Los charros y charras, niños y adultos, que presentan sus
conocimientos al público en general en todos los estados de México. Los objetos utilizados en la Charrería se consideran artes aplicadas y están hechos por talentosos artesanos que se pueden encontrar en todo el país. Las alfombras tradicionales se tejen en el estado de Coahuila en el norte de México Las sillas de montar se fabrican en los estados de Guanajuato, México y Michoacán. La ropa tradicional se fabrica en la ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Jalisco. Los trabajos en plata y plata se realizan principalmente en la Ciudad de México y Puebla. El cuero se trabaja en los estados de Hidalgo, Guanajuato, Oaxaca y Jalisco, que también fabrican artículos de guarnicionería. Jalisco es famoso por su bordado ixtle. Los estados de Hidalgo y Michoacán son conocidos por la fabricación de lazos. Los sombreros están hechos en Puebla y México. Los chales, bufandas y bordados ixtle se producen en Zacatecas y San Luis Potosí. Charrería es una tradición que data del siglo XVI. Se ha convertido en un símbolo de identidad nacional. Charros y charras representan la identidad mexicana en todo el mundo. En los siglos XVII y XVIII, los grandes terratenientes, o haciendas, comenzaron a criar ganado. Una escuela ecuestre mexicana única se ha desarrollado en torno al manejo del ganado a caballo. En el siglo dieciocho, los vaqueros mexicanos desarrollaron herramientas únicas, como el sillín y la reataǁ (lazo), para maniobrar el ganado. La tradición de Charrería ha llevado al desarrollo de un traje único, hecho por artesanos, cuyo trabajo original es parte del patrimonio inmaterial de México. Las charreadas son eventos organizados en torno a nueve eventos que permiten a los charros mostrar los conocimientos transmitidos de generación en generación: competir individualmente en doma, atrapar yeguas salvajes con un lazo, atrapar toros por la cola, montar en un toro, atrapar un toro con un lazo de equipo, cabalga sobre yeguas salvajes, atrapa a una yegua con un lazo y tírala al suelo y salta de un caballo a una yegua salvaje con la ayuda del lazo. También tienen un evento de equipo femenino ecuestre de ocho mujeres. Estas celebraciones ayudan a transmitir los valores de la identidad mexicana al público en general. México nace de la fusión de dos culturas, española e indígena, como lo demuestra la Charrería. Durante siglos, los charros (hombres) y las charras (mujeres) aseguran la transmisión de sus valores sociales y culturales y sus conocimientos a las siguientes generaciones como parte del círculo familiar. Charrería es conocida como una tradición de equidad, respeto y, sobre todo, igualdad entre las comunidades. Los padres transmiten la tradición que han heredado de las generaciones pasadas a los más jóvenes, especialmente los valores y el hecho de que en Charrería las jerarquías no existen. El público y los medios que asisten a los eventos charros también contribuyen a la transmisión de la tradición al público en general. Los artesanos transmiten la creatividad y los conocimientos adquiridos dentro de su familia, en particular en los Estados de: Serapes de Coahuila (cubiertas) Distrito Federal: sastres, fabricantes de sombreros, disfraces y botones plateados Estado de México: fabricantes de pommels, chales y bufandas Guanajuato: pommels y artículos de cuero. Hidalgo: tapicería. Jalisco: tapicería, ixtle y bordado de lazo. Michoacán: lazos, marroquinería y pommels. Oaxaca: trajes tradicionales y marroquinería Puebla: sombreros, espuelas y orfebrería en plata, hierro y broca San Luis Potosí: chales y bufandas Zacatecas: fundas ixtle y bordados. La Charrería nació en el siglo XVII, la coexistencia de vaqueros de diferentes haciendas con motivo de herrar y marcar ganado. La Charrería se extendió a todo el país y se organizó en 1921 con la creación de una asociación nacional de charros, con asociaciones familiares y equipos de competidores a favor de la transmisión de la tradición, los valores morales y de familias mexicanas La tradición se ha extendido de acuerdo con su entorno, en torno a la transmisión de conocimiento dentro de las familias. Hoy en día, algunos grupos tienen escuelas de Charrería en las cuales maestros especializados enseñan los elementos de la práctica. Los principios del diálogo intergeneracional en el origen de la tradición se encuentran en la transmisión del conocimiento, regido por los principios de respeto mutuo y derechos humanos, dentro de las comunidades y entre los individuos. Los artesanos intercambian constantemente para adquirir nuevos métodos creativos y técnicas compatibles con las nuevas tecnologías. Su conocimiento y su conocimiento se transmiten dentro y fuera de las familias para garantizar la continuidad de la tradición. El charro, un jinete vestido con un traje y un sombrero de ala ancha, es el símbolo recurrente de la identidad mexicana. Esta imagen ha estado en todo el mundo y es reconocida como una característica de México. Mediante el diálogo y la cooperación mutua, las comunidades charros integran redes sociales que promueven la solidaridad y les permiten mejorar las condiciones de práctica de Charrería. La Charrería también involucra a un número significativo de productores, cuya notable artesanía es el legado de los conocimientos tradicionales antiguos y cuyas técnicas son el patrimonio cultural inmaterial. Cabe señalar que el trabajo de estas comunidades artesanales es su principal fuente de sustento. En este sentido, se puede decir que las actividades económicas, sociales y culturales vinculadas a Charrería favorecen el desarrollo socioeconómico de individuos, grupos y comunidades. Las artesanías asociadas a la práctica de Charrería ponen de manifiesto: Fabricantes: Sillines de pomo, marroquinería, orfebrería, textiles, bordados Ixtle, mantas y guarnicionería. También se mencionan a los herreros y plateros que fabrican espuelas, mandíbulas, botones plateados, hebillas y redes. Los disfraces incluyen sombrereros, tejedores de chales, fabricantes de bufandas, sastres y clientes tradicionales, artículos de cuero para cinturones y adornos de sombrero y botines. Los fabricantes de lazos y guarnicionería permiten la práctica diaria. No hay indicios de que el elemento propuesto sea contrario a los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes, el requisito del respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos, o al desarrollo sostenible. Cubriendo todos los sectores socioeconómicos de la sociedad mexicana, la tradición promueve la sostenibilidad social. Su inscripción en la Lista Representativa fortalecerá, a nivel nacional e internacional, la idea de que la tradición refuerza la identidad cultural de los mexicanos. La tradición de Charrería se practica en todo el país gracias al diálogo intercomunitario que busca fortalecer la participación de las comunidades charros bajo los principios de equidad, igualdad y fraternidad. Además, la práctica refleja la estrecha relación entre el hombre y la naturaleza, promueve la protección del medio ambiente y los animales relacionados con la práctica, a través de la cría, y demuestra el estrecho vínculo entre las prácticas culturales y el desarrollo sostenible. La inscripción de Charrería en la Lista Representativa mostrará cómo una tradición cultural ecuestre puede exaltar los valores de igualdad, equidad y solidaridad, al fortalecer la identidad cultural de los mexicanos. Muy presente durante todo el año en todo el país, la tradición goza de una fuerte difusión. Se basa en canales de comunicación locales e internacionales para mostrar cómo la inscripción en la Lista Representativa puede ayudar a salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial. Las comunidades charros de los Estados Unidos de América ayudarán a promover la importancia de la tradición, mostrando cómo una actividad tradicional puede resaltar la importancia del respeto mutuo por las diferencias y las convergencias. La Charrería cubre diferentes elementos que constituyen una identidad, que tiene sus raíces en el pasado y debe perpetuarse. La inscripción en la Lista Representativa desarrollará el diálogo entre las comunidades, por un lado, y entre las comunidades y las sociedades locales, regionales, nacionales e internacionales, especialmente si pensamos en los charros de los Estados Unidos de América. Este intercambio ayudará a recrear la imagen de identidad del estado mexicano. Incluso si Charrería ya es internacionalmente conocida, su inscripción en la Lista Representativa reforzará el intercambio de ideas y pensamientos que permitan comprender y enriquecer la tradición y los vínculos con las sociedades locales, nacionales e internacionales, en particular los residentes. Mexicanos de los Estados Unidos de América. La Charrería es una tradición que abarca una gran variedad de eventos culturales. La inscripción pretende proteger el conocimiento y las técnicas artesanales a lo largo de varias generaciones, fruto del diálogo dentro de las comunidades de charros y la fusión de las dos culturas que han configurado el México de hoy: las culturas hispánica y precolombina. Desde el principio, la Charrería testifica de la creatividad humana. Desde la producción de objetos necesarios para su práctica hasta su uso en las bellas artes, Charrería ha inspirado música, poemas, esculturas, literatura, fotos y pinturas. También ha inspirado a los artesanos con objetos únicos que, dada su calidad y creatividad, pueden considerarse obras de arte. La inscripción creará nuevos espacios de creación individual y colectiva. Las actividades deportivas se ofrecen en todo México, a nivel local y regional. Un congreso se organiza cada año con competencias entre equipos nacionales para seleccionar al campeón nacional, el mejor charro y el mejor grupo femenino (escaramuza) del país. Desde el año 2000, se han organizado 18 exposiciones en la Charrería en importantes museos canadienses, estadounidenses y mexicanos. Alrededor de 2 millones de personas pudieron descubrir las artesanías relacionadas con Charrería. Se organizaron conferencias, seminarios, eventos sociales y actividades para niños para presentar las características específicas de la tradición a las comunidades mexicana, estadounidense y mexicano-estadounidense. En los últimos quince años, se han publicado 16 libros sobre el estudio histórico y la práctica actual. La Charrería se transmite en internet y en las redes sociales. Fluida y dinámica, la comunicación entre las comunidades de charros, con el público en general y los artesanos permite un diálogo constante. Los programas se transmiten en televisión y radio, en canales privados, con información deportiva, cultural y social en Charrería. Las nuevas regulaciones apuntan a promover la equidad, el respeto, la transparencia y la fraternidad. En los últimos cinco años, se han abierto 10 escuelas en Charrería para enseñar tradición a niños pequeños y adultos. A nivel social, charros (hombres) y charras (mujeres) establecen un vínculo directo entre Charrería y la filantropía, para mostrar a la sociedad mexicana lo importante que es preservar una tradición que ayuda a los grupos vulnerables. Con motivo de sus reuniones locales, los diferentes estados como Querétaro, Guanajuato, Tabasco, Nayarit, Zacatecas, Michoacán e Hidalgo emitieron declaraciones sobre Charrería como patrimonio cultural inmaterial. Los estados de Durango, Coahuila, Chiapas y San Luis Potosí están a punto de firmar sus declaraciones. La idea es presionar a las instituciones gubernamentales para que definan medidas de salvaguarda que enmarquen las políticas públicas que apoyan la práctica de la tradición. Ofreciendo una buena oportunidad para promover la Charrería para reforzar la identidad nacional, el Congreso anual de Charros se beneficia del apoyo y las instalaciones de los Estados, ansiosos de garantizar su éxito. Las comunidades de charros y artesanos están en constante diálogo con los gobiernos estatales y el gobierno federal para garantizar la sostenibilidad de la tradición y el desarrollo social y humano a través de la práctica de la tradición ecuestre mexicana. Los equipos de cada estado han sido invitados por el gobierno federal para participar en los Juegos Olímpicos Nacionales anuales. La Charrería es así reconocida como un deporte nacional para difundir los valores ecuestres tradicionales de México para fortalecer la identidad Las medidas de salvaguardia propuestas aseguran la sostenibilidad de la tradición. Fueron definidos para reforzar y organizar el diálogo entre las comunidades interesadas a fin de resaltar la tradición y hacerla prevalecer como un modelo de transmisión de los valores de identidad mexicanos entre la Charrería y la sociedad civil. 1. Medida: creación de un conservatorio de Charrería. Objetivo: organizar y garantizar el rescate, salvaguarda y protección de la tradición ecuestre mexicana en el contexto del patrimonio cultural mexicano y el desarrollo socioeconómico. Acción: crear y organizar mecanismos de transmisión de conocimiento e información relacionados con valores que permitan presentar el patrimonio cultural inmaterial como recurso clave para el desarrollo del país. Organizaciones participantes: Asociación Nacional de Charros, Secretaría de Educación Pública, Universidad Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Históricas, Instituto de Investigaciones Estéticas, Instituto de Investigaciones Sociales. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Federación Mexicana de Charrería, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Mexicano de la Juventud, Instituto Mexicano para la Mujer. Acciones estratégicas: a. Planificación estratégica para la preservación de la tradición ecuestre mexicana La definición de un programa de desarrollo común por una comunidad local y una o más entidades externas requiere una planificación participativa que debe evolucionar hacia una planificación de desarrollo autónomo de la Charrería. Objetivo: crear una plataforma de aprendizaje antes de embarcarse en la resolución de problemas. Definir el plan estratégico para la promoción y salvaguardia de Charrería. Este proceso debe fortalecerse: 1. Identificar las necesidades de la comunidad de charros 2. El consenso 3. Enriquecimiento mutuo de iniciativas de salvaguardia y comunidades. b. Estudio histórico e iconográfico y análisis del impacto socio-económico de Charrería. Objetivo. Tener información confiable y oportuna para la toma de decisiones sobre comunicación. Llevar a cabo estudios históricos sobre los orígenes de Charrería para apoyar su significado histórico e influencia en la identidad nacional. Estudie los orígenes iconográficos de los patrones utilizados en la elaboración para tener una herramienta de conservación. Estudiar, evaluar y actualizar el impacto socio-económico de Charrería para tener más y mejores recursos para apoyar su práctica y salvaguarda. c. Organización de dos reuniones al año del conservatorio, centradas en la protección de Charrería. Objetivo: crear un espacio para el diálogo, la discusión y el debate con las comunidades de charros, la academia, la sociedad civil y las instituciones gubernamentales sobre el desarrollo y la consolidación de la tradición hípica mexicana de Charrería. Acciones: 1. Seguimiento y actualización de las medidas de salvaguardia propuestas. 2. Formulación de solicitudes de charros y sumisión al gobierno en forma de peticiones. 3. Definición de ejes de acción en interés de charros y charras. Organizaciones participantes: Organizaciones no gubernamentales, Academia, Asociación Nacional de Charros, Federación Mexicana de Charrería. Poderes publicos. d. Promoción y difusión de expresiones de charros en los medios de comunicación. Objetivo: difundir los resultados de los estudios del Conservatorio, noticias y expresiones de charros en los medios de comunicación, informar a la sociedad civil e involucrarla en la salvaguarda de la tradición. 2. Medición: supervisión del modo familiar de transmisión de la tradición. Objetivo: reforzar la sostenibilidad de la tradición ecuestre mexicana. Organizaciones participantes: organizaciones no gubernamentales, comunidad universitaria, Asociación Nacional de Charros, Federación Mexicana de Charrería. Acciones: Redacción de los estatutos de las nuevas asociaciones de charros con el objetivo de transmitir la tradición. Promoción de la constitución de este tipo de asociación. 3. Medida: Establecimiento de centros comunitarios de capacitación para la fabricación de las diversas piezas artesanales utilizadas en la práctica del elemento. Objetivo: contribuir al desarrollo de las artesanías practicadas por las comunidades de charros y al desarrollo social de los artesanos. Organizaciones participantes: Fundación para el desarrollo social de artesanos mexicanos, fundación para empresas solidarias, gobierno estatal. Acciones: 1. Establecimiento de cursos sándwich para artesanos. 2. Organización de competiciones. 4. Medición: resumen y difusión de la Charrería en el campo de las bellas artes. Objetivo: mostrar a la sociedad mexicana la influencia de la tradición ecuestre mexicana en las bellas artes para mostrar cómo esta tradición marca la identidad del país. Organismos Consejos Participantes: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de las Bellas Artes. Instituto de Investigaciones Estéticas. Acciones: 1. Resumen de la presencia de la Charrería en las bellas artes. 2. Publicación y diseminación de información recolectada. Las medidas apuntan a reforzar el conocimiento de la tradición y la apertura del diálogo entre las comunidades, para perpetuar el elemento. El diálogo servirá de base para las políticas públicas de protección y desarrollo de la actividad, con la promoción y difusión de la actividad y la integración de la tradición en el sistema educativo mexicano. Las medidas de salvaguardia son fruto del diálogo y el consentimiento de los miembros de la comunidad charros, incluidas las asociaciones de charros, artesanos e instituciones del Estado mexicano. Se decidieron con las comunidades desde el principio, a través de talleres de planificación con grupos charros y comunidades artesanales en el país. Las asociaciones familiares de charros, que transmiten los conocimientos relacionados con la tradición, han aceptado participar directamente en la transmisión de la tradición en la forma definida en las medidas de salvaguardia. La capacitación se ha acordado con artesanos que poseen los conocimientos y las técnicas tradicionales, los transmiten de generación en generación y se ganan la vida, para garantizar la producción sostenible y responsable de artículos distribuidos a nivel nacional y internacional. Las comunidades charros y charras de México son portadoras de un rico patrimonio transmitido durante siglos por nuestros antepasados que dieron forma a nuestra identidad colectiva común. La Charrería es una parte integral del patrimonio cultural de México. Los charros y charras han dado su consentimiento libre, previo e informado para la nominación de la tradición hípica mexicana de La Charrería para su inscripción en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. El deseo de las comunidades de charros de que su tradición sea reconocida como patrimonio inmaterial está vinculado al análisis de la situación de la tradición. La nominación fue discutida y aprobada individualmente y en reuniones con representantes de charros y comunidades de artesanos locales y regionales. Ha concienciado sobre la importancia del patrimonio cultural inmaterial. También se abrió un diálogo con las comunidades de Charros de los Estados Unidos de América, que entendieron la importancia de la inscripción en la Lista Representativa y desean seguir participando en la discusión y el diálogo para implementar las medidas. en este país El diálogo con las comunidades les hizo tomar conciencia del interés de la protección del patrimonio inmaterial. Los esfuerzos que llevaron a la definición de medidas de salvaguardia y la inscripción del elemento en el inventario del patrimonio inmaterial de México hicieron que los charros estuvieran al tanto de la protección de su tradición. Ha surgido un diálogo y un consenso en los distintos estados entre las comunidades de charros y los representantes locales para definir iniciativas locales para salvaguardar la tradición. Los artesanos que participaron en la discusión dieron su consentimiento a la inscripción en la Lista Representativa cuyos efectos protectores entendieron. Las comunidades de artesanos han propuesto medidas de salvaguardia y se han comprometido a proteger los procesos tradicionales de fabricación de objetos en el marco de Charrería. Las instituciones académicas han aprobado y participan activamente en la aplicación. Incluso aceptaron solicitudes de apoyo en medidas de salvaguarda, con estudios académicos sobre la historia, cultura e impacto social de la actividad, programas educativos y apoyo promocional y financiero de los profesionales. La Charrería contribuye a la identidad nacional. Las comunidades charros contactaron a las instituciones gubernamentales que mostraron interés en la aplicación. Las comunidades de artesanos y charros también proporcionaron imágenes de video y fotografías adjuntas a la nominación. Desde el comienzo del diálogo, las comunidades interesadas han mostrado interés en salvaguardar la tradición. Son conscientes de la importancia del patrimonio inmaterial. Hoy en día, las comunidades de profesionales de la tradición ecuestre mexicana conocen su herencia y están orgullosos de ella. Fueron conscientes de la importancia de la transmisión de generación en generación a lo largo de los siglos. Este conocimiento, este orgullo y esta candidatura ahora están integrados por las comunidades. Las comunidades afectadas han expresado explícitamente su consentimiento libre, previo e informado a la inscripción en la Lista Representativa. Se adjuntan declaraciones oficiales firmadas por las comunidades representativas. Claro, directo y convincente, este documento es el resultado del diálogo puesto en marcha, que condujo a la presentación de la Charrería, una tradición ecuestre mexicana, para su inscripción en la Lista Representativa. La "Charrería, tradición ecuestre mexicana" está inscrita, desde el 4 de marzo de 2014, en el Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de México, conservado por el Consejo Nacional de Cultura y Artes y disponible en el sitio web del sistema de información cultural http://sic.conaculta.gob.mx/index.php? table=frpintangible Ella fue registrada luego del lanzamiento del procedimiento en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en 2010, por la Asociación Nacional de Charros (ANC), una organización de la sociedad civil que representa a la comunidad de portadores de la expresión cultural. Luego de un trabajo conjunto del INAH y el ANC, el formulario de inscripción fue enviado a uno de los expertos en artes escénicas de México, parte del Comité de Expertos del Comité Nacional. salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial, que establece la relevancia de la inscripción, de acuerdo con los elementos definidos a tal efecto y cuyos mecanismos se revisan y actualizan actualmente. El objetivo de la actualización es hacer que la inscripción sea más inclusiva, de modo que refleje el trabajo coordinado de las comunidades, las instituciones gubernamentales y académicas y la sociedad civil involucrada, para garantizar una salvaguardia real de la ICH. . Se adjuntan documentos e información sobre el establecimiento y la actualización del inventario nacional. Prueba de consentimiento de la comunidad, con traducción al inglés o francés si el idioma de la comunidad en cuestión es diferente al inglés o francés documento que acredite la inclusión del elemento en un inventario del patrimonio cultural inmaterial presente en el / los territorio (s) del Estado (s) remitente (s) tal como se definen en los artículos 11 12 de la Convención; esta evidencia debe incluir un extracto relevante del inventario (s) en inglés o francés y en el idioma original si es diferente 10 fotos recientes en alta resolución Asignación (es) de los derechos correspondientes a las fotos (formulario ICH-07- foto) Vídeo editado (5 a 10 minutos), subtitulado en uno de los idiomas de trabajo del Comité (inglés o francés) si el idioma utilizado no es ni inglés ni francés Asignación (es) de los derechos correspondientes al video grabado (formulario ICH-07-video.
• La charrería, tradición ecuestre en México
La charrería es una práctica tradicional de comunidades de México dedicadas a la cría y el pastoreo del ganado a caballo. En sus orígenes, facilitaba la convivencia entre los ganaderos de diferentes estados del país. Las técnicas de esta práctica se transmitían a las generaciones más jóvenes en el seno de las familias. Hoy en día, asociaciones y escuelas especialmente dedicadas la charrería forman a miembros de las comunidades, entrenándolos incluso para participar en competiciones. La organización de concursos públicos o charreadas permite a los espectadores admirar la destreza de los charros en el arte de arrear y jinetear yeguas y toros cerriles. Luciendo una indumentaria tradicional –con sombreros de ala ancha para los hombres y chales de colores para las mujeres– los charros hacen gala de sus habilidades a pie o a caballo. Son artesanos locales los que diseñan y fabrican la vestimenta, el equipamiento, las sillas de montar y las espuelas que forman parte del arte tradicional de los charros. La charrería es un elemento importante de la identidad y el patrimonio cultural de las comunidades depositarias de esta tradición, que la consideran un medio de transmitir a las nuevas generaciones algunos valores sociales importantes como el respeto y la igualdad de todos los miembros de la comunidad. La charrería, tradición ecuestre en México (México) (1:23) A finales del siglo XIX, durante el mandato presidencial de Porfirio Díaz, las grandes propiedades se dedicaban a aumentar su influencia y expandir sus capacidades ganaderas. Para ello requerían de un mayor número de ganado y trabajadores agrícolas que dependían en gran medida del uso de caballos para controlar al ganado. Con el paso del tiempo este no sólo se convirtió en un trabajo regular dentro de las haciendas, sino que también se hacía por diversión. (2:07) En 1921 el gobierno introduce políticas para tratar de recuperar los orígenes de las artes y tradiciones de la cultura mexicana. En este contexto, surgió un pequeño grupo de vaqueros mexicanos, llamados charros de la Ciudad de México, de la Asociación Nacional de Charros. (2:26) Con la imagen del charro se organizan eventos especiales, costumbres y tradiciones, que ahora se conocen en México como charrería. Por lo que al comienzo de la década del 20, la figura del charro empezó a imponerse como imagen de lo mexicano. (2:44) En 1933 los eventos de charrería fueron declarados un deporte nacional. Durante esos años se realizaron muchos espectáculos, llamados charreadas, sólo para exposición o por competencia (3:03) La llamada charreada siempre comienza con un desfile que muestra a todos los participantes escoltados por el charro competidor más importante, quien lleva la bandera del grupo o de su organización. Durante el desfile se toca música típica para la ocasión: la Marcha de Zacatecas (3:24) Cala de caballo es una demostración equina que presenta a toda la audiencia la buena raza y entrenamiento en el galope, giros y exhibición. ¿? (3:47) Coleadero; consiste en intentar detener un toro a toda velocidad, sin caerse, sujetando su cola. Jineteo de toro: consiste en montar un toro y quedarse sobre el hasta que deje de embestir. Terna: requiere siempre de tres chorros que intentarán lazar un toro por la cabeza y luego hacerlo caer para proceder a amarrar todas sus patas. (4:26) Jineteo de yegua: consiste en domar una yegua, montándola hasta que se detenga sus saltos y embestidas. Mangana a pie: consiste en lazar las patas delanteras del caballo y derribarlo cuando galopa velozmente. Requiere de mucho entrenamiento con el lazo. Mangana a caballo: consiste en derribar a una yegua salvaje preparando el naso encima de su cabeza. (5:07) Paso de la muerte: consiste en un desafío en el que el charro va a la derecha, galopando en su caballo; pero, sin una montura, galopa en paralelo a una yegua salvaje. El jinete deberá saltar desde su caballo a la parte posterior del animal salvaje. (5:25) Es importante mencionar el evento especial “escaramuzas charras”. Consiste en al menos ocho mujeres finamente vestidas que galopan en sus caballos a lo largo de la pista. Al final del espectáculo, o charreada, el charro y una dama vestida como China Poblana danzan una canción llamada jarabe tapatío; donde un hombre hace una propuesta amorosa a una dama. (5:58) Por otro lado la práctica de la charrería incluye a un gran número de diferentes sectores productivos, económicos y sociales. Podemos nombrar algunos, como los grupos de artesanos del cuero, artesanos textiles, fabricantes de lazos, bordadores. (7:01) Durante años se ha creado un modelo de transmisión de la tradición, consolidado con la creación de asociaciones familiares, que incluye a padres, abuelos e hijos. Es decir, la transmisión del conocimiento se sostiene en tres columnas principales que apoyan la tradición y las áreas sociales culturales y deportivas. (7:22) En virtud de este modelo de difusión de la tradición, el patrimonio familiar es el eje principal y la columna vertebral mental para todas las actividades. (7:38) Hoy la charrería es el producto final de un largo y duro entrenamiento donde las generaciones actuales comparten sus conocimientos con las nuevas generaciones. Tal como se ha hecho desde hace casi 90 años. (7:56) Y estas fiestas colaboran de una manera especial con la difusión de las tradiciones a la gente. (8:14) Fuera del espectáculo como tal, el charro ha sido muy útil para la producción de imagen local del gobierno nacional mexicano, para el disfrute internacional, así como para el consumo local interno; por la realización de todo tipo de eventos turísticos, así como para eventos nacionales, locales y cualquier otro evento cultural o social que tenga el propósito principal de mostrar la imagen única del estilo mexicano.