B) La democracia como el gobierno que cuenta con el consentimiento de los gobernados

Se requiere que haya coincidencias entre preferencias y obligaciones, por un lado, está la
democracia directa en la cual los gobernados deben aprobar las medidas que se dicten o por otro
lado a democracia representativa la elección de ciertos funcionarios para que las dicten. Por
democracia entendemos que es una organización social la cual establece un régimen político del
pueblo y para el pueblo utilizando mecanismos por los cuales se les atribuye la titularidad del
poder al conjunto de la ciudadanía.

El consentimiento a diferencia de la aprobación, no implica prestar acuerdo a que la obligación o

responsabilidad que se consiste estén adscriptas a cierta clase de actos. La democracia sería la
única forma de gobierno que garantiza que las leyes sean consentidas por aquellos a quienes se
aplica; en este caso en particular con opiniones sobre la justificación de democracia, encontramos
algo muy importante que resaltar y es lo que dice Peter Singer el cual ha explorado esta
justificación de la democracia, pero llegó a la conclusión de que también es mucho pedir el
consentimiento, y que debemos conformarnos con algo menos exigente que llama “cuasi
consentimiento”. Singer sostiene que es poco plausible sostener que la participación en un
proceso electoral implica consentimiento, expreso o tácito, pero cree en cambio que da lugar a
una situación que genera obligaciones cuasi consensuales es un fenómeno común y se da cuando
se actúa de modo de dar lugar a expectativas de que se ha aceptado una cierta práctica.

En la democracia tenemos el derecho de elegir y ser elegidos, por lo tanto, hay una manera de
hacerlo y es por medio del voto el cual es de manera voluntaria y no obligatoria. Nos plantean de
como funcionaría la justificación de la obligación política sobre la base de consentimiento
constituido a través del voto voluntario, y es que la justificación basada en el consentimiento
requiere que haya una adscripción de la obligación que se estima consentida a la clase de actos
voluntarios que se constituyen ese consentimiento cuando son ejecutados con conciencia de que
esa obligación es una consecuencia normativa necesaria de tales actos. Pero la cuestión es que tal
obligación no puede imputarse también a los individuos en caso de omisión del acto en cuestión,
puesto que de lo contrario éste sería absolutamente irrelevante.