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La Charrería, tradición ecuestre de México

Los charros y charras, niños y adultos, que presentan sus


conocimientos al público en general en todos los estados de México.
Los objetos utilizados en la Charrería se consideran artes aplicadas y están hechos
por talentosos artesanos que se pueden encontrar en todo el país.
Las alfombras tradicionales se tejen en el estado de Coahuila en el norte de México
Las sillas de montar se fabrican en los estados de Guanajuato, México y Michoacán.
La ropa tradicional se fabrica en la ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Jalisco.
Los trabajos en plata y plata se realizan principalmente en la Ciudad de México y
Puebla.
El cuero se trabaja en los estados de Hidalgo, Guanajuato, Oaxaca y Jalisco, que
también fabrican artículos de guarnicionería.
Jalisco es famoso por su bordado ixtle.
Los estados de Hidalgo y Michoacán son conocidos por la fabricación de lazos.
Los sombreros están hechos en Puebla y México.
Los chales, bufandas y bordados ixtle se producen en Zacatecas y San Luis Potosí.
Charrería es una tradición que data del siglo XVI. Se ha convertido en un símbolo de
identidad nacional. Charros y charras representan la identidad mexicana en todo el
mundo.
En los siglos XVII y XVIII, los grandes terratenientes, o haciendas, comenzaron a
criar ganado. Una escuela ecuestre mexicana única se ha desarrollado en torno al
manejo del ganado a caballo. En el siglo dieciocho, los vaqueros mexicanos
desarrollaron herramientas únicas, como el sillín y la reataǁ (lazo), para maniobrar el
ganado.
La tradición de Charrería ha llevado al desarrollo de un traje único, hecho por
artesanos, cuyo trabajo original es parte del patrimonio inmaterial de México.
Las charreadas son eventos organizados en torno a nueve eventos que permiten a los
charros mostrar los conocimientos transmitidos de generación en generación: competir
individualmente en doma, atrapar yeguas salvajes con un lazo, atrapar toros por la
cola, montar en un toro, atrapar un toro con un lazo de equipo, cabalga sobre yeguas
salvajes, atrapa a una yegua con un lazo y tírala al suelo y salta de un caballo a una
yegua salvaje con la ayuda del lazo. También tienen un evento de equipo femenino
ecuestre de ocho mujeres. Estas celebraciones ayudan a transmitir los valores de la
identidad mexicana al público en general.
México nace de la fusión de dos culturas, española e indígena, como lo demuestra la
Charrería. Durante siglos, los charros (hombres) y las charras (mujeres)
aseguran la transmisión de sus valores sociales y culturales y sus conocimientos a las
siguientes generaciones como parte del círculo familiar.
Charrería es conocida como una tradición de equidad, respeto y, sobre todo,
igualdad entre las comunidades.
Los padres transmiten la tradición que han heredado de las generaciones pasadas a
los más jóvenes, especialmente los valores y el hecho de que en Charrería las jerarquías
no existen.
El público y los medios que asisten a los eventos charros también contribuyen a la
transmisión de la tradición al público en general.
Los artesanos transmiten la creatividad y los conocimientos adquiridos dentro de su
familia, en particular en los Estados de:
Serapes de Coahuila (cubiertas)
Distrito Federal: sastres, fabricantes de sombreros, disfraces y botones plateados
Estado de México: fabricantes de pommels, chales y bufandas
Guanajuato: pommels y artículos de cuero.
Hidalgo: tapicería.
Jalisco: tapicería, ixtle y bordado de lazo.
Michoacán: lazos, marroquinería y pommels.
Oaxaca: trajes tradicionales y marroquinería
Puebla: sombreros, espuelas y orfebrería en plata, hierro y broca
San Luis Potosí: chales y bufandas
Zacatecas: fundas ixtle y bordados.
La Charrería nació en el siglo XVII, la coexistencia de vaqueros de diferentes
haciendas con motivo de herrar y marcar ganado. La Charrería se extendió a todo el
país y se organizó en 1921 con la creación de una asociación nacional
de charros, con asociaciones familiares y equipos de
competidores a favor de la transmisión de la tradición, los valores
morales y de familias mexicanas
La tradición se ha extendido de acuerdo con su entorno, en torno a la transmisión de
conocimiento dentro de las familias. Hoy en día, algunos grupos tienen escuelas de
Charrería en las cuales maestros especializados enseñan los elementos de la práctica.
Los principios del diálogo intergeneracional en el origen de la tradición se
encuentran en la transmisión del conocimiento, regido por los principios de respeto
mutuo y derechos humanos, dentro de las comunidades y entre los individuos.
Los artesanos intercambian constantemente para adquirir nuevos métodos creativos
y técnicas compatibles con las nuevas tecnologías. Su conocimiento y su conocimiento
se transmiten dentro y fuera de las familias para garantizar la continuidad de la
tradición.
El charro, un jinete vestido con un traje y un sombrero de ala ancha, es el símbolo
recurrente de la identidad mexicana. Esta imagen ha estado en todo el mundo y es
reconocida como una característica de México.
Mediante el diálogo y la cooperación mutua, las comunidades charros integran redes
sociales que promueven la solidaridad y les permiten mejorar las condiciones de
práctica de Charrería. La Charrería también involucra a un número significativo de
productores, cuya notable artesanía es el legado de los conocimientos tradicionales
antiguos y cuyas técnicas son el patrimonio cultural inmaterial.
Cabe señalar que el trabajo de estas comunidades artesanales es su principal fuente
de sustento. En este sentido, se puede decir que las actividades económicas, sociales y
culturales vinculadas a Charrería favorecen el desarrollo socioeconómico de
individuos, grupos y comunidades.
Las artesanías asociadas a la práctica de Charrería ponen de manifiesto:
Fabricantes:
Sillines de pomo, marroquinería, orfebrería, textiles, bordados Ixtle, mantas y
guarnicionería. También se mencionan a los herreros y plateros que fabrican espuelas,
mandíbulas, botones plateados, hebillas y redes.
Los disfraces incluyen sombrereros, tejedores de chales, fabricantes de bufandas,
sastres y clientes tradicionales, artículos de cuero para cinturones y adornos de
sombrero y botines.
Los fabricantes de lazos y guarnicionería permiten la práctica diaria.
No hay indicios de que el elemento propuesto sea contrario a los instrumentos
internacionales de derechos humanos existentes, el requisito del respeto mutuo entre
comunidades, grupos e individuos, o al desarrollo sostenible. Cubriendo todos los
sectores socioeconómicos de la sociedad mexicana, la tradición promueve la
sostenibilidad social. Su inscripción en la Lista Representativa fortalecerá, a nivel
nacional e internacional, la idea de que la tradición refuerza la identidad cultural de los
mexicanos.
La tradición de Charrería se practica en todo el país gracias al diálogo
intercomunitario que busca fortalecer la participación de las comunidades charros bajo
los principios de equidad, igualdad y fraternidad.
Además, la práctica refleja la estrecha relación entre el hombre y la naturaleza,
promueve la protección del medio ambiente y los animales relacionados con la
práctica, a través de la cría, y demuestra el estrecho vínculo entre las prácticas
culturales y el desarrollo sostenible.
La inscripción de Charrería en la Lista Representativa mostrará cómo una tradición
cultural ecuestre puede exaltar los valores de igualdad, equidad y solidaridad, al
fortalecer la identidad cultural de los mexicanos.
Muy presente durante todo el año en todo el país, la tradición goza de una fuerte
difusión. Se basa en canales de comunicación locales e internacionales para mostrar
cómo la inscripción en la Lista Representativa puede ayudar a salvaguardar el
patrimonio cultural inmaterial.
Las comunidades charros de los Estados Unidos de América ayudarán a promover la
importancia de la tradición, mostrando cómo una actividad tradicional puede resaltar
la importancia del respeto mutuo por las diferencias y las convergencias.
La Charrería cubre diferentes elementos que constituyen una identidad, que tiene
sus raíces en el pasado y debe perpetuarse. La inscripción en la Lista Representativa
desarrollará el diálogo entre las comunidades, por un lado, y entre las comunidades y
las sociedades locales, regionales, nacionales e internacionales, especialmente si
pensamos en los charros de los Estados Unidos de América. Este intercambio ayudará
a recrear la imagen de identidad del estado mexicano.
Incluso si Charrería ya es internacionalmente conocida, su inscripción en la Lista
Representativa reforzará el intercambio de ideas y pensamientos que permitan
comprender y enriquecer la tradición y los vínculos con las sociedades locales,
nacionales e internacionales, en particular los residentes. Mexicanos de los Estados
Unidos de América.
La Charrería es una tradición que abarca una gran variedad de eventos culturales. La
inscripción pretende proteger el conocimiento y las técnicas artesanales a lo largo de
varias generaciones, fruto del diálogo dentro de las comunidades de charros y la fusión
de las dos culturas que han configurado el México de hoy: las culturas hispánica y
precolombina.
Desde el principio, la Charrería testifica de la creatividad humana. Desde la
producción de objetos necesarios para su práctica hasta su uso en las bellas artes,
Charrería ha inspirado música, poemas, esculturas, literatura, fotos y pinturas.
También ha inspirado a los artesanos con objetos únicos que, dada su calidad y
creatividad, pueden considerarse obras de arte.
La inscripción creará nuevos espacios de creación individual y colectiva.
Las actividades deportivas se ofrecen en todo México, a nivel local y regional. Un
congreso se organiza cada año con competencias entre equipos nacionales para
seleccionar al campeón nacional, el mejor charro y el mejor grupo femenino
(escaramuza) del país.
Desde el año 2000, se han organizado 18 exposiciones en la Charrería en importantes
museos canadienses, estadounidenses y mexicanos. Alrededor de 2 millones de
personas pudieron descubrir las artesanías relacionadas con Charrería. Se organizaron
conferencias, seminarios, eventos sociales y actividades para niños para presentar las
características específicas de la tradición a las comunidades mexicana, estadounidense
y mexicano-estadounidense.
En los últimos quince años, se han publicado 16 libros sobre el estudio histórico y la
práctica actual.
La Charrería se transmite en internet y en las redes sociales. Fluida y dinámica, la
comunicación entre las comunidades de charros, con el público en general y los
artesanos permite un diálogo constante. Los programas se transmiten en televisión y
radio, en canales privados, con información deportiva, cultural y social en Charrería.
Las nuevas regulaciones apuntan a promover la equidad, el respeto, la transparencia
y la fraternidad.
En los últimos cinco años, se han abierto 10 escuelas en Charrería para enseñar
tradición a niños pequeños y adultos.
A nivel social, charros (hombres) y charras (mujeres) establecen un vínculo directo
entre Charrería y la filantropía, para mostrar a la sociedad mexicana lo importante que
es preservar una tradición que ayuda a los grupos vulnerables.
Con motivo de sus reuniones locales, los diferentes estados como Querétaro,
Guanajuato, Tabasco, Nayarit, Zacatecas, Michoacán e Hidalgo emitieron declaraciones
sobre Charrería como patrimonio cultural inmaterial. Los estados de Durango,
Coahuila, Chiapas y San Luis Potosí están a punto de firmar sus declaraciones. La idea
es presionar a las instituciones gubernamentales para que definan medidas de
salvaguarda que enmarquen las políticas públicas que apoyan la práctica de la
tradición.
Ofreciendo una buena oportunidad para promover la Charrería para reforzar la
identidad nacional, el Congreso anual de Charros se beneficia del apoyo y las
instalaciones de los Estados, ansiosos de garantizar su éxito.
Las comunidades de charros y artesanos están en constante diálogo con los
gobiernos estatales y el gobierno federal para garantizar la sostenibilidad de la
tradición y el desarrollo social y humano a través de la práctica de la tradición ecuestre
mexicana.
Los equipos de cada estado han sido invitados por el gobierno federal para
participar en los Juegos Olímpicos Nacionales anuales. La Charrería es así reconocida
como un deporte nacional para difundir los valores ecuestres tradicionales de México
para fortalecer la identidad
Las medidas de salvaguardia propuestas aseguran la sostenibilidad de la tradición.
Fueron definidos para reforzar y organizar el diálogo entre las comunidades
interesadas a fin de resaltar la tradición y hacerla prevalecer como un modelo de
transmisión de los valores de identidad mexicanos entre la Charrería y la sociedad
civil.
1. Medida: creación de un conservatorio de Charrería.
Objetivo: organizar y garantizar el rescate, salvaguarda y protección de la tradición
ecuestre mexicana en el contexto del patrimonio cultural mexicano y el desarrollo
socioeconómico.
Acción: crear y organizar mecanismos de transmisión de conocimiento e información
relacionados con valores que permitan presentar el patrimonio cultural inmaterial
como recurso clave para el desarrollo del país.
Organizaciones participantes: Asociación Nacional de Charros, Secretaría de
Educación Pública, Universidad Autónoma de México: Instituto de Investigaciones
Históricas, Instituto de Investigaciones Estéticas, Instituto de Investigaciones Sociales.
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Federación Mexicana de Charrería,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Mexicano de la Juventud,
Instituto Mexicano para la Mujer.
Acciones estratégicas:
a. Planificación estratégica para la preservación de la tradición ecuestre mexicana
La definición de un programa de desarrollo común por una comunidad local y una o
más entidades externas requiere una planificación participativa que debe evolucionar
hacia una planificación de desarrollo autónomo de la Charrería.
Objetivo: crear una plataforma de aprendizaje antes de embarcarse en la resolución
de problemas.
Definir el plan estratégico para la promoción y salvaguardia de Charrería.
Este proceso debe fortalecerse:
1. Identificar las necesidades de la comunidad de charros
2. El consenso
3. Enriquecimiento mutuo de iniciativas de salvaguardia y comunidades.
b. Estudio histórico e iconográfico y análisis del impacto socio-económico de
Charrería.
Objetivo. Tener información confiable y oportuna para la toma de decisiones sobre
comunicación.
Llevar a cabo estudios históricos sobre los orígenes de Charrería para apoyar su
significado histórico e influencia en la identidad nacional.
Estudie los orígenes iconográficos de los patrones utilizados en la elaboración para
tener una herramienta de conservación.
Estudiar, evaluar y actualizar el impacto socio-económico de Charrería para tener
más y mejores recursos para apoyar su práctica y salvaguarda.
c. Organización de dos reuniones al año del conservatorio, centradas en la protección
de Charrería.
Objetivo: crear un espacio para el diálogo, la discusión y el debate con las
comunidades de charros, la academia, la sociedad civil y las instituciones
gubernamentales sobre el desarrollo y la consolidación de la tradición hípica mexicana
de Charrería.
Acciones:
1. Seguimiento y actualización de las medidas de salvaguardia propuestas.
2. Formulación de solicitudes de charros y sumisión al gobierno en forma de
peticiones.
3. Definición de ejes de acción en interés de charros y charras.
Organizaciones participantes: Organizaciones no gubernamentales, Academia,
Asociación Nacional de Charros, Federación Mexicana de Charrería. Poderes publicos.
d. Promoción y difusión de expresiones de charros en los medios de comunicación.
Objetivo: difundir los resultados de los estudios del Conservatorio, noticias y
expresiones de charros en los medios de comunicación, informar a la sociedad civil e
involucrarla en la salvaguarda de la tradición.
2. Medición: supervisión del modo familiar de transmisión de la tradición.
Objetivo: reforzar la sostenibilidad de la tradición ecuestre mexicana.
Organizaciones participantes: organizaciones no gubernamentales, comunidad
universitaria, Asociación Nacional de Charros, Federación Mexicana de Charrería.
Acciones:
Redacción de los estatutos de las nuevas asociaciones de charros con el objetivo de
transmitir la tradición.
Promoción de la constitución de este tipo de asociación.
3. Medida: Establecimiento de centros comunitarios de capacitación para la
fabricación de las diversas piezas artesanales utilizadas en la práctica del elemento.
Objetivo: contribuir al desarrollo de las artesanías practicadas por las comunidades
de charros y al desarrollo social de los artesanos.
Organizaciones participantes: Fundación para el desarrollo social de artesanos
mexicanos, fundación para empresas solidarias, gobierno estatal.
Acciones:
1. Establecimiento de cursos sándwich para artesanos.
2. Organización de competiciones.
4. Medición: resumen y difusión de la Charrería en el campo de las bellas artes.
Objetivo: mostrar a la sociedad mexicana la influencia de la tradición ecuestre
mexicana en las bellas artes para mostrar cómo esta tradición marca la identidad del
país.
Organismos Consejos Participantes: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Instituto Nacional de las Bellas Artes. Instituto de Investigaciones Estéticas. Acciones:
1. Resumen de la presencia de la Charrería en las bellas artes. 2. Publicación y
diseminación de información recolectada.
Las medidas apuntan a reforzar el conocimiento de la tradición y la apertura del
diálogo entre las comunidades, para perpetuar el elemento.
El diálogo servirá de base para las políticas públicas de protección y desarrollo de la
actividad, con la promoción y difusión de la actividad y la integración de la tradición
en el sistema educativo mexicano.
Las medidas de salvaguardia son fruto del diálogo y el consentimiento de los
miembros de la comunidad charros, incluidas las asociaciones de charros, artesanos e
instituciones del Estado mexicano.
Se decidieron con las comunidades desde el principio, a través de talleres de
planificación con grupos charros y comunidades artesanales en el país.
Las asociaciones familiares de charros, que transmiten los conocimientos
relacionados con la tradición, han aceptado participar directamente en la transmisión
de la tradición en la forma definida en las medidas de salvaguardia.
La capacitación se ha acordado con artesanos que poseen los conocimientos y las
técnicas tradicionales, los transmiten de generación en generación y se ganan la vida,
para garantizar la producción sostenible y responsable de artículos distribuidos a nivel
nacional y internacional.
Las comunidades charros y charras de México son portadoras de un rico patrimonio
transmitido durante siglos por nuestros antepasados que dieron forma a nuestra
identidad colectiva común. La Charrería es una parte integral del patrimonio cultural
de México.
Los charros y charras han dado su consentimiento libre, previo e informado para la
nominación de la tradición hípica mexicana de La Charrería para su inscripción en la
Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la
UNESCO.
El deseo de las comunidades de charros de que su tradición sea reconocida como
patrimonio inmaterial está vinculado al análisis de la situación de la tradición. La
nominación fue discutida y aprobada individualmente y en reuniones con
representantes de charros y comunidades de artesanos locales y regionales. Ha
concienciado sobre la importancia del patrimonio cultural inmaterial.
También se abrió un diálogo con las comunidades de Charros de los Estados Unidos
de América, que entendieron la importancia de la inscripción en la Lista Representativa
y desean seguir participando en la discusión y el diálogo para implementar las
medidas. en este país
El diálogo con las comunidades les hizo tomar conciencia del interés de la protección
del patrimonio inmaterial. Los esfuerzos que llevaron a la definición de medidas de
salvaguardia y la inscripción del elemento en el inventario del patrimonio inmaterial
de México hicieron que los charros estuvieran al tanto de la protección de su tradición.
Ha surgido un diálogo y un consenso en los distintos estados entre las comunidades
de charros y los representantes locales para definir iniciativas locales para
salvaguardar la tradición.
Los artesanos que participaron en la discusión dieron su consentimiento a la
inscripción en la Lista Representativa cuyos efectos protectores entendieron.
Las comunidades de artesanos han propuesto medidas de salvaguardia y se han
comprometido a proteger los procesos tradicionales de fabricación de objetos en el
marco de Charrería.
Las instituciones académicas han aprobado y participan activamente en la
aplicación. Incluso aceptaron solicitudes de apoyo en medidas de salvaguarda, con
estudios académicos sobre la historia, cultura e impacto social de la actividad,
programas educativos y apoyo promocional y financiero de los profesionales.
La Charrería contribuye a la identidad nacional. Las comunidades charros
contactaron a las instituciones gubernamentales que mostraron interés en la aplicación.
Las comunidades de artesanos y charros también proporcionaron imágenes de video
y fotografías adjuntas a la nominación.
Desde el comienzo del diálogo, las comunidades interesadas han mostrado interés
en salvaguardar la tradición. Son conscientes de la importancia del patrimonio
inmaterial.
Hoy en día, las comunidades de profesionales de la tradición ecuestre mexicana
conocen su herencia y están orgullosos de ella. Fueron conscientes de la importancia de
la transmisión de generación en generación a lo largo de los siglos. Este conocimiento,
este orgullo y esta candidatura ahora están integrados por las comunidades.
Las comunidades afectadas han expresado explícitamente su consentimiento libre,
previo e informado a la inscripción en la Lista Representativa. Se adjuntan
declaraciones oficiales firmadas por las comunidades representativas.
Claro, directo y convincente, este documento es el resultado del diálogo puesto en
marcha, que condujo a la presentación de la Charrería, una tradición ecuestre
mexicana, para su inscripción en la Lista Representativa.
La "Charrería, tradición ecuestre mexicana" está inscrita, desde el 4 de marzo de
2014, en el Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de México,
conservado por el Consejo Nacional de Cultura y Artes y disponible en el sitio web del
sistema de información cultural http://sic.conaculta.gob.mx/index.php?
table=frpintangible
Ella fue registrada luego del lanzamiento del procedimiento en el Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) en 2010, por la Asociación Nacional de Charros
(ANC), una organización de la sociedad civil que representa a la comunidad de
portadores de la expresión cultural. Luego de un trabajo conjunto del INAH y el ANC,
el formulario de inscripción fue enviado a uno de los expertos en artes escénicas de
México, parte del Comité de Expertos del Comité Nacional. salvaguardar el patrimonio
cultural inmaterial, que establece la relevancia de la inscripción, de acuerdo con los
elementos definidos a tal efecto y cuyos mecanismos se revisan y actualizan
actualmente. El objetivo de la actualización es hacer que la inscripción sea más
inclusiva, de modo que refleje el trabajo coordinado de las comunidades, las
instituciones gubernamentales y académicas y la sociedad civil involucrada, para
garantizar una salvaguardia real de la ICH. .
Se adjuntan documentos e información sobre el establecimiento y la actualización
del inventario nacional.
Prueba de consentimiento de la comunidad, con traducción al inglés o francés si el
idioma de la comunidad en cuestión es diferente al inglés o francés
documento que acredite la inclusión del elemento en un inventario del patrimonio
cultural inmaterial presente en el / los territorio (s) del Estado (s) remitente (s) tal
como se definen en los artículos 11 12 de la Convención; esta evidencia debe incluir un
extracto relevante del inventario (s) en inglés o francés y en el idioma original si es
diferente
10 fotos recientes en alta resolución
Asignación (es) de los derechos correspondientes a las fotos (formulario ICH-07-
foto)
Vídeo editado (5 a 10 minutos), subtitulado en uno de los idiomas de trabajo del
Comité (inglés o francés) si el idioma utilizado no es ni inglés ni francés
Asignación (es) de los derechos correspondientes al video grabado (formulario
ICH-07-video.

• La charrería, tradición ecuestre en México


La charrería es una práctica tradicional de comunidades de México dedicadas a la cría
y el pastoreo del ganado a caballo. En sus orígenes, facilitaba la convivencia entre los
ganaderos de diferentes estados del país. Las técnicas de esta práctica se transmitían a
las generaciones más jóvenes en el seno de las familias. Hoy en día,
asociaciones y escuelas especialmente dedicadas la charrería
forman a miembros de las comunidades, entrenándolos incluso
para participar en competiciones. La organización de concursos públicos o
charreadas permite a los espectadores admirar la destreza de los charros en el arte de
arrear y jinetear yeguas y toros cerriles. Luciendo una indumentaria tradicional –con
sombreros de ala ancha para los hombres y chales de colores para las mujeres– los
charros hacen gala de sus habilidades a pie o a caballo. Son artesanos locales los que
diseñan y fabrican la vestimenta, el equipamiento, las sillas de montar y las espuelas
que forman parte del arte tradicional de los charros. La charrería es un elemento
importante de la identidad y el patrimonio cultural de las comunidades depositarias
de esta tradición, que la consideran un medio de transmitir a las nuevas generaciones
algunos valores sociales importantes como el respeto y la igualdad de todos los
miembros de la comunidad.
La charrería, tradición ecuestre en México (México)
(1:23) A finales del siglo XIX, durante el mandato presidencial de Porfirio Díaz, las
grandes propiedades se dedicaban a  aumentar su influencia y expandir sus
capacidades ganaderas. Para ello requerían de un mayor número de ganado y
trabajadores agrícolas que dependían en gran medida del uso de caballos para
controlar al ganado. Con el paso del tiempo este no sólo  se convirtió en un trabajo
regular dentro de las haciendas, sino que también se hacía por diversión.
(2:07) En 1921 el gobierno introduce políticas para tratar de recuperar los orígenes de
las artes y tradiciones de la cultura mexicana. En este contexto, surgió un pequeño
grupo de vaqueros mexicanos, llamados charros de la Ciudad de México, de la
Asociación Nacional de Charros.
(2:26) Con la imagen del charro se organizan eventos especiales, costumbres y
tradiciones, que ahora se conocen en México como charrería. Por lo que al comienzo de
la década del 20, la figura del charro empezó a imponerse como imagen de lo
mexicano.
(2:44) En 1933 los eventos de charrería fueron declarados un deporte nacional. Durante
esos años se realizaron muchos espectáculos, llamados charreadas, sólo para
exposición o por competencia
(3:03) La llamada charreada siempre comienza con un desfile que muestra a todos los
participantes escoltados por el charro competidor más importante, quien lleva la
bandera del grupo o de su organización. Durante el desfile se toca música típica para la
ocasión: la Marcha de Zacatecas
(3:24) Cala de caballo es una demostración equina que presenta a toda la audiencia la
buena raza y entrenamiento en el galope, giros y exhibición.
¿?
(3:47) Coleadero; consiste en intentar detener un toro a toda velocidad, sin caerse,
sujetando su cola.
Jineteo de toro: consiste en montar un toro y quedarse sobre el hasta que deje de
embestir.
Terna: requiere siempre de tres chorros que intentarán lazar un toro por la cabeza y
luego hacerlo caer para proceder a amarrar todas sus patas.
(4:26) Jineteo de yegua: consiste en domar una yegua, montándola hasta que se
detenga sus saltos y embestidas.
Mangana a pie: consiste en lazar las patas delanteras del caballo y derribarlo cuando
galopa velozmente. Requiere de mucho entrenamiento con el lazo.
Mangana a caballo: consiste en derribar a una yegua salvaje preparando el naso encima
de su cabeza.
(5:07) Paso de la muerte: consiste en un desafío en el que el charro va a la derecha,
galopando en su caballo; pero, sin una montura, galopa en paralelo a una yegua
salvaje. El jinete deberá saltar desde su caballo a la parte posterior del animal salvaje.
(5:25) Es importante mencionar el evento especial “escaramuzas charras”. Consiste en
al menos ocho mujeres finamente vestidas que galopan en sus caballos a lo largo de la
pista.
Al final del espectáculo, o charreada, el charro y una dama vestida como China
Poblana danzan una canción llamada jarabe tapatío; donde un hombre hace una
propuesta amorosa a una dama.
(5:58) Por otro lado la práctica de la charrería incluye a un gran número de diferentes
sectores productivos, económicos y sociales. Podemos nombrar algunos, como los
grupos de artesanos del cuero, artesanos textiles, fabricantes de lazos, bordadores.
(7:01) Durante años se ha creado un modelo de transmisión de la tradición,
consolidado con la creación de asociaciones familiares, que incluye a padres, abuelos e
hijos. Es decir, la transmisión del conocimiento se sostiene en tres columnas principales
que apoyan la tradición y las áreas sociales culturales y deportivas.
(7:22) En virtud de este modelo de difusión de la tradición, el patrimonio familiar es el
eje principal y la columna vertebral mental para todas las actividades.
(7:38) Hoy la charrería es el producto final de un largo y duro entrenamiento donde las
generaciones actuales comparten sus conocimientos con las nuevas generaciones. Tal
como se ha hecho desde hace casi 90 años.
(7:56) Y estas fiestas colaboran de una manera especial con la difusión de las
tradiciones a la gente.
(8:14) Fuera del espectáculo como tal, el charro ha sido muy útil para la producción de
imagen local del gobierno nacional mexicano, para el disfrute internacional, así como
para el consumo local interno; por la realización de todo tipo de eventos turísticos, así
como para eventos nacionales, locales y cualquier otro evento cultural o social que
tenga el propósito principal de mostrar la imagen única del estilo mexicano.

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