ISSN: 2462-8689 Edición 177, marzo de 2021

M A R Z O

Mes de las
mujeres
2 EDITORIAL
RECTOR
Edgar Varela Barrios
D
DIRECTOR DE COMUNICACIONES
UNIVERSITARIAS
Ernesto José Piedrahita
COORDINADOR DE INFORMACIÓN
Jairo Canaval Erazo
COORDINACIÓN EDITORIAL
Johan Camilo Montaño Duque
ASESORÍA EDITORIAL
Edgard Collazos Córdoba
Darío Calvo Sarmiento
ASISTENCIA EDITORIAL
Cindy Paola Gómez Prada
GRUPO DE REDACCIÓN
Diego Alejandro Guerrero Velasco
Estefanía Vargas Cardona
Yizeth Bonilla
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Y COMUNICACIÓN INTERNA
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DISEÑADOR
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DISEÑADOR CAMPUS
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Universidad del Valle
Cali, Colombia
Universidad del Valle
@UnivalleCol
@UnivalleCol
Universidad del Valle (CO)
esde 2020, la
Dirección Universi-
taria en conjunto con
las unidades de apoyo a la
academia, hemos realizado
un arduo trabajo de identi-
ficación de los riesgos
asociados a la pandemia y
para establecer las acciones
que nos permitan enfren-
tarlos con el menor impacto
posible en la salud de la
comunidad universitaria. Es
así como se establecieron
unas fases de trabajo que
han permitido un retorno
gradual y controlado a
nuestros campus universi-
tarios, siguiendo siempre los
lineamientos del Gobierno
nacional, departamental y de
las alcaldías.
En este tiempo, hemos
recibido diversas solici-
tudes y requerimientos para
retornar a la presencialidad,
sin embargo, no queremos
que por una apertura indiscri-
minada se disparen los casos
de contagio.
Como rector, mi mayor
interés es el retorno seguro
a las aulas con todos los
procesos académicos y Durante esta habilitación
administrativos que eso
conlleva. Esta intención
no debe hacernos perder
el objetivo de retornar con
seguridad para todos, pues
debemos considerar que
cerca de 5 mil personas
circulan cada semana por
los dos campus de la Univer-
sidad del Valle en Cali y
otra cantidad considerable
utiliza las oficinas y demás
espacios de las Sedes Regio-
nales.
Algunas personas tienen la
idea que los campus univer-
sitarios están deshabitados,
pero no es así. Personal
administrativo, académico
y de apoyo hace presencia
diariamente, respetando las
directrices locales de aforos
controlados ya que aún no
estamos en el escenario de
la pospandemia y el proceso
3
de vacunación en nuestro
país está en su fase inicial.
progresiva de los campus
se ha dado prioridad a las
áreas donde se llevan a cabo
prácticas de laboratorio, de
experimentación o de artes.
Así mismo, se tiene prevista
la apertura gradual de las
instalaciones deportivas en
las sedes de Cali, como ya se
viene adelantando en buena
parte del Sistema de Regio-
nalización.
Los expertos de la
Asociación Colombiana de
Universidades -ASCUN y
del Sistema Universitario
Estatal - SUE señalan que
el retorno a la presencia
masiva de estudiantes en
nuestras instituciones solo
será posible cuando el
80% de los colombianos
estén vacunados y tres
meses después de que ésta
etapa culmine. Solo así se
retornará a la normalidad
4 5

académica que teníamos se ubican las sedes de

antes de marzo de 2020. nuestra Institución,
EDITORIAL

donde se ha acogido el La Academia, vista por destacadas

Sin embargo, aspiramos a modelo de alternancia
escalar la presencialidad definido por el Ministerio
‘Mujeres Univalle’
del personal académico, de Educación Nacional.
administrativo y de los
estudiantes entre el Como Universidad conti-
20 y el 30 por ciento, nuaremos aunando Mujeres UV
en áreas especial- esfuerzos para garantizar
mente importantes para Campus bioseguros para
su proceso formativo el desarrollo de las activi-
(prácticas académicas). dades académicas con Nueva alternativa en el
Esto, en la medida la calidad y excelencia
tratamiento de falla cardíaca
en que la pandemia que nos caracteriza,
esté controlada, la tomando decisiones y
ocupación de las salas acciones donde se privi-
UCI disminuya y que la legie el bienestar la
tendencia positiva que protección de la vida de
se ha tenido en febrero la comunidad universi-
y principios de marzo se taria.
mantenga.
Edgar Varela Barrios
¿Cómo superar la violencia
Así mismo, y desde el Rector
inicio de la emergencia en ciudades como Cali?
sanitaria, la Sección
de Salud Ocupacional
de la Universidad del
Valle ha trabajado en Un año de profundas
conjunto con epidemió- transformaciones
logos y otros expertos,
así como con las autori-
dades locales, en la
ampliación de los aforos
en los municipios donde
TOCAR EL TÍTULO PARA
LEER EL ARTÍCULO
6 7

La Academia, vista
cidas docentes de Univalle,
recogiendo su opinión frente
a las siguientes preguntas:
por destacadas A: En los últimos
años ¿qué cambios
étnico-racial, clase
social, potenciali-
dades físicas) en
Colombia, en relación
con décadas anteriores

‘Mujeres Univalle’
destaca en relación y en el contexto
con la participación, mundial?
liderazgo y visibili-
zación de las mujeres
en la Universidad del D: ¿Qué, considera
Valle? usted, debe cambiar
Solo hasta 1925, pasados tres siglos de la fundación en el corto plazo
de la primera Universidad en Colombia, una mujer
para que las mujeres
recibía de un claustro universitario el justo reconoci-
miento a sus esfuerzos académicos. B: En su campo colombianas mejoren
académico, científico su bienestar, parti-
o artístico ¿cuál cipación en las
considera usted, decisiones que
es el papel que las orientan la sociedad
La Universidad de discusión que planteaba la
Cartagena acaba urgente participación de la mujeres juegan y obtengan beneficios
de otorgar a la mujer en la academia colom- para su desarrollo y de acuerdo con sus
señorita Paulina Beregoff biana, hasta muy entrados los proyección? A su vez, aportes a las familias y
el título de doctora en años veinte del siglo pasado. ¿cómo avanza la parti- las comunidades?
Medicina y Cirugía. Este caso Con el objetivo de resaltar
cipación y aporte de Siete investigadoras, siete
reviste excepcional impor- el valioso papel que desem- las mujeres en esta unidades académicas, siete
tancia pues nunca, antes de peñan las mujeres en los área? enriquecedoras perspec-
ahora, una mujer se había diversos campos de la ciencia tivas que convergen para
presentado en las aulas nacio- y la academia colombiana, hablar de lo que significa, y
nales a exigir la refrendación sin desconocer que su parti-
C: ¿Cómo ve la ha significado, transitar por
de estudios científicos”, así cipación, a pesar de ser muy situación actual de los distintos escenarios de la
registró el diario El Tiempo reciente, ha sido altamente las mujeres (teniendo academia, siendo Mujer.
aquel cismático evento, que transformadora, la Dirección presente no sólo
pone en evidencia la estrecha de Comunicaciones Univer- identidad de género
perspectiva de la época, sitarias habló con recono- sino pertenencia
donde sólo se permitió la
8 9

La historia de la Universidad tución de Educación Superior

es impensable sin la partici- con 76 años de historia,
pación de muchas mujeres, más inmersa en una sociedad que

Alba Nubia
aún si recordamos el origen de requiere cambios significativos
las Instituciones de Educación en las profundas brechas de

Rodríguez
Superior en las que desde su género existentes.
aparición, las mujeres debieron
ganar el acceso y un lugar en

Pizarro
B: El trabajo y la producción
las mismas. En Colombia solo
científica de las mujeres en las
hasta 1933 con el decreto
disciplinas sociales y humanas
N 1972 se permitió que las ha sido histórica desde el
mujeres ingresaran a la secun- mismo surgimiento e institu-
daria y a la Universidad. cionalización académica de
En la Universidad del Valle éstas. No obstante, la visibili-
los liderazgos de las mujeres en zación y reconocimiento de los
aportes al desarrollo de estas
la representación profesoral,
disciplinas solo comenzó a
estudiantil, en el desarrollo
visibilizarse en la década de
Antropóloga por la de las disciplinas sociales,
los setenta, tanto en la Antro-
Universidad del Cauca, humanas, artísticas; así como pología como en la Socio-
magíster en Sociología también en las ingenierías logía, con el reconocimiento
por la Universidad del y la salud, solo por nombrar de la producción teórica de las
Valle, Doctora (Ph.D.) algunos campos del conoci- mujeres en estas disciplinas,
en Sociología por la miento, han venido fortale- que se han caracterizado por
Universidad Complutense A: En la conmemoración del
día internacional de la mujer ciéndose, especialmente en ser profundamente androcén-
de Madrid. liderazgo, desarrollos acadé- tricas.
es fundamental destacar a
Profesora titular de micos, científicos y visibilidad. Las mujeres en la Antropo-
todas las mujeres (empleadas,
la Escuela de Trabajo logía aportaron de forma signi-
profesoras, estudiantes, direc- Esto se evidencia a partir
Social, Facultad ficativa con sus investigaciones
de Humanidades, tivas) que durante los casi de la participación en espacios
setenta y seis años de historia y formulación de una premisa
Universidad del Valle. académicos, de decisión y
fundamental, que avanza hasta
de la Universidad del Valle han fortalecimiento de la Univer-
Integrante del Centro nuestros días, como ha sido
aportado a su fortalecimiento, sidad. Ahora, si bien esta parti-
de Investigaciones y la construcción cultural del
visibilización y posicionamiento cipación y liderazgos han sido
Estudios de Género de la género (Margaret Mead, 1935).
Universidad del Valle. como una de las principales importantes también ha sido Planteamiento que surgió
Universidades del país. lenta y limitada para una insti- incluso antes de que emergiera
10
el concepto género en las disci- entre otras. De esta manera
plinas de la salud y que es el estas mujeres aportaron al
fundamento de planteamientos reconocimiento del género
actuales al respecto. como una categoría articulada
Muchas antropólogas con distintas estructuras perso-
también contribuyeron a nales, sociales y políticas.
explicar la subordinación Estos aportes marcan la
femenina en oposición al relati- proyección que las mujeres
vismo cultural. Las académicas tienen en estas disciplinas,
feministas de las disciplinas especialmente en lo referido a
sociales y humanas propu- cuestionar y demostrar que los
sieron epistemologías alter- determinismos biológicos no
nativas a las tradicionales son un destino para explicar
para la producción de conoci- las diferencias sexuales y de
miento sobre la sociedad y la géneros. Las diferencias son
cultura, sobre todo aportando siempre elaboradas simbólica-
a que conocimiento y acción mente, de manera que concep-
transiten de forma comple- ciones acerca de lo que es
mentaria y no escindida. De ser «hombre» y «mujer» son
esta manera han tenido un posiciones relativas, porque
compromiso fundamental con dependerán de cómo se
la transformación de las condi- consolida esa diferenciación
ciones de exclusión y subordi- en la estructura abstracta
nación de las mujeres. de relaciones fijadas por la
En América Latina, antro- experiencia humana.
pólogas como Ochy Curiel, De esta manera, han
Silvia Rivera Cusicanqui, Rita demostrado que las sexuali-
Segato, Sonia Montecinos, dades y las identidades son
entre otras, deconstruyen las nómadas, múltiples y fluidas.
perspectivas universalizantes Los contextos históricos,
que caracterizaron los debates políticos, sociales y cultu-
de la antropología Europea y rales son fundamentales para
Norteamericana. Proponen comprender y explicar de
comprender el género de qué manera se construyen y
manera situada desde la inter- reconstruyen las relaciones
sección con la pertenencia de género en intersección con
étnico racial, de clase social, otras categorías estructurantes
de relaciones de poder y subor-
dinación (étnico racial, clase
social, entre otras).
Las mujeres en las disci-
plinas sociales y humanas han
visibilizado la importancia de
incluir en el análisis e inter-
vención del orden social,
las relaciones de género y
su yuxtaposición con otras
categorías de subordinación
y poder, para señalar la
importancia y necesidad de
deconstruir los binarismos
en las relaciones humanas,
para permitir a partir de las
múltiples diferencias que
engendra lo humano construir
proyectos que permitan la
complementariedad y decons-
truyan los opuestos, contribu-
yendo así a la construcción de
sociedades inclusivas, menos
violentas y con justicia.
C: De acuerdo con el Censo
del 2018 realizado por el
DANE, Colombia registró una
población de 44.2 millones de
personas, 51.2% son mujeres
(22.6 millones) y 48.8%
hombres (21.6 millones). La
situación actual de las mujeres
en el país hay que analizarla de
manera diferenciada. Si bien,
podemos afirmar que hay un
avances importantes en cuanto
11
a nivel educativo, porque
actualmente las mujeres en
Colombia presentan mayores
niveles de formación que los
hombres, este no se ve repre-
sentado en mejores condi-
ciones de vida para las mujeres,
empobrecimiento y exclusión
que se acentúa de acuerdo
con la clase social y perte-
nencia etnico racial, tal y como
se presenta en el estudio sobre
brechas de género realizado
por el DANE, ONU MUJERES
y el Gobierno Nacional,
publicado en el 2020.
En cuanto a la la dimensión
económica de la desigualdad,
el estudio mencionado plantea
que casi 3 de cada 10 mujeres
colombianas de 15 años y más,
no cuenta con ingresos propios
a diferencia de 1 de cada 10
hombres. La tasa de desempleo
de las mujeres es mayor a la
de los hombres, en particular
entre las y los jóvenes de 18
a 24 años. Mujeres 22.9% y
hombres 13.8%. Las mujeres
reciben por su trabajo, ingresos
menores en un 12.1% menos
que los hombres.
Para continuar ilustrando
las brechas de género en el
ámbito económico también es
importante señalar de acuerdo
con el mismo estudio que “en
12
el mercado laboral colom-
biano, tres quintas partes de
la población ocupada están
en la informalidad (59,7%):
en las mujeres el 60,0% y
en los hombres el 59,3%. La
proporción en las áreas rurales
es 1,5 veces mayor que en las
urbanas: 82,4% de las personas
ocupadas en los centros
poblados y rural disperso se
encuentran en la informalidad,
mientras que en las cabeceras
la proporción es del 53,4%
De acuerdo con el estudio
realizado por el Ministerio
de Agricultura en el 2020,
en Colombia hay cerca de
5.1 millones de mujeres que
habitan en zonas rurales y
representan el 47.2% de la
población. De este porcentaje
el 81.8% se dedica a la
producción de alimentos para
el hogar y a los trabajos del
cuidado, que no son remune-
rados. En este mismo estudio
se plantea que el ingreso
mensual de las mujeres que
trabajaban en el agro en el
2018 fue de $339.000 frente a
$576.000 de los hombres.
En el último Informe de
la Brecha Global de Género,
del 2019 del Foro Económico
Mundial, respecto a las signi-
ficativas brechas en el ámbito
económico entre mujeres y
hombres señala que, de seguir
las condiciones actuales, la
brecha de género en este
ámbito tardaría en cerrarse
257 años. Esto se debe a que
los progresos han sido lentos,
y también han existido retro-
cesos, en particular, en la parti-
cipación de las mujeres en la
fuerza de trabajo (WEF, 2019).
La autonomía económica
es un pilar fundamental de la
autonomía de las mujeres y,
por definición, requiere que
éstas perciban ingresos que les
permitan superar la pobreza y
disponer de su tiempo libre-
mente para capacitarse,
acceder al mercado laboral,
desarrollarse profesional y
personalmente, participar de
manera activa de la vida social
y política, y dedicarse a sus
seres queridos sin que ello
se transforme en una barrera
para el logro de sus propias
aspiraciones (CEPAL, 2016b,
en DANE, la CPEM y ONU
Mujeres, 2020).
Las brechas y desigual-
dades de género también
se manifiestan en el ámbito
político específicamente en la
participación de las mujeres
en espacios de poder y toma
de decisiones públicas que
permiten generar cambios en
la sociedad.
El derecho de las mujeres
a participar plenamente en
la vida política y pública, en
condiciones igualitarias a
los hombres, no se limita al
derecho a votar y a ser electas,
sino a intervenir, libres de
discriminación y violencia,
en todos aquellos espacios
donde se deliberan y deciden
los asuntos públicos (ONU
Mujeres, PNUD e IDEA Inter-
nacional, 2019).
La participación de
las mujeres debe estar en
diferentes espacios, todos
importantes en los procesos
de transformación social: los
gobiernos, los congresos,
los entes de justicia, los
partidos políticos, las organi-
zaciones sociales, los sindi-
catos, entre otros. Si bien en
Colombia se ha intentado que
haya paridad en este sentido,
las cifras muestran que aún
existen brechas y significativos
desafíos.
El estudio realizado por el
DANE, ONU MUJERES y el
Gobierno Nacional, publicado
en el 2020, plantea que para
el 2019 en Colombia 132
mujeres fueron electas alcal-
desas (12.0%), en la cámara
13
de representantes el 18.7%
son mujeres, el 21.3% del
senado son mujeres, el 24.5%
de escaños legislativos son
ocupados por mujeres, el 53%
de Magistradas de la Juris-
dicción Especial para la Paz
(JEP) son mujeres. Estas cifras
ilustran que si bien hay una
participación importante, aún
no se cumple ni siquiera con
la ley de paridad, la cual es un
paso firme hacia la igualdad de
género y la consolidación de la
democracia.
Reflexionar sobre la
situación actual de las mujeres
en Colombia, no puede dejar
de lado los liderazgos sociales
que son fundamentales para
la defensa de los Derechos
Humanos. De acuerdo
con la caracterización del
liderazgo social en Colombia
realizado por USAID, la RED
DE DERECHOS HUMANOS
(DHES) en el 2018, mostraron
que el 76% de los líderes son
hombres y el 24% son mujeres.
Al preguntar sobre la cifra tan
baja de liderazgo femenin, la
respuesta que se obtuvo fue
que en las organizaciones
sociales hay una importante
participación de mujeres pero
que no llegan a los liderazgos
porque creen que no son lo
14
suficientemente escuchadas.
Las mujeres tienen menos
oportunidad de representar a
sus comunidades. Después del
2016, cuando se firmaron los
Acuerdos de Paz, aproximada-
mente 300 lideresas han sido
asesinadas, cerca del 20%.
De manera muy sucinta
y esquemática se han visibi-
lizado algunas de las brechas
de género en Colombia, por
supuesto que si continuamos
presentando cifras en ámbitos
como el de la salud, de la
salud sexual y reproductiva,
en el ámbito científico, estas
se hacen aún más significa-
tivas. Lo cual evidencia que
en Colombia es fundamental
trabajar por la disminución
y cierre de esas múltiples
brechas, en este trabajo las
Universidades en general
y de manera particular las
Universidades Públicas tienen
pendiente una importante
contribución.
De acuerdo con el índice
global de brechas de género,
que tiene como objetivo medir
en 153 países la paridad entre
hombres y mujeres en cuatro
áreas clave: salud, educación,
economía y política, en la
edición del 2020, Islandia se
sitúa como el país con menores
brechas de género y Colombia
en el lugar 24 con mayores
brechas de género. Respecto
a esta medición, las brechas
de género se han acentuado
porque en el 2017 ocupaba el
décimo lugar. Es decir que la
desigualdad y la inequidad han
ido en aumento.
D: Dos aspectos deben
transformarse en el corto plazo
para que las mujeres colom-
bianas mejoren su bienestar: el
primero, cerrar las brechas de
género tan significativas que
hay en el país, en los ámbitos
económico, político, social,
científico, que nos ubican
con relación a otros países
del mundo como uno de los
que tiene mayores brechas de
género. Y segundo, atender de
forma adecuada y trabajar en
la prevención de las múltiples
violencias (económica, sexual,
simbólica, entre muchas otras)
contra las niñas y las mujeres.
En este sentido no es posible
aceptar que las mujeres en
los hogares tengan un 80% de
vulnerabilidad (Medicina legal,
2019-2020).
Bermudez
Rico
A: Las mujeres hemos
sorteado innumerables obstá-
culos en Colombia y en el
mundo para acceder a la
educación y a la cultura. A dos
décadas del tercer milenio
seguimos trabajando intensa-
mente en la construcción de
una Universidad que reconozca
que la equidad de género es
un pilar fundamental de la
democracia en la perspectiva
de una sociedad más equitativa
y justa. Este es un cambio
importante, hoy tenemos
mayor conciencia en identificar
que una sociedad democrática
y justa se construye con
15
Rosa Emilia
Doctora en Estudios de
Población, El Colegio de
México, México
Magíster en Sociología,
Universidad del Valle
Especialista en Teorías y
Métodos de investigación en
Sociología
Economista, Universidad del
Valle, Colombia
Líder del Grupo de Investigación
Estudios Étnico-raciales y del
Trabajo en sus Diferentes
Componentes Sociales
equidad de género y recono-
ciendo las diversas expre-
siones de orientación sexual
e identidades de género. Este
ha sido un aporte fundamental
liderado por las mujeres acadé-
micas, docentes, investiga-
16
doras, estudiantes, egresadas
y funcionarias que con su
ejemplo y argumentos han
insistido en esta perspectiva de
democracia y justicia; mostrado
en reiteradas ocasiones su
validez.
En particular, un cambio
significativo es el compromiso
institucional en la formulación
de una Política de Género,
consignado en la Resolución
055 de 2015. El propósito
central de la Política de Género
es contribuir a un cambio
cultural que se exprese en
mayor equidad entre hombres y
mujeres, así como en la erradi-
cación de las discriminaciones
y violencias basadas en género
en articulación la identidad de
género, étnico racial, la clase
social, entre otras.
Este proceso de cambio
en la representación social de
las mujeres en la Universidad
es fundamental y pasa por un
reconocimiento de algunas
realidades:
En la matrícula estudiantil
de pregrado hay poca
diferencia porcentual entre
hombres y mujeres, 51%
con respecto a 49% para
el segundo semestre del
año 2019, situación que ha
presentado relativa estabi-
lidad en el último quinquenio,
lo cual permite afirmar que
tenemos una paridad en la
matrícula universitaria. No
obstante, se mantiene una alta
segmentación entre hombres
y mujeres por áreas de conoci-
miento: Ingenierías y Ciencias
Naturales altamente masculini-
zadas y Ciencias de la Salud y
Humanidades con predominio
femenino.
En cuanto a las docentes a
pesar de la importante parti-
cipación alcanzada en este
estamento, en el año 2019, las
mujeres sólo representaban el
33,2% del total de docentes
nombrados/as en la Univer-
sidad, es decir que había una
mujer docente por cada tres
profesores. Esta brecha en
la participación ha perma-
necido inalterable en el último
quinquenio, hecho que señala
la importancia de implementar
medidas específicas que
permitan superar esta brecha
estructural.
En la actualidad se
reconoce la presencia de las
mujeres con identidades de
género diversas (transgénero)
en la Universidad, pero no
se cuenta con información
especifica de este grupo pobla-
cional que permita una mayor
visibilización de su partici-
pación ni el conocimiento
de sus condiciones para el
desarrollo de la vida universi-
taria más plena e incluyente.
B: En las Ciencias Sociales
las mujeres han tenido una
importante participación, pero
han sido muy poco recono-
cidos sus aportes académicos e
intelectuales. En la producción
de conocimiento en estas
áreas ha predominado una
visión masculina y un ejercicio
del conocimiento patriarcal;
ejemplo de ello es el desco-
nocimiento del aporte de los
aportes realizados por diversas
mujeres en la fundación del
campo disciplinar de la socio-
logía y la teoría social en
general, la casi inexistente
problematización que se ha
realizado de las condiciones de
desventaja de las mujeres en la
producción del conocimiento y
el poco reconocimiento y visibi-
lización que se ha realizado de
importante contribuciones de
las mujeres en diversos campos
en las ciencias sociales.
Frente a este modelo y
orden de género, las mujeres
han planteado la importancia
de la incorporación de la
17
perspectiva de género en la
producción del conocimiento
y en la docencia en todos los
niveles de educación, y de esta
forma, avanzar en los procesos
de transversalización de la
perspectiva de género. De igual
forma, se ha insistido en la
importancia de dotar a las insti-
tuciones de educación superior
de centros de pensamiento
e investigación que articulan
en su quehacer el enfoque de
género en articulación con
otros clivajes de opresión y
subordinación como la raza, la
etnia, la clase social, las identi-
dades de género no hegemó-
nicas que contribuyan a la
producción conocimiento para
la libertad y la construcción
democrática.
C: Evidentemente hay
avances fundamentales en la
situación actual de la mujer,
tanto en Colombia como en
el contexto mundial, en todos
los ámbitos hemos presencia
una mayor y más diversa parti-
cipación; logrando reconoci-
miento y autoridad en muchos
campos y en su desempeño.
No obstante, ha sido un
proceso lento, desigual e
inequitativo, que a pesar de
los avances ha mantenido una
18
representación social desva-
lorizada e invisibilizada de
las mujeres, sin modificar la
cosificación de los cuerpos de
las mujeres, sin redefinir los
roles en el ámbito doméstico
y que aún no logra modificar
sustancialmente la imagen de
las mujeres en los ámbitos
públicos.
● En el acceso a la educación
terciaria y de posgrado
aún persisten importantes
brechas de género.
● En la participación
económica (en el mercado
laboral) las mujeres
presentan indicadores
altamente desventajosa
para ellas; las tasas de
desempleo de las mujeres
son más altas y las brechas
salariales siguen mostrando
una alta inequidad para las
mujeres.
● El trabajo doméstico y de
cuidado no remunerado
sigue siendo realizado
principalmente por las
mujeres.
D: El establecimiento por
parte del Estado nacional de
una acción contundente de
sanción jurídica y penal con
respecto a todas las formas
de discriminación y violencia
contra las mujeres y de
género que conlleven a un
cambio significativo en este
ámbito de acción.
Acciones afirmativas
efectivas y de cumplimiento
obligatorio que garanticen
la superación de las brechas
sociales en la participación
económica y en el acceso
a la educación, principal-
mente dirigidas a las mujeres
en condiciones de vulnera-
bilidad: indígenas, afrodes-
cendientes, con identidades
de género no hegemónicas,
entre otras.
Política pública que
contribuyan a la resignifi-
cación de las masculinidades
hegemónicas
Una mayor participación
de los hombres en el trabajo
doméstico y de cuidado en
los hogares.
Renta básica para las
mujeres que como actividad
principal tienen el trabajo
doméstico y de cuidado
con el fin de promover su
autonomía económica y mujer ha ganado espacio en
reconocimiento de esta
actividad en las Cuentas
Nacionales.
A: Cuando ingresé a laborar
a la Universidad del Valle, el
número de mujeres, tanto de
docentes como de estudiantes,
era bastante bajo. Inclusive en
algunas áreas del conocimiento
no existía representación.
Hoy la situación es diferente,
aunque no necesariamente la
óptima.
A lo largo de estos años, la
diferentes ámbitos de la vida
universitaria y ha demostrado
su capacidad de liderazgo. En
la Universidad viene ocupando
19
Ruby
Mejía de
Gutíerrez
Doctora en Ciencias Químicas,
Universidad Complutense de
Madrid, España
Magister en Ciencias Químicas,
Universidad del Valle
Pregrado en Química,
Universidad del Valle
Directora del Grupo de
Investigación en Materiales
Compuestos
cargos de dirección, vicerrec-
torías, vicedecanaturas,
direcciones de escuela, depar-
tamentos y programas acadé-
micos, así como participando
activamente en la generación
de políticas universitarias y en
la toma de decisiones.
En las áreas de investi-
gación también lidera grupos
reconocidos nacional e inter-
20
nacionalmente. Aunque es de
anotar, que el porcentaje de
mujeres en la institución y su
participación en los organismos
de dirección aún es muy bajo,
por ejemplo, en ingeniería
tan solo un 20% del personal
docente es mujer.
Cabe resaltar que hoy ya
está en marcha la formulación
de la política de genero para
la Universidad del Valle con el
apoyo del Centro de Investi-
gación y Estudios de Género,
Mujer y Sociedad, con la
cual se propone reconocer y
garantizar los derechos de las
mujeres vinculadas a la Insti-
tución y contar con un campus
libre de violencia y discrimi-
nación.
En la Facultad de Ingeniería,
recientemente (2020) se ha
creado un grupo de mujeres
STEM (Ciencia, tecnología,
Ingeniería y Matemáticas) que
se propone aumentar la parti-
cipación de la mujer en estas
áreas, y a su vez promover la
paridad de género al interior
de la Institución. Todas estas
iniciativas pretenden incre-
mentar la participación de la
mujer, defender sus derechos,
visibilizar sus logros y contribuir
a motivar a otras mujeres
jóvenes a convertirse en líderes
académicas, y tratar de vencer
lo que se ha denominado el
“techo de cristal”.
B: Mi campo académico
y científico son las Ciencias
e Ingeniería, en mi caso
con énfasis en la Ciencia e
Ingeniería de Materiales.
En general, las estadís-
ticas mundiales muestran que
algunas áreas de la ciencia y
de la ingeniería han sido tradi-
cionalmente de hombres, y que
las mujeres se han orientado
más por las ciencias de la
vida, lo social y humanístico,
y en ingeniería más hacia lo
ambiental.
Carreras como la ingeniería
mecánica, o eléctrica son
menos apetecidas por las
mujeres.
Además, en los últimos
años se ha visto una reducción
notable de los jóvenes en
general, y con mayor énfasis
de mujeres, para ingresar a las
universidades a carreras de
ingeniería, lo cual se asocia a
factores culturales, familiares
e incluso de los medios de
comunicación, o a efectos
generados desde su infancia.
Por ello, en general, a nivel
mundial se están implemen-
tando programas que buscan
motivar a niñas y jóvenes por
estas carreras STEM, conside-
radas las carreras del futuro
por su claro aporte a los
objetivos del desarrollo soste-
nible de la agenda 2030 y a la
cuarta revolución industrial
(robótica, inteligencia artificial,
nanotecnología, biotecnología,
impresión 3D, automatización).
Temáticas de gran actua-
lidad como el calentamiento
global o el desarrollo de
nuevos materiales más soste-
nibles, así como la creación de
infraestructura inteligente y
resiliente, demandan cada vez
más equipos multidisciplinarios
donde la mujer tiene un gran
papel a cumplir, ya que cuenta,
además de su conocimiento,
con habilidades innatas como la
curiosidad, intuición, facilidad
de trabajo en equipo, organi-
zación, capacidad de aportar a
21
resolver problemas, entre otras.
En general, la mujer con su
participación en estas áreas
del conocimiento ha aportado
al desarrollo científico y tecno-
lógico por décadas, y esta se
ha visto reflejada en avances
en los diversos campos de la
ciencia y tecnología (astro-
nomía, comunicaciones,
programación, física, química,
industria aeroespacial, sector
energético, de alimentos,
biotecnología).
Igualmente, la mujer en
estas áreas ha demostrado
su capacidad de liderazgo al
ocupar posiciones importantes
en las organizaciones.
Desde el siglo pasado son
muchas las mujeres desta-
cadas, como Emily Warren
que lideró la construcción del
puente de Brooklyn, o Hedy
Lamar que inventó un sistema
de comunicación en el que
posteriormente se basaron
las tecnologías inalámbricas
como el GPS; o Katherine
Johnson y Margaret Hamilton
que con sus aportes apoyaron
viajes espaciales. También
está Sthephanie Louise, quien
descubrió los polímeros crista-
22
linos líquidos y produjo la fibra
Kevlar ampliamente utilizada
en la actualidad.
Como ellas, hoy hay muchí-
simas mujeres que, desde la
academia, centros de investi-
gación, empresas y niveles de
dirección están contribuyendo
al desarrollo de la ciencia y la
tecnología.
C: A lo largo de la historia
las mujeres se han destacado
en diferentes ámbitos cientí-
ficos, económicos y políticos,
como lo mencione antes, sin
embargo, su papel ha sido poco
visibilizado y en su mayoría
discriminado, algunas tuvieron
que esconder sus nombres
bajos seudónimos masculinos,
otras desarrollaron su potencial
a la sombra de un familiar
hombre.
Hoy, por el contrario,
aunque no se han superado
todas las brechas y obstáculos,
la mujer ha logrado posicio-
narse en lugares que fueron
exclusivamente de hombres.
Por ejemplo, América Latina ha
tenido presidentas y vicepre-
sidentas, otras han apoyado
viajes espaciales como la
ingeniera caleña que lideró las
Misiones Curiosity y Perseve-
rance a Marte desde la NASA,
unas más han recibido premios
Nobel (aproximadamente 57 de
1903 a la fecha).
En las últimas décadas en
Colombia, también se han
producido cambios impor-
tantes que tienden a incen-
tivar la equidad de género
y el empoderamiento de las
mujeres, aunque aún falta
mucho por hacer.
Cabe anotar que, uno de
los objetivos del desarrollo
sostenible de la agenda 2030
(ODS 5) está enfocado preci-
samente a este concepto. La
participación de la mujer en
los diferentes ámbitos ha ido
en aumento, por ejemplo, en
la política hoy hace parte de
alcaldías, gobernaciones, minis-
terios e incluso tenemos una
vicepresidenta. Sin embargo,
aún no hay una paridad
completa en los cargos.
A nivel latinoamericano
(Colombia) es considerado
como el país con menor parti-
cipación de las mujeres en
el gobierno; sin embargo,
algunas estadísticas del DANE
manifiestan que la proporción
de las mujeres en cargos direc-
tivos públicos y privados
(53%) es un referente para
otros países de la región. A
nivel laboral, la brecha es aún
mayor, en especial el recono-
cimiento a nivel salarial, el cual
se ha estimado generalmente
es apenas de un 75% del de un
hombre igualmente calificado.
Un alto porcentaje de las
mujeres están desempleadas,
otras participan del sector
informal y solo pocas acceden a
un empleo formal.
En las instituciones de
educación, particularmente
en las públicas, las brechas
salariales no son tan diferen-
ciadas ya que existen decretos
que lo reglamentan, y en los
últimos años las mujeres han
logrado escalar posiciones de
dirección (rectorías, decana-
turas, entre otras). En el
campo científico, un estudio
de la Unesco mostró que un
45% de las investigaciones en
Latinoamérica están lideradas
23
por mujeres, sin embargo, hay
países de la región con porcen-
tajes muy bajos.
Curiosamente, en la actua-
lidad las mujeres acceden
más a la educación y podrían
estar mejor preparadas, pero
hay discriminación en los
sitios de trabajo y ascender
en los cargos es cada vez más
complicado. Parece ser que
un hombre es más fácilmente
seleccionado y promocionado
aún con similares credenciales
que las de una mujer.
Es importante por tanto el
reconocimiento equitativo del
trabajo de hombres y mujeres,
fuera de discriminaciones
de género o de etnias, para
que nuestro país crezca en lo
económico y social.
Cabe anotar que, en
Colombia, el Ministerio de
Trabajo con el apoyo del
PNUD creó en 2013 el sello
de Equidad laboral Equipares
que promueve la reducción y
cierre de brechas de género
en el trabajo, el cual ya ha sido
acogido por algunas empresas.
Este programa se ha
convertido en referente en
América Latina. Sería muy
24
interesante que el sello de
igualdad de género del PNUD
se extendiera a las institu-
ciones de educación superior.
D: La equidad de género es
una política nacional e interna-
cional, sin embargo, implemen-
tarla no es un proceso a corto
plazo, y requiere además de
voluntad política e incluso de
la participación de la sociedad
civil, porque hombres y mujeres
deben interiorizarla.
Inclusive deben produ-
cirse cambios en la manera de
actuar de las personas, hasta
en las propias mujeres, ya que
en ocasiones ellas mismas
impiden la participación de
otras mujeres en sus áreas de
trabajo, por ejemplo, al parti-
cipar en procesos de selección
entre hombres y mujeres con
iguales credenciales.
Hay que crear conciencia
general, que las oportunidades
laborales deben privilegiar
méritos y no género, y que
la conformación de equipos
mixtos en una Institución
mejora la productividad. Por
ello, en el ámbito laboral debe
buscarse la equidad de género
y el cierre de las brechas,
reconociendo las diferencias.
La mujer tradicionalmente en
nuestra sociedad ha sido la
responsable de la casa y del
cuidado de niños, enfermos
y ancianos en el hogar y esta
actividad que demanda tiempo,
en ocasiones es una carga
extra y no es remunerada.
Respecto a los reconocimientos
salariales, debe ser una política
del gobierno que estos estén
definidos por las funciones
desempeñadas, independiente-
mente del género, evitando la
brecha salarial.
Es importante que la mujer
continúe preparándose, acceda
a carreras universitarias y a la
formación académica de alto
nivel, participe en investigación
científica, y lidere procesos de
cambio.
Desde el Ministerio
de Ciencia, Tecnología e
Innovación deben generarse
mayores oportunidades para
incrementar la participación
de las mujeres en el campo
científico y desde el sector
productivo se debe incentivar
la vinculación de la mujer y
valorar sus capacidades para
desempeñarse en las diferentes
posiciones incluidas las de
gestión y dirección.
A: Desde mi vinculación
como profesora adjunta a la
Escuela de Música en el 2005,
he apreciado un sobresaliente
liderazgo de mujeres, profe-
soras de carrera, al frente de
procesos académicos, de inves-
tigación y creación. También en
cargos directivos, impulsando
con determinación procesos
misionales de la Universidad,
en un trabajo que siempre se
ha destacado por el temple,
la organización, el profesiona-
lismo y la calidad humana de
las mujeres en la academia.
25
Adriana
Gúzman
Magister en Música, University
of Louisville, Estados Unidos
Pregrado en Estudios Musicales,
Pontificia Universidad Javeriana
Directora de Relaciones
Internacionales de la
Universidad del Valle
B: La participación de las
mujeres en la música ha sido
constante tanto en la interpre-
tación, como en la teoría y la
investigación.
La Escuela de Música es un
reflejo de esta participación,
en la cual tenemos al menos un
50% de músicos mujeres en la
planta profesoral con grandes
logros en sus carreras.
Las Maestras Orfa Cruz,
Lucía Mora y Bertha Tello
han liderado la formación
26 27

de pianistas en la región, así La Tolita, de nuestro Museo

como de la edición del reper-
torio para piano de compo-
sitores colombianos y son
además gestoras del Concurso
de Música Iberoamericana para
Arqueológico Julio César
Cubillos, un proceso que está
llevando al reconocimiento
internacional de la destacada
complejidad y destreza con

Katherine
piano Luis Carlos Figueroa. que nuestras comunidades
indígenas prehispánicas elabo-
La profesora Emperatriz raron sus objetos para la

Figueroa dirigió durante más
de 20 años el primer Taller de
Ópera del país; la formación
en cuerdas ha estado al
frente de la profesora Tatiana
Tchijova con su proyecto de
‘La Camerata Alférez Real’ y la
dirección del ‘Festival Interna-
cional de Música de Cámara de
Guadalajara de Buga’.
La profesora Svetlana
Bouchktaber ha revolu-
cionado la formación teórica
en la región, la profesora María
Victoria Casas es reconocida
por su trabajo de investigación
en las músicas colombianas de
salón en el Valle del Cauca y
archivos de música religiosa en
Colombia.
La profesora Mónica Castro
ha liderado la formación de
percusionistas y conforma uno
de los mejores ensambles de
percusión de latinoamérica
como es Tamborimba.
Por mi parte, he trabajado
en la investigación arqueo-mu-
sicológica de la colección de
aerófonos Tuza y Tumaco -
expresión sonora.
C: El trabajo de nuestras
lideresas es prominente en el
país, la labor de las cultoras,
cantadoras, bailadoras, artistas,
poetisas, líderes sociales,
mujeres cabeza de familia
que día a día trabajan por el
desarrollo de sus comunidades
y multiplican la riqueza de sus
conocimientos ancestrales, de
su cultura, de su liderazgo. Aún
estamos en deuda en este país
de hacer un merecido recono-
cimiento al aporte de nuestras
mujeres en la construcción
de un país diverso, inclusivo
y comprometido con la
comunidad.
D: El reconocimiento, la
visibilización, la inclusión,
el apoyo a todas las inicia-
tivas que abanderan nuestras
mujeres colombianas. El
regreso al respeto y valoración
de la vida y del ser humano en
general.
A: En el campo académico,
he percibido un aumento
en la participación de las
mujeres en cargos de toma de
decisiones como lo son, por
ejemplo, las Vicerrectorías
Académicas, las Decanaturas,
las Vicedecanaturas, líderes en
reformas curriculares, entre
otros; lo que ha permitido a
estas mujeres poner al servicio
Gross
Doctora en Ciencias Físicas,
Universidad De Bochum, Alemania
Magister en Ciencias Física,
Universidad del Valle
Pregrado en Ciencias Física,
Universidad del Valle
del desarrollo y la calidad de
la Universidad su constructo
académico, administrativo y
ético.
B: En términos generales
y sin requerir diferenciar el
campo de experticia, considero
que el papel de la mujer en la
academia, en la ciencia, en las
28
artes, en el núcleo familiar y
en sus organizaciones sociales,
debe ser el de promover y velar
por el bienestar integral del
ser humano, así como por el
cuidado del medio ambiente;
esto para mí, es un principio
fundamental.
Por otro lado, teniendo
en cuenta las condiciones de
inequidad imperantes a lo
largo de la historia, en cuanto
a los derechos de las mujeres,
las mujeres con presencia en
estos campos, nos debemos
sentir comprometidas con
ejercer acciones para que cada
vez más haya una mayor parti-
cipación de la mujer en los
ámbitos claves para lograr los
niveles de equidad deseados
y aportar al desarrollo y a
la calidad de estos en las
diferentes escalas. Superación
de la inequidad para la
construcción de la paz.
En el campo científico, la
participación de las mujeres
ejerciendo roles en la inves-
tigación, permite poner al
servicio de la ciencia y el
desarrollo, el conocimiento
especializado y las habili-
dades como administradora
de recursos para el diseño,
planeación y ejecución de
procesos científicos que
permiten cualificar las condi-
ciones del entorno de un
grupo poblacional en pro de
su desarrollo, proyectado en
un bienestar integral. La parti-
cipación de las mujeres en
la investigación también ha
ido ganando espacio en los
últimos años, no obstante, y
de acuerdo con los datos del
Ministerio de Ciencia publi-
cados en agosto/2020, a nivel
nacional solo el 38% de las
personas investigadoras son
mujeres (según un estudio
de la Javeriana). Por último,
quisiera resaltar los aportes a la
producción intelectual a través
de publicaciones especializadas
que mujeres de mucha trayec-
toria científica en mi facultad
han realizado, aportando así
a los índices de producción y
calidad de la Universidad.
C: Contextualizando la
situación de las mujeres
en el marco actual de la
pandemia por Covid-19 la
realidad es que esta situación
ha afectado considerable-
mente varios campos de
acción; en específico, es
triste ver como a raíz del
confinamiento obliga-
torio/preventivo un grupo
significativo de mujeres
se han visto obligadas a
abandonar parcialmente
el sistema educativo de
formación para proveer a
la estabilidad y economía
de sus hogares. En cuanto
al panorama de la mujer
científica he sido testigo
como la sobrecarga laboral
y/o los roles de género tradi-
cionales han impactado
fuertemente no solo en la
29
producción intelectual, sino
en el bienestar integral de las
mujeres, en especial cuando
son ellas las encargadas del
hogar, de niños pequeños,
del cole en casa y de adultos
mayores. Existen algunos
estudios a nivel de Europa
que confirman estos hechos
(*), sin embargo, no conozco
a la fecha un estudio a nivel
nacional que den cuenta
del impacto sobre la mujer
científica colombiana.
Desde el contexto étnico-
racial, las mujeres colom-
bianas han sido protegidas
por el legislativo proyec-
tando dispositivos norma-
tivos como el Auto092 del
2008 que obliga al gobierno
nacional a implementar una
serie de programas que
buscan el reconocimiento
de las mujeres afro-colom-
bianas e indígenas como
sujetos de reparación; al
igual el Auto098 del 2013
expedido por la corte consti-
tucional que señala a las
mujeres indígenas y afro-des-
cendientes como sujetos de
especial protección constitu-
30
cional.
Respecto a las potencia-
lidades físicas, en los últimos
años se ha evidenciado la
disminución de brechas
para acceder a la educación
tanto básica como universi-
taria ya que el Ministerio de
Educación Nacional actual-
mente concentra esfuerzos en
la implementación del índice
de inclusión tanto en colegios
como universidades.
D: (1) Diseñar e imple-
mentar currículos educativos
que enseñen en todos los
niveles de formación temas
relacionados con los derechos
humanos de las mujeres; dichos
currículos deberán comprender
dentro de su contenido la
enseñanza de desarrollos legis-
lativos tanto nacional como
internacional que competan a
los derechos humanos de las
mujeres. La Educación como
derecho, como vehículo de
desarrollo humano, de equidad
y de inclusión social.
(2) Que el poder ejecutivo
diseñe e implemente en todo
31
el territorio nacional estra-
tegias de cumplimiento de los
desarrollos legislativos que
protegen la integridad de las
mujeres colombianas, estas
leyes son:
• Ley 257 del 2008
• Ley 1448 del 2011
• Ley Rosa Elvira Cely del 2015
• Ley 1913 del 2018
(3) Creación de un Minis-
terio para las mujeres, géneros
y diversidad con políticas de
igualdad inclusión y respeto por
la diversidad, que vele por la
implementación de las políticas
públicas tales como educación Lyda Elena
Osorio Amaya
con equidad, empleo digno,
salud integral, recreación y
cultura, que propenda por una
vida libre de discriminación,
segregación y estigmatización. Doctora en Epidemiología de
Enfermedades Infecciosas,
(*)https://elpais.com/ciencia/2020-08-31/
donde-estan-las-cientificas-en-la-pandemia- A: Desconozco los datos University of London
la-covid-19-las-borra-del-mapa.html
cuantitativos de la partici- Pregrado en Medicina y Cirugía,
Universidad de Caldas
pación de las mujeres en la
Univalle, tengo más de cerca
contacto con las mujeres
de la Facultad de Salud que
Por lo tanto, pensaría que hay
durante esta administración
un cambio cuantitativo en la
han estado activas en la
participación de las mujeres
gestión desde varias instancias.
en la gestión administrativa
32
de Univalle, por lo menos de
las mujeres en la mencionada
Facultad.
Cualitativamente hay avances
en la implementación de la
política de género en la insti-
tución lo cual permite una
mayor cultura de inclusión y
un ambiente que contribuya al
empoderamiento de las mujeres
en Univalle y esperamos en el
corto plazo un mayor liderazgo y
visibilización.
B: En la salud en general
y en la salud pública en parti-
cular, incluida la epidemio-
logía, el aporte de las mujeres
es indudable desde la academia,
la administración pública y la
implementación de programas.
Las mujeres hemos tenido un
papel clave en la respuesta a
la pandemia que ha sido visibi-
lizada en toda la sociedad y que
en años no pandémicos se realiza
de forma silenciosa. Sin embargo,
aún es necesario promover más
las oportunidades de vincu-
lación de las niñas y jóvenes a
las ciencias que den cuenta de
nuestras particularidades en
retos impuestos socialmente en
mentoría, balance entre familia
y el desarrollo profesional, y en
reconocimiento igualitario.
33
C: Creo que podemos decir
que para las mujeres los tiempos
actuales son mejores que los
pasados, se han ganado muchos
espacios en diferentes ámbitos de
la sociedad y del rol familiar. Sin
embargo, veo un gran reto en el
tema de la justicia en fenómenos
de violencia contra la mujer,
ejercicio de los derechos sexuales
y reproductivos, y en las oportu-
nidades de acceso de las mujeres
a educación y construcción de
proyectos de vida. Retos que
tienen que ver con asuntos
estructurales de la cultura y la
Bibiana
organización social que se reflejan
en las actitudes frente a las
mujeres y en la financiación para
Rendón
iniciativas dirigidas a las niñas y
jóvenes.
D: Mejorar la comunicación
sobre las políticas públicas
e institucionales que buscan Magister en Administración,
promover la protección de la Universidad del Valle
vida, formación, participación y Pregrado en Contaduría Pública,
liderazgo en diferentes campos Universidad del Valle
de las mujeres, tener procesos
de seguimiento y evaluación de A: Es importante
tales políticas y fortalecer las
mencionar la activa partici-
redes (networking) de mujeres
pación de las mujeres en la la Universidad del Valle, como
dentro de los propios círculos
construcción de las políticas gestoras del cambio que espera
académicos, artísticos, científicos,
laborales y entre círculos que de desarrollo e innovación en la institución, la región y la
permita sinergias y aprendizajes.
34
sociedad. Un elemento funda-
mental que vale destacar es
la política pública de género
establecida en la Universidad,
en la que se reconoce el valor
del rol de la mujer desde lo
académico, lo institucional, lo
relacional, entre otros aspectos.
Definitivamente las mujeres
somos parte de esa transfor-
mación que se espera para
que Colombia sea una mejor
sociedad.
B: En mi caso, como
contadora pública, las mujeres
jugamos un rol fundamental
de compromiso, responsabi-
lidad y confianza para toda
la sociedad, en igualdad de
condiciones en el ejercicio
de nuestra profesión. Hemos
venido ganando un espacio en
esta disciplina, observando que
hoy, aproximadamente, el 62%
de contadores somos mujeres,
lo que representa que contri-
buimos a esas transforma-
ciones en los distintos espacios
de desempeño profesional.
Así mismo, se observa
una mayor participación
de las mujeres en eventos
académicos y profesionales
a nivel nacional e interna-
cional, así como desempe-
ñando altos cargos gerenciales
en diferentes organizaciones.
También se observa una mejor
participación en investigación
y divulgación de resultados
a través de la producción
académica.
C: Las mujeres hemos sido
agentes de cambio a lo largo de
la historia, ese rol se ha venido
reivindicando en los últimos
años, mostrando nuestros
aportes a las diferentes disci-
plinas en el marco de los
proyectos que han cambiado la
sociedad en su conjunto. Esto
se puede observar desde el
reconocimiento de las mujeres
35
D: Pienso que desde los
distintos espacios bien sea
familiares, en las comunidades
y en la sociedad, se deben
en la carrera espacial hasta
seguir protegiendo y recono-
en el liderazgo de los grandes
ciendo los derechos de las
consorcios empresariales.
mujeres colombianas. También
Hoy se observa una mayor es importante continuar con
participación de mujeres en las campañas de divulgación
los cargos ejecutivos de las y concientización de la impor-
grandes empresas, ganando un tancia de conocer los aportes
reconocimiento social y profe- de las mujeres en el desarrollo
sional muy importante sin de la sociedad, en todos los
importar su origen o su clase ámbitos de la misma, desde las
social. Las mujeres se desem- diferentes disciplinas científicas
peñan de manera excelente y en todos los escenarios, para
en las diferentes disciplinas convertirnos en referentes de
deportivas y se han convertido las futuras generaciones y ser
en referentes para las futuras cada día, mejores.
generaciones.
En general, considero que
cada día las mujeres hemos
ido ganando espacios tanto
en el país como en el contexto
mundial, aunque falta que
algunos sectores o comuni-
dades en donde las condi-
ciones son desiguales, se pueda
mejorar y se vaya así disminu-
yendo la brecha existente.
36
Mujeres UV
Perfiles
Liliana Arias
Castillo, una vida
dedicada a la
medicina familiar,
la educación
y la dirección
universitaria
En calidad de docente y
directiva por varias décadas
la profesora Liliana Arias ha
liderado procesos de alto
impacto para la Universidad.
Perfil de una profesional que
ha dejado huella en Univalle y
en el sector salud de la región.
La médica Liliana Arias
Castillo, es una destacada
docente de la Facultad de
Salud. Egresada de la Univalle
tanto de pregrado como de
la especialidad de Medicina
Familiar, es la única mujer
que ha ocupado el cargo de
Decana de Salud y estuvo
al frente de su facultad por
dos períodos. Desde 2015
la profesora Arias es la
Vicerrectora Académica.
“No ha sido fácil, estudié
medicina cuando todavía
se decía que era una carrera
para hombres por ser “una
profesión muy exigente
y porque las mujeres
somos muy sensibles”,
recuerda. Este paradigma
fue cambiando cuando la
sociedad fue más consciente
de que la compasión, el
cuidado, la integralidad, el
componente humano sumado
al técnico, es decir, la ciencia
con conciencia, realmente
era mejor conjugada en
muchos casos por parte de las
mujeres.
Cuando me gradué de
médica en la Universidad
del Valle, las mujeres no
llegábamos a conformar
el 20 por ciento.
Ahora hay muchas más
mujeres, aunque no llegan
al 50 por ciento -en el caso
de la Escuela de Medicina
de la Universidad del Valle-,
en otros países el porcentaje
de mujeres que estudia esta
carrera es mayor.
La profesora Arias
adelantó además estudios de
docencia y dirección universi-
taria en Univalle. En Estados
Unidos y Brasil cursó también
estudios de posgrado, en
este último país estudió
una maestría en Sexología.
Su gestión directiva incluye
la fundación del Servicio
Médico Familiar de la Univer-
37
sidad en 1986. Siendo decana
de Salud creó la oficina de
asuntos internacionales en
esa área en 1992. Poste-
riormente fue asesora de la
rectoría en el período 1999
– 2003 durante la gestión del
médico Oscar Rojas Rentería.
Sobre su carrera como
directiva dentro y fuera de
la Universidad del Valle,
la médica y docente
señala:
“Básicamente, uno
tiene que ejercer el
liderazgo con calidad,
con resultados, con
empuje y con respeto.
He podido llegar a
cargos importantes,
la única mujer Decana
de Salud en los 75
años de la universidad,
igualmente hasta
ahora he sido la única
Presidenta de la
Asociación Colombiana
de Facultades de
Medicina en sus 70
años de historia y
también la única
Presidenta de la
Academia de Medicina
del Valle del Cauca,
38
además de participar en En relación con Univalle
organismos y la presencia de las mujeres
internacionales en comenta que, en términos
medicina familiar. generales, prácticamente
desde que la Univer-
Es muy importante
sidad abrió sus puertas
saber que uno trabaja
en equipo, que es ha aumentado de forma
mejor el liderazgo constante el número de
compartido. Todos mujeres en la Alma Máter,
somos importantes y tanto de estudiantes como de
también en mi campo, profesores.
la Medicina Familiar y la “Hay unas carreras que
Sexología he estudiado
históricamente han estado
el cerebro humano y
feminizadas, por ejemplo,
hay unas de las mujeres
que permiten que enfermería y las del área
ejerzamos muchas de rehabilitación humana,
actividades con también algunos posgrados.
pensamiento sistémico, En estos casos, los hombres
con visión integral, con han ido ingresando progre-
sensibilidad humana sivamente. Por otra parte,
basada en el respeto, hoy se ve mayor número de
en la compasión. mujeres en disciplinas que
Trabajamos en equipo eran casi vetadas para las
y esto es fundamental mujeres. Se ha presentado un
para alcanzar logros
y siempre tener la
gran cambio.
colaboración, el Se están graduando
acompañamiento anualmente aproximada-
de quienes nos mente entre 2700 a 3000
rodean. Insisto en jóvenes En los últimos años
la necesidad del el promedio ha sido del 51
liderazgo compartido por ciento de egresadas y del
porque todos 49 por ciento de hombres.
somos necesarios,
En la Universidad del
individualmente somos
Valle la mayoría de los
insuficientes”.
39
jóvenes que ingresan mayores logros obtenidos por
provienen de colegios egresadas notables y desta-
oficiales y pertenecen a cadas en todas las disciplinas,
estratos 1,2 y 3. Al revisar los en el plano regional, nacional
niveles de deserción, verifi- y mundial.
camos que es un fenómeno
que afecta en menor medida
a las mujeres. Los jóvenes
varones abandonan más
durante los primeros cuatro
semestres, un tema crítico y
altamente complejo.
En cuanto a la compo-
sición por sexos en lo que
corresponde al profesorado
la presencia de las mujeres
se ha ido incrementando.
“”Somos cerca de un 38
por ciento de profesoras
incluyendo al profesorado Claudia María
nombrado”. Payán Villamizar,
Precisa que en las impulsora
diferentes unidades acadé-
micas -facultades e insti-
de la calidad
tutos- hay una progresiva institucional
presencia de las mujeres La Dirección de Autoeva-
“Ahora en casi todas las áreas luación y Calidad Académica
hemos tenido alguna vez de la Universidad del Valle
una decana o una directora, está a cargo de la profesora
todavía nos quedan un par Claudia María Payán Villa-
de facultades, pero vamos mizar, docente de la Escuela
avanzando poco a poco, de Rehabilitación Humana de
la Facultad de Salud. Gracias
igual en el nivel directivo. Así
al liderazgo de esta directiva
mismo, cada día alcanzamos
universitaria y a la gestión de
40
su equipo de trabajo, la insti-
tución ha consolidado un
proceso de cultura e imple-
mentación de procesos de
calidad académica.
Trabajadora incan-
sable. Sus jornadas inician
a tempranas horas del día y
suelen extenderse hasta
pasadas las 8:00 de la
noche. La profesora
Payán Villamizar se
describe como una
mujer sencilla, alegre,
gozona, inquieta, amiguera
y sobre todo muy colabo-
radora. “Una de las cosas que
me caracteriza es promover
el trabajo en equipo, porque
lo que yo no sé, lo sabe
otro y si todos ponemos en
juego nuestros saberes los
proyectos salen adelante”.
Llegó a la Universidad del
Valle hace más de 30 años,
cuando el entonces Jefe del
Departamento de Medicina
Física y Rehabilitación doctor
Jaime Villaquirán Sarasti,
médico destacado en este
campo en la región, la motivó
a ser profesora de la insti-
tución.
Para ella, quien proviene
de una hermosa familia
con vocación docente: su
abuela materna, su madre
y algunos de sus hermanos
se han dedicado a esta
profesión. Y ella, que ya había
enseñado en el Instituto
Miguel Camacho Perea y
en la Universidad de San
Buenaventura, aceptó con
gusto el reto que considera,
le ha implicado mucho
esfuerzo.
En ese momento
tuve cerca de seis
cursos, usábamos
máquina de escribir -yo
soy chuzógrafa- y había
que trabajar mucho.
Me fui llenando de
pasión en el ejercicio
de la docencia y sobre
todo me encantaba
estar rodeada
de estudiantes.
Cada generación y
promoción es diferente.
Eso permite inmensos
aprendizajes y genera
otras inquietudes, lo
que le lleva a una a un
proceso de aprendizaje
permanente. Una
puede ser el docente,
pero es más lo que
se aprende de los
muchachos” señala.
Hoy se siente orgullosa
al ver que muchos de sus
estudiantes, cursaron
maestrías y doctorados y
algunos más son sus colegas
docentes. “Antes los profe-
sores éramos egresados de
otras universidades. Esto ha
ido cambiando. Hoy muchos
de nuestros docentes son
egresados de Univalle y
somos líderes en esta área de
la salud en la región y el país.
Esto me enorgullece, porque
el estudiante debe superar al
maestro, lo que indica que la
labor se ha hecho”.
Se ha desempeñado en
diferentes cargos académicos
y administrativos dentro de la
Facultad de Salud: directora
de programa académico
de Terapia Ocupacional en
varias oportunidades, del
departamento (del entonces
Ocupación Humana) y de la
Escuela de Rehabilitación
Humana, coordinadora de
la Dirección de Evaluación y
coordinadora y de Extensión.
Así mismo, acompañó a la
profesora de la Escuela de
Enfermería María Clara Tovar
de Acosta en el proceso de
autoevaluación que posibilitó
41
la renovación de la Acredi-
tación Institucional de Alta
Calidad por un periodo de
diez años para la Univer-
sidad del Valle, este fue el
insumo para que la dirección
universitaria de ese momento
la llamara a liderar la alta
calidad en la Universidad del
Valle, desde la Dirección de
Autoevaluación y Calidad
Académica -DACA-.
En la actualidad la
profesora Payán Villamizar
está a cargo de la DACA,
desde donde ha trabajado en
diferentes proyectos tanto
con instituciones privadas
como públicas para convertir
a la Universidad del Valle en
un referente nacional en este
ámbito.
“Todo este ejercicio me ha
permitido conocer personas
maravillosas que me han
mostrado que se aprende
mucho del trabajo en equipo.
Además, he podido conocer
aún más la Universidad”,
señala.
“La Universidad del Valle
es una pasión que uno lleva
en el alma. Es una institución
que aporta a la ciudadanía,
42
al suroccidente del país,
que genera cambios.
Creo que hay que
seguirla fortaleciendo.
Tenemos una dirección
universitaria maravillosa.
Siento que me han apoyado
en muchos procesos e inicia-
tivas que hemos tenido, no
dentro de la universidad,
sino también en el acompa-
ñamiento a otras IES del país
en trabajos articulados con
el Ministerio de Educación
Nacional”.
La profesora Claudia
María Payán es una madre
orgullosa. Daniela, su hija
mayor, líder innata, viene
consolidando un emprendi-
miento del sector alimentario
en el Reino Unido y ha sido
invitada por la Universidad
de Sheffield como confe-
rencista. Es promotora del
emprendimiento y en especial
del servicio social buscando
mejorar la imagen del país a
nivel internacional. Carolina,
la menor, adelanta el último
semestre de Administración
de empresas y finaliza su
práctica profesional en una
reconocida empresa, donde
se ha destacado por su
gestión y liderazgo.
Con mi esposo,
un gran médico,
pero sobretodo
un ser humano
excepcional, nos
fijamos la meta
de formar mujeres
independientes,
autónomas, que
puedan aportar a la
vida, que hagan las
cosas con gusto y que
desde su posición
puedan hacer del
mundo un lugar mejor.
Hoy nos sentimos
orgullosos por este
importante logro, pero
sobre todo por ver a
nuestras hijas felices
de realizar lo que cada
cual decidió hacer”.
En sus ratos libres, la
profesora Claudia disfruta
de la lectura o de una
buena charla con los amigos
mientras comparten una
comida. Los fines de semana
los pasa en general en su
casa rodeada de su familia. La
pandemia le dejó dos cosas:
el gusto por nadar para hacer
actividad física y una huerta
en casa. Ama los animales:
un perro y un gato son su
43
compañía cuando trabaja en
casa.
Le gusta ver series,
siempre tiene una o dos
pendientes en la lista.
Comenta que hace poco leyó
Ordesa de Manuel Vilas y
ahora lee Alegría del mismo
autor. Ya tiene previstas las
próximas lecturas: la biografía
de Angela Merkel y Mujeres
del alma mía de Isabel
Allende.
Disfruta reír, incluso en
momentos de mucho estrés.
Patricia Martos,
Trata de ver el aspecto guardiana de la
positivo, incluso en las peores
salud y la seguridad
situaciones, esto es algo que
infunde en las personas. en el trabajo
Para algunas personas, la
Sobre el legado que le
vida es como un juego de azar
gustaría dejar a quienes la
donde el destino, en su gran
rodean, menciona que quiere
ruleta de posibilidades, marca
que la recuerden como una
la estrella o el infortunio de su
mujer generosa con la trans-
misión del conocimiento pues sino. Para otras, la vida es un
“hay que dar todo lo que se proyecto que en sus causas
sabe”. “Creo que los procesos y azares nos ofrece también
siempre son susceptibles herramientas para enfrentar
de mejorar, por eso es el mundo y lograr metas. Esta
importante compartir las es la idea del mundo de la
experiencias exitosas y las ingeniera Patricia Martos.
no tan exitosas y así fortale-
cernos nosotros mismos y la Jefa del Sistema de
institución. La Universidad Seguridad y Salud en el
nos permite aprender desde Trabajo de Univalle, llegó en
la diferencia”. 1997 de la ciudad de Pasto
a Buga con una maleta y una
44
nota de admisión a la Univer-
sidad del Valle a la Tecnología
en Electrónica. Detrás de
esa decisión estaba su sueño
de trabajar en el diseño de
efectos especiales.
Si bien su primer año
la acercó a su meta, sería
realmente su interacción con
otros estudiantes de Cali lo
que le revelaría un nuevo
mundo: los materiales. Desde
su textura hasta su resis-
tencia. Eran campos donde
se abría un horizonte de
desarrollos aplicables a los
efectos prácticos. Así las
cosas, en 1998 dio el salto a
Ingeniería de Materiales de
Univalle, en Cali.
Sonríe y saca cuentas,
debió graduarse en el 2003,
pero su ingreso temprano
al mundo laboral retrasó
su grado como ingeniera
hasta el 2005. Este primer
trabajo fue en la industria
del papel donde, por cuatro
años, se dedicó a la atención
y detección de la corrosión
y empezó su gestión en el
tema de Salud Ocupacional.
Gracias a este conocimiento
adquirido empezó su camino
en Seguridad y Salud en el
Trabajo como asesora para un
grupo de 18 países dentro de
la misma empresa.
“Esta experiencia interac-
tuando con gente de tantos
países me abrió la mente
y amplió mi perspectiva
porque trabajaba con muchas
formas de entender la salud
ocupacional”, cuenta la
ingeniera. Como parte de
esa experiencia, descubrió
también el nuevo camino para
sus aspiraciones.
En ese ejercicio profe-
sional, conoció a un diseñador
de Elementos de Protección
Personal -EPP de una marca
reconocida internacional-
mente y, a través de él,
descubrió la conjunción
entre el trabajo en materiales
y la gestión del riesgo.
Sin embargo, el ingeniero
metalúrgico y también doctor
en Ingeniería de Materiales
le dejó claro que, para llegar
a un departamento de
diseño de EPP, se debe tener
por lo menos 15 años de
experiencia en Seguridad y
Salud en el Trabajo.
Con la mente puesta en
su objetivo, Patricia Martos
continuó su trasegar por la
vida académica y laboral.
Se especializó en Higiene
y Seguridad Industrial para
desempeñarse cinco años en
administradoras de riesgos
laborales y administración del
riesgo, en estos años trabajó
con ingenios, empresas del
sector agrícola, el sector salud
y otras compañías afiliadas.
Así se reencontró con la
Universidad del Valle.
Aunque estaba como
asesora externa de la ARL,
hacía parte del equipo de
Salud Ocupacional, lo que
la llevó a presentarse al
concurso que la universidad
abrió en 2013 para el cargo
de Jefe de Sección donde,
gracias a sus conocimientos
y experiencias, fue selec-
cionada. Comenzó a trabajar
en el cargo en mayo de 2014.
Desde aquel nuevo comienzo
han pasado siete años.
Todos los lugares en los
que laboró contribuyeron a
su visión, al acrecentamiento
de su sueño, pero hay algo
particular en Univalle: nunca
ha sentido que en su día a día
ella ha dejado de aportar a la
institución ni de aprender.
“Aquí nunca ha habido un
momento en el que sienta
que he agotado el conoci-
miento. Siempre encuentro
más formas de aprender,
escenarios distintos”. La
Universidad es muchos
45
mundos en uno solo”.
Como parte de ese
proceso inagotable de apren-
dizaje terminó la Maestría en
Desarrollo Sustentable con
énfasis en gestión del riesgo,
con lo que espera trabajar
en procesos más limpios
en la línea de desarrollo y
producción de materiales
para elementos de protección
personal.
Si se ojea sobre su hoja de
vida, el salto de electrónica
a ingeniería de materiales,
a higiene y seguridad en el
trabajo y luego a desarrollo
sustentable no tiene mucho
sentido, pero, desde los
puntos que ha atado hacia
atrás viendo su vida, identifica
un hilo conductor: la perse-
cución de sus sueños, que
se han ido moldeando con el
tiempo y las experiencias.
En ese análisis por su
historia laboral, también
recuerda ambientes marcados
por una notoria presencia
masculina. Esta visión le
ha permitido reconocer la
desigualdad de las mujeres en
profesiones como la suya y,
en ese sentido, procura que
los equipos que lidera sean
mixtos.
46
Trabajé en
sectores
considerados
masculinos
como la
soldadura, las
construcciones de
concreto y, sin ir muy
lejos, la ingeniería
misma. Estuve en
equipos de trabajo
donde de 86 personas,
4 éramos mujeres, de
las cuales 2 ejercían
como secretarias. Por
eso me gusta trabajar en
equipos mixtos y buscar
una equidad donde,
como líder, pueda
aplicar conocimientos
buscando el bien
común rescatando las
potencialidades de
todos”.
Por otra parte, Martos
agregó a su experiencia la
labor docente, inserta en su
tradición familiar. “Mi familia
es de docentes: mi mamá es
un ejemplo a seguir, al igual
que mis demás familiares que,
sin importar la profesión, han
llegado a la academia. Aunque
dije que jamás daría clases,
en 2013 tuve mi primera
oportunidad y me encontré
con un oficio dinámico,
que me permite enseñar y
aprender con la interacción
con los estudiantes. En esa
primera etapa estuve hasta
2015 y volví en el 2020 con la
Especialización de Seguridad
y Salud en el Trabajo de la
Universidad Católica de
Manizales” afirma.
En la observación de su
experiencia, en contraste
con sus aspiraciones, la jefe
concluye que lo más impor-
tante, y el mensaje que
quisiera transmitir a las
futuras ingenieras y líderes,
es que siempre hay que tener
metas claras en la vida y dar
continuidad a los sueños; ir
ajustando y perfilando sus
objetivos de acuerdo con lo
que aprende del mundo.
“Mi vida es mi proyecto,
me planteo una meta y no
pierdo el norte. Muchas
veces parece que el camino
lo lleva a uno por rutas
distintas, pero cuando uno
sabe para dónde va, todas
las líneas son parte del hilo
conductor”.
Giovanna ‘Gio’
Certuche, “la mamá
de los pollitos”
La Universidad del Valle
se construye a diario, con el
trabajo mancomunado de
toda la comunidad univer-
sitaria. Funcionarias como
Giovanna Certuche logran el
reconocimiento colectivo por
su compromiso y dedicación.
La llaman "La Mamá de
los pollitos", un apelativo
cariñoso que, afirma, lleva con
mucho orgullo.
Su jornada laboral empieza
a las ocho de la mañana. Inicia
el día al frente de su compu-
tador organizando los correos
electrónicos y las solicitudes
que tendrá que atender y
47
darles respuesta, tareas que
alternará en el transcurso del
día, entre el café y la actividad
física que hace poco inició por
recomendación de amigos y
familiares.
Giovanna Elizabeth
Certuche González es una
mujer de 40 años, hija de
Elizabeth y Orlando. Se
autoproclama mamá de
Caos -un gato que recogió y
adoptó en Univalle-. Ese amor
maternal también lo ejerce
con casi 360 “pollitos” de los
programas de Licenciatura y
Profesional en Filosofía.
En 1999, Gio -como la
llaman quienes la conocen-
fue admitida en Ingeniería
Agrícola en Univalle, pero por
diversos motivos tuvo que
retirarse en primer semestre
para trabajar y pagar algunas
deudas. Más adelante, en
2001 ingresó a Adminis-
tración de Empresas en la
jornada nocturna.
Durante su paso por
la Facultad de Ciencias de
la Administración trabajó
como monitora del Área de
Matrícula Financiera. Laboró,
estuvo por fuera cerca de
48
ocho meses y luego regresó
a esa misma área. Estando
allí participó en una convo-
catoria externa y luego de un
año ganó un concurso para
un cargo en esa dependencia.
Gracias a su paso por
Matrícula Financiera conoció
mucha de la normatividad
y los procesos administra-
tivos de la institución. De
esa época le queda además
el apodo de “la mamá de
los pollitos”. Su papá, don
Orlando, le decía así por la
cantidad de monitores que
tenía a su cargo.
Como Gio había sido
monitora, conocía en detalle
muchas situaciones complejas
y difíciles que deben atravesar
algunos estudiantes: contar a
veces solo con el dinero para
el pasaje de bus, no alcanzar
a almorzar por atender las
clases, conflictos familiares,
reveses personales, en fin,
muchas situaciones difíciles
de la vida estudiantil en una
universidad pública donde
gran parte del alumnado
pertenece a hogares muy
humildes. Por eso estaba
pendiente de los monitores a
su cargo. “A muchas personas
se les olvida eso: todos los
trabajos que hemos tenido
que pasar, todas las angustias
que hemos vivido para llegar
a un cargo”.
En 2016, a raíz del falle-
cimiento de su papá, Gio
decidió que necesitaba un
cambio. Por eso aprovechó
la convocatoria de traslado
y pasó a la Secretaría de la
Licenciatura y Profesional en
Filosofía.
Ahora se siente con
mucha responsabilidad por
ser una figura crucial para los
estudiantes de su programa
académico. “Incluso trato de
separar mi tiempo libre de mi
vida laboral, pero es un poco
difícil cuando sabes que hay
una persona que pasa una
necesidad, situaciones que
van más allá del horario de la
jornada laboral”.
En ocasiones “los pollitos”
necesitan apoyo para
conseguir medicamentos que
sus EPS no les suministran,
acompañamiento por situa-
ciones de salud mental o
para conseguir apoyo para
su alimentación. “Siento que
nací para esto. Estos años
en Filosofía he desarrollado
habilidades para las que sabía
que tenía potencial, pero
no tenía donde realizarlas”
menciona. La sincronía del
universo: ella está donde
debe estar.
Como secretaria del
programa académico, Gio
organiza rifas para los
estudiantes (con premios que
a veces salen de su bolsillo),
diseña piezas gráficas con
consejos para la vida univer-
sitaria, organiza jornadas de
meditación a través de su
Facebook, anota ideas para
grabar videos de Tik tok,
guarda memes que utilizará
más adelante, organiza y
promueve jornadas de infor-
mación.
Toda esta vocación surgió
en uno de sus primeros
empleos. Cuando tenía 17
años trabajó en lo que hoy se
conoce como Centro Cultural
Tejiendo Sororidades. Allí
estuvo en contacto con niños
y mujeres en situación de
vulnerabilidad.
“Yo sola no me he
formado, muchas mujeres
49
me han enseñado y me han
acompañado en la vida”.
Recuerda a su mamá, que es
artesana, a algunas de sus
compañeras y a la profesora
Carmiña Navia, una de las
figuras más representativas
de la Facultad de Humani-
dades, hoy jubilada de
Univalle y directora del centro
cultural. Ellas la acompa-
ñaron y le tendieron la mano
cuando muy joven tuvo que
abandonar sus estudios
de Ingeniería Ambiental.
“Sin ellas todo habría sido
diferente” afirma con gratitud
mientras mira por la ventana
al verde del campus que hoy
aparece solitario.
Gio, la mujer a la que le
cuesta despertarse temprano,
la persona organizada que, en
la anterior normalidad, dejaba
listo todo desde la noche
anterior para salir corriendo
con tranquilidad y llegar a
tiempo a la universidad; la
auxiliar administrativa que
ama tener al día su correo
electrónico, así “los pollitos”
se lo llenen con 700 envíos.
A veces se siente
exhausta, pero la reanima ver
50
al regresar de almorzar que
alguien le dejó una choco-
latina – quizás porque notó su
cansancio-. Comenta que “los
pollitos” son muy detallistas:
le han enviado desayunos
sorpresa -ese día lloró,
confiesa entre risas- también
le regalaron una tarde de spa,
entre otras cosas. “Por todos
esos detalles, más que una
secretaria, me siento como
una mamá”.
Trabajar con
los estudiantes
y para ellos es muy
chévere. Siento que
están tan pendientes
de la academia que las
cosas administrativas,
que también son
importantes, se les
pasan. En ese sentido
todos son iguales,
a los de pregrado o
doctorado se les olvida
el día de la semana,
o que deben pagar
un recibo, por eso
busco estrategias para
llegarles de manera
diferente”.
Por eso les habla en un
lenguaje cercano. Muestra de
ello es una publicación de su
facebook: “Cada vez que un
estudiante negocia el bono,
un angelito recibe sus alas”.
Así invitó a “los pollitos”, no
solo de Filosofía, sino de
toda la institución, a que no
dejaran pasar este proceso.
Su fama y reconocimiento
han trascendido del espacio
de Filosofía. Por su forma
de ser, estudiantes de otros
programas académicos e
incluso de otras universidades
le preguntan por procesos
y normas de Univalle. “Me
ven como una vía efectiva
de comunicación. Por eso
tengo tantos medios para que
me contacten, Messenger,
WhatsApp, tabla ouija -se
ríe-“.
“No hay palabras para
expresar el orgullo que
siento. Por situaciones de
mi vida, cuando estaba en
el colegio nunca imaginé
estudiar en Univalle, pero
luego vi que podía. Tengo un
agradecimiento profundo, un
compromiso total con esta
institución”, dice mientras
se le aguan los ojos y sonríe.
“Si no fuera por la Univer-
sidad, yo habría perdido hace
mucho tiempo a mi papá”.
Gio, la auxiliar adminis-
trativa a quien se le acumulan
los periodos de vacaciones
y debe tomarlas de a poco
(recientemente fue a Medellín
con su mejor amigo); la mujer
que está comprometida
haciendo actividad física;
una persona con un círculo
cerrado de amigos.
Gio, la mujer que ama ir al
cine, sucumbir ante el oscuro
encanto de la gran pantalla
y en medio de un ambiente
agradable, el frío acogedor
de la sala, el olor a crispetas,
la oportunidad de pasar dos
horas de su vida viendo una
gran historia.
Aunque sus papás no
tuvieron más hijos, la vida se
encargó de darle hermanos
del alma. Gio, la tía y madrina
de dos gemelas y de Julián,
que en la práctica también
es uno de sus pollitos porque
estudia en la Sede Palmira.
Gio, la hija, auxiliar
administrativa, la mamá de
los pollitos, egresada, amiga,
cómplice, es una muestra de
todas las mujeres que a diario
51
trabajan y construyen a diario
la Universidad del Valle.
Según la Sección de
Nómina de la División de
Recursos Humanos, con
corte a febrero de 2021,
en Univalle trabajan 5025
personas, entre ellas 2034
mujeres. De este total,
algunas cifras: 77 aseadoras,
25 auxiliares administra-
tivas, 22 bibliotecarias, 36
cocineras, 29 coordina-
doras de área, 26 labora-
toristas, 126 profesionales,
232 profesoras asistentes,
82 profesoras asociadas,
919 profesoras auxiliares,
87 profesoras titulares, 221
secretarias, entre otros cargos
dentro de la nómina de la
Universidad.
Gracias al esfuerzo
constante y el trabajo
mancomunado de todas
estas mujeres, muchos de
los proyectos, desarrollos e
iniciativas de la institución
salen adelante. Gracias a
todas ellas la Universidad
del Valle tiene un sello de
excelencia y de calidad
académica en la región y el
país.
52
de las fibras que quedaron
Nueva alternativa en el indemnes.
tratamiento de En el desarrollo médico
participaron los investi-
gadores Oscar Gutiérrez
falla cardíaca Montes, profesor de la
Facultad de Salud de la
Universidad del Valle y los
docentes de la Universidad
Autónoma Álvaro José Rojas
Arciniegas y Paola Neuta
La Universidad Arciniegas, quién también es
egresada de Univalle.
del Valle y la
El profesor Oscar
Universidad
Gutiérrez, lider del Grupo de
Autómoma de Investigación en Medicina
Occidente crearon Regenerativa de la Univer-
un implante para la sidad del Valle, afirma que
factores como el envejeci-
regeneración de tejido
miento de la población han
cardíaco que recibió esta aumentado la prevalencia de
semana la patente de la falla cardíaca, condición
invención por parte de que se caracteriza por una
la Superintendencia de pérdida de la contractibi-
lidad del miocardio a causa
Industria y Comercio.
E
de la cicatrización que sufre
sta innovación, el corazón después de un
que aún se infarto.
encuentra en fase
“Cuando una parte del
experimental, permite
tejido cardíaco se muere, las
regenerar porciones
fibras no se regeneran como
cardíacas después de
musculares sino como una
un infarto, mejorando
cicatriz fibrosa. Esa parte del
la calidad de vida del
corazón pierde su capacidad
paciente y disminuyendo
contráctil, es reemplazada
el deterioro del resto
53
por tejido conectivo y su
función tiene que ser asumida
por las fibras contráctiles
a su alrededor. A la larga,
esto genera un desgaste
progresivo que hace que todo
el órgano pierda función,
lo que se denomina falla
cardíaca.
Al perder su función,
que es la de actuar como
bomba, la sangre no circula
con la velocidad ni con la
presión requerida para llegar,
especialmente, a los tejidos
más periféricos. El organismo
responde adaptándose, pero
al hacerlo entra en un círculo
vicioso en el que retiene
líquido, aumenta la demanda
para el corazón y como éste
no responde, retiene más.
Esto es una etapa terminal.
Después de un infarto hay un
tiempo límite muy corto para
reemplazar esa parte de tejido
muerto, de cicatriz”, señala el
investigador.
En este estudio, llevado
a cabo hasta ahora en
cultivos in vitro, se tomaron
células madre mesenqui-
males, células endoteliales y
cardiomiocitos de un modelo
animal, que fueron cultivadas
y posteriormente inducidas
54
en una matriz polimérica
biocompatible. De esta forma,
las células madre se transfor-
maron en células musculares
cardíacas contráctiles.
Las células cardíacas
contractiles se
incorporaron en un
biodispositivo, similar
a un ‘parche’ o ‘curita’,
que se coloca sobre el
sitio donde se produjo
la muerte del tejido
cardíaco. Lo que se
observó fue que esas
células colocadas en
la cicatriz empezaron
a contraerse. Se midió
dicha contracción
comparando la
funcionalidad del
corazón antes, durante
el infarto y después
de la intervención y
logramos observar que
el corazón, que había
perdido un porcentaje
de su contractibilidad,
la recuperaba con este
‘parche’”, explicó el
profesor Gutiérrez.
Se espera que la patente
obtenida beneficie la
capacidad de negociación
para el desarrollo de futuras
innovaciones en medicina
regenerativa. “Esta es solo
una parte del programa
de medicina regenerativa
que incluye el desarrollo
de biodispositivos, bioma-
teriales y compuestos
fotodinámicos para el trata-
miento de cáncer, así como
el programa de trasplante
de órganos quimerizados.
En general, creo que esta
patente le va a dar un
impulso no solamente a la
Universidad, sino también a
la capacidad investigativa de
la región”, indicó el docente.
55
Aunque la pandemia ha
retrasado el progreso de
trabajos de investigación en
todo el mundo, los investiga-
dores de Univalle y la UAO
esperan hacer las primeras
aplicaciones en modelos
humanos en un par de años,
o antes. Algunas institu-
ciones ya han manifestado su
interés en apoyar esta fase
de la investigación con el
fin de ofrecer este implante
como alternativa a la terapia
o invalidez de los pacientes.
Detrás de este producto,
que reúne esfuerzos y capaci-
dades de investigación de
Univalle y la UAO, hay una
trayectoria de trabajo entre
ambas instituciones en bio
ingeniería. Desde el 2019,
estas dos instituciones de
educación superior ofrecen
un doctorado conjunto
en el tema, en el que la
Universidad Autónoma de
Occidente participa con sus
facultades de Ingeniería y
Ciencias Básicas y la Univer-
sidad del Valle con las de
Salud, Ingeniería y Ciencias
Naturales y Exactas.
56
¿CóMO SUPERAR
violencia
la
eN CIUDADES COMO CALI?
El director de Cisalva,
instituto de Univalle
especializado en el tema,
presenta algunas opciones.
L
a primera mañana de 2021 los medios
locales despertaron a los caleños
aunciando que la ciudad había
cerrado el 2020 con 1.078 homicidios, “El
57
menor número de asesinatos
y también la tasa de muertes
violentas más baja en 28
años”.
En 48 descendió el
número de homicidios
durante el atípico 2020 frente
a 2019. Sucedió en 2020, el
año de la pandemia, el año de
las cuarentenas, de los exten-
didos ‘toques de queda’, el
en diferentes sectores de la
ciudad”.
El 13 de enero pasado
año de medidas recurrentes en Cali se volvían a reportar
como la ‘ley seca’. -recuperando la casi “natural”
estadística de la historia
Para el segundo amanecer
reciente de la ciudad- 40
de 2021, las autoridades se
apresuraron a anunciar en sus
homicidios en poco más de
boletines la alarmante cifra de
300 horas. Al menos la mitad
de homicidios sucedieron
ocho muertes violentas en un
en medio de restricciones
día; al llegar la tercera noche
de movilidad y consumo de
del año ya hablaban oficial-
alcohol.
mente de “14 homicidios
58 59

Intentando comprender
mejor este escenario donde
escalan de manera preci-
pitada, tanto el ejercicio
de la violencia como la
percepción generalizada de
inseguridad, (sin olvidar que
tan solo durante el primer
fin de semana de febrero
fueron asesinadas en Cali
14 personas) la Agencia de
Noticias de la Universidad del
recordando que durante la
temporada de expansión
de los contagios asociados
al COVID-19 en Colombia,
cuando las disposiciones
del Gobierno para contener
la pandemia fueron mucho
más férreas, se evidenció
una significativa disminución
en los indicadores negativos
de seguridad, “pero una
vez se anuncia el fin del
tando las primeras horas del
décimo mes del año, este
era el titular con el que el
diario El País interpelaba a la
ciudad: “Cali cerró septiembre
con 119 homicidios, el mes
más violento en lo que va del
2020”.
¿Cómo podemos
explicar este
vivienda, salud y educación,
es evidente que la ilegalidad
se convierta en la alternativa
para suplir esas necesidades”.
Intentando contener la
desmejorada percepción de
inseguridad que se desborda
en Cali, las autoridades
locales han desplegado
toda una serie de conocidas
estrategias para combatir

Valle consultó al director del
Instituto CISALVA Adalberto
Sánchez Gómez Ph.D., quien
confinamiento, tan pronto incremento en los el crimen. Identificadas
mediante un “mapa de calor”,
el Gobierno flexibiliza las
normas que había adoptado
indicadores de que actualmente le sugiere

advierte que en los próximos para enfrentar el avance inseguridad? a la Policía

meses se puede recrudecer,
aún más, el agitado panorama
de la seguridad en Cali.
Los factores de la
ecuación
“Tenemos que ser
honestos. La pandemia nos
puso en un escenario nunca
antes vivido. Considero
que quienes hemos estado
vinculados a la investigación
en convivencia, seguridad
ciudadana y desarrollo social,
nunca habíamos enfrentado
un fenómeno tan complejo
como este” apunta el
profesor Adalberto Sánchez,
del virus, se produce a nivel
social un efecto similar al de
una bomba; como si todo
hubiera estado simplemente
contenido, esperando para
explotar”.
Tras cinco meses del
aislamiento obligatorio que
inició el martes 24 de marzo
de 2020 a la medianoche,
el Gobierno de Iván Duque
Márquez anunció el deses-
calamiento casi total de
las restricciones que había
impuesto durante los últimos
meses. Así, bajo nuevas
disposiciones, Colombia entró
en una fase de transición el
1 de septiembre. Transcu-
rridos treinta días, despun-
Adalberto Sánchez sostiene
que “se debe considerar
que la pandemia y las
restricciones asociadas han
tenido un impacto económico
muy alto, sobre todo entre las
poblaciones más inermes del
país. Allí, en esos escenarios
donde un grupo vulnerable
ve incrementar altamente
su vulnerabilidad, donde
además, sin flujo de
capital (debido a que
atravesamos una
situación general
de depresión
económica), aún
debe satisfacer sus
necesidades básicas
de alimentación,
60
la existencia de 18 estruc-
turas criminales asentadas
en el nororiente de la
ciudad. Varias zonas han
sido intervenidas por las
autoridades que adelantan
patrullajes y requisas, así
como actividades de identi-
ficación y prevención. Así
lo ha asegurado el coman-
dante de la Policía Metropo-
litana de Cali general Juan
Carlos Rodríguez, señalando
también que desde su
Institución se adelanta un
accionar conjunto con la
Fiscalía, colaborando en
materia de investigación
criminal e inteligencia.
“Las autoridades han
tratado de retomar el
control, de propiciar el
retorno al orden mediante la
presencialidad evidenciada
en el aumento de pie de
fuerza. Esto, por supuesto,
genera inicialmente un
impacto positivo sobre
la percepción. Solo para
ejemplificar, enero y febrero
han mostrado una tendencia
positiva en ese aspecto.
“Sin embargo, ese compor-
tamiento no es nuevo. Lo
que hemos observado con
el tiempo es que las bandas
61
criminales tienen la parti-
cular capacidad de ser muy
dinámicas, de adaptar sus
estrategias con facilidad.
Posiblemente lo que vamos
a experimentar en marzo y
abril va a ser un panorama
distinto al actual. Ahora,
adicional a este fenómeno,
debemos sumar las posibles
situaciones que se puedan
despertar en Cali derivadas
de la actual coyuntura
que atraviesa la ciudad de
Buenaventura, lo cual no
es nada despreciable, ya
que en los próximos meses
podríamos contar con un
caldo de cultivo ideal, con
un escenario propicio a las
actividades delincuenciales,
una tormenta perfecta
para llegar a afrontar
una situación de convi-
vencia marcada por indica-
dores negativos”, expone el
profesor Sánchez.
El cuatro de febrero de
2021 la revista Semana
reseñó que en los primeros
33 días del año se produjo
igual número de incur-
siones armadas a lo largo
y ancho de Buenaventura
¿Quiénes son los respon-
sables de este sistemático
62
actuar delincuencial que
durante años ha aterrorizado
y generado zozobra a la
población civil en esta ciudad
con el puerto más importante
del país? Según las autori-
dades, hombres al servicio de
‘La Local’ y ‘Los Bustamante’
conocidos ampliamente en
Cali como ‘La Empresa’, dos
estructuras criminales que se
disputan a fuerza de intimi-
dación, tortura y fusil los
corredores del narcotráfico
hacia Centroamérica. Ellos,
aprovechando el indolente
y prolongado abandono
estatal, como lo recuerdan
las arengas de los manifes-
tantes en las marchas que se
organizan por estos días para
llamar la atención del país.
Lo que podríamos
observar entonces es
una repetición de los
mismos eventos que
hemos experimentado
como ciudad desde
hace 25 años. Es
innegable que el
Pacífico colombiano
se ha convertido
en un corredor
muy importante
para el tráfico de
estupefacientes, y
Cali, al ser la zona
urbana de mayor
desarrollo con más
cercanía a ese corredor,
padece de manera
colateral los efectos
de las dinámicas
delincuenciales.
Solo para citar el
ejemplo más próximo
podemos hablar del
crítico fenómeno
del desplazamiento
forzado”, explica el
investigador.
Desde el ‘Instituto de
Investigación y Desarrollo en
Prevención de la Violencia y
Promoción de la Convivencia
Social’ -CISALVA, creado en el
año 1995 por la Universidad
del Valle con el fin de diseñar,
ejecutar y evaluar programas,
proyectos y metodologías
que contribuyan al enten-
dimiento y prevención de la
violencia, se ha planteado que
el problema de seguridad de
Cali encuentra sus orígenes
más allá de sus límites terri-
toriales, pues es alimentado
por las dinámicas del crimen
que se extienden por la zona
del Pacífico colombiano, el
norte del Cauca y el sur del
país, especialmente Nariño y
el Putumayo.
Santiago de Cali, al ser
el centro urbano de mayor
desarrollo en la región suroc-
cidental de Colombia, ha
acumulado el atractivo
suficiente para que las bandas
ilegales, que han querido
incrementar su capacidad a
través del accionar violento,
encontraran en ella un centro
de operaciones. También,
durante décadas, se convirtió
en la opción más atractiva
para el multitudinario número
de familias que, atrapadas en
medio de una crisis humani-
taria atravesada por actores
del conflicto armado, bandas
delincuenciales y carteles del
narcotráfico, no tuvieron otra
opción que huir de sus terri-
torios en busca de seguridad.
Esperamos que
frente a este panorama
tanto el Gobierno local
como el Gobierno
63
nacional, realicen el
análisis más técnico
posible y diseñen
nuevas estrategias
para mitigar los efectos
que podamos sufrir en
los próximos meses.
Como siempre lo hemos
expresado, desde la
academia estamos
dispuestos a contribuir
con nuestra capacidad
investigativa”, sostiene
el experto.
Recomendaciones
El doctor Adalberto
Sánchez Gómez expresó
así sus conclusiones con
respecto al fenómeno de la
violencia, y en especial a la
situación de la ciudad de Cali.
Señala que desde el Instituto
Cisalva se han vislumbrado
de manera prospectiva tres
escenarios:
En el corto plazo el
Gobierno local ha impulsado
un aumento del pie de fuerza
en el territorio, así como un
mejoramiento de la capacidad
de inteligencia y respuesta
64
de la Policía, la cual debe
continuar mejorando su
capacitación tecnológica y de
talento humano para inter-
venir de manera correcta
sobre el fenómeno.
Para abordar efectiva-
mente la situación, en el
mediano plazo las autoridades
deberán cambiar su foco de
acción, centrado habitual-
mente en la manifestación
aguda del fenómeno. En
esta instancia, proponemos
trabajar entonces sobre la
base de dicho fenómeno: la
inequidad social.
Recordemos que en Cali
habita un amplio grupo de
personas altamente vulne-
rable desde la perspectiva
social y económica, las cuales,
durante los últimos meses,
han visto aún más insatis-
fechas sus necesidades en
alimentación, salud, vivienda
y educación. Sobre ese
grupo se debe actuar, porque
es bajo esas condiciones
donde encuentra aliento el
fenómeno de la ilegalidad.
Ahora, esta es una fase donde
se requiere acción conjunta.
No corresponde únicamente
a los Gobiernos locales o el
Nacional, involucra también
a la sociedad civil y a los
actores productivos de la
región, quienes deben aportar
esfuerzos para superar esta
situación. Debemos cerrar la
amplia brecha de la inequidad.
Continuando con el tercer
escenario, y en aras del
ejercicio prospectivo, hicimos
primero retrospectiva para
hablar así de lo que podemos
esperar en el largo plazo.
Y ¿qué evidencia nuestra
mirada al pasado? llevamos
más de 40 años aplicando
una estrategia de punición,
de castigo, de restricción, de
control, para intentar mitigar
los efectos perjudiciales del
tráfico de estupefacientes.
Pero los resultados no han
sido los mejores.
Por ello, en el largo
plazo, proponemos abordar
esta problemática de forma
innovadora. “Considero que
es el momento para que,
tanto el Gobierno central
y los Gobiernos locales, así
como los grupos de parti-
cipación ciudadana y el
sector productivo, aborden
otras estrategias en relación
con el tráfico y al consumo
de estupefacientes. Solo
debemos observar con
atención los ejemplos de
Holanda y Uruguay y de
los estados de Oregón,
California y Colorado en
los Estados Unidos que nos
están mostrando que la legali-
zación controlada, regulada y
con manejo taxativo, puede
tener un efecto más contun-
dente sobre este fenómeno
que las históricas acciones de
punición y control.
Debemos empezar
a evaluar si a largo
plazo nuestra sociedad,
nuestra organización
como nación, cuenta
con la posibilidad de
mirar a la legalización
como una opción real”,
destaca.
Aclara que no se refiere a
una legalización con criterio
laissez faire, laissez passer
(dejad hacer, dejad pasar).
“Me refiero a una legali-
zación controlada y gravada
que permita, primero, que se
65
libere la presión que ejercen
los mecanismos de punición
sobre la ilegalidad, lo cual
desencadena todas las condi-
ciones negativas de convi-
vencia que hoy enfrentamos;
segundo, que permita el
retorno del inmenso flujo
de capital que se mueve
alrededor de ese negocio,
del cual no regresa un solo
centavo para invertir en
construcción de sociedad.
Sé que muchos grupos se
manifestarán en contra de
esta posibilidad, argumen-
tando que estaríamos
poniendo en riesgo a la
juventud de nuestro país,
pero frente a esto yo
pregunto, ¿y es que nuestra
juventud no está hoy en
riesgo? ¿no son precisa-
mente ellos quienes hoy
más enfrentan el flagelo de
este fenómeno? ¿Qué es
lo que estamos buscando
perpetuar como bienestar?
¿Qué estamos protegiendo
realmente?
Interrogantes que deja
abiertos y que la sociedad
colombiana deberá resolver
en los próximos años. Cada
minuto cuenta.
66
Un año de profundas
transformaciones
Decretado en 2020
el confinamiento
obligatorio en todo
el país, escenarios
inéditos, nacidos de las
recién implementadas
dinámicas de
restricción, empezaron
a florecer en todos los
campos atravesados por
el accionar humano.
R
etos de memorable
magnitud sacudieron
a Gobiernos e Indus-
trias, a los hogares, univer-
sidades y demás centros
de socialización, investi-
gación y desarrollo, que
se vieron ineludiblemente
concentrados en atender las
exigencias que demandaba la
‘nueva normalidad’, mientras
intentaban resolver las insos-
pechadas urgencias que
parecían despertar a cada
momento.
Intentado comprender
cuál fue el panorama que
atravesó la región durante
el avance del COVID-19 en
nuestro país, la Dirección de
Comunicaciones Universi-
tarias dialogó con el doctor
(Ph.D.) Leonardo Solarte
Pazos, director del Instituto
de Prospectiva de la Univer-
sidad del Valle, quien, de
manera analítica, comparte
las observaciones que pudo
elaborar el Instituto durante
el atípico año 2020.
Durante ese
año, el Instituto de
Prospectiva contó con
la valiosa oportunidad
de potenciar la red de
trabajo que había venido
construyendo durante
12 años. Contactamos
a colaboradores, socios
e investigadores de
universidades amigas
que se encontraban en
nuestra misma situación,
que no era otra que la
de reflexionar sobre
la problemática que
estábamos afrontando.
Esto, sin perder de
vista que el Instituto
decidió concentrarse
en reflexionar sobre el
escenario de la eventual
pospandemia”, señala
el doctor Leonardo
Solarte, quien continúa
exponiendo sus
observaciones de la
siguiente manera:
Adaptación e
innovación desde el
Sector Productivo
En un principio, las
eventualidades asociadas
a la no presencialidad en el
67
lugar de trabajo impactaron
directamente a la cadena
logística y en particular la de
suministros de las empresas.
Una encuesta realizada
a pequeños empresarios de
ACOPI durante los primeros
meses del confinamiento,
mostraba que había una
alerta relacionada con el
deterioro en las cadenas
de suministro, pues las
empresas no contaban con
los stock´s suficientes para
atender sus necesidades de
producción. Cerca del 90% de
los empresarios en Colombia
planteaban tempranamente
este temor.
Frente a esto, debemos
tener en cuenta que la
búsqueda de la estandari-
zación en los procesos indus-
triales y el manejo eficiente
de inventarios es uno de los
avances más importantes
en el desarrollo de la tecno-
logía de producción en todo
el mundo. Estas prácticas
han venido popularinzando
mecanismos de certifi-
cación que avalan la calidad y
confiabilidad de la actividad
productiva en las empresas
y se han convertido en
activos muy valiosos para las
compañías.
68
Sin embargo, frente a
la contingencia, las cadena
lógistica se rompieron de
manera abrupta y consigo
todos los procesos, proto-
colos y métodos que las
empresas habían venido
implementando confiada-
mente durante años. Es
entonces cuando la única
solución a la vista es impro-
visar e innovar de manera
urgente en todas y cada una
de sus áreas productivas y
comerciales.
Estos ajustes contin-
gentes, improvisados por
lo general, exigió reorga-
nizar aspectos como turnos
de trabajo en la Industria,
sin descuidar las nuevas
medidas de bioseguridad;
improvisando igualmente en
la disposición de sus fuerzas
de venta a la distancia, e
implementando para ello
nuevos mecanismos de
seguimiento remoto a los
procesos.
Esto solo por nombrar
algunos escenarios. El
punto es que el cambio
abrupto de las condi-
ciones generó una especie
de invalidación temporal,
por nombrar al fenómeno
de alguna manera, de
muchos de los procesos
de estandarización de la
Industria, la cual tuvo que
intentó aportar soluciones
rápidas y efectivas para esa
inesperada situación.
Estos ejercicios de
respuesta, de reacción
inmediata para atender
problemas de la actividad
empresarial, son innovación
pura. De esa que se
pretende enseñar en las
Universidades pero que solo
se logra apropiar cuando el
ser humano se enfrenta a
contingencias y debemos
afrontarlas obligatoriamente
por nuestra propia cuenta.
Estas soluciones buscaron
efectividad y no necesaria-
mente eficiencia.
Cambios en la
actividad laboral: el
trabajo a distancia
Poco después de
decretado el aislamiento,
operando bajo las lógicas
del distanciamiento social
y la no presencialidad en
el lugar de trabajo, obser-
vamos un periodo en el
que a la par de la dismi-
nución de intensidad en
algunos frentes laborales de
las empresas, en otros por
el contrario, se adoptaron
ritmos de trabajo frenéticos
en el sector productivo.
La percepción era de un
aumento en los volúmenes
de trabajo administrativo,
por ejemplo, que recar-
garon al punto del colapso
a muchos empleados. Esto
de la mano con la ruptura
de las rutinas y horarios de
trabajo producto del trabajo
en casa y de los problemas
de coordinación.
Nuestros colegas
sugieren que con relación
a este fenómeno, las
dinámicas del trabajo a
distancia asistido mediante
tecnologías de información,
rompieron barreras de
69
contención natural que se
dan en los espacios físicos
y en la presencialidad de
las empresas, procesos
de ‘timing’ que se daban
naturalmente en las organi-
zaciones. Así pues, la
percepción de las personas,
frente a la organización del
trabajo, una vez en casa,
cambi y la secuencialidad
en las tareas se disolvió.
Barreras naturales como la
imposibilidad de coexistir
con los colegas en un mismo
espacio físico por ocupación
en otros asuntos que
requieren presencialidad, o
simplemente la evidencia
de una puerta cerrada, o
de un horario de almuerzo;
todas estos dispositivos de
organización del trabajo en
el microespacio se alteraron
con la posibilidad de conec-
tarse inmediatamente con
el otro frente a cualquier
problema o demandar
soluciones instantáneas “en
línea”.
Todas las activi-
dades asociadas al trabajo
empezaron a desarrollarse
simultáneamente con las
cotidianas. Se rompieron
los horarios, así como varios
70
esquemas que solían separar lo
privado de lo laboral.
Debemos comprender
que el trabajo a distancia
suponía una ruptura profunda
en muchos de los principios
taylorianos (Frederick Taylor)
asociados a la producción.
Sin embargo, hoy contem-
plamos un panorama donde las
empresas lograron innovar de
manera colectiva para avanzar
en su ajuste, aunque probable-
mente con un gran esfuerzo
y desgaste de los empleados
durante el período más critico
de la pandemia. Habría que ver
si la organización del trabajo
vuelve a la “normalidad” en
cuanto a volúmenes y ritmo de
trabajo, o si estamos frente a
un cambio en las demandas de
productividad con base en lo
que se logró durante los meses
de emergencia.
El trabajo a distancia
apoyado en las tecnologías,
la deslocalización del lugar
de trabajo, eran evoluciones
productivas que se consi-
deraba deseables y necesarias
pero que llegarían en el largo
plazo como una tendencia
deseable para los trabajadores
y las empresas del futuro; y aún
en el 2019 este panorama se
veían todavía distante. Pero,
obligados por la emergencia
mundial, la opción se adoptó
de manera inmediata y es
indudable que se va a generar
una aceleración en su proceso
de implementación masivo. Los
empresarios están percibiendo
sus beneficios y utilidad, así
que considero que el trabajo
en casa, regulado y bajo condi-
ciones perfeccionadas, llegó
para quedarse. Esto impone
muchísimos retos de política
pública, de gerencia y de
ingeniería de producción. Pero
también desde la vida cotidiana
y la salud pública.
Sistemas de
protección comunal en
resurgimiento
En el ámbito social emergen
varias condiciones. Por un
lado nos encontramos con un
cambio en las interacciones
cotidianas de los hogares,
producto del distanciamiento
social prolongado.
Algunos de los profesores
que trabajaron con nosotros
durante este tiempo anali-
zando el fenómeno (resultados
próximos a ser publicados),
se concentraron en analizar
la realidad doméstica que se
configuró bajo las dinámicas del
aislamiento. Aspectos como la
violencia intrafamiliar, así como
el avasallamiento de los roles
de las mujeres en el hogar,
fueron algunos de los objetos
de análisis abordados.
En términos generales,
sin adelantarme a las conclu-
siones que publicaremos en
el Instituto de Prospectiva,
estamos hablando de trans-
formaciones en espacios
que cotidianamente estaban
dedicados a aspectos íntimos
como la interacción familiar, la
recreación o el esparcimiento
personal, y que empiezan a ser
desatendidos.
Indudablemente este
proceso, de cara a la futura
normalidad, donde el trabajo
en casa se fortalezca y se
estandarice, va a requerir
de investigación y análisis
para comprender mejor sus
múltiples implicaciones.
Por otro lado, parece ser
que entramos en una época
donde las crisis de biosegu-
ridad van a convertirse en
una amenaza constante y una
variable que debe hacer parte
de los escenarios de futuro
que se diseñen de ahora en
adelante, y no dejamos de
observar un fortalecimiento en
temas asociados a la economía
social.
71
Autores como Polanyi
siempre llamaron la atención
de cómo el capitalismo rompió
las economía de subsistencia
y de distribución, que siempre
hicieron parte de los sistemas
sociales y productivos de la
humanidad, remplazándolas
por la economía de mercado
como única garante del abaste-
cimiento y de la solución a
las contingencias. Ante la
restricción en las reglas del
mercado durante la pandemia,
los mecanismos de distribución
de los gobiernos se agotaron
o no pudieron funcionar por
el confinamiento y obser-
vamos como se activaron otros
mecanismos de protección
social por distintas vías, sobre
todo a nivel de vecindad y
comunidad: redes alternativas
de distribución de productos,
iniciativas vecinales susten-
tables, redes de solidaridad
comunitarias, producción en
casa…
La re-emergencia de estos
mecanismos es un fenómeno
que vale la pena estudiar
y potenciar, incentivando
desarrollo en los procesos
asociados a la reactivación
económica de la región.
72