores de la ciudadanía, como veremos mas adelante.

Cuando el estado, haciendo uso de las prerrogativas de goza, dicta una


determinada norma, esta se aplica de manera general. Como se sabe, la vida
en sociedad exigen que los detentadores del poder administren de manera
justa y equitativa las facultades legislativas de que están investidos, en esa
medida toda ley debe responder al interés común y goza así mismo de
obligatoriedad; es decir tiene un carácter erga omnes, de otro lado la ley por
definición -contiene un mandato impersonal, por ello la exigencia de que se
expidan leyes especiales por la naturaleza de las cosas y no por diferencia de
las personas, pues si se consintiera este extremo de la ley concedería
privilegios y estatus de carácter personal.

CONSTITUCION DEL 1993 ANALISIS COMPARADO

Cuando la constitución se refiere a la < naturaleza de las cosas> debe


entenderse como lo sostiene ALZAMORA VALDEZ en una cita de DARBURG
lo siguiente; las relaciones vitales llevan en si misma, mas o menos
desarrolladas su medida y su orden. Este orden inmanente de las cosas es
llamado naturaleza de la cosa. A ella tiene que volver el jurista reflexivo cuando
carece de una norma positiva o cuando esta es incompleta o confusa, el mismo
ALZAMORA agrega que debemos entender por “cosa” no un objeto a ser
tomado en sentido general, sino la materia de la relación jurídica, en la que
RADBRUCH ve una realidad conceptual preformada.

El dispositivo bajo análisis se refiere también a la irretroactividad de la ley. Este


es un principio general del derecho que tiene raíces antiguas y que consagra la

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seguridad jurídica de todo sistema basado en el dominio de ley. La garantía es
clara y precisa: una ley solo tiene efectos a futuro. Sin embargo, pueden existir
algunas excepciones puntuales. Es el caso de las leyes penales, laborales y
tributarias. En este punto es donde se produce un disloque entre las dos
ultimas constituciones. La carta de 1979 establecía que “que ninguna ley tiene
fuerza ni efectos retroactivos, salvo en materia penal, laboral o tributaria,
cuando es más favorable al reo, trabajador o contribuyente”; es el caso de la
retroactividad benigna. La constitución vigente reduce este beneficio solamente
al ámbito penal.

Como se sabe, la retroactividad es una figura jurídica que proviene


básicamente del Derecho Penal, que consiste en la traslación al pasado de los
efectos de una ley, sentencia o acto jurídico y que por extensión se convino en
ampliar a las relaciones laborales y tributarias. En el ámbito penal la aplicación
del beneficio es para favorecer al reo. Este -procesado o condenado- puede
invocar la retroactividad benigna cuando una ley posterior lo favorece en el
proceso o en la reducción de la condena.

El cercenamiento a que aludíamos líneas arriba se produce en el impedimento


constitucional a que la retroactividad benigna se extienda a los ámbitos laboral
y tributario. Cabe mencionar que la intención de la Constitución de 1979 era,
por un lado, otorgar protección jurídica a la parte más débil de la relación
laboral -el trabajador- especialmente en lo que se refiere a los beneficios
sociales a que tiene derecho. En segundo lugar, el beneficio también se
extendía a los contribuyentes, quienes podían acogerse a la norma mas
favorable para su relación tributaria con el estado.

IV. PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y RETROACTIVIDAD


Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de
cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede
imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión el
delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición
de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello.

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El mandato de ley previa, cierta, estricta y escrita y la retroactividad de la
ley penal posterior más favorable.

El principio de legalidad es uno de los límites más tajantes al poder pu-


nitivo del Estado. Nulla poena, nullum crimen sine praevia lege poenali.
No hay pena, no hay crimen, sin una ley penal previa. Este aforismo
sintetiza el significado del principio de legalidad: el fundamento del
castigo sólo puede ser una ley en sentido formal, sancionada según el
procedimiento, la competencia y el contenido limitado que regula
nuestra Constitución Nacional, que esté vigente al momento de la
comisión del hecho y que prevea como delictiva la conducta
reprochada.

Se trata de una garantía sustantiva que delimita el poder punitivo del


Estado en todo su alcance. Es una garantía criminal, ya que exige que
el hecho perseguido penalmente esté contemplado como delito,
previamente, por una ley; una garantía penal, dado que esos mismos
recaudos no sólo tienen que tomarse respecto de la descripción de la
conducta, sino también para el monto de la pena; una garantía
jurisdiccional, porque exige que la existencia de un delito y la
imposición de una pena deriven de un pronunciamiento judicial; y una
garantía de ejecución, ya que exige que el cumplimiento de la pena
esté regulado por una ley.

El mandato de ley previa está estrechamente vinculado con el principio


de culpabilidad, dado que el individuo podrá motivarse con la norma en
la medida en que ésta exista y que la conozca. De lo contrario, no se le
podrá exigir que ajuste sus conductas al ordenamiento jurídico. Esta
fundamentación, sin embargo, puede llegar a ser débil, dado que para
satisfacer la exigencia de culpabilidad no sería necesario extender la
prohibición de retro- actividad a los casos de agravación de la pena y ni
siquiera al carácter penal de la sanción. Bastaría con exigir el
conocimiento de la antijuridicidad. Por esta razón, para dar cuenta del
alcance total del mandato de ley previa deben considerarse,
adicionalmente, intereses diferentes del principio de culpabilidad (543).
Este complemento puede surgir de la idea de seguridad jurídica, en el

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interés de garantizar la objetividad, en impedir la sanción de leyes
arbitrarias o bien impedir leyes ad-hoc (544).

Es así que el principio de legalidad fija cuatro requisitos para considerar


válida una ley penal, requisitos que, a su vez, implican una respectiva
prohibición: que sea previa, escrita, formal y estricta. Como debe ser
previa, es decir, sancionada con anterioridad al hecho juzgado, prohíbe la
retroactividad en su aplicación. Como debe ser escrita, se prohíbe la
aplicación analógica de la ley penal a casos que no están expresamente
contemplados. Como debe ser formal, o sea, sancionada por el Poder
Legislativo, se prohíbe el castigo por delitos considerados como tales por
otro tipo de normas que no sean leyes. Como debe ser estricta, los tipos
penales deben ser claros y precisos y se prohíbe la indeterminación. Sólo
podrá hacerse excepciones a estas prohibiciones cuando éstas repercutan
en favor del imputado

La principal excepción a la exigencia de que en materia penal se apli-


que la ley vigente al momento del hecho, es la ultractividad de la ley
penal posterior que sea más favorable para el imputado. El fundamento
de esta excepción, empero, es diferente al del mandato de ley previa.
Se trata más bien de un principio de política criminal según el cual es
inadmisible imponer o mantener una sanción cuando el hecho ya no se
considera delito, o bien una pena que ha devenido desproporcionada
en relación con la menor gravedad que la sociedad atribuye ahora a
ese hecho. Ello presupone un cambio de valoración social respecto de
la reprobación del hecho (545).

V. PRINCIPIO DE RETROACTIVIDAD DE LA LEY PENAL


POSTERIOR MÁS FAVORABLE

La prohibición de retroactividad mencionada en el acápite anterior, no


es, sin embargo, absoluta. Cuando una ley posterior fuere más benigna
para el imputado que la ley vigente durante la comisión del hecho
delictivo, los jueces deben aplicar la primera. Se entiende por “ley

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penal posterior más favorable” tanto aquella que establece una pena
menor respecto de los delitos, como la que comprende a las leyes que
desincriminan una conducta anteriormente considerada delictiva, o la
que crea una nueva causa de justificación, de inculpabilidad y de
impedimento a la operatividad de una penalidad ya sea que se hubiese
sancionado con anterioridad a la sentencia, como así también si se
hubiese sancionado durante su ejecución —descripción que, por cierto,
no es taxativa— (553).

Esta excepción también encuentra respaldo en el marco del Sistema


Interamericano en el artículo 29.b) de la Convención, según el cual si
alguna ley del Estado parte u otro tratado internacional del cual sea
parte dicho Estado otorga una mayor protección o regula con mayor
amplitud el goce y ejercicio de algún derecho o libertad, éste deberá
aplicar la norma más favorable para la tutela de los derechos humanos.
La Corte IDH ha aplicado el principio de la norma más favorable para
interpretar la Convención Americana, de manera que siempre se elija
la alternativa más favorable para la tutela de los derechos protegidos
por ese tratado (554).

El principio de la retroactividad de la ley penal posterior más favorable


admite excepciones. Pero antes de adentrarnos en ellas, es preciso
distinguir entre leyes penales en blanco —sobre las que se volverá
más adelante—, normas transitorias y de emergencia (que pueden
regular cuestiones económicas, o no) y normas de regulación
económica. Si bien estas categorías suelen ser tratadas
indistintamente por la doctrina, lo cierto es que no necesaria- mente se
yuxtaponen en una misma norma.

Se conoce como “leyes penales en blanco” aquellas en las que las


conductas punibles sólo se hallan genéricamente determinadas en la
ley y ésta remite, para su especificación, a otras instancias legislativas
o administrativas. La razón de ser de estas leyes es la necesidad de
regular ciertas materias que exigen una dosis importante de
conocimiento técnico y que deben ser actualizadas con cierta

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frecuencia, como las regulaciones económicas, los estupefacientes, las
armas de fuego, las especies en extinción, etc. Este cono- cimiento
suele estar en la órbita de la administración, que es el que se encarga
de completar los puntos de la ley que le fueron asignados.

Una ley penal en blanco puede ser al mismo tiempo una ley transitoria
(temporal o excepcional) y versar sobre un tema económico; pero
también puede haber leyes penales en blanco permanentes que
regulen diversas cuestiones. Y así, pueden darse distintas combinaciones
de estas categorías. En estos casos, en general, si una norma es
transitoria, ese carácter prevalecerá sobre los demás a la hora de definir si
corresponde, o no, la retroactividad de la ley penal posterior más
favorable. Sin embargo, hay muchos casos de leyes penales en blanco
que no son transitorias o de emergencia —como aquellas que remiten a
los decretos reglamentarios para definir qué se entiende por “arma de
guerra” o “estupefacientes” y hay normas económicas que no
necesariamente son transitorias y que no necesariamente están
estipuladas a través de una ley penal en blanco—

Debe aplicarse el principio retroactividad de la ley penal más favorable


a las leyes penales en blanco, cualquiera sea la materia que regulen, o
a las normas que regulan cuestiones económicas, sean o no el
complemento de una ley penal en blanco, en la medida en que sean
permanentes —por oposición a las leyes transitorias o de emergencia
— dado que no hay razones para apartarse de dicho principio.

Por el contrario, sí hay razones para apartarse del principio de


retroactividad de la ley posterior más favorable en el caso de las
normas temporales y excepcionales, es decir, aquellas cuya vigencia
está limitada de antemano a un determinado período de tiempo
expresamente fijado en la ley o bien que depende de la permanencia
de ciertos factores excepcionales. Una vez que el lapso ha transcurrido
o las circunstancias han desaparecido estas leyes pierden
automáticamente su vigencia.

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VI. LA SEGURIDAD JURIDICA Y LA PROHIBICION DE
RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES PENALES

La idea de seguridad jurídica está estrechamente vinculada al principio de


legalidad de los delitos y de las penas, y así se viene reconociendo desde
que el pensamiento ilustrado convirtió en lema fundamental la reflexión de
que «solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, y esta
autoridad debe residir únicamente en el legislador», tal como escribe
Manuel de LARDIZABAL, que lo toma literalmente de BECCARIA. El
principio de legalidad replica, bajo este punto de vista, certeza, confianza,
seguridad para el ciudadano, entendidas en sentido formal —como reserva
absoluta de la ley para definir los delitos y sus penas—, y en sentido mate-
rial, es decir, como previsión calculable de los actos propios y garantía de
la orientación que se va a dar al comportamiento personal

Una de las manifestaciones materiales del principio de legalidad en el


ámbito del Derecho penal es tanto la prohibición de dictar leyes con
efectos retroactivos desfavorables, como de aplicarlas a hechos cometidos
con anterioridad a su entrada en vigor y, de igual forma, en sentido
perjudicial para el afectado. Se trata del reconocimiento de un ámbito de
libertad al individuo, frente al derecho de castigar del Estado, y que desde
los clásicos hasta nuestro dial se resume en el pensamiento de que hay
que estimar permitido todo aquello que no se halla expresamente
prohibido.

VII. EL PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD EN EL MARCO


DEL DERECHO PENAL

Debe ser entendido además como una de las exigencias propias del Estado
de Derecho. El artículo 9.3 de la Constitución proclama, en este sentido,

«la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o


restrictivas de derechos individuales». Es la norma básica de nuestro
ordenamiento jurídico en cuestiones de irretroactividad, y sobre ella es preciso

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construir el alcance y significado que debe darse al principio. El resto de las
disposiciones con un contenido penal que hacen referencia al tema.

dentro de la propia Constitución, así, el artículo 25.1, o fuera de ella, como los
artículos 1, 2, 23, 24, 80 y 81 del Código penal— no pueden ser interpretados
sino en función de la inicial declaración que contiene el artículo 9.3 de la
Constitución. Además, adviértase que el artículo 25.1 de la Constitución es
por esto solo insuficiente para comprender toda la trascendencia de la
prohibición de retroactividad en materia penal pues, en rigor.

incluye la garantía criminal pero no la penal, Esta última puede quedar


burlada ya que su sentido literal también se respetará cuando se aplicase
retroactivamente una pena más severa a un delito previsto anteriormente. Y
exactamente lo contrario sucede con lo dispuesto en el artículo 23 del
Código penal, ya que puede entenderse referido tan sólo a la irretroactividad
de las penas; ciertamente que mediante un adecuado complemento con lo
establecido en el artículo 1, párrafo primero, y el artículo 2, párrafo primero
—abstención por parte del juez de todo procedimiento si el hecho no está
penado por la ley— ha de estimarse cubierta en el Código penal tanto la
garantía criminal como la penal por la prohibici6n de retroactividad
desfavorable.

Y si tradicionalmente el principio de irretroactividad se vinculaba esta


exclusivamente con los delitos y las penas, hoy no resulta nada pertinente
limitar su alcance al ámbito del Derecho penal. Con base en el artículo 9.3
de la Constitución cualquier disposición sancionadora desfavorable o
limitadora de derechos individuales entra de lleno en las exigencias de la

prohibición de retroactividad 7, lo que no es más que una derivación


consecuente de la idea de seguridad jurídica, también reconocida en el
propio artículo.

VIII. IRRETROACTIVIDAD DE LAS LEYES PENALES Y LAS


SENTENCIAS DECLARATORIAS DE
INCONSTITUCIONALIDAD

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Otra importante repercusión en cuestiones de irretroactividad tiene las
decisiones del Tribunal Constitucional que declaren la inconstitucionalidad de
una ley penal. Es sabido que los autores las atribuyen una naturaleza

cuasilegislativa, aunque solo con carácter negativo '9, en la medida en que las
Sentencias del Tribunal Constitucional pueden invalidar leyes y disposiciones
o actos con fuerza de ley (arts. 164 de la Constitución y 40 de la Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional). Quiere esto decir que, si la norma penal aplicada
es declarada inconstitucional, debe respetarse en sus diversas
manifestaciones las ideas sobre irretroactividad, y, de modo inverso, la de
retroactividad de la ley más favorable. Y en este sentido se manifiesta el
artículo 40.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional cuando exceptúa
del régimen general, que prohíbe revisar los procesos fenecidos con fuerza de
cosa juzgada, a «los procesos penales o contencioso-administrativos
referentes a un procedimiento sancionador en que, como consecuencia de la
nulidad de la norma aplicada, resulte una reducción de la pena o de la sanción
o una exclusión, exencion o limitación de la responsabilidad. El afán
enumerador podría resumirse así: aplicación de la ley penal más favorable, o
simple atipicidad, cuando la declaración de inconstitucionalidad deje un vacío
no regulado de otro modo; de modo inverso, prohibición de retroactividad
cuando, tal vez subsanados los vicios, la nueva ley comience de nuevo a
regir, incluso aunque se muestre más favorable con respecto a la declarada
inconstitucional.

Un problema interesante se suscita en el caso de que la declaración de


inconstitucionalidad afecte a una ley más benigna que ha sido apli- cada, o
era susceptible de aplicarse, con canicter retroactivo, y como consecuencia
de ello nuevamente debe tomarse en consideración la ley más grave, que
siempre mantuvo su imperio, y bajo cuya vigencia fue cometido el delito. La
cuestión puede abordarse de forma distinta según que los hechos hayan
sido o no juzgados; si fueron juzgados, la sentencia firme recaída tendrá el
valor de cosa juzgada y no cabra revisar el proceso (arts. 161. la de la
Constitución y 40.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional). No se
infringe con ello lo dispuesto en el artículo 40.1 de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional pues sólo obliga a modificar las sentencias en caso

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de que la ley penal aplicada sea la más gravosa, y aquí sucede lo contrario.
La solución que asi se obtiene es coincidente con las exigencias del
principio de seguridad jurídica. Si el delito no fue aun juzgado, en rigor no
se darán los presupuestos requeridos por la prohibición de retroactividad,
pues la ley más gravosa que ahora resulta apli- cable es la que también
estaba en vigor —y lo mantuvo durante todo el tiempo- cuando se
cometieron los hechos. En estos episodios la vía abierta por el artículo 2,
párrafo segundo, no debe ser desperdiciada por los Tribu- nales con el fin
de acomodar las sentencias, en su caso, a las previsiones de la ley más
benigna declarada inconstitucional, si razones de justicia material así lo
aconsejasen.

IX. EXCEPCIONES DE LA IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY

Roubier distingue tres clases de leyes:

1) Leyes retroactivas, que son las que vuelven sobre los efectos ya cumplidos
bajo el imperio de la ley anterior.

2) Leyes de aplicación inmediata, que son las que rigen los efectos posteriores
a su sanción, aunque sean derivados de una relación jurídica constituida con
anterioridad.

3) Leyes de aplicación diferida, que son las que rigen para las relaciones
jurídicas constituidas con posterioridad a su sanción, dejando entretanto que
los efectos de las relaciones jurídicas anteriores se rijan por la ley anterior
(supervivencia de la ley anterior).

las principales excepciones a la irretroactividad de la ley son:

A) Leyes interpretativas: se admite que la nueva ley que aclara la anterior, se


aplique a los casos pendientes nacidos bajo el imperio de la ley anterior,
porque se considera que forma un solo cuerpo con ella.

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B) Leyes de orden público: el orden público es el conjunto de ideas políticas,
morales, económicas, religiosas, a las cuales una sociedad estima ligada su
existencia.

C) Leyes penales: en la mayoría de las legislaciones se consagra el efecto


retroactivo de las leyes penales cuando son benignas o favorables al reo
(principio de la favorabilidad).

D) La doctrina consagra la necesidad del efecto retroactivo en relación con las


leyes nuevas que suprimen en forma definitiva una determinada institución
jurídica, como en el caso de la esclavitud.

X. CODIGO PENAL

Artículo 6.- Principio de Combinación y retroactividad benigna

La Ley Penal aplicable es la vigente en el momento de la comisión del hecho


punible. No obstante, se aplicará la más favorable al reo, en caso de conflicto
en el tiempo de leyes penales. Si durante la ejecución de la sanción se dictare
una ley más favorable al condenado, el Juez sustituirá la sanción impuesta por
la que corresponda, conforme a la nueva ley.

Artículo 7.- Retroactividad benigna

Si, según la nueva ley, el hecho sancionado en una norma anterior deja de ser
punible, la pena impuesta y sus efectos se extinguen de pleno derecho.

XI. APLICACIÓN TEMPORAL

Rige el principio tempus regit actum: se aplica la ley vigente en el momento de


la comisión del delito, aunque al momento de la sentencia ya no esté vigente.
La ley entra en vigencia al día siguiente de su publicación, salvo disposición en
contrario. La ley sólo puede ser derogada en virtud de otra o declarada
inconstitucional, en ambos casos queda sin efecto.

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XII. PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD

Por el Principio de Irretroactividad (o prohibición de retroactividad) de las leyes


penales, éstas no pueden ser aplicadas a hechos anteriores a su vigencia. •
Las leyes penales son reglas de conducta que miran al futuro (prevención de
delitos) y, por tanto, no pueden desplegar sus efectos hacia momentos
anteriores a su entrada en vigor.
Desde el punto de vista jurídico, ello tiene su fundamento en los principios de
legalidad y seguridad jurídica como límites al ius puniendi.
Las leyes penales que definen conductas punibles, aumenten penas,
establezcan agravantes o creen figuras agravadas de delitos no pueden ser
aplicadas de modo retroactivo.

XIII. RETROACTIVIDAD Y ULTRACTIVIDAD

La retroactividad de la ley penal más favorable constituye una excepción al


principio general de irretroactividad de las leyes penales. Ello responde a una
exigencia de coherencia en la aplicación del ordenamiento jurídico, ya que si
los hechos han dejado de ser desvalorados por el legislador o se les desvalora
en menor medida no tiene sentido que los ciudadanos sigan padeciendo las
consecuencias de unas leyes que han dejado de considerarse adecuadas.

Las normas penales que establezcan circunstancias eximentes, atenuantes,


que disminuyan la gravedad de las penas y que despenalicen conductas
pueden ser aplicadas a hechos acaecidos con anterioridad a su entrada en
vigor. • Las leyes también pueden se pueden aplicar ultractivamente cuando es
más favorable al reo; es decir, se aplica una ley que está derogada al momento
de la sentencia pero que en el momento de la comisión del delito estaba
vigente.

XIV. Constitución Peruana y Código Civil:

Constitución artículo 103:

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El artículo 103 de la Constitución vigente establece que “… la Ley desde su
entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efecto retroactivo, salvo en
ambos supuestos, en materia penal, cuando favorece al reo. La Ley se deroga
sólo por otra Ley. También queda sin efecto por sentencia que declara su
inconstitucionalidad…”
Como podemos apreciar la Constitución vigente ha establecido como principio
o regla general con relación a la aplicación de la norma en el tiempo la
Irretroactividad (es decir está prohibida la retroactividad), y como excepción, la
retroactividad en materia penal, siempre que está favorezca al reo. Es decir,
establece una sola posibilidad de la aplicación retroactiva, en el caso penal.

XV. CONCLUSION

 La retroactividad de la ley penal más favorable constituye una excepción


al principio general de irretroactividad de las leyes penales.
 El principio de legalidad exige que solo podamos ser sancionados
penalmente por la comisión de un delito que lo fue antes de realizarse. A
esto se le llama garantía de ley previa (lex praevia) o prohibición de
retroactividad penal.
 La retroactividad de la ley penal, tal cual lo indica la doctrina, la
jurisprudencia, los Tratados y Convenios Internacionales, solamente
debe proceder en casos de una nueva ley penal más benigna y no así
en aquellos casos en que la ley penal nueva sea desfavorable para el
encausado.
 La retroactividad de la ley penal, en primer lugar se acomoda a lo que
establece la doctrina y los instrumentos legales internacionales sin
embargo, debemos indicar que en la legislación, se permite la
retroactividad de la nueva ley penal desfavorable en materia de
corrupción.
 El principio de legalidad prohíbe la retroactividad de la ley penal
desfavorable, y solamente permite la retroactividad de la ley penal más

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benigna, por lo tanto estamos frente a una flagrante violación al principio
de legalidad penal.

XVI. BIBLIOGRAFIA

 https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2653/9.pdf
 http://www2.congreso.gob.pe/sicr/biblioteca/Biblio_con.nsf/999a458492
37d86c052577920082c0c3/6B060C1B047CE06F05257FDA006A1843/
$FILE/3
 http://www.derecho.uba.ar/publicaciones/libros/pdf/la-cadh-y-su-
proyeccion-en-el-derecho-argentino/009-pique-legalidad-y-
retroactividad-la-cadh-y-su-proyeccion-en-el-da.pdf

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